*Lumine's POV*
No debíamos esperar mucho, pues Ayaka ya estaba de vuelta en menos de diez minutos.
Se sentó frente a nosotras y me miró atentamente.
—Piensas cuidar del pequeño Teucer mientras no encontramos a ese Fatui?
Asiento con suavidad, mirándola.
—Teucer es un niño increíble con un gran espíritu aventurero. Seguro que es su primera vez en Inazuma y no me gustaría dejarlo con alguien a quien no conozca, ni mucho menos va a querer irse de Inazuma sin ver a su hermano.
Ayaka sonrió con ternura y asintió.
—Pedí algunos dulces de Inazuma acompañados de una bebida dulce para el. Solo hay que esperar a que llegue todo, junto con Teucer y Tohma. Ya fueron a buscarlos.
Asiento y me reacomodo, abrazando a Paimon con suavidad.
—Por lo que me contaste de ese Fatui... Es muy imprevisible. —Comenta Ayaka, pensativa.
— La mayoría de las veces, sus ansias de ser el mejor son los que destrozan su raciocinio. —Admito, recordando nuestra batalla ante el "cadáver" de Rex Lapis en la Casa Dorada.— Pero se esfuerza en que Teucer no sepa cuál es su auténtico trabajo, quiere preservar su inocencia. En ese aspecto, Childe es muy protector con su familia.
—Pero sigo pensando... Tres heraldos en Inazuma en tan poco tiempo? Shogun Raiden debería saberlo. Signora ya no vive pero Scaramouche y Tartaglia siguen por ahí...
Suspiro y asiento.
—Primero quiero saber cuáles son los planes de Tartaglia, aunque no hará nada si sabe que Teucer está cerca.
Ayaka asiente y se queda pensando.
—Mañana Yoimiya hará unas pruebas con sus fuegos artificiales para mostrar sus nuevos fuegos. Por que no llevas a Teucer? Seguro que le gustará mucho.
Recuerdo la última vez, en aquel festival, con Yoimiya. El brillo de sus fuegos artificiales... Era simplemente hermoso y emocionante.
—Si, seguro! Aunque no sé si en Snezhnaya habrá fuegos artificiales...
Murmuro, pensativa justo cuando escucho las risas de Teucer y la voz de Tohma. En apenas unos segundos Teucer vino corriendo a mi y me abrazó.
—Lumine! Fui a ver unos pájaros muy muy grandes de piernas muy largas!
Veo a Teucer y suelto una suave risa, abrazándolo y atrayéndolo a mi regazo.
—Paimon sabe cómo se llaman! Son garzas! Y en algunos casos una comida muy deliciosa. —Responde Paimon, la cual había estado bastante silenciosa, frotando suavemente su barriguita, la cual había acabado de gruñir.
Me río y Ayaka aclara su garganta mientras Tohma se sienta a su lado.
—Te gustan los dulces, Teucer? —Pregunta Ayaka y Teucer asiente, algo más tímido. —He pedido algunos dulces que seguro te van a encantar, si?
Teucer asiente y me mira con una sonrisa,
—Ayaka conoce muchos tipos de dulces de Inazuma, seguro que te ha pedido algunos super deliciosos —Le digo con calma.— Y mañana mi amiga Yoimiya va a mostrar unos nuevos fuegos artificiales. Te gustaría que fuésemos a verlos?
Teucer asiente, feliz y animado.
—Si quiero Lumine!
Me río y asiento para luego quedar en silencio mientras nos ponían el té, junto con la bebida de Teucer, acompañado de los dulces.
Espero atenta a que pruebe uno de los dulces, separándolo del palito que los unía y abre mucho los ojos, sorprendido.
—Lumine! Lumine! Esto está delicioso! Sabes como se llama?
Pregunta y toma otro dulce , acercándolo a mis labios, dejando que me lo dé.
—Se llama Dango Tricolor, Teucer, y se come con el palito, como si fuese una brocheta. —Respondo, tendiendosela con cuidado.
Teucer abre sus ojos, muy sorprendido antes de empezar a comer sin sacarlos del palito, con cuidado de no morderlo.
Mira la mesa, atento y señala su vaso.
—Que es eso?—Me pregunta, pero esta vez es Ayaka la que contesta.
—Es una bebida muy dulce echa con cerezas. Espero que te guste.
Teucer toma el vaso con cuidado y prueba un poco para luego asentir.
—Esta muy rico! Pero me gusta más el Dango Tricolor. Lumine! —Se gira hacia mi— Me podrás hacer más hasta que me vaya? Es más... Podría llevarle unos cuantos a mis hermanos! Seguro les va a encantar.
Sonrió con dulzura y asiento.
—Claro que si Teucer.
La sonrisa de Teucer persistió en su cara toda la tarde.
Ya entrada la noche, llegamos a la posada, donde pude conseguir un pijama para Teucer, y que así durmiese más cómodo.
No tardó casi nada en dormirse aferrado a Paimon como si de un peluche se tratase.
Paimon inflaba sus mejillas al ser usada de esa manera y solté una pequeña risa , en bajo, para no despertar a Teucer.
Agradecía que la cama fuese grande y pudiésemos estar los tres.
Los cubrí con cuidado para luego ir yo a ponerme el pijama y finalmente tumbarme al lado de los dos más bajos, dejándoles espacio pues no sabía si Teucer se removía mucho en la cama.
Apague la vela que estaba en la mesita y cerré mis ojos, dejándome llevar por el sueño.
La mañana siguiente fue bastante tranquila. Aún no había noticias de Childe y lo cierto es que no me extrañaba. Childe era bueno en no dejar rastros, sabía cómo moverse, pero era cuestión de tiempo.
Cuando ya era avanzada la tarde, Teucer, Paimon y yo caminamos con una manta hasta una zona en la que se pudiesen ver bien los fuegos sin estar cerca.
Nos encontramos a Yoimiya, una Yoimiya muy feliz.
—Vinisteis a ver los fuegos! Perfecto! Paimon, he creado uno para ti, muy especial! —Ahi pareció fijarse en Teucer, por qué su rostro cambio a uno de ternura y se arrodilló frente a el— Hola! Mi nombre es Yoimiya, quieres ver mis fuegos artificiales?
—Lumine nos trajo a verlos! Estamos buscando un sitio bonito para verlos! —Comenta Teucer con una sonrisa.
—Oh, conozco el sitio perfecto. Bajo el cerezo que hay en la zona más alta al oeste. Yo os llevo!
—Si! —Dice Teucer, feliz ante la idea de Yoimiya.
Nos encaminamos juntos hacia la zona indicada por Yoimiya y extendimos la manta bajo el Cerezo, para luego acomodarnos en ella.
—Bueno chicos! Debo ir a controlar el espectáculo! Teucer, te dedicaré uno para ti. Seguramente de color azul y anaranjado por tu cabello y tus ojos.
Teucer aplaude, animado.
—Y cómo será el de Paimon? —Pregunta Paimon.
Yoimiya le guiña un ojo mientras se aleja, sin decir nada.
—Eh! Paimon quiere saber! Como sabrá Paimon cuál será el suyo?!
Me río ante la cara indignada de Paimon y me acomodo bien, dejando a Teucer en mi regazo, abrazado a Paimon.
No debíamos esperar mucho. Más o menos veinte minutos antes de que los fuegos artificiales empezasen.
Los tres miramos, embobados la diferencia de fuegos artificiales que allí había.
Teucer señaló uno, feliz. Este estalló en una lluvia cobriza que terminó volviéndose azul.
—Ese es el mío, Lumine!
Al poco rato, uno tomó una forma muy peculiar, uno que adornaba el cabello de Paimon, en tonos dorados y azules.
—Ese es el de Paimon! —Rió mi pequeña amiga voladora.
Una sensación de ser observada me hizo girar la cabeza en búsqueda de alguien alrededor, pero estábamos solos. La mayoría de gente lo veía desde la ciudad.
De todas formas la sensación permaneció.
Cuando los fuegos artificiales terminaron, volví a prestar atención a los más bajos. Teucer estaba dormido contra mi, y Paimon seguía a la espera de más fuegos artificiales.
—Ya se acabaron, Paimon. —Susurro en voz baja— Vámonos. Toma tu la manta, es delgada, podrás con ella, yo llevo a Teucer en brazos.
—Estas bien? Paimon te nota extraña.—Dice mi amiga.
—Paimon... No te sientes observada?
Paimon se quedó inmóvil y me miró, asintiendo ligeramente.
—Volvamos a casa rápido, no quiero problemas cerca de Teucer.
Me pongo en pie, tomando a Teucer en brazos, el cual se aferró a mi cuello, escondiendo su rostro contra mí y Paimon tomo rápido la manta.
Nos alejamos de allí con cuidado de no hacer ruido.
Unos pasos se escucharon detrás nuestra.
Sería ese el momento de huir con Teucer en brazos?