𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| ©

By AllfEdwardS

231K 11K 7.5K

❝ Dicen que la mejor manera de librarnos de la tentación es caer en ella.❞ LIBRO 1 | SERIE OSCURIDAD More

DADDY
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII.
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX (2)
XXXI
XXXII
XXXIII
EXTRA (1)
XXXIV
XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
EXTRA (2)
XLII
XLIII
XLIV
XLV
XLVI
EXTRA (III)
XLVIII
XLIX
L
LI
LII
EXTRA (4)
LIII
LIV
LV
LVI
LVII
LVIII
LIX
EXTRA (5)
ANUNCIO
LX
EXTRA | NIALL
LXI
LXII
EPÍLOGO
NOTA FINAL
ESPECIAL 90K
H. BIRTHDAY
Final Verdadero | Dificultades

XLVII

2.2K 103 131
By AllfEdwardS

XLVII. Ranieri

ADVERTENCIA: Punto número uno, recuerden siempre que esto es solamente FICCIÓN.
Contiene lenguaje soez y escenas con descripciones explícitas no aptas para todo tipo de público. Una vez más, si esta clase de cosas no son de tu agrado, puedes dejar de leer y pasar al segundo apartado, donde la protagonista empieza a narrar. Evitemos problemas y recordemos siempre aprender a separar la FICCIÓN de la REALIDAD.

Un beso<3

Luciano

El contorneo de caderas es espectacular, en como se mueve de forma circular apollada de mis piernas con mi miembro en su interior.

Las tetas de tamaño mínimo pringan frente mis ojos, aunque el cuerpo de mi niña excita, ninguno como en de mi pequeña fiore.

Esas curvas, ese culo y esos pechos que me la ponen dura solo con pensarla.
Se hace la difícil, si antes me encendía cuando apenas era una niña sin atributos ni cuerpo desarrollado, ahora me tiene en llamas. Los años le favorecieron al punto de llevarme al borde de la locura.

Estoy enfermo... y lo reconozco, el verdadero problema es que no quiero curar esta enfermedad, no quiero dejar de pensarla y es porque no puedo.

Me enamoré de una niña de cinco años teniendo casi veintitrés años, podría hacerle un altar a la sexy ninfa en la que se ha convertido. Daría lo que fuera, pagaría lo que fuese necesario por tenerla una vez más en mi cama.
Tocando el escote y de los apetitosos pechos que muero por saborear, todas las veces que tuve el inocente sexo de mi flor en la boca... lo disfruté.

Su cuerpo se ha moldeado y ha sido diseñado para pecar.

La castaña que me monta como ninfómana gime y es porque yo mismo me he encargado de hacerla sentir así.
De entrenarla desde años atrás. Es mi creación... y de forma literal.

—¿Otra vez estás pensando en ella? —me recrimina. La conoce y la detesta porque el 90% de mi mente lo ocupa Grace y no ella.

—Te mueves espectacular, dolcezza... —tomo su barbilla haciendo que se incline para darme un beso.

—¿Qué le ves? Puedo hacer lo que quieras, estoy a tu disposición...

—Ibamos bien... —sonrío acariciando una de sus piernas.

—¿No te gusta lo que hago?

—Me fascina y por ello te pido que sigas, dolcezza... —apretujo uno de sus pechos.

—¿Me amas, papi? —me incorporo sentandome con sus piernas rodeandome. Acaricio su mejilla y la embisto con fuerza robándole un sonoro gemido.

—Claro que te amo —la embisto de nuevo hasta el fondo—, E tu? Ami papà?

E tu? Ami papà?: ¿Y tú? ¿Amas a papi?

—Con tutta l'anima... —se devora mis labios con urgencia.

Con tutta l'anima: Con toda mi alma...

—Fai l'amore con me...

Fai l'amore con me: Hazme el amor...

No vacilo a la hora de dejarla bajo mi cuerpo, la tinta de mis tatuajes es acariciada por sus suaves manos... y nisiquiera con semejante belleza, con esa complexión delgada, esos ojos oscuros y esos labios que me han hecho venir centenares de veces... pueden sacarme la erótica imagen de mi flor mientras se duchaba. El que mínimamente la punta de mi miembro le haya rozado los muslos...

Si no hubiera sido por Niall... no estaría fantaseando, estaría atravesando ese coño...

Al menos no ha dicho nada al respecto pero sus evasivas miradas, de aquellas que juzgan, son las que me dicen que algo le dijo ella para que él no abriera la boca.

Arremetidas constantes, empellones y embestidas, el video mental de sus manos acariciando las grandes tetas retirándose los restos de shampoo, el cabello, las piernas, el trasero, el abdomen plano, su piel, sus manos, su cintura, sus caderas, sus felinos ojos verdes... le doy tan duro, la azoto, la ahorco, la hago venir... una, dos, tres veces hasta que la sangre amenaza concentrándose en mi glande y exploto metiéndosela hasta el fondo.

Gruño preso de la ira, la excitación y el desarme que me causa no poder solo abrirla de piernas y tenerla para mi.

La chica que acabo de follar no es ella y nunca lo será, por más que intente convencerme de eso, por más que trate de olvidarla, no puedo... no tendré tranquilidad hasta volver a hacerla mía...

Acabo tomando la verga que saco del interior de la castaña, la magreo sobre el pubis de la misma llenandola de mis fluidos.

Camino lejos de la cama hacia el mini bar y me sirvo un trago de ron el cual paso como agua y este arde en mi garganta.

Sirvo otro y lo llevo junto a la botella dejándola sobre la mesita de noche. Me siento al borde de la cama dándole la espalda. Bebo el trago y luego otro y otro hasta que siento sus manos pasearse sobre mi espalda, hombros y pectorales. Me besa la parte trasera del cuello y sus pechos expuestos se adhieren a mi espalda.

—Algo te preocupa... —susurra—, ¿No es así?

No sólo el tema de Grace me tiene así.

Es Elijah Ballard.

—Tu madre... —intento cambiar de tema pero ella me interrumpe cabreada.

—Ella no es mi madre... —sigue besandome la espalda pero esta vez sus manos traviesas se pasean sobre mi abdomen, me abraza por detrás hasta que vuelve a tocar el miembro que aún continúa duro como piedra.

—Dolcezza... —comienza a masturbarme dejando un rastro de besos sobre mi piel.

—Quiero más...

—¿No estás cansada? Mañana tienes colegio...

—No.

—Ve a tu recámara...

—Quiero dormir contigo... —un estruendoso relámpago cae seguido por  un trueno.

—Dalila... —advierto—, conoces las reglas.

—Aún le temo a las tormentas —se aferra a mi cuerpo—, por favor papi... ¿Puedo quedarme? —me acabo lo que queda de ron en el vaso y la miro.

Parpadea un par de veces con la mejilla pegada a mi hombro y sus brazos rodeandome el torso.

Suspiro rendido. Ella no se irá sin hacer una de las tantas rabietas que le hace a Daniela cuando no le da algo, pero conmigo no es asi. Sabe que detesto los berrinches y si por mi fuera, la castigaría toda la semana... pero la necesidad por bajar la erección es más grande, así que acepto y asiento.
Ella chilla emocionada llenandome el rostro de besos, los labios y las mejillas. Gatea sobre la cama sentándose sobre mi regazo de piernas abiertas. Coloco mis manos sobre su cintura y sus brazos me rodean el cuello.

—Grazie —pega su frente a la mía.

Jadea tomando mis labios, ella sola se acomoda y me toma el empalme levantando la pelvis, se deja caer metiéndosela ella misma y vuelve a gemir. —Nunca me canso de ti... —me monta como loba en celo, la sensación es exquisita. Las paredes de su vagina se dilatan ante la anchura del miembro, está completamente húmeda.

No me pesa, el hecho de cogerme a mi propia hija las veces que quiera. Ella siempre ha estado para mi, cuando, donde y como yo lo ordene.

Tiene razón al molestarse con la mención de su madre, Daniela no lo es.
No es su madre biológica y ella lo sabe, no le guarda rencor en el aspecto de la mentira, lo hace por que está casada conmigo y cualquiera que se me acerca, lo toma como una amenaza. Se cabrea, me cela, me molesta, y termino azotandola para después follarla y doblegarla por desobediente.

Grace ha sido la única que me ha importado en realidad.

Aún recuerdo la primera vez que mi Dalila me buscó.

Porque yo no la obligué a nada, fué ella la que vino a mi.

Recuerdo que ella nos miraba, a mi fiore y a mi compartir uno de nuestros momentos íntimos. Asomada en el umbral, cuando le enseñé a Grace como hacer una buena felación.

Por más orgasmos como ese.

Y apenas tenía siete años.

Meses antes de tener que dejarla y regresar a Italia.

Esa noche, Dalila entró a la habitación que compartía con Daniela mientras la misma había ido a tomar café a la cocina con Catherine.

Se subió a la cama gateando, extendí los brazos pues sabía que quería que la mimara. Rodeo mi torso y comenzó a jugar con la camiseta negra que en ese momento portaba. Su pequeña mano descendió hasta que me tocó la entrepierna y me petrifiqué...

—Dalila, ¿Qué haces? —cuestiono confundido quitando su mano.

—¿No te gustaba eso? —me mira con los ojos marrones saltones. Su inocencia me atraía de sobremanera, no iba a negarlo, pero tenía una barrera y esa se llamaba Daniela. Baja la mirada—, a Grace le permites hacer eso y a mi no... pero yo si quiero...

—No Dalila... —demando.

—Papi, por favor... —me ruega. ¿Pero que le pasa a esta niña?— Quiero que me hagas cariñitos como se los haces a ella...

No la toqué hasta que cumplió quince años. Permitía que me besara en la boca, permitía que me tocara la entrepierna por encima del pantalón... y todo siempre fué su petición.

Cuando cumplió quince años, los dotes de adolecente ninfómana salieron a flote. Daniela inconciente a causa del alcohol en nuestra habitación, estaba medio ebrio y sus amigos acababan de irse. Me asaltó en el clóset, me llevó a su habitación, cerró la puerta con seguro y se me abalanzó encima...

—Ahora no escaparás, papi, me darás lo que tanto me has estado prometiendo.

No me pude resistir, estaba cachondo, ebrio y el desarrollo físico de Dalila no ayudaba.

Así que lo hicimos.

Y desde entonces, ha sido así hasta el día de hoy.

Horas y horas más tarde, enredados en la cama y sin preocupaciones. Daniela no llega hasta mañana, los Ballard duermen a esta hora y tendría la carta libre de darle otra visita nocturna a mi flor pero sé que se va a rehusar. Y aunque así fuera, en mi queda hacerla regresar a nuestros viejos tiempos.

━━━━━━━༺༻━━━━━━━

Grace

Al día siguiente...

—¿Has visto al señor Cavill? —le pregunto a Iván, el típico matadito de gafas y uniforme perfecto quien sale de una de las aulas del área A.

—Estaba dando clases, anfiteatro 6, área C. —agradezco cuando el timbre suena y trato de caminar en sentido contrario entre el tumulto de estudiantes que caminan hacia el frente y yo siendo la única que va para atrás. Busco el anfiteatro mencionado por Iván hasta que lo encuentro escaleras arriba en el tercer piso... y el más solitario.
Efectivamente, Henry está dentro al teléfono con la mano izquierda metida en el pantalón y con la derecha, conversa formalmente con alguien a la otra línea. Aprovecho que está de espaldas observando desde los ventanales y cierro con el pestillo puesto dejando mi bolso escolar a un lado. Me monto sobre el escritorio y espero a que termine cruzándome de piernas y acomodándome los pechos ante el escote de los primeros dos botones de mi camisa sueltos.

—Yo me hago cargo, hasta pronto. —Se despide lo más pronto posible y suspira colgando el celular antes de mirarme directamente a mi.

—Vaya, vaya... —deja el móvil sobre la mesa y se mete las manos en los bolsillos parándose frente a mi.

—Estoy de vuelta, perras... —bromeo haciéndolo reír.

—Ya veo —se queda en su puesto—, ¿No me golpearás o si? —río y niego— tienes puños pequeños pero potentes.

—Cuidado. —volvemos a reír.

—Bien —suspira—, ¿Qué necesita de mi, señorita? —rodea el escritorio de nuevo y cuando pienso que volverá a sentarse, levanto las piernas juntas y me doy vuelta sobre la superficie de madera quedando sentada frente a él otra vez, quien se encuentra igual de pié. Opto una postura recta con el fin de que no se me note el gran libido que manejo. Abro las piernas jugando un poco con él, lleva un traje negro sin corbata y la camisa con los dos primeros botones abiertos, dejan ver un poco de los vellitos que le adornan el pecho.

Tan sexy.

Me inclino solo para tomar las solapas de su saco con la finalidad de atraerlo y es lo que sucede. Se acerca hasta que su cuerpo se acomoda entre mis piernas.
Posa los brazos sobre la madera del escritorio a cada lado de mi cuerpo, acorralandome de igual forma. Su rostro, su precioso rostro queda a centímetros del mío.

—A ti... quizás. —respondo su pregunta inicial deslizando la mano por su mejilla y cuello. El nudo de mi sexo comienza a palpitar junto a la lascivia que me tiene dando vueltas por la habitación estos últimos tres días.
El tener que convivir con ese malnacido... me altera los nervios de maneras impresionantes. Tuve que regresar a los ansiolíticos pornsu culpa y por ende, a las citas con el Dr. Stan.
Ahora me siento así, ansiosa, fogosa... necesito que toda la carga de estrés, todo ese temor que traigo desde casa... se vaya a la mierda ahora que estoy con Henry.

Lo hago todas las noches con Niall.

Bien dicen que no está mal tener a uno en el día y el otro en la noche.

Lo empujo despacio cuando intenta tomar mis labios y lo hago caer sentado de nuevo a la silla de profesor. Me bajo del escritorio y me abro de piernas sentandome a horcajadas sobre su pelvis. Esta vez, lo beso de nuevo.

—Grace...

—No pasa nada —aseguro entre besos y jadeos—, además de nosotros, nadie más está en este piso.

—Grace, cariño... —vuelve a llamar.

—Dime que no te gusta... —desciendo sobre su cuello besando, chupando y succionando la tersa piel.
Lo hago así hasta que dejo una marca.
Sé perfectamente que está teniendo "salidas" con Atena Simon, mi profesora de cálculo. La pobre que está más sola que un champiñón al menos tiene la suerte de tener citas con mi Henry. Pues de malas si nota la marca, así se da cuenta de una buena vez que este bomboncito tiene dueña.

—Ese es el problema... —jadea repasando los contornos de mi barbilla con sus labios.

Me refriego contra su potente ereccion logrando en el proceso, endurecerle más la polla. Es como si... necesitara liberar los miedos entre los brazos protectores de Henry.

Es como si estar con él y las arduas sesiones de sexo con Niall me bastarán para tranquilizar la ansiedad que carcome mi sistema día con día.
Quizás sean las endorfinas, pero ahora soy más como un destilador de feromonas que atrae hasta el más mínimo de los instintos.

Me gusta que sea así.

Aún sabiendo que nos podrían descubrir en cualquier momento.

La química de la vida entra en un hiperactivo éxtasis y resulta tan delicioso que, uno se reconcilia con su parte animal y la deja fluir.
Y valga decir que el sexo prohibido proporciona dicho placer, pero multiplicado por 10.

━━━━━━━༺༻━━━━━━━

Henry

Tenerla ahí, más cerquita que nunca y de remate a solas, bebiendo su rico olor y sintiendo su calor, además del pequeño y cálido vacío en medio de sus nalgas, que era tan evidente en mi muslo.

Magreaba las caderas tan deliciosamente hacia adelante y hacia atrás en busca de su propio placer y estaba comenzando a tomar el mío.

Siempre he creído que la belleza de esta chica va mucho más allá de los hermosos y redondos pechos que posee o del culo despampanante que me dá las ansias por estrujar. Ella es hermosa en todos los sentidos pero si hablamos del ámbito físico, diría que él cuerpo de Grace ha sido diseñado para pecar.
Labios pecaminosos, ojos pecaminosos, piernas pecaminosas... una anatomía que me está condenando directo al infierno. La soltura de sus caderas permiten un mejor disfrute en los movimientos mientras nos besamos.
Mis palmas le ayudan a marcar el ritmo sobre los respingados, redondos y firmes glúteos que posee.

No es para menos, tengo entendido que hace deportes desde los siete años.

Ahora no tanto, pues la universidad consume gran parte del día e imagino que a ella también le sucederá.

Mis manos pasaron de apretar gentilmente el tórax de Grace, con un sentido protector; a masajear su vientre, subiendo lentamente hacia sus senos, no parábamos de besarnos.

Parecíamos disfrutar mucho el sabor de los labios del otro, y explorábamos recíprocamente nuestros dientes, lengua y la comisura de la boca.
El sonido de los besos entraba por mis oídos como una descarga de alta tensión que se procesaba en microsegundos e iba a parar a mi falo, que ya estaba indolentemente tirando los pantalones hacia afuera.

Grace pasaba sus dedos sobre el bulto, concentrándose específicamente en la punta. Me daba apretoncitos en el glande con una pinza que formaba con sus dedos. Mis manos contribuyeron caballerosamente sobre el frondoso culo de mi niña apretandola contra mi, su diminuto masaje era tan rico que creí por un segundo que pronto me correría mientras liberando una mano, esta se encontró en la gloria masajeando su teta derecha.

El sonido de los besos hacían ecos dentro del aula vacía. Le masajeaba el pecho con pasión, hasta entonces, fue que soltó el primer gemido involuntario.

La tela de la falda tiene una textura ligeramente áspera, lo suficiente para que mi palma se cargara de electricidad. Mi mano, su falda y su bello culo se movían restregándose lo uno sobre lo otro. Nuestros labios parecían imanes, como si pudiéramos hacer todo sin la necesidad de observar como y cuanto.

Desabrocha la pretina de mi pantalón sacando el cinturón y la hebilla en el proceso. Me baja el cierre sin dificultad metiendo la mano con urgencia dentro del bóxer hasta que me saca el miembro de la ropa. Haló del bóxer y yo le ayudé, sintiendo el endurecimiento desde el perineo e incluso más atrás.

Grace me masajeaba la verga alejándose un momento de mi boca solo para mirar. La corona rosada estaba brillosa con mi propia humedad.
La castaña rozaba la punta con el pulgar esparciendo los fluidos preeyaculatorios sobre la suave y sensible piel de mi falo. Las venas del mismo lucían gruesas y latentes ante tu tacto. La ninfa de ojos verdes se encendía solo con observar como su propia mano ejercía presión subiendo y bajando. Le veo morderse el labio mientras continuaba masajeando pero concentrándose mucho más en la cúspide.

Excelente idea, mi amor.

Enviaba corrientazos eléctricos que hacían bombear la sangre directo a mi miembro endureciendolo a tal punto que comenzaba a doler.

Llevé una de mis manos hacia su entrepierna por detrás, metiendo tres dedos dentro de la falda para comenzar con el empalme. Sus pantys se sintieron ligeramente húmedos, quizás el calor la tenía cachonda mucho antes de entrar en el aula. Volvió a mis labios y volvió a gemir mientras mi boca exploraba las bellas regiones de su pecho y su mano continuaba apretujandome la polla de una manera tan deliciosa. Mi mano libre descubrió el perfecto escote que me dejaba ver incluso el color del sostén que llevaba puesto. El verde esmeralda del satén y la talla, así como los pechos saltones y jugosos me hicieron salivar. Quisiera poder desnudarla completa y adorar su cuerpo una vez más sin prenda que valga.

Sabrá Dios como hice pero logré sacarle la camisa de dentro de la falda escocesa. Deshice los botones y abrí la misma deleitandome con los manjares que tiene por tetas. Voluptuosos, respingados, redondos, deliciosos...

Grace se retira el saco con el logotipo de la universidad y de igual forma, se saca el resto de camisa dejando todo sobre el escritorio. Lleva las manos hacia su espalda y cuando menos lo espero ya se encuentra retirándose el sostén dejándolo junto a las demás prendas.
Los preciosos pechos saltan en mi dirección quedando justo a la altura de mi cara. Los montículos rosados se endurecen al instante enviando corrientes alternas en el aire hasta el mismo glande.

Esa mierda me va a explotar si no la follo ahora mismo...

Pero incluso ni los mismos pensamientos coherentes que mi cerebro maquina se resisten ante semejantes manjares. Es por eso que no dudo en prenderme de estos como si se tratasen de una rica Lollipop.

Los majestuosos gemidos que suelta más los sonidos chirriantes de los lametones que le propino a sus pechos son y serán la experiencia más sublime que podría experimentar. Magreo las tetas de los lados mientras mi lengua juguetea superficialmente con sus pezones, los rozo con mis pulgares y ella gime. Arquea la espalda, cierra los ojos, se muerde los labios e inclina la cabeza hacia atrás.

Estoy pensando con la misma cabeza de abajo y no con la coherente. En cualquier momento nos pueden descubrir, una vez más, pero joder...

No resisto la tortura y la levanto por las piernas empotrandola sobre el escritorio. De la cintura para arriba me permite divisar la desnudez y la fina cadenita de oro que le adorna el cuello. Reluce en su pálida piel y los lunares pequeñísimos la adornan luciendo bella en todo su esplendor.

Levanto un poco su falda, hago a un lado sus bragas y no pierdo tiempo al pisicionarme entre su cuerpo. Se mantiene ligeramente inclinada hacia adelante abierta de piernas para mi. Gimotea cuando tomo el empalme con mi mano dominante y paseo el hinchado glande sobre los exteriores de su sexo esparciendo su propia humedad sobre la perla roja que resalta cual manjar. La preparo, la tengo chillando, excitada sobre el escritorio y tomando mi cadera con las manos. Me pide introducirlo de una vez pero me gusta jugar con su paciencia. Está desesperada y eso me enciende a niveles impresionantes.

—¡Henry, voy a morir si no...! —ahoga el jadeo cuando se la clavo por completo, sin previo aviso, hasta el fondo, hasta que no existe separación entre nosotros.

—¿Decías? —se ríe y jadea cuando doy las primeras arremetidas y a ella le gustan.

—Oh, cállate y follame... —atrae mi cuello con sus manos hacia su boca la cual no dudo en aceptar. Su beso me toma sorprendido, es lento, sexy, pasional... y las arremetidas son rapidas, profundas y duras. Su frente se pega a la mía, nos miramos directamente a los ojos mientras lo hacemos. Tengo sus piernas enrolladas en mi cuerpo, su mano derecha en mi cuello y la izquierda sobre el escritorio.
Mis manos aferradas al delicioso culo que posee y nuestras bocas entreabiertas, unidas colando los gemidos de ambos entre besos fugaces.

Su fuerte humedad me envuelve, la embisto tan duro que le resulta casi imposible no gemir en alto mientras arremeto contra ella. Hay besos, lametomes, mordidas, jadeos, gemidos, sonidos... oleadas gigantes de placer infinito. Escucharla gemir siempre será un placer para mí, porque su timbre de voz es tan hermoso... y los gemidos le salen tan calientes...

Es como una pequeña ninfómana.

La ninfómana que me está haciendo líos la cabeza.

Me clava las uñas en el cuello, me besa con desespero, le gusta que sea así... rudo y sin escrúpulos. Lo confirma cuando entre gemidos, me hace saber que se va a correr por primera vez. Es entonces que llevo el pulgar hacia su clitoris y comienzo a estimularlo directamente en círculos.

Grace se remueve bajo el toque, pide más y sé que está demasiado cerca de obtenerlo. 

Penetrar y hacerle el amor a una colegiala es un pasaje místico, hace que todo alrededor, antes y después, desaparezca. Cuando se recuerda, se cuestiona uno en realidad por qué las mejores cosas de la vida están prohibidas.

Se calla un momento, con la boca entreabierta, los ojos cerrados y dejando caer la cabeza, gruñe con el libido hasta arriba en un gemido que nos desarma. Se corre apretando las paredes de su vagina, causando una doble estimulación en mí y cuando lo obtengo, cuando me dejó ir y me derramo, cuando me besa como nunca y no me detengo...

—¡Profesor Cavill! —nos separamos abruptamente mirando hacia la puerta donde Atena yace con un juego de llaves en mano y el tinte de sorpresa y decepción en el rostro.

Me mira, mira a Grace y no lo puede creer.

Yo no lo puedo creer.

Vaya mierda.

━━━━━━━༺༻━━━━━━━

LUCIANO RANIERI

━━━━━━━༺༻━━━━━━━

AllfEdwardS. ✨

Continue Reading

You'll Also Like

361 55 6
꒰⸼ͯ °📌 * ⋆꒱ Hija de un mafioso, matrimonio arreglado con un desconocido. Genial idea, ¿verdad? જ⁀➴˚˖𓍢ִ໋🌷͙• ✧ ꘎જ⁀➴ ▬▬▬▬ 𝑨𝑽𝑰𝑺𝑶𝑺. ...
2.5K 226 12
izuku un niño diagnosticado quirkless es humillado en la sociedad por esta misma condicion termina salvando a alguien de su propio poder haciendo una...
4.3K 240 7
Que eres saber como mayo y los compás se enamoraron de la tostadora pues dejame que te de un pequeño resumen Todo comenzo cuando Mayo como cada dia e...
63.7K 2.3K 46
Saga: MAFIA Book: 1 Empezada: 07-11-2023 Terminada: 10-01-2023 A la vida de Milan, Diego, Gael. Karen y Ruby, llega ella, Alexandra O'brien, una estu...