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— ¿Entonces tu novio no vino contigo? — Jean le dió un sorbo a su bebida.
Rodé mis ojos.
— No es mi novio, y no, no vino, tenía trabajo.
— ¿Trabajo? — se carcajeo. — No me lo imagino trabajando.
— ¿Tú no trabajas? — cuestioné.
— No es de tu incumbencia.
— Jean, no seas grosero. — Mikasa lo miró.
— Sí, trabajo. ¿Tú trabajas?
— Mm, de vez en cuando.
Alzó una ceja confundido.
— ¿No se les hace raro no conocer a casi nadie de acá? — la pelinegra volvió a hablar.
— Sí, el pelón ese no nos debió invitar si nada más iba a venir gente que nosotros no conocemos.
— Hay que agradecer que no se ha olvidado de nosotros. — sonreí, eso me hacía feliz.
— Bue, eso sí. — ambos respondieron.
— Ya sé lo que necesitamos para poder convivir con esas personas. — el castaño hizo una señal para que Mika y yo nos acercarámos a él. — Tomar hasta perder la conciencia, si hacemos eso no nos dará pena hablarles y si hacemos alguna estupidez tampoco la recordaremos.
— Eres un idiota. — musité.
— Opino lo mismo que Kyo.
— Chicas, entonces vámonos a otro lugar, esa bola de idiotas nos está excluyendo, y Connie se fue con una chica a una habitación.
— ¿Y Annie? — hablé.
— Afuera, esperando a no sé quién.
No venimos nada más a ver como los demás se divierten, hay que hacer algo nosotros tres.
— ¿Qué cosa? — la Ackerman lo miró divertida.
— Vamos a una habitación también.
— ¿Qué? — los miré. Creo sabia cuáles eran sus intenciones.
Bonitas intenciones.
— ¿Qué de qué? Podemos ir sólo a conversar, no seas mal pensada, ese Jaeger te está dañando tu mente.
— ¿Me están diciendo que ir a conversar a una habitación es divertirse? — mi vista se dirigió a Mika, ella estaba completamente roja.
— Kyo, si no quieres no hay problema. — habló.
— No tengo problema con ir a conversar con ustedes, pero si es otra cosa, no lo sé-
— Vamos a esa habitación que está vacía. — Jean tomó su bebida y caminó por delante de nosotras.
— La gente nos está mirando, van a pensar que haremos un trío o algo así, Mikasita. — susurré en su oreja.
— ¿No quieres hacer eso? — hizo una mirada perversa pero graciosa a la vez.
— Si no te enojas de que pase un momento con tu hombre, entonces por mí está bien.
— Cuando eras pequeña e íbamos a catecismo y descubriste lo que significaba trío recuerdo que se lo dijiste a un sacerdote, y él te dijo que no te metieras a los caminos del diablo, ¿te acuerdas? Ese día fue demasiado gracioso para olvidarlo. — ambas reímos.
— No lo recordaba hasta apenas, qué vergüenza mi yo del pasado.
Nos metimos a una habitación.
— Connie tiene un maldito hotel de casa, ¿vieron cuántas habitaciones hay? — el castaño nos miró.
Negamos.
— Jaja, tiene como cinco habitaciones el hijo de puta, y sólo vive él, creo.
Los tres nos reímos. Era raro que una persona tuviera cinco habitaciones para él solito.
— Y bien, ¿de qué hablamos? — dije.
— ¿Enserio te creíste que sólo íbamos a conversar? — me respondió el que nos trajo hasta acá.
— Será divertido, Kyo. — la ojinegra se acercó a mí. — ¿Aceptas?
Joder, no me podía negar a tremenda oportunidad.
Me quité el top que traía, quedando en sostén.
Mikasa no tardó en juntar sus suaves labios con los míos. Jean se acercó a nosotras y él comenzó a bajar mis leggins.
Los tres fuimos a la cama, Mikasa estaba encima mío. Los tres nos quitamos nuestras prendas, quedando en ropa interior. Mikasa pasó sus dedos por mi zona, dando movimientos circulares.
Jean se posicionó cerca de mi rostro, introduciendo su miembro ya erecto a mi boca, cerré mis ojos y podía escuchar cómo ellos se basaban.
La ojinegra hizo a un lado mis bragas, pasando su rodilla entre mis piernas, y frotando en esa zona.
El castaño se separó de mí y me levantó de la cama.
— Siéntate en mi cara, Mikasa me va a montar. — la voz de este hombre me ponía la piel china.
Tan grave y ronca.
Él se acostó, y nosotras dos nos posicionamos como había dicho antes.
— Mh... — gimió al introducir el miembro de Jean en ella.
— J-joder- — la lengua de él era larga y podía sentir lo caliente que estaba.
Ahora Mikasa y yo nos besabámos, mientras ambas dábamos leves brincos, a ella la penetraba y a mí me daba embestidas con su lengua.
Estábamos por terminar, nuestros gemidos nos delataban.
— ¿Chicos, hay alguien ahí? — la voz de Annie se escuchó del otro lado de la puerta.
Al escucharla me bajé de Jean preocuoada, él sólo se enderezó y tapó la boca de Mikasa mientras la embestia velozmente.
No evité pensar en Eren, él también tenía esa costumbre de taparme la boca.
Calmé mi respiración para poder hablar.
— S-sí, acá estamos, en un momento salimos.
— De acuerdo, no hagan desastre porque en esa habitación duermo yo.
La parejita que estaba detrás mío se separó inmediatamente y los tres nos miramos queriendo reír.
— No te preocupes, y-ya salimos. — el de ojos marrón se comenzó a cambiar. — Perdona, linda, lo terminaremos luego. — le dijo a Mika. — También disculpa, no tenía planeado que Annie interrumpiera, lo podemos terminar luego, si gustas.
— Lo tendré en cuenta, igual, la estaba pasando bien. — sonreí terminando de cambiarme.
Ya estando todos nuevamente con ropa salimos de la habitación.
— Kyo, si fueras un chico andaría contigo, eh. — reí ante el comentario de mi amiga.
— ¿No que tu novio trabajaba? — Krischtein señaló a Eren.
El anterior nombrando se encontraba bebiendo con Armin, pero notó nuestra presencia y nos miró saliendo de la habitación.
Lo último q le dijo Mikasa a Kyo lo saqué del anime Nana, anime espectacular
El cap de hoy lo hice un poco más largo de lo normal, espero hacerlos así siempre yyy porq el anterior cap no cumple con los 300 votos? :( q hice mal?
pregunta: kienes son sus personajes favs de tokyo revengers?