Gabriel: hermano, déjame ayudarte con la corbata.
Daniel: gracias, es que estoy muy nervioso.
Gabriel: eso veo, mira que chueca te quedó... listo ya está, debo irme, quede de pasar por Sofia al departamento de tu novia, nos vemos en la iglesia.
Daniel: gracias.
Alicia: estas tan guapo Hijo, quisiera darte la bendición, ¿puedo?
Daniel: claro que sí.
Alicia: en el nombre del padre, del hijo, del espíritu santo.
Daniel: amen.
Maquillador: estas preciosa.
Peinador: no cabe duda que serás la novia más hermosa.
Regina se vio al espejo, parecía una princesa de cuentos de hadas.
Regina: ¡me encanta!
Esperanza la veía a unos cuantos metros.
Esperanza: eres muy hermosa mi niña pareces una princesita.
Regina: ¿gracias nana, y como van con Miranda?
Esperanza: pues ahí, más o menos, creo que su peinado quedo un poco chueco.
Peinador: si quiere les echo la mano, mi trabajo con Regina ya terminó.
Regina: si, muchas gracias.
Maquillador: sé que estas muy feliz, pero por favor no vayas a llorar, se te puede correr el maquillaje.
Regina: lo intentaré.
Daniel y su madre iban camino a la iglesia, mientras Regina salía de su habitación vestida de novia, su vestido era blanco que empezaba desde los hombros hasta el suelo, tenía una enorme cola.
Ariel: estás hermosa hijita.
Alejandro: eres la novia mas linda que he visto en mi vida.
Lorenza: es verdad eres la novia mas hermosa del todo el mundo mi amor.
Miranda: que chula te ves mamita, mi papito Daniel se va a desmayar cuando te vea.
Todos rieron con las ocurrencias de Miranda.
Lorenza: antes de irnos a la iglesia, quiero darte mi bendición.
Regina se incoó un poco.
Lorenza: En el nombre del padre, del hijo y del espíritu Santo, amen.
Ariel: Dios te bendiga hija mía, sé que vas a ser muy feliz junto al hombre que tanto amas.
Lorenza y Ariel abrazaron a su hija.
Regina: ¿y Sofia?
Alejandro: Gabriel vino por ella, dijo que nos veríamos en la iglesia, creo que nuestra hermana por fin va sentando cabeza.
La familia se subió a la camioneta de Regina y ella con su padre a un antiguo auto comúnmente usado para llevar a la novia a la iglesia.
Daniel y su madre llegaron a la iglesia, él siguió hasta el altar.
Los invitados empezaron a llegar y las bancas de la iglesia poco a poco empezaron a ocuparse.
Ay viene la novia, se escuchó muy cerca, el corazón de Daniel latía rápidamente, era emoción nervios todo al mismo tiempo, caminó uno poco hacia el centro.
La marcha nupcial empezó a sonar y Regina apareció del brazo de su padre y delante de ellos la pequeña Miranda que venia con una canasta tirando flores blancas a su camino; Daniel se puso feliz de ver su sueño ya casi realizado, sus ojos no se apartaban de Regina ni los suyos de Daniel, se veían con todo el amor que se pueda sentir.
Arturo venia en camino a la iglesia y hablaba por teléfono exigiendo que deberían llegar ya a la iglesia, Lucia lo venia siguiendo en su auto sigilosamente.
Lucia: si tu plan es arruinar la boda de Regina el mío será además de eso humillar a Regina por apartarte de mi lado.
Ariel entregó a su hija a Daniel.
Ariel: te entrego a mi pequeña, espero que la hagas muy feliz, tanto como lo merece.
Daniel: así será... estas tan hermosa.
Regina: y tú, estas tan guapo.
Daniel: al fin serás mi esposa.
Regina: seré tuya, para siempre.
Daniel tomo del brazo a Regina y Juntos caminaron hasta el altar.
Padre Pablo: estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a Regina Y Daniel, una pareja que ha decidido jurarse amor ante los ojos de nuestro señor.
Todos estaban muy sonrientes, felices por ver sobre todo a Regina realizada y al lado de un hombre que la amaba tanto; las madrinas de lazo eran sus amigas, Verónica y Susana, mientras los unían con este de fondo el coro entonaba "Ave María"
Arturo estaba cerca de la iglesia, a unas cuantas cuadras, una camioneta blanca con ventanas oscuras le hizo señas, él se bajó.
Arturo: pensé que no iban a llegar a tiempo.
Desde adentro se escuchó una voz.
Aquí estamos jefe, no mas díganos en donde es.
Arturo: es en aquella iglesia, por favor sean muy cuidadosos al entrar.
Si señor- le respondieron-
Llegó el momento de los votos.
Daniel: Yo, Daniel te recibo a ti, Regina, como esposa, me entrego a ti y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarte y respetarte todos los días de mi vida".
Daniel le puso la argolla a Regina.
Regina: Yo, Regina te recibo a ti, Daniel como mi esposo, me entrego a ti y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, así amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Regina le puso la argolla a Daniel.
Arturo entró a la iglesia.
Padre Pablo: Bien, si hay alguien en este lugar que se interponga a esta unión, que hable ahora o calle para siempre.
Arturo: ¡yo me opongo!
Regina, Daniel y todos los invitados voltearon a ver a Arturo.
Regina: ¡no puede ser!
Daniel: no te preocupes, yo me encargo.
Daniel: ¿ahora que quieres?
Arturo: vine a evitar que Regina se case contigo.
Daniel: ¿Cómo? ¿Te las vas a robar?
Arturo: ¡No! ... síganle muchachos.
Un grupo de mariachis entró por sorpresa y empezaron a cantar "perdón"
Los invitados estaban a la expectativa de la reacción de Regina, que estaba bastante nerviosa.
Daniel volteó a verla.
Regina: ¡YA BASTA! CALLENSE- dijo con toda su fuerza-
Los mariachis dejaron de tocar.
Regina: ¿Qué pretendes con este espectáculo?
Arturo: que vuelvas conmigo.
Regina: te he dicho hasta el cansancio que no quiero saber nada de ti.
Arturo: estoy dispuesto a esperarte el tiempo que quieras, me estoy divorciando de Lucia.
Regina: a mi eso me importa menos un comino.
Pero hace algún tiempo habrías dado todo por él ¿o me equivoco? - dijo Lucia mientras entraba a la iglesia.
Regina: ¿tu aquí?
Lucia: volvemos a vernos las caras, Regina.
Regina: váyanse los dos.
Lucia: ¿o qué? ¿Nos vas a mandar a encerrar de nuevo? Por que no tienes pruebas de todas tus mentiras.
Regina: tu mejor que nadie sabe que todo lo que dije es verdad.
Lucia: por supuesto que no, señores esta mujer con cara de ángel no es más que una cualquiera, ¿saben por qué?, porque ni siquiera sabe quién es el padre de su hija, por eso Arturo la dejó, por que le puso el cuerno.
Miranda miro asustada a sus abuelos.
Miranda: ¿Por qué está diciendo eso esa señora? Si mi papá es Daniel.
Ariel: mujer, saca de inmediato la niña de aquí.
Lorenza tomó a la niña de la mano y se la llevó.
Daniel: no puedo creer que la envidia la lleve a estos extremos.
Lucia: ¿envidia de esta? Soy mucho más mujer.
Daniel: claro que no, solo basta con ver sus intrigas, sus mentiras para querer destruir a una mujer tan buena y todo por que su ahora esposo se fijó primero en ella.
Ariel: esta mujer drogo a mi hija para que abusaran de ella, esa es la única verdad.
Sofia: eso es cierto, después este patán la golpeó intentando acabar con su vida y la de mi sobrina.
Los invitados no daban pie a lo que escuchaban.
Arturo: acepto mi culpa y me arrepiento, fui un imbécil por creer en las mentiras de Lucia, pero estoy dispuesto a remediarlo, Regina yo puedo hacerte feliz, ser el mejor padre para tu hija, no me importa quien la haya engendrado.
Daniel: ¡Es mi hija!
Lucia: tu querida Regina no necesita de ese sacrificio mi amor, como ves, ya pudo embaucar a otro.
Daniel: ella no me embaucó, la amo por sobre todas las cosas y Miranda es tan hija suya como mía y estoy dispuesto a defenderlas de quien sea.
Arturo: Regina, escúchame, por favor.
Regina: Daniel tiene razón, el único padre que tiene Miranda es él , yo de ti no quiero nada, para mi estas muerto desde hace años.
Lucia: ¿estas segura de no sentir nada por él?
Regina: lo único que siento por él es asco, rabia, odio por haberme tratado como lo hizo y por ti siento exactamente lo mismo.
Lucia: pues eres totalmente correspondida.
Regina: siempre me tuviste envidia, fui una tonta al creer que eras una buena amiga, pero me hiciste un favor al liberarme de ese tipo, es algo que siempre te voy a agradecer.
Lucia: no sabes ni lo que dices.
Regina: por supuesto que lo sé; no hay nada que me interese de Arturo mas que se mantenga a kilómetros de mí, deberías satisfacerlo como esposa para que deje de buscarme
Lucia: ¡eres una mustia!.
Regina: te duele la verdad ¿no?
Daniel: jamás va a ser como Regina, ella es mejor persona.. es noble, buena, señores que quede claro en este lugar quien es la mentirosa y envidiosa.
Sofia: fuera Arturo, Fuera Lucia.
Gabriel: fuera Arturo, Fuera Lucia.
Uno a uno los invitados empezaron a decir aquella frase, mientras Ariel pedía ayuda a la policía.
Al sentirse acosada por todos Lucia prefirió salir corriendo del lugar.
Lucia: esto no se va quedar así.
Mientras, la policía se acercó a Arturo para sacarlo de la iglesia.
Al ver a Regina tan asustada Daniel no dudo en abrazarla.