Esa noche, Sam se había regresado a Louisiana para empacar y de paso descansar por un dia de la misión antes de viajar a Alemania. La castaña y Bucky regresaron a Brooklyn algo satisfechos de tanto haber comido en el avión ya que gracias a la chica habían viajado en primera clase a pesar de que el pelinegro insistió en que la chica no gastara por él, ella le habia dicho que fue en agradecimiento por haberle salvado en Múnich.
Caminaron un poco por las calles poco transitadas ya que casi era media noche, el pelinegro decidió escoltar a la chica hasta su casa para luego dirigirse a su departamento. Al llegar hasta la puerta de la casa deciden despedirse.
-Gracias por acompañarme hasta mi casa, no era necesario pero igual gracias- sonríe la castaña al igual que él.
-Tienes una casa muy bonita, y no es nada, es una costumbre que tenía- responde algo apenado el ex soldado.
-Gracias, y no te preocupes, me parece muy caballeroso de tu parte esto, aunque a decir verdad no lo esperaba. Vaya modales los míos... ¿No quieres pasar a tomar algo?- el pelinegro niega con la cabeza.
-La verdad no quiero causar molestias, es muy tarde y hay que descansar- la castaña asiente.
-Entiendo, bueno, nos vemos pasado mañana para abordar a Alemania, supongo- se despide la castaña de forma tímida.
-¿Me das tu número telefónico? Para cualquier cosa ya que vivimos cerca...- divaga el ex soldado.
-¿Tienes donde anotar?- el pelinegro le entrega el celular a la castaña y ella comienza a teclear su número y llama haciendo sonar el celular de la castaña.
-Así guardaré tu número telefónico tambien- el pelinegro sonríe apenado- Lo siento, soy un asco socializando con las personas- rie apenada.
-Me pasa lo mismo... Supongo que nos veremos por ahí no?- el pelinegro comienza a alejarse.
-Tenemos que ir por Sam y viajar a Alemania así que supongo que si- la castaña se aleja en dirección había la puerta de su casa.
-Nos vemos entonces Crystal- se despide el hombre.
-Nos vemos, Buck- la castaña sonríe tímida y entra a la casa.
El ex soldado al comenzar a caminar y al alejarse más de la casa de su compañera de misión -y ahora ya amiga- tomó su celular y comenzó a discar un número, debía de buscar respuestas sobre Crystal y su pasado pero no quería hacer nada ilegal o su indulto peligraría. Llama e inmediatamente contestan.
-Aquí Barton- murmura
-Clint... Perdón por llamar a esta hora pero necesito un favor pedirte, te pagaré si es necesario pero por favor necesito tu ayuda- pide el pelinegro.
-Está bien soldado zombie, ¿Qué necesitas?- pregunta el rubio.
-Necesito toda la información que puedas sobre la agente Crystal Jones, sobre todo cuando estaba cautiva en HYDRA y su rescate, estoy seguro que el gobierno posee esa información pero no puedo hackear su sistema- informa el pelinegro.
-Bien, veré que puedo hacer, te llamaré en unas horas más para darte novedades al respecto- responde.
-Está bien, estaré esperándolo, gracias Clint, te recompensaré esto- sonríe el ex soldado levemente.
-No es nada, no te preocupes, adiós- colgó y siguió caminando rumbo a su departamento.
El ex soldado esperaría expectante la llamada de Clint, ya que necesitaba con suma urgencia la información sobre la chica, y comprobar si no era una víctima más del Soldado del Invierno ya que no estaba seguro de si realmente no la había dañado como se lo había dicho a la castaña.
Al amanecer, Crystal fue al cementerio a visitar a su padre y a plantar más semillas de flores para hacer su morada más bonita gracias a su poder sobre la tierra, uno de los tres elementos que la castaña controlaba y manipulaba a la perfección.
-Hola papá. Perdón por no venir antes, estaba en la misión, me siento harta de que John no me deje tranquila... No entiende que ya no lo amo, que mató mi corazón y toda esperanza de que el amor aparezca en mi vida, los monstruos no podemos amar, no podemos hacer que nos amen... El único que me amó de verdad fuiste tú papá, a pesar de tener poderes tu me criaste como tu hija y me trataste con tanto amor que te lo voy a agradecer siempre. Perdóname por no valorarte como debía en su momento, perdóname por esperar que los años pasaran para darme cuenta de lo importante que eres en mi vida ahora que ya no estás aquí y de lo mucho que te necesito papá. Me siento muy sola, me siento muy triste. Espero que alguna vez estés donde estés, me puedas perdonar- la chica sollozaba de la culpa inmensa que sentía por haber abandonado a su padre por sus deberes como agente. Plantó más flores y con sus poderes sobre la Tierra nuevamente hizo que en segundos las semillas se convirtieran en diversas flores bellas.
Al terminar, se despidió y subió a su motocicleta para ir a ver a Christina, su terapeuta para hablar y coordinar los horarios para tomar sus terapias y retomar su tratamiento ya que presentía que sería un proceso muy largo.
-Justo pensaba en ti, crei que no vendrías- menciona la mujer al verla entrar.
-Se lo prometí a Rhodey y yo cumplo mis promesas... Vine a coordinar los horarios y los días que tendré las terapias contigo ya que como sabes tengo una misión con Bucky y Sam y tengo que viajar- aclara la castaña sentándose en el sofá.
-Ya lo sabía, James me lo había dicho hoy, si venías 20 minutos antes lo hubieras encontrado- responde la doctora.
-Olvidaba que eres su terapeuta también- comenta algo sería.
-Y bien... ¿Quieres empezar?- ella asiente.
-Yo... desde que me rescataron de HYDRA yo... todas las noches desde que desperté del coma en el hospital, sueño con un lugar quemándose, un incendio, el lugar era parecido a una casa... por más que corro, no encuentro salida alguna para escapar. Por eso mi miedo y rechazo al fuego, Luego, siento que estoy en una especie de río o algo así hundiéndome y por más que trato de nadar a la superficie, este se aleja más y más y el aire comienza a faltarme, siento que eso tiene que ver con que me encontraron en el lago y me rescataron.
-¿No le temes al agua como le temes al fuego?- la castaña niega.
-Creo que la parte de mi sueño recurrente con el agua es el recuerdo del lago antes de quedarme desmayada, que se yo- divaga confundida.
-Crystal... ¿Sientes que ese sueño trata de decirte algo respecto a lo ocurrido con HYDRA y tu secuestro hace años?- ella asiente.
-Lo raro de todo es que... no recuerdo nada de esa última noche antes de estar en el lago. Los médicos dicen que es por el golpe en la cabeza pero... siento que es algo más.- La castaña estaba angustiada al relatar esto a la doctora.
-Pronto encontrarás las respuestas a las preguntas que te estarás haciendo y para eso... Habría que hipnotizarte- la castaña niega.
-No creo que sea necesario hacer eso...- ella la interrumpe.
-Tienes lagunas mentales Crystal pero con la hipnosis podríamos acceder a esos recuerdos que no puedes acceder por ti misma estando consciente. A lo mejor en esa noche que mencionaste, estén las respuestas que estás buscando y que el sueño que tienes te trata de mostrar- la castaña se queda pensando ante aquella posibilidad.
-Puede que tengas razón. Quiero hacerlo- responde la castaña decidida.
-Un colega psiquiatra de confianza te practicará la hipnosis ya que yo no poseo los conocimientos necesarios en ese campo- anuncia.
-Quiero conocerlo y llevar este proceso poco a poco- afirma más decidida que antes.
-Está bien, estamos progresando, Crystal. Ya verás que pronto vas a recuperar tu vida y serás feliz- sonríe levemente.
-Eso último lo dudo, Christina. Me haya pasado lo que me haya pasado no cambia el hecho de que soy un monstruo- responde con pesar.
...
Al caer la noche, Crystal se encontraba recostada en el césped aún con su ropa de calle comiendo un tarro de helado mientras observaba la luna y las estrellas, la castaña solía dormir al aire libre ya que le daba miedo estar sola en lugares grandes y solitarios por mucho tiempo debido a que le recordaba su cautiverio en HYDRA. La castaña estaba algo asustada por lo ocurrido y dicho por Christina aquel día. Tenía miedo de revivir ese infierno y caer en depresión al no poderlo superar, decidió marcar su celular y llamar al pelinegro.
-¿Crystal?-
-Buck, soy yo. ¿Estás ocupado?- pregunta la chica
-De hecho, estoy a punto de empezar un asunto importante- responde el hombre ¿serio?.
-Está bien, no te preocupes, yo... olvidalo. Nos vemos mañana, adiós- cuelga.
Decidió seguir observando las estrellas y perderse en las constelaciones que van formandose hasta dormir.
...
Luego de que Crystal colgara la llamada, Bucky decidió tomar su tableta y abrir la carpeta digital que contenía toda la información de Crystal desde su captura en HYDRA hasta la actualidad que Clint le había enviado minutos antes. Abrió el archivo y grande fue su sorpresa al encontrar videos de su cautiverio en HYDRA que debieron de estar destruidos a causa del incendio de la base pero al parecer el gobierno los restauró y los guardó y dudaba que Crystal tuviera el menor conocimiento de aquello.
Abrió uno de los vídeos y a medida que los veía sentía una culpa y un pesar muy grande en su ser, Crystal fue torturada y tratada como un animal por Pierce y Rumlow, lagrimeó al ver a la castaña tan joven sufriendo de esa manera tan cruel y despiadada, sus manos quemadas y lastimadas por toda clase de objetos. También vio los videos de aquella noche en la que la castaña estuvo cautiva por última vez. Luego vio fotos de ella en el lago inconsciente, de como los bomberos la rescataban de allí, de como es llevada al hospital en la ambulancia, de ella en la cama de hospital en coma con sus manos y cabeza vendadas, de sus analisis y estudios realizados en su cabeza, el pelinegro lloró al ver a la castaña de una forma tan frágil y vulnerable, como él lo estuvo alguna vez en manos de aquella organización. Luego dio play al calmarse un poco al último video que le faltaba por ver.
Crystal lucia bastante demacrada y pálida, había perdido peso ante la falta de alimento y tenía los labios resecos ante la falta de agua. En eso llega Rumlow y ella se asusta y comienza a llorar.
-Por favor, me duelen mucho las manos, ya no me tortures más por favor- solloza sin fuerzas la castaña.
-No no no, por hoy no recibirás ninguna tortura más, al contrario, te haré disfrutar- el hombre comienza a acariciar sus piernas por sobre sus jeans y ella comienza a temblar- ¿Sabes de lo que me enteré hoy por tu noviecito rubio odioso?... Que tu seguías siendo virgen- el pelinegro le arrancó la blusa rompiéndola dejandola en un sostén negro que cubría sus pechos pequeños.
-Por favor, no me hagas daño- murmura la castaña sin fuerzas sollozando al presentir lo que venía para ella.
-Hoy vas a sentir a un verdadero hombre, preciosa- Rumlow se acerca y comienza a besar su cuello y manosear todas las partes de la castaña que podía y la chica no podía defenderse ante la falta de fuerzas y no le quedaba más que sollozar.
-Ayuden...me por favor... Auxilio- la castaña intentaba gritar pero la falta del líquido vital estaba secando su garganta.
-Te gustará, Crystal. Ya lo verás- el hombre vuelve a atacar su cuello y a subirse encima de ella a seguir manoseandola cuando llega Pierce bastante molesto y baja al hombre de encima de la chica que estaba llorando.
-¿Que estás haciendo pedazo de infeliz?... No está para eso ella aquí. ¡Mírala como la tienes!- en eso llama a dos guardias para levantar a la chica que estaba muy débil y aún llorando. Rumlow estaba en el suelo mirando furioso a su jefe que frustró sus planes.
-Llevenla a que la hidraten y denle algo de comer. No nos conviene que muera. Más te vale que sobreviva Brock o eres hombre muerto junto con ella- amenazó el rubio y se llevaron a la castaña del cuarto.
Eso fue suficiente para Bucky y de la inmensa furia arroja la mesa de una patada -Maldito bastardo asqueroso- maldice el hombre al ya fallecido soldado y se acerca a la puerta no sin antes tomar su chaqueta y los guantes de cuero para salir del departamento.
Comenzó a correr tratando de desquitar su furia inmensa. Las calles estaban poco transitadas, no dejaba de pensar en que Crystal estuvo a punto de ser abusada y todo lo que había sufrido pero al menos tenia la certeza de que el Soldado del Invierno no la lastimó en ningún momento, cosa que alivió un poco al pelinegro.
Al llegar a la casa de la castaña, tocó el timbre de forma ansiosa y al ver que nadie respondía volvió a tocar pero al no obtener respuesta alguna quiso volver a tocar pero en eso la castaña abrió la puerta.
-Crystal- el pelinegro se acercó a la chica ansioso.
-Perdón estaba en el patio trasero y me quedé dormida en el césped. ¿Te pasa algo?- pregunta la castaña algo adormilada al notar al pelinegro triste y ansioso.
-¿Te puedo abrazar?- pregunta, la castaña asiente y él se acerca lentamente muy triste y la abraza de la forma más delicada posible, no queria hacerle daño alguno, al contrario, quería protegerla de todo mal todo el tiempo. Ella correspondió luego de unos segundos y cerró los ojos dejándose llevar por el momento. La castaña no recordaba cuando fue la última vez que recibió un abrazo así; se sentía protegida, segura y por alguna razón que no entendía no quería soltarlo, se sentía muy bien en los brazos del ex soldado.
-Necesitaba hacerlo, Crystal... Necesito hacerlo- la castaña no entendía lo que el ex soldado trataba de decir y él se separó de ella a pesar de que ella no quería que se apartara.
-¿Que tienes, Buck?. ¿Pasó algo?. Me puedes contar, y yo te puedo escuchar- la castaña toma la mano del pelinegro tratando de tranquilizarlo. El se acerca y coloca sus manos enguantadas en sus mejillas y mirándola a los ojos decide romper el silencio.
-Quiero que sepas que nunca, jamás en la vida te voy a dejar sola, que voy a protegerte siempre y en todo momento. Sólo te voy a pedir que no me tengas miedo Crystal, porque nunca te voy a lastimar- la castaña comienza a lagrimear y a bajar la cabeza- No por favor, no llores, no lo hagas, no voy a permitir que llores porque te digo una vez más, voy a protegerte- ella sonríe.
-Fue hermoso lo que dijiste y lloro porque... hace mucho tiempo nadie me decía algo así y me sentía sola todo el tiempo y...- él la interrumpe.
-Ya no estarás sola, Crystal. Estoy roto al igual que tú, y juntos vamos a superar todo el mal que HYDRA nos hizo- sonríe levemente el pelinegro- Para eso están los amigos, para apoyarse en las buenas y en las malas- añade.
-En las buenas y en las malas- repite la chica- ¿Puedo abrazarte yo ahora?- pregunta tímidamente. El hombre extiende los brazos y ella se acerca para esta vez ella abrazarlo fuertemente.
-Lo siento si te abrazo fuerte, no estoy acostumbrada a que me abracen pero... me gusta mucho- él sonríe correspondiendo el abrazo.
-Bueno, desde hoy te vas a acostumbrar bastante- sonríe y ella se separa de él.
-¿Quieres pasar?. Tengo un tarro de helado sobrante- sonríe.
-Está bien, princesa- ella le deja entrar a la casa a él sonriendo por el apodo.
-Puedo parecer todo, menos una princesa- aclara la castaña cerrando la puerta.
-Bueno, una princesa con pantalones ajustados- ambos rien mientras salen al patio trasero.
-Puedes sentarte, voy por el helado y una cuchara. Ah y el apodo solo tú lo puedes usar- sonríe mientras toma una cucharada de su tarro antes de buscar lo mencionado
Bucky y Crystal se sentaron en el césped a contemplar la noche que estaba tranquila, charlaron de cualquier tontería para pasar el rato y la castaña se sentia tan cómoda al lado del pelinegro que deseaba que la noche jamás terminara... al igual que el helado.