Daring Charming
—¿Cuánto lleva en la biblioteca?
—lleva tres días...no ha ido a entrenar y el partido es mañana...dios Daring—
He estado sentado casi día y noche en la biblioteca. Irónicamente era el sitio que más odiaba en la escuela, pero ahora, era mi única fuente de respuestas.
La advertencia de Cupido de lo que podría pasarle a Rosabella...debía apresurarme, no podía perderla. No para siempre.
Raven era incapaz de romper el hechizo, trate de convencerla pero al tratase del corazón...podría ser algo mortal. Hunter y Dexter me convencieron que romperle los dientes a Gerald tampoco solucionaría nada.
“¡Él la condenó a muerte, ella no lo ama!” Siempre respondía lo mismo y era la verdad. Rosabella no amaba de esa forma a Gerald...pero, otro de mis miedos es que en este tiempo su corazón haya cambiado.
Verla morir o...verla con él por siempre, eran las dos formas de destruirme. Se supone que el gran príncipe azul no debería tener miedos, pero los tengo, no vale la pena una vida sin ella.
Por más que rebuscaba en los libros no encontraba nada, todo me llevaba a lo mismo: Nada. Absolutamente nada.
Comenzaba quedarme sin ideas, pero por fortuna, tenía una hermana inteligente.
—¿Y bien? ¿Qué dices?
—¿Volver...a conquistarla? Pero...¿Si no funciona?
—Daring, tienes tan solo hoy para pararlo...no lo harás solo. Rosabella es mi mejor amiga por siempre y yo sé que esto no es lo que quiere. La están manipulando...Daring...—
Mis amigos me habían ido a visitar a la biblioteca, sus rostros de preocupación decían más que mil palabras. Pero mi miedo era más grande.
—Ella tiene razón... Daring—
—¡¿Apple!?— Todos giramos a verla al entrar a la biblioteca y después fuimos callados por las hermanastras. Darling no evitó el ponerse frente a Apple para evitar que se acercará.
—Es por tí que todo esto está pasando...¡Tú! Tú egoísmo...eres vil y cruel Apple...y todavía tienes el descaro de venir aquí... lárgate— Darling empujó un poco Apple y Raven pudo evitar que ella cayera al piso.
—Yo...yo sé que soy la responsable ...si jamás le hiciera contado a mi madre acerca de ustedes... Daring...mírame...— No podía verla a la cara, si lo hiciera, podría decir cosas de las cuales me arrepentiría. —Se que todos piensan que...soy la peor de todas y lo soy, soy una egoísta cruel...y es porque estaba cegada por el rencor...cuando no me despertaste cuando la madre de Raven me envenenó, no quería aceptar que mi final feliz no era contigo...y cuando ví que tú y Rosabella, me sentí tan inútil...¿Por qué ella? Siempre me lo preguntaba, porque no me cabía en la cabeza cómo alguien que jamás lucho por tí pudo tenerte...no eres un premio Daring...eras, eres mi mejor amigo y se...—Su voz se quebraba—Se que no me quieres volver a ver...pero déjame ayudarte, ahora se que mi egoísmo te lastimo más que nada. Y me odio por eso ...Daring...entenderé si no me quieres ver... dímelo, porfavor—
Me puse de pie y me di la vuelta para verla, camine lentamente e hice a un lado a mi hermana. Frente a frente, estábamos Apple y yo, sus ojos celestes estaban totalmente cristalinos y su nariz roja cómo una manzana. Sin decir nada, mis brazos la abrazaron con fuerza, sintiendo cómo sus lágrimas mojaban mi hombro. —Apple...eres egoísta...y lo eres porque toda no estará vida nos educaron para ser los futuros reyes de ese lugar...siempre, desde niños sabíamos que nos casaríamos, porque así estaba decidido...pero no es así. Yo, yo no pude darme cuenta solo ...Ross, Ross me enseñó que toda mi vida era una mentira.— me separé de ella para limpiar las lágrimas en su rostro. —Es una mentira lo que mi padre me dijo...yo no soy mejor que mis hermanos solo por ser el hijo mayor... mírame, soy un idiota que solía tener un ego bestial. Mientras que mi hermanito— Observé a Dexter con una sonrisa —Es el chico más inteligente que he conocido, sabe encontrar una solución a todo lo que se le atraviesa...y mi hermanita, mi pequeña Darling es mejor caballero que yo, es más fuerte y valiente...— Ella me sonrió y ambos se abrazaron. —Pero lo que no es una mentira...Apple, es que eres mi mejor amiga por siempre— Ella me miró con sorpresa y sus ojos volvieron a llorar. —Y te perdono...porque solamente fuimos dos peones en su juego...pero ya no más—
Apple volvió a abrazarme y le correspondí. —Voy a recuperar a Rosabella...y necesitaré mi corona para esto.—
Rosabella Beauty.
«—¿Oíste todo? No quería causarte problemas Ros...lo siento mucho. Es solo que, jamás había hablado de esa manera con ella. Pero me hizo explotar que...no se si esto saldrá mal, solo así espero que Apple entienda que yo te amo a ti...¿Lo sabes?—
—Claro que lo sé...—»
—¡Ah!...eso...eso fue...un sueño. De nuevo...—
Con el paso de los días Gerald y yo hemos estado mejor que nunca, habíamos hablado de lo que pasaría después de la graduación, estaba asustada debido a que nuestros destinos son ser...enemigos se cierta forma, pero él me asegura que eso no será por mucho tiempo. No logro entenderlo, pero la seguridad en su mirada me tranquiliza. Sin embargo, los últimos días han Sido...extraños, no puedo dormir bien, he tenido varios suelos extraños.
No parecen ser sueños, sino...recuerdos, pero es algo imposible que sean recuerdos, porque Daring Charming aparece en ellos...y cada vez que despierto, siento una inmensa tristeza en mi corazón. Lo que es imposible, porque Gerald me hace la más feliz ...¿Verdad?.
—Pff, debo dejar de pensar en eso. Además, son solo sueños...si solo eso, pesadillas incluso— Me dije a mi misma y me gire a ver la cama de Darling. Nos habíamos distanciado un poco desde que comencé a salir con Gerald, pensaba que ella estaría feliz por mi. Pero, no entiendo que ocurre.
Tendí mi cama y me aliste para ver a Gerald. Tendríamos poco tiempo ya que hoy le diría a su padre...le diría que el no sería el siguiente Gastón. Solo he visto al señor Legume una vez, cuando fue por Gerald a mi casa y mi padre se enfureció por el caos que había armado.
No era buena idea que nos viera juntos, así que solamente vería a Ger antes que su padre llegará a Ever After.
Pero no puedo explicarlo, cuando salí de mi habitación, tuve un presentimiento. Además que pude sentir un fuerte viento helado en mi pecho.
Al poco tiempo, Gerald y yo nos reunimos en la magicafetería. Su expresión decía más que mil palabras: Estaba nervioso.
—Ger...¿Todo bien? Ni si quiera le haz bajado a tu moka de nuez ¿Es por lo de tu padre?
—Siempre haz logrado leer mis pensamientos...si, es por papá— él suspiro y tomo mi mano. —Por años...se ha esforzado por enseñarme como ser, él. Me llevo lejos un tiempo y me hizo meterme a una escuela de, cómo dice él, Engendros para poder ver lo que las bestias son realmente. Pero mientras estuve en Monster High, pude ver qué no hay monstruos o bestias malvadas...y ahora que estamos juntos, estoy listo para dejar mi destino atrás. Aunque eso signifique que mi familia no quieres verme de nuevo—
La sinceridad en sus palabras era conmovedora, escucharlo un deleite sin duda. Mi corazón estaba feliz por saber lo que él haría por nosotros. Pero, mi cabeza por alguna razón...deseaba que alguien más lo hubiera dicho.
—Oye...— tome su mejilla con suavidad y dejé un casto beso en sus labios. —Todo estará bien...tu padre y él mío, por irónico que suene, buscan que seamos felices a su propio estilo. Mi padre no estuvo nada contento cuando le dije que no deseaba ser la siguiente Bella...y ahora me apoya al querer serlo de nuevo. Tú padre cree que serás feliz cómo él lo fue...pero estoy segura que cuando Gastón vea cuan somos felices, te pedirá perdón por todo...—
—¿De verdad lo piensas así?
—Con todo mi corazón...— Ambos nos abrazamos y al poco tiempo se despidió de mi. Su padre lo esperaba en su habitación. Sería una larga espera.
Despedí a Gerald desde la mesa en donde habíamos decidió almorzar y al poco tiempo, Darling se sentó frente a mí con un batido de mora azul en sus manos.
—Hola...— Me dijo con una sonrisa pequeña.
—Hola...Dar— La incomodidad en el ambiente era notoria ¿Cuando nos habíamos distanciado tanto?.
—Ross...yo sé que crees que algo nos pasó. Pero, quiero decirte que yo.
—No Darling, yo fui la que causó todo. Tenías razón, no fue cortéz que...olvidará a tu hermano tan pronto. Pero, Gerald...Gerald me hace feliz— Ella bajo la mirada y pude notar como sus manos apretaron su vaso de batido. Algo pasaba con ella.
—Y soy feliz...si mi mejor amiga por siempre lo es— Dijo sin más para vernos a los ojos. —¿Quieres...quieres ir a caminar? Mañana es el baile de graduación...y quiero saber cómo es tu vestido, sirve que me ayudas a decidir el mío~.
—Me encantaría.—
Ambas nos pusimos en marcha para salir de la magicafetería y nos encaminamos hasta el bosque encantado. Le pude enseñar el vestido que Briar me ayudó a escojer para ese día, el color dorado y la falda eran sin duda hermosos. Además de los pequeños detalles en rojo que le daban un toque a la rosa de mi cuento.
Darling también me mostró los suyos, el plateado y el azul celeste siempre habían Sido sus colores y sus opciones eran de esos dos colores. La decisión era difícil, pero sabía que Darling necesitaba uno que demostrará que ella era la princesa más fuerte de todas. No, no una princesa, un caballero.
De estar mirando su espejo-phone, no pude percatarme de cuando ella me había dejado en medio de una arboleda.
—¿Darling? ¿En dónde estás?—
El cielo de la tarde se vio cubierto por un pequeño domo que figuraba el cielo nocturno. Raven Queen.
Un rosal rodeo el lugar, Briar y pude ver a Darling colocar con rapidez, gracias a su cabello, una serie de faroles.
No era Gerald, no era su estilo.
—Ese mensaje en la botella
Ese vestido que dejaste
Esa canción que me recuerda que me olvidaste, que me olvidaste, eh-eh
Tanto dolor en una foto
Recuerdos de cuando llegaste
Que hoy duelen más porque me dicen que me olvidaste, que me olvidaste—
La voz, la voz de Daring salía por algún lugar de aquella pequeña burbuja. Trate de encontrarlo, pero no podía hacerlo.
—Y si se apaga la luna, y si se van las estrellas— El lugar se oscureció totalmente y después fue iluminado por una lluvia de estrellas...y de ella, él salió. Con un hermoso traje azul, idéntico al día que bailamos y lo que pudo ser nuestro baile especial apareció ante todos.
—Y si se calla la música que me inventé por ella
Tal vez se acabe esta noche, tal vez se borren sus huellas
Tal vez termine esta historia de una bestia sin su bella que me obliga a no dejarte
Y no me deja olvidarte, y no me deja olvidarte—
¿Que está pasando?
¿Por qué me siento tan feliz con esto?
¿Por qué me duele el corazón?
Pensé al verlo sonreírme cómo en mis sueños, los últimos que había tenido. Todo se sentía como uno, la paz y la alegría eran cosas maravillosas que siento. ¿Pero porqué? Yo no lo amo...¿Verdad?
—Y si se apaga la luna, y si se van las estrellas
Y si se calla la música que me inventé por ella
Tal vez se acabe esta noche, tal vez se borren sus huellas (tal vez se borre todo)— su mano tomó la mía y la sensación fue totalmente diferente a como Gerald lo hacía. Era...perfecta, nuestros ojos se encontraron y por un segundo, todo parecía que ese momento debía suceder.
Hasta que, una fuerte y helada punzada tocó mi corazón y la imagen de Gerald llego a mi cabeza. —Daring...no—
—Tal vez termine esta historia de una bestia sin su bella, que me obliga a no dejarte
Y no me deja olvidarte—
—¡Ya basta, paren todo!—Grite exaltada y toda la magia de Raven se había detenido. Daring me observo con sorpresa y se acercó a mi cuando mis manos sujetaron mi cabeza.
—¿Ross? ¿Estás bien? Déjame explicarte todo por...—
—¡No quiero, no quiero escucharte Daring!— Todos, todos sus cómplices salieron de detrás de árboles: Raven, Dexter, Cerise, Briar, Ashley, Hunter, Darling...y Apple. Ella...ella quién me había arrebatado todo. —¿Que hacen ellos aquí? ¿Por qué te sigues burlando de mí? ¡Yo no soy un juego, Daring! Y tú...Apple...no porque eres la princesa más poderosa del reino te da el poder de humillar a las demás ... Darling...creí que éramos las mejores amigas por siempre...y que tú me apoyarías ahora que soy feliz...y tú— me gire a ver a Daring cuando solté su mano con fuerza.
—Al fuego por ti lancé mi corazón
Lo rompiste, adiós sin compasión...
Quise ver, más mis ojos tapados por una venda y así cegada...
Pieza por pieza fui levantando
Y no fue fácil las voy juntando, las pegare y el plan yo seguiré...lo haré,
El que dice que haga lo que quiera, lo lograré...lo haré...
¡Y este es mi adiós amor, mírame bien que ya le voy!— La adrenalina que sentía me hizo acorrarlo contra uno de los árboles que nos rodeaban, tome una rosa y sin importar las espinas que se encargaron en mis dedos, le arrojé los pétalos a la cara.
—¡Rosabella, estás siendo hechizada, yo quiero explicarte todo!
—¡Ya nada me va a frenar, nada me ha de callar no volverle atrás, jamás jamás!
Esta es mi vida hoy, esto es lo que soy y lo puedo sentir cuando sueltas al fin al fin.—
Sin más, le di la espalda y corrí lejos de ahí.
Me duele...duele...siento que el corazón se me sale del pecho...
Me dije a mi misma mientras escuchaba como Daring corría detrás de mí y me llamaba. Quería, algo dentro de mi quería volver y abrazarlo.
Pero mi corazón estaba cada vez más frío.
Cuando me acerque a la entrada de la escuela, pude ver a Gerald subir las escaleras.
—¡Gerald...!
—¿Ross? ¡Ross!— Subí un par de escalones hasta poder abrazarlo. Sentía que moriría congelada. —Hey...hey ¿Por qué estás llorando, que pasó?
—Nada...solo tengo frío. Mucho.
Daring Charming.
—¡Espera, Ross no te vayas!—
Darling llamo a Ross cuando salió corriendo y sin dudarlo fui detrás de ella. Nadie pudo verlo, pero yo si. Cuando estábamos frente a frente, pude ver el color de sus ojos volver brevemente a la normalidad. Pero, no se que ocurrió que volvieron a cambiar.
Corrí con todas mis fuerzas y frene de golpe cuando la escuché llamar a Gerald.
Mis piernas cayeron y mis rodillas golpearon el suelo. —No...Ross... él...— No sé cómo explicarlo, pero sentí algo romperse dentro de mí.
Mi corazón había perdido la esperanza.
Gerald Le-Gume.
No tenía que ser adivino como aquella Genio de Monster High...Rosabella había hablado con Daring. ¿Tenía miedo? Sí. Miedo que ella despertara de ese trance y me odiará...pero no lo hizo. Ella fue corriendo a mí. Y solo a mí.
Decidí no abrumarla con mi reunión familiar, la cual fue como yo lo esperaba, papá había expresado su vergüenza al tenerme como primogénito.
Pero nada importaría una vez que robe el destino de Daring Charming.
Y lo sé pues en la mañana recibí una carta de la reina para reunirnos en el viejo pozo del bosque.
Y asistí, tome mi gabardina y me adentre en la oscuridad del bosque.
Una vez ahí, el padre de Daring, La reina y el director Grimm me esperaban. Él tenía un libro, no era el libro de cuentos legendarios. Sé que Raven se deshizo de él...pero esté, se veía más antiguo.
—¿Estás disfrutando del amor de la pequeña princesa, Gerald?
—Si, mi reina. Es...todo lo que imaginé. Amo a Rosabella.— Dije sincero.
—Eso nos alegra niño...y también nos alegra que el plan salga a la perfección. Y ahora, el resto depende de tí. ¿Que tan dispuesto estás para ser la siguiente bestia?.
Pensé un momento mi respuesta. ¿Por qué dudaba? —Haría cualquier cosa...para ser la siguiente bestia. Todo lo inimaginable, señor Charming.
—Es todo lo que queríamos escuchar...Milton, dale el Libro— La reina miro al director y el me extendió el libro que llevaba.
—Legume, este es el primer y único libro de cuentos...el libro legendario. Mi hermano y yo escribimos cada historia aquí y después nació el libro de cuentos legendarios. Todo lo que se escriba en este libro, automáticamente se vuelve real para el protagonista...ya he escrito la nueva historia...y tú debes escribir el final.— Él abrió el libro por la mitad y señaló con su dedo el párrafo sin terminar. —deberás firmar tu destino cómo la siguiente bestia una vez que el hechizo se allá acompletado.—
—Mañana, es el baile de graduación, el gran juego...y el día en que el corazón de Rosabella será todo tuyo ...deberás besarla antes que el reloj marque las doce de la noche. Cuando la hagas, tu destino quedara sellado y pasado mañana podrás comenzar tu nuevo destino. CÓMO LA NUEVA BESTIA, EL PRÍNCIPE AZUL DE ROSABELLA BEAUTY—
Las palabras de la reina me llenaron de alegría. Tenía en mis manos el arma más poderosa y que me daría lo que siempre he deseado. Nadie podía detenerme, mucho menos Daring Charming.
Rosabella sería mía, por siempre.