Una perfecta confusión

By america65_

11.3M 1.2M 5.4M

«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gust... More

Sinopsis + Advertencias de contenido
01. Me declaro a mi crush (sale mal)
02. Hetero, pero no mucho
03. Somos novios, pero no homo
04. Hola Dios soy yo de nuevo
05. Girl crush
Para ti, algún día
06. El señor de las aves te bendiga
07. Edward Cullen no me claves los colmillos
08. Escribiría un libro sobre ti
09. Miren Amiano ataca de nuevo
10. Los novios se llaman por apodos melosos
10. Los novios se llaman por apodos melosos
Para ti, algún día
12. RIP Yo
13. Hola, suegrito
13. Hola, suegrito
14. Sin cambios
15. El primero
Para ti, algún día
16. Mi primera cita (spoiler: mando a mi cita al hospital)
16. Mi primera cita (spoiler: mando a mi cita al hospital)
17. La excepción
18. Los muros se caen
19. Cobarde
20. Una confusión
Para ti, algún día
21. Mentiroso
22. Valientes
23. Merecerse
23. Merecerse
24. Finales e inicios
25. Una perfecta confusión
Para ti, algún día
Epílogo
Para ti, ahora
YA A LA VENTA EN LIBRERÍAS (reactualización)
Extra
Extra II
Extra III

11. Viviría por ti

279K 31.5K 163K
By america65_

Cuando descubres ciertas emociones que no sabías que podías sentir pasas por las tres fases de las "ar": negar, aceptar y evitar. Lo sé porque lo vi en una fuente muy confiable.

La fuente confiable: TikTok.

Además, también lo sé a la perfección porque lo viví (y lo estoy viviendo) en carne propia. Por ejemplo, lo primero que hice cuando descubrí que quería besar a mi novio falso fue negarlo y buscar miles de pretextos porque la sola idea de «me quiero tragar a Edward» era algo que no podía ser aceptado en mi cabeza y que no podía tener espacio en ninguna parte de mi cuerpo, especialmente en mis labios, ustedes entienden.

Luego de algunos paros cardiacos y de varios intentos por convencerme de que todo era un malentendido, lo acepté. No sé qué pasaba en mi cabeza cuando dije que era una buena idea decirlo en voz alta, mucho menos cuando dije que sería mejor si se lo decía a Edward, así, sin más, sin prepararme emocionalmente, sin digerir las cosas para él y sin pensar en las consecuencias que eso pueda traer en el futuro.

Las consecuencias: Un beso.

Ayayudamedesmayo.

Hubiera sido más fácil si no hubiera dicho lo que sentía, no solo por mí, sino por los dos. Aún nos quedan una semana y seis días, bastante tiempo, y la verdad es que no quiero volver incómoda nuestra relación ni tampoco quiero que cambie, es decir, lo hemos llevado bien fingiendo ser novios ante los demás y siendo amigos cuando nadie nos ve como para que mande a la basura eso solo porque queremos besarnos. Aunque eso debí pensarlo mejor antes de decírselo, no ahora que ya lo hice.

Sin olvidarnos que lo que dije fue algo demasiado vergonzoso y random, la situación en la que estábamos ni siquiera era la más apropiada para soltarle esa gran confesión que solo segundos atrás había aceptado. Puedo dejarlo pasar si hubiéramos hablado de eso siquiera, pero no, él ni siquiera había sacado el tema, yo me dejé llevar por el apodo que me puso.

Fue como:

Él: nos vemos en las últimas clases, mon soleil.

Yo: también te quiero meter la lengua a la boca, byeee.

¿Ven lo raro que fue decirle eso? Vale, no le dije exactamente eso, pero se aproxima, y tampoco es que yo haya querido meterle la lengua o algo así, para nada, solo quiero besarlo, no tragarlo... bueno, a este punto no sé ni qué es lo que quiero y nadie puede reprocharme nada, yo estaba seguro que solo quería besar a Heather hasta que Edward y su cara golpeada aparecieron en mi casa y me coquetearon.

Lo repito, él es muy bueno en eso, es tan bueno que hasta yo caí en cuestión de minutos y de un par de miradas. Se supone que sus "clases" para coquetear debían funcionar con Heather, no conmigo.

Claramente soy más fácil de lo que parezco.

Sin embargo, hasta la persona con los estándares más altos derrumbaría cada una de sus expectativas al ver a Edward, es más, sus expectativas subirían después de conocerlo y darse cuenta que lo que deseaba era poco en comparación de lo que podía tener. Y no solo por el físico de Edward, también por su forma de ser.

La fase de «aceptar» es más difícil de lo que aparenta porque no saben cuánto me ha costado decir lo que acabo de decir. Sí, estoy tratando de llevarme bien con esta fase, pero es tan sincera y sin una sola pizca de vergüenza que solo quiero cambiar de página en cuanto me escucho soltar un montón de halagos hacia Edward. Me avergüenzo casi todos los días que ni siquiera debería importarme mi sinceridad, pero por alguna razón es más vergonzoso admitir cosas relacionadas a mi falso novio que cualquier desgracia de mi día a día.

Y, después de las dos fases que mencioné, finalmente llega la última etapa, la etapa en la que estoy y de la cual no pienso salir ni porque me paguen una fortuna: evitar.

Pero eso no es nada que no sepamos que iba a suceder, todo lo que sigue después de huir es evitar, es una dualidad. Cuando huyes lo haces porque no quieres ver o confrontar a una persona o una situación, no huyes solo por que sí, la mayoría de las veces es porque quieres alejarte de los demás, y cuando evitas a alguien obviamente vas a huir, es algo que viene de la mano, así que es más que obvio que esto iba a pasar.

Tampoco es como si yo haya pasado un mes evitándolo por Dios, solo el resto del día de ayer y para ser sinceros creo que es él el que me ha evitado a mí, o, bueno, ha facilitado que yo lo esté evitando.

Sé que no debería tratar de evitar a Edward después de haber admitido que quería besarlo porque él no se merece que lo trate de ese modo, aunque dudo que sepa que lo estoy evitando, de todos modos, ¿cómo no iba a hacerlo si no sé cómo voy a verlo a la cara si lo que quiero precisamente es besarle la cara?

Okey, no toda la cara, sino un lugar específico que inicia con "V" y termina con "A".

Ah no, boca inicia con "B" de burro, ¿no? Olvídenlo, ni siquiera sé cómo se escriben las palabras correctamente, estoy tan perdido que no sé ni de lo que estoy hablando. De todas formas no hay otra cosa que inicie con V y termine con A que puedas besar, solo la boca, así que mi ejemplo anterior se entiende a la perfección.

Espere, esperen, esperen, se me acaba de ocurrir una cosa que puedes besar que inicia con "V" y finaliza con "A" y me siento como si necesitara confesarme y echarme todo un bote de agua bendita. Ay, su virgo.

Padre o madre perdóname por todos mis pecados, amén.

—... entonces me dijo "yo también quería besarte" y yo de "ah, órale, qué padre, ja, ja, yo también" y entonces me quedé como que procesando porque dije yo, "¿lo pensé? ¿en serio?" Y luego todo se puso raro, me escribió algo, me dijo mon soleil, o sea, él habla francés, ¿sabes? Es multi-talentoso —suelto un suspiro—. Bueno luego de eso había mucha tensión, me dejé llevar y le dije que yo también quería besarlo y salí corriendo como si mi vida dependiera de eso, aunque sí que depende, y pues, lo he estado evitando porque me siento muy avergonzado. Cosas de bro's.

»El punto es, ¿es normal querer besar a un chico cuando te gustan las chicas? Es que no me gusta Edward, pero en ese momento me dieron ganas de besarlo, pero, ¿lo has visto en el espejo? Es guapo y su personalidad es muy no sé, como que quieres besarlo, y era de madrugada, o sea, a esa hora ando hot... a veces deprimido, pero más hot. ¿No te pasa?

Ladeo mi cabeza a su dirección y Jean solo hunde sus cejas, asimilando toda la información que me estuve guardando desde ayer. Su expresión es la misma que pongo yo cuando tengo que hacer algún ejercicio de matemáticas, así que puedo comprender su nivel de confusión.

Cuando ayer bajé del auto de Edward no hice más que guardar silencio y regañarme mentalmente por haber sido un completo estúpido y haberle dicho eso, no le conté a nadie porque no estaba seguro de hacerlo (además que no sabía a quién decirle) y también me auto-humillé pensando en todos los posibles escenarios que pasarían cuando Edward llegara a las últimas clases, desde un "oye, la verdad es que lo decía de broma, no me van esas cosas, bro" hasta un "debemos besarnos para romper la tensión", pero para mi fortuna, o desgracia, él no llegó.

Me preocupé, hasta que vi que me envió mensajes en Instagram. ¿Y cómo no iba a preocuparme si la última vez que desapareció, apareció golpeado?

Edward tiene el don de alterar mi corazón.

Quitando eso, tampoco se lo conté a alguien porque creí que, si no lo hablaba, no lo recordaría y las sensaciones en mi pecho desaparecían o al menos podría hacer como si nada hubiera pasado, pero fue todo lo contrario. No pude pasar de largo lo que sucedió y mi pecho se llenó de tanto que necesitaba sacar todo lo que tenía dentro.

—Andy —pronuncia mi nombre en un tono cansado—, solo te pregunté la hora.

Resoplo hacia arriba, moviendo algunos de los mechones que caían por mi frente y azoto mi cabeza contra la paleta de mi mesabanco haciendo un gran ruido. Me ha costado un huevo y medio poder soltarle todo eso y él solo dice eso. Renuncio, necesito otro amigo.

Soy de los que suele creer que encerrar todo lo que sentimos es bueno, pero llega un momento donde todas esas emociones explotan y pueden suceder miles de situaciones, pero en mi caso, o me da un ataque de sinceridad con la primera persona que veo, o transformo todas esas emociones en una emoción explosiva. No es como que vaya golpeando a las personas por ahí, no soy un fifas para golpear a la pared, pero sí que puedo ser algo hostil en mi forma de hablar.

—No puedo verlo a la cara.

Admito golpeando la punta de mi lápiz en mi frente para que Jean vea lo desesperado que estoy por un consejo. Edward me la hizo fácil, la verdad, no vino a la escuela ayer y sus mensajes de Instagram no fueron tan difíciles de ignorar. Solo restringí la cuenta para que su mensaje se fuera a la bandeja de solicitudes de mensajes y me olvidé que lo había dejado así. Está bien, no me olvidé, me la pasé leyendo sus mensajes por horas y fingía contestarle en mi cabeza para no escribirle de inmediato.

Volteo de nuevo a ver Jean y él mantiene la vista en la pantalla de su celular. Esperaba cualquier reacción de su parte, una que me dijera whaaats, ¿fingiste tanto ser homo que ahora lo eres?, o un ¿besar a Edward? Asquito, tus gustos raros aquí no, porfa, pero no, solo mantiene una expresión como si odiara la vida. No lo culpo, es un viernes por la mañana con Historia a primera hora. Yo también odio mi vida con este horario de mierda.

Peor aún, tuve que levantarme demasiado temprano para venir a la escuela a una hora decente y no encontrarme a Edward porque no estoy listo para verlo a la cara, sobre todo porque no sé cómo actuar frente a él. Creo que estoy exagerando un poquito y estoy haciendo un drama por nada.

—Lo querías y besar y se lo dijiste —resume toda mi explicación en esas simples palabras y alza su mirada a mí—. No entiendo cuál es el problema.

Me levanto de mi asiento de golpe. ¿Cómo que no ve la gravedad de lo que me está pasando? ¿Está ciego? ¿No me escuchó bien? Miro hacia todos lados para ver si alguien está escuchándonos, no iba a poner en riesgo el acuerdo que hay entre ambos. Cuando veo que nadie nos está escuchando, regreso mi atención a Jean.

—¿Que quiero besar a un chico cuando me gustan las chicas? —le planteo el problema de nuevo, en voz baja, como si le estuviera contando un secreto del gobierno. Él sostiene la misma mirada de indiferencia—. ¿O sea...?

—Es besarlo, no casarte con él —me interrumpe, bajando su vista a su celular otra vez—. Él quería besarte y tú a él no es difícil de comprender, no estoy pendejo, Andy —refunfuña y casi le grito que sí lo es, caasi—. Lo que no entiendo es por qué no lo hicieron.

Lo miro estupefacto. ¿Me está diciendo que está bien? ¿Así sin más? ¿No pasa nada con querer besar a un chico cuando te gustan las mujeres? ¿O es que no me ha entendido bien? Creo que he sido muy claro con todo lo que le he dicho, le conté detalle a detalle lo que pasó con Edward y él sigue sin verle el lado malo, porque sí, hay un lado malo y el lado malo es que quiero besar a Edward. ¿Él no logra ver lo que yo veo o soy el único exagerado que no se toma estas cosas tan a la ligera?

—¿Porque solo me gustan las chicas y no los chicos? Dah —le hago saber y me quiero golpear al oír que lo dije muy alto. Volteo una vez más, asustado de que alguien me haya escuchado, pero nadie lo hizo, todos están en su mundo. Menos mal, o alguien podía descubrir nuestra farsa.

—¿Y? —inquiere de nuevo, sin inmutarse—. Si quiero besarme con alguien y esa persona conmigo lo hago y ya, no es algo del otro mundo, es un beso.

La forma en lo que dice hace que me sienta como un bobo que piensa las cosas de más y como alguien que ha estado actuando de forma exagerada. No obstante, no iba a aceptarlo tan fácil, aún tengo un montón de preguntas y dudas que no iban a resolverse con sus simples palabras.

—Pero esa persona no es una chica —recuerdo por si se ha olvidado que estoy hablando de Edward y frunzo los labios al mirar que sigue manteniendo la misma expresión—. ¿Por qué no ves lo que yo veo? Es como si tuvieras ganas de besar a... Oliver. ¿Lo besarías?

Mis palabras debieron haber sonado como el mayor insulto del mundo porque él hace una mueca de disgusto con los labios y arruga la nariz.

—Preferiría besar a Karla antes que a Oliver —responde asqueado, como si no soportara la sola idea de tener sus labios en los de Oli y alzo mis cejas en una señal de satisfacción. Probé mi punto—. Pero si tengo ganas y él también, pues vale, está bien. —Se encoge de hombros dejándome sin palabras—. Eso no significa que me guste o algo, solo es un beso, o al menos para mí solo es eso, sé que cada persona le da un significado diferente a los besos y para algunos debe haber sentimientos de por medio o cosas así, ¿para ti?

Al fin levanta su mirada a mi rostro y pestañeo un par de veces porque su pregunta me ha caído por sorpresa. ¿Debe haber sentimiento para que bese a alguien? Si me pongo a pensar en mis relaciones fallidas pasadas, creo que no. Tampoco tuve muchas, pero sí las suficientes para decir que no necesitaba tener sentimientos para besarlas y sé que lo mismo sucedía con ellas, es decir, sí me gustaban, obviamente, pero no las amabas o quería, solo durábamos días y con suerte una semana, es entendible. Sin embargo, ¿pasa lo mismo con Edward? ¿Quiero besarlo, solo porque sí o es que siento algo por él?

No me gusta o tengo algún interés amoroso en él. Me agrada su forma de ser y le tengo demasiado empatía por todo lo que le ha tocado pasar. Además, es guapo, algo que siempre recalco cada vez que puedo. Entonces, supongo que está bien, ¿no? Querer besar a alguien sin sentir nada. Solo quiero besarlo, no casarme con él, como Jean mencionaba. No voy a casarme con Edward por besarlo, solo es... un gusto pasajero.

Exacto, querer besar a Edward es solo un gusto que se irá si alguna vez llego a besarlo.

—Tienes razón —menciono luego de pensarlo—. Solo es un beso, no sé por qué le doy tantas vueltas.

Alzo mis hombros restándole importancia e intento tragarme la idea de «solo es un beso». He estado matándome y torturándome emocionalmente para que llegue a esa simple conclusión. Aunque, ¿qué se supone que va a pasar ahora que he aceptado que quiero besar a Edward? ¿Tengo que besarlo? Eww, un escalofrío me recorre de solo imaginarlo. No me da asco, solo que pensarlo de la nada es extraño.

—Siempre la tengo. —Esboza una sonrisa con egocentrismo y quiero tomar mi libreta y estamparlo contra su rostro para bajarle todos los aires de superioridad de un solo golpe, pero me contengo.

—Gracias por ayudarme con el problema —le digo a pesar de que quería matarlo.

Antes de que él diga su frase típica de "me debes otro favor" porque lo conozco a la perfección como para saber que diría algo así, iba a interrumpirlo, pero Karla, quien acaba de llegar a su pupitre, lo hace primero.

—¿Quién tiene un problema y por qué?

Pregunta, sentándose en la paleta del mesabanco de Jean para quedar frente a mí. Él le gruñe como el troglodita que es.

—Me dieron ganas de besar a Edward.

¿Ven a lo que me refiero con ataque de sinceridad? Ni siquiera me da vergüenza decirlo en voz alta y con cualquier persona que se me atreviese. Me pasó con Jean y ahora con ella, de todas formas le tengo confianza a ambos. Karla arquea sus cejas y veo la confusión en sus ojos marrones.

—¿Y eso por qué sería un problema? Es tu novio, bésalo.

Ay.

Me olvidé que ella y los demás no sabían que yo y Edward no éramos novios de verdad. Estoy tan estúpido que lo había olvidado por completo.

—Es que Edward no ha llegado —Jean me salva por segunda vez, asomándose a un lado de Karla ya que ella le obstruía la vista—, y justo ahora Andy tiene un montón de ganas por besuquearlo, amaneció horny, no durmió toda la noche por imaginar que besaba a Edward. Por eso es un problema.

Pongo los ojos en blanco al escucharlo decir que amanecí caliente. Es cierto que no dormí por pensar en eso, pero no por caliente, sino porque me moría de la vergüenza. A todo esto, ¿por qué siempre busca las peores excusas o las más vergonzosas cuando se trata de mí? Aunque si soy honesto es algo que yo diría, pero él no es yo, él sí piensa y usa su cerebro, no tiene que hacerme quedar como un hormonal de mierda.

Sí soy, pero no tiene que decirlo en voz alta.

Karla asiente repetidas veces, comprendiendo que tiene un amigo más caliente que las personas de los anuncios en páginas ilegales de anime, los típicos fulanita (o fulanito) está caliente a un kilómetro de ti, ¿quieres conocerla?

—Te entiendo.

Responde, levantándose de su lugar para acercarse a mí y darme palmadas en la espalda. Yo, por otra parte, solo agacho la cabeza y pongo una cara de «mi vida es muy dura, estoy cachondo las veinticuatro horas y no tengo a nadie» para que la mentira tonta del imbécil de mi amigo tenga sentido. Igual no es una mentira del todo.

—Tus personajes ficticios no cuentan, no lo entiendes —Jean la ataca, de nuevo, picándole en donde más le duele: sus personajes inexistentes.

Tomo aire preparándome para el lío que vendrá. En definitiva, su deporte favorito es molestarla. Ella infla las mejillas y se vuelve hacia él para encararlo con los puños apretados.

Comienzo a sospechar que me perdí de algo entre ellos, no sé, pero creo que se gustan o algo así, sé que los que se odian son los que más se aman así que las probabilidades son altas, lo vi en un vídeo. Sin embargo, Jean no es la clase de persona que saldría en una relación seria y formal con alguien y Karla es la clase de persona que le gusta lo romántico y estable. No, olviden lo que dije, no saldrían juntos, se matarían antes de que eso suceda. Son como perros y gatos.

—¿Tú que sabes de querer besar a alguien y no poder hacerlo? —Karla se lamenta y ruedo los ojos.

—Nada, siempre beso a los que quiero.

—¿Viste? No sabes, no opinión, cállate.

Empiezo a recordar por qué no me gustaba llegar temprano a clases, aparte de que hace demasiado frío, es muy temprano para soportar los gritos e insultos que hay entre ambos. ¿No pueden llevarse bien ni por las mañanas? No es tan difícil, solo hacen como que si se quisiera y listo. Saco mi celular de mi bolsillo mientras los escucho pelear y por pura curiosidad, entro a Instagram y busco el chat no respondido de Edward.

Sus mensajes eran disculpas por no haber entrado a clases porque tenía que hacer "algo", algo que no iba a decirme ni porque le preguntara y sé que debo respetar la privacidad de las personas y blablablá, lo sé, pero también quería saber lo que hacía o lo que le pasaba. Ese aire de misterio me daba un poco de desconfianza, sobre todo porque no sé si está metido en cosas malas. No me molesta que sea un mafioso de esos millonarios, pero que me diga, ya saben, para huir.

Veo la hora y me sorprendo de lo tarde que ya es, faltan menos de cinco minutos para que comience la primera clase. Edward no es de los que llegan tarde, aunque ha llegado un poquitín tarde por mí, porque pasa a recogerme, pero no taaan tarde como ahora. Bloqueo mi celular antes de que se me ocurra responder a sus mensajes o enviarle miles preguntando dónde está.

Miro hacia la puerta del salón solo para ver que Edward entre, pero nadie más ingresa al aula, algo que me desespera un poco. Golpeo el suelo con uno de mis pies por un par de veces, impaciente. No quiero preocuparme, otra vez, pero es casi imposible no estarlo. ¿Y si lo he curado mal y le dio una infección horrible y cuando venía manejando no vio que un carro venía delante de él y se estrelló?

Cerebro por favor deja de mandarme esas ideas que me asustas y que no estoy bien emocionalmente como para vivir algo como eso.

Solo debo tranquilarme, Edward debió haberse quedado dormido y por eso viene más tarde lo usual.

¿Y si se quedó dormido para siempre en un trágico accidente?

Paso saliva con fuerza. Dios, ¿por qué mi cabeza me hace pensar en esta clase de horribles escenarios? Edward está bien, no es un niño, sabe cuidarse, además, cuando él me traía a la escuela era muy responsable y manejaba con tranquilidad. Pero, ¿si el chofer del auto de atrás iba borracho y chocó con él y lo tiró en un acantilado?

De repente, alguien entra al aula y mis ojos no tardan en reaccionar para ver quién es la persona que ha entrado, tengo la esperanza de ver al peliblanco alto, de ojos verdes y linda sonrisa, pero, para mi mala fortuna, no era él, era Mary. Mary entra y cuando me ve supongo que debe notar la desilusión plasmada en mi rostro, porque no me sonríe ni nada, solo voltea hacia otro lado y deja sus cosas en su silla.

No es que me desagrade ver a Mary, pero esperaba ver a Edward. Y hablando de ella, hasta ahora recuerdo su existencia. ¿Soy un mal amigo por haberme olvidado que ella ha estado ignorándonos? La respuesta es sí, pero en mi defensa no es alguien cercana a mí y he pasado por tantas cosas en tan pocos días que es normal que mi cerebro no funcione en su totalidad.

Además, ella también se ha olvidado de mi existencia. Desde que Edward y yo somos novios ni siquiera me saluda, creí que podía ser normal porque teníamos a Edward como una mala persona, pero ya han pasado varios días y los demás lo aceptaron. ¿Por qué ella no podía hacer lo mismo?

—¿Sigue molesta? —pregunto en voz alta y tanto Jean como Karla ponen su atención en mí. Supongo que no deben saber de lo que hablo, pero estoy viendo hacia el pupitre de Mary, así que es más que obvio darse cuenta de que me refiero a ella.

Ambos siguen mi mirada y se encuentran con una solitaria Mary escuchando música.

—¿Mary? —Karla dice su nombre con una leve confusión. Asiento con la cabeza—. No está enojada, solo tenía en mal concepto a Edward, como todos —la defiende—. De hecho, nos ayudó a esparcir los rumores de que te acosaron.

Su declaración me sorprende bastante. ¿Mary ayudó a que todos creyeran que Edward y yo éramos las victimas de un idiota? ¿Por qué?

—¿Por qué no nos habla entonces?

Mi cuestionamiento queda al aire porque ni Jean ni Karla lo responden, solo se echan una mirada cómplice y se quedan callados. Hundo mis cejas. Eso me da muy mala espina. ¿Hay algo de lo que no me he enterado?

—Necesito dormir —Oliver se sienta en el mesabanco frente a Jean y se echa rendido en la mesa, interrumpiendo lo que sea que me están ocultando—, vengo a la escuela como vine al mundo, en contra de mi voluntad —otro bostezo—. Me quedé despierto toda la noche porque no me gustaba ninguno de mis dibujos —talla sus ojos, volteándose hacia nosotros y su mirada nos recorre a cada uno hasta llegar a Jean—. Me hace falta una musa. ¿puedo dibujarte como las chicas francesas, Jean?

Este último le muestra el dedo del medio y pone los ojos en blanco.

—Vete a dormir.

—¿Contigo?

Pregunta con una sonrisa coqueta que hubiera sido eliminada por el puño de Jean si no fuera porque la campana suena y en ese momento entra el maestro al salón haciendo que todos nos sentemos bien en nuestros lugares. Aunque yo describiría que estoy "bien". La misma presión en el pecho que sentí los días en los que Edward desapareció se hace presente de nuevo. Él no ha venido, otra vez y la preocupación me invade de pies a cabeza. Miro su asiento vacío y por alguna razón un nudo se forma en mi garganta. No dejo de pensar en todas las cosas que pudieron haberle pasado y en lo egoísta que he sido pensando solo en mí.

Mis ojos recorren cada parte del salón, esperando encontrarlo sentado en una silla diferente y me sorprendo cuando veo a Heather. Hago memoria de la clase en la que estamos, Historia, la que comparto con ella y algunos de su clase. Ni siquiera recordaba eso por estar pensando en Edward y a estas alturas tampoco me importa ni me emociona, solo quiero saber dónde se ha metido mi novio.

Veo hacia la puerta otra vez, esperando que la próxima persona en cruzar por ahí sea él y cierro los ojos con fuerza, ignorando las indicaciones del maestro. De pronto, la puerta se abre con fuerza y vuelvo a abrir los ojos, encontrando a un Edward con la respiración agitada y el uniforme puesto correctamente. Parece que corrió para llegar a tiempo. Suelto un suspiro de alivio.

«Estúpido, mi corazón, idiota».

—Perdón por llegar tarde, ¿puedo entrar?

Tal como lo dije, él apenas y puede hablar debido a que debió haber corrido demasiado. No sé dónde estuvo toda la mañana, pero me alegro de que todo lo que pensé solo haya sido eso, pensamientos estúpidos. Ni siquiera sé por qué me alarmé demasiado. Creo que desde que desapareció y llegó golpeado a mi casa, tengo miedo de que eso vuelva a suceder, solo que mi miedo aumentó, porque ahora no solo me aterra que él pueda desaparecer, sino también, que él ya no pueda volver.

El maestro deja que Edward pase con la condición de que lo marcará como retardo en su hoja de asistencia, algo que no pareció gustarle del todo a Edward, pero que al final terminó tomando. Sé que cuida sus calificaciones y que no le gusta meterse en problemas porque no quiere que llamen a sus papás, eso es algo que intuí el día que lo castigaron y no estaba preocupado por la suspensión porque sus papás no se iban a enterar, así que supongo que un retardo en la boleta de calificaciones no es algo que lo ponga feliz porque podía meterse en problemas con sus papás.

Sigo cada movimiento que hace Edward con la mirada de forma inconsciente, que solo me percato de esa acción hasta que él voltea a verme y sus ojos se conectan con los míos. Me da una pequeña sonrisa y yo miro hacia mi libreta, nervioso. Sin embargo, también sonrío.

Estos últimos días he estado más confundido de lo normal y solo hay un responsable de todo ese lío de emociones. No necesito mencionar el nombre para que todos sepan a la perfección de quien estoy hablando.

Así es, es Heather. Obviamente.

Es broma, es Edward.

Edward, el lindo peliblanco que no deja de jugar con mi corazón como si fuera una pelota de futbol. A veces lanza esa pelota a lo más alto, haciéndome sentir nervioso y en las nubes, y luego, cuando cae al suelo y toca fondo, me hace sentir confundido y preocupado.

Y ninguna de esas emociones me gusta.

—Júntense en parejas para la siguiente actividad —escucho que el maestro dice y sacudo la cabeza para salir de mis pensamientos.

Me había olvidado por completo que estábamos en clases. De todos modos nunca presto atención y tampoco hago anotaciones, aunque se lo prometí a mi mamá. En mi defensa todo es culpa de Edward.

Volteo a ver hacia Jean para hacer pareja con él, pero lo encuentro sentándose al lado de Oliver. Entrecierro los ojos en su dirección en plan maldito traicionero. Siempre hacemos pareja juntos, ¿cómo se atreve a cambiarme por el tonto de Oliver? Igual no es mi único amigo, que se joda. Giro mi cuerpo para el otro lado para buscar Karla, pero ella ya está con Mary, lo que significa que estoy solo. Quedé.

Uy, me acaban de gritar que no tengo amigos, en la cara.

Sé que aún hay una persona con la que puedo juntarme, pero no quiero estar con él. No porque me sienta incómodo o porque no estoy listo para hablarle, literalmente estaba cagado hace unos minutos al pensar que no iba a hablarle nunca más, no quiero hacer pareja con Edward porque soy un idiota para las tareas y no quiero humillarme más. Él debió notarlo cuando llegó a mi casa y me vio hacer con dificultad los problemas de matemáticas, pero la verdad es que entiendo más mate que historia.

Siento una mirada sobre mí y para mi sorpresa, no la siento por parte de Edward, así que giro hacia donde la siento y doy un respingo al ver que Heather me está observando. Cuando ella lo nota, baja la cabeza, con las mejillas coloradas. Pestañeo asimilando que ella estaba viéndome y que acaba de sonrojarse por mí. Esperen, esperen, esperen, ¿se puso así por mí? ¿En serio? Estoy a nada de emocionarme como el idiota que siempre he sido cuando se trata de ella, pero me doy cuenta de algo: sus amigos ya han formado parejas y ella es la única que se ha quedado sola.

Ya somos dos.

O tres, con Edward.

Quiero acercarme a ella y decirle que hagamos equipo juntos, pero tampoco quería dejar a Edward solo, aunque aún no sé si él lo esté, sin embargo, en el salón solo le hablamos nosotros, así que es obvio que no tiene pareja todavía. Volteo a verlo para confirmar lo que pienso, y sí, efectivamente, está solo.

Edward también está viéndome y pasa su mirada de mí a Heather, así, un par de veces. Él parece que capta lo que está pasando, porque alza sus pulgares hacia mí y agita su mano, como si dijera, "haz equipo con ella, es tu oportunidad".

Y el Andy de hace una semana lo hubiera hecho sin dudarlo, porque Heather es la persona de la que ha estado perdidamente enamorado desde hace un año, la chica que lo ayudó aunque no lo conociera, su amor platónico. Pero, el Andy de ahora, está caminando con su libreta y un lapicero hacia el pupitre de Edward, por una razón que desconoce.

Aunque en realidad mi idea es hacer equipo de tres porque tampoco iba a dejar sola a Heather. Sé lo que se siente estar solo y no iba a dejar que ella se sintiera de esa forma, no cuando ella también me ayudó una vez. Sin embargo, Karla y Mary parecen tener la misma idea que yo y me terminan ganando porque le hacen una seña para que se siente con ellas a lo que Heather acepta sonriente.

Me siento más tranquilo por eso, especialmente porque hacer equipo con ella y Edward olía como una pésima idea. Ya estoy pendejo con solo ver a Heather y ahora lo estoy más cuando Edward me sonríe y recuerdo que quiero besarlo. Iba a morir en definitiva, estar entre ambos iba a hacer que me dieran más de veinte paros cardiacos, y es más que obvio el porqué. Heather es hermosa, y Edward igual es guapo, demasiada hermosura para un tipo de un metro setenta como yo. Y aunque bromeo con que quiero morir en realidad tengo ganas de seguir viviendo mucho tiempo,

—Hola —me saluda Edward apenas me ve. Sus heridas están cubiertas con nuevas gasas y me alegro al ver que su pómulo ya no está inflamado—. Te estuve enviando mensajes en Instagram porque aún no he ido a comprar un celular.

Avisa y siento que soy un pésimo amigo al haber intentado evitarlo. Menos mal que no se dio cuenta de mis sucias intenciones porque el sentimiento de culpa solo me arrastraría hasta el fondo.

—No los vi. Instagram no me avisó.

Miento descaradamente mientras tomo asiento a su lado. Claro que vi sus mensajes, de hecho, los leí durante horas, pero él no tiene que saber eso y tampoco puede darse cuenta porque restringí su cuenta.

Él abre la boca para decir algo, pero el maestro comienza a dar las indicaciones de la actividad y todos nos quedamos callados para prestarle atención. Edward anota cada una de las instrucciones y yo solo me quedo viendo cómo lo hace. Mi novio falso y pareja en esta actividad es un cerebrito y agradezco que sea así porque yo soy un tonto que depende de los demás, prefiero mil veces que alguien me diga que hacer a que yo tenga que ser el líder y decirle a los demás su rol, es algo estresante, tedioso y laborioso.

Cuando el maestro termina de dar las indicaciones, Edward comienza a sacar todos sus materiales y útiles. No sé qué tienen los maestros con dejar líneas del tiempo en pareja, pero me parece de las cosas más aburridas del mundo.

Silbo al ver todos los materiales que tiene Edward, él es el chico de los plumones. No voy a decir que me sorprende porque la verdad es que no, él tiene toda la pinta. Yo apenas y tengo un lápiz.

—Pasé a tu casa —me dice y quito mi atención de sus cosas para ponerla en él.

¿Él fue a mi casa? ¿Es por eso que llegó tarde?

Ahora solo me siento el doble de mal.

—Lo siento, tenía que venir temprano hoy y no sabía cómo avisarte —me disculpo con otra mentira a lo que él asiente sin decir más.

Muerdo mi labio inferior con fuerza. No sé por qué siento que sí sabe que lo estuve evitando. No es que me esté tratando mal o algo así, pero lo siento un poco distante. ¿Y si está así por lo que le dije ayer en su auto? Lo dudo, él no es como yo, no es de los que evitan... Creo.

Él comienza a hacer la línea del tiempo mientras que yo le paso los materiales que me va pidiendo. Primero una regla, luego un bolígrafo, y al final plumones. Solo me quedo viendo cómo él hace la actividad y me siento un poco incómodo por eso. Quiero ayudarlo, pero la verdad es que no quiero decirle porque tengo miedo de hacer algo mal y que eso haga que perdamos una buena calificación. No confío en mí, la verdad. Edward está muy concentrado escribiendo y yo estoy concentrado observándolo en silencio.

Bueno, mi cuello me pica de la curiosidad por saber por qué está así de serio. En mi cabeza armo un sinfín de posibles respuestas y la que más destaca es: está incómodo conmigo porque le dije que quería besarlo.

Vale, no voy a poner en el papel de la victima porque yo también lo estaba antes. Además, Jean me hizo entrar en razón, solo es un beso, si Edward se siente incomodo por eso voy a aclararle que nuestra relación no tiene que cambiar y que hagamos como que si eso nunca pasó. Primero debe estar la comodidad de él y la mía también.

—Edward, lo que dije ayer cuando bajé del auto... —le digo de la nada para salir de las dudas y me callo para ver su reacción. Él aprieta la mandíbula y deja de escribir para voltear a verme.

Bingo. Sabía que por ahí estaba la respuesta.

Ahora es el momento en donde él dirá que mi confesión le dio asco, que malinterpreté sus intenciones, que nos besemos ahora (ojalá) o algo así, pero a diferencia de todo lo que pensé, Edward solo dice:

—¿Dijiste algo cuando bajaste? No lo escuché perdón, ¿qué dijiste?

Me pregunta y ahora siento que la canción típica que ponen en el circo se está reproduciendo.

Sí, soy el circo.

Yo estuve dándole vueltas a la situación, no dormí, lo evité, ignoré sus mensajes e incluso consideré que podíamos besarnos, pero él, no escuchó absolutamente nada de lo que le dije.

Jodeeeer.

Me quedo callado mientras pienso si debo repetirle lo que le dije, después de todo, solo es decir que quiero besarlo, ¿no? Pero, mi corazón me dice que es una mala idea.

—Que me gusta el apodo que me pusiste, suena lindo.

Miento, por tercera vez.

No iba a repetirlo, aunque la verdad es que había una parte de mí que sí quería hacerlo, si la vida no quiere que Edward sepa que quiero besarlo debe ser por algo. La vida me ha dado una segunda oportunidad y no pienso desaprovecharlo.

Lo que he inventado le saca una enorme sonrisa, haciendo que su expresión seria se relaje.

Creo que no estaba distante conmigo, solo estaba trabajando. No como yo, que solo estaba viéndolo.

—No quería sonar un intenso con eso ni quería repetirlo para incomodarte, pero si estas bien con eso, ¿puedo llamarte por el apodo más seguido? —pregunta, tratando de ocultar su emoción, pero es tan evidente que es imposible de ocultarlo. Asiento, viendo hacia otro lado—. Anotado, mon soleil.

El corazón se me desboca y tengo que tomar mi libreta para hacerme el tonto porque estoy demasiado nervioso y no sé cómo reaccionar. A él no parece importarle que no haga nada, así que me escondo entre mi libreta para que no note que estoy mal por su culpa. En eso, cuando le doy vuelta a las hojas para que crea que estoy haciendo algo superimportante, encuentro una página con una letra que no es la mía. Es lo que escribió. No lo había leído porque cuando dije que quería evitarlo eso incluía lo que había escrito.

Sin que él me vea, leo el pequeño párrafo, tratando de ocultar la pequeña sonrisa que comienza a crecer por mi rostro.


"¿Has oído la frase moriría por ti?

Suena muy psicópata, algo que dirían en una de esas películas clichés cuando los protagonistas están tirados sobre el pasto y uno de ellos confiesa su dependencia emocional. Si me lo dicen, huyo, la verdad.

¿Hay personas que realmente lo harían?

Morir por alguien.

Sinceramente era algo en lo que no pensaba, hasta que te conocí, y Dios no malinterpretes las cosas ni te sientas intimidado, no me refiero a eso. No moriría si no estás conmigo, ni tampoco si lo estás.

Hace mucho tiempo, pensaba en morir, pero no por alguien, sino por mí. Porque la presión estaba arrastrando al fondo, porque sentía que la única forma de salir del hoyo era enterrando la cabeza en el suelo, porque creía que no había otra forma.

Pero sí que la hay. Solo que el camino es más difícil y el dolor dura más.

Morir, es algo un poco más sencillo. A pesar de que no sea una decisión fácil, es la forma más rápida de acabar con todo: con el dolor, con la tristeza, con los problemas.

Pero vivir, vivir es una decisión aún más dura, porque no es fácil levantarse cada mañana cuando lo único en lo que piensas es que todo sería mejor si ya no estás, porque no es sencillo intentar mantenerte con vida, aunque tu cabeza te grite que deberías rendirte.

Vivir por alguien.

Suena mucho más romántico, y aunque hay una clara dependencia emocional, en realidad yo no lo veo así. Vivir por alguien no es porque vivas exclusivamente por esa persona, es porque esa persona te impulsa y te demuestra que incluso en los días más oscuros, hay una luz para seguir.

Morir por alguien es fácil, ¿pero vivir? No lo creo.

Así que sí, he llegado a la conclusión de que yo no moriría por ti.

Yo viviría por ti".

Fragmento de para ti, algún día.


Con lo que ha escrito solo puedo pensar en una cosa: la próxima vez no le diré que quiero besarlo. Lo haré.


***

HOLA SONROJA *SE GUAPAS*
CÓMO ESTÁN? ESPERO QUE BIEN
♥️♥️♥️♥️

No tengo mucho qué decir esta semana, solo que HEMOS LLEGADO A LAS 200K LEÍDAS AAAAAAAY ME MUEROOOO. MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS LOS QUE LEEN LA HISTORIA, COMENTAN, VOTAN, RECOMIENDAN, ETC., MUCHAS GRACIAS 😭😭♥️♥️♥️

Ahora, les dejo los dibujos que me han llegado en la semana, gracias como siempre por tomarse el tiempo de hacerlo, lloro😭♥️

Nos leemos pronto, un beso! 🖤💛

Continue Reading

You'll Also Like

39.1K 4.4K 4
Reki y Langa son los príncipes herederos de dos importantes reinos y desde niños son comprometidos para unir ambas naciones. •AU •Omegaverse •Basad...
15.6K 1.6K 96
1) memes [BL] 2) memes [BL] 2 en el perfil de #SoyChicaPizza_
BICOLOR By MVedle

Teen Fiction

116K 3.7K 8
Tras ser internado durante dos años en un clínica especializada en transtornos alimentarios; Samuel Palacio, intentará conocer el paradero de su prim...
2K 254 6
Flaca, No me claves tus puñales por la espalda tan profundo.