One Shots | Chris Evans

By aday_zeva

16.4K 776 176

Pequeñas historias con Chris Evans y con los personajes que ha interpretado Queda totalmente prohibida la cop... More

Bienvenida
01 Steve Rogers
02 Frank Adler
03 Steve Rogers
04 Chris Evans
04.2 Chris Evans
04.3 Chris Evans
05 Chris Evans
06 Steve Rogers
07 Frank Adler
09 Ari Levinson
10 Steve Rogers
11 Chris Evans
12 Ransom Drysdale
13 Chris Evans
14 Chris Evans
15 Andy Barber
16 Steve Rogers
17 Chris Evans
18 Chris Evans
19 Chris Evans
20 Chris Evans
Aviso

08 Ransom Drysdale

561 25 11
By aday_zeva

•••

Plan | Ransom Drysdale

Parte: 1/1


—¿Estás seguro de hacer esto?— volviste a preguntar ante la presencia de tu novio que vestía un suéter blanco. 

—Créeme, así conseguiremos el dinero— aseguró tomando tu mano.

—No lo sé Ransom, eso suena muy...

—¿Van a ordenar algo más?— interrumpió una tercera voz.

Ransom le dio una mirada y eso bastó para que la persona se alejara de la mesa lo más pronto posible.

Tal vez hacían mal al hablar de algo así en un lugar público, y aún más si era en un restaurante donde toda persona puede oír las conversaciones ajenas.

—Entonces, ¿estás dentro?— te preguntó Ransom insistiendo con su mirada.

—Solo un intento— murmuraste—, si esto se sale de control créeme que...

—Todo saldrá bien— te interrumpió con voz seria y firme.

(...)

—Aún sigo creyendo que todo esto es una locura— dijiste estando dentro del auto junto a Ransom.

—Solo haz todo lo que concordamos y tal vez esto pueda ser nuestro futuro.

—Confío en ti Ransom, en lo que no confío es en el plan.

Ya lo habían discutido y está era su única manera de conseguir la adorada herencia de Harlan.

Quieran admitirlo o no, ambos estaban cerca de la quiebra absoluta de no ser por el dinero que Harlan les daba. Y no es porqué no quisieran trabajar, claro que lo hacían, o al menos eso era lo que ambos intentaban.

La vida nunca había sido fácil para ustedes como pareja, pues trabajaban en empleos diferentes cada tres meses y estos no les pagaban lo suficientemente. 

Ransom te conoció justamente en un empleo de medio tiempo en un bar. Al principio solo eran miradas coquetas y algunas que otras palabras que hacían enrojecer tus mejillas, pero al pasar el tiempo ambos congeniaron más y aprendieron que la vida no es sencilla.

Tal vez nadie pensaría en que Ransom tendría que vivir en esas condiciones, pues su familia siempre había mandado en dinero. Sólo que Ransom ya no recibía ni una sola moneda por parte de ellos, él había decidido ganarse la vida como bien dicen.

Incluso al casarse procuraron que la boda fuera de lo más sencilla posible.

Su casa se había convertido en un gran lujo al poder reunir suficiente dinero para comprarla, el verdadero problema fue cuando los despidieron a ambos.

Intentaron pedir dinero u apoyo a sus familias, pero el orgullo de ambos era mayor como para rogar a aquellas personas.

Querían el dinero, necesitaban el dinero. Y era hora de conseguirlo de una manera no muy convincente, tenían que hacerlo conforme al plan sino todo se iría en bajada para ustedes.

Al llegar a la mansión de los Thrombey bajaron del auto con toda la elegancia que pudieron.

La estructura te causaba escalofríos de tan solo verla, pues pensabas que todos esos materiales en conjunto guardaban tantos secretos y tantos recuerdos de los que no serías capaz de averiguar.

En esta ocasión toda la familia asistiría a la mansión para celebrar el cumpleaños número 85 de Harlan.

Solo que Ransom y tú tendrían otros planes.

—Llegan tarde— fue lo primero que dijo Linda al verlos entrar al salón.

Ransom ignoró a su madre y caminó al sofá más cercano sosteniendo tu mano en todo momento.

Te habías acostumbrado a mantenerte callada durante las reuniones familiares, sobre todo cuando la familia de Ransom discutía sin fin y creían tener la razón de todo.

—Como decía...— Richard siguió con la discusión acerca de los inmigrantes que llevaba hablando desde antes de que llegaran.

Fue toda una cena llena de demasiados puntos de vista que ignoraste por completo.

Todo marchaba con tanta tranquilidad, lo cual te alegraba pues esos momentos se veían casi imposible estando en esa mansión.

—Ahora vuelvo— murmuraste en dirección a Ransom quien solo asintió con su cabeza.

No dejabas de pensar en el plan, tu cuerpo estaba tenso ante las acciones que podría tomar Harlan durante la noche de festejo.

—Hola, TN

—¡Marta!— exclamaste sosteniendo tu mano en el pecho—, que susto— suspiraste.

—Lo siento, n-no era mi intención— se disculpó trabándose con sus palabras.

—Está bien, solo no vuelvas a hacerlo— advertiste señalándola con tu dedo índice.

Te diste la vuelta y seguiste buscando un vaso para poder servirte agua.

—¿Te ayudo en algo?

—No es necesario— respondiste al encontrar el dichoso vaso.

—¡Es hora del pastel!— Fran, entró a la cocina y gritó hacia ustedes.

Ambas salieron de la cocina y se reunieron come le resto de la familia en la sala donde Harlan tenía un pastel frente a él.

—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti— cantaban todos hacia el festejado.

Harlan, un hombre que solo deseaba el bien para su familia, mantenía una enorme sonrisa mientras posaba con el pastel en la mesa.

Al soplar las velas solo deseó que todo tuviera orden en su vida y sobre todo, un poco de tranquilidad.

Todos comieron una porción de pastel ante la conversación de Richard que no dejaba de lado.

—Es hora— te murmuró Ransom haciéndote sentir un escalofrío al pensar en lo que pasaría.

Te daba miedo pensar que la charla de Ransom y Harlan no saliera como quisieras, llevaban semanas planeando qué palabras usar para que Harlan entendiera que estaban en una crisis, sin saber que estaban en una crisis, demasiado complicado. 

Solo que al ver salir a tu esposo del estudio de Harlan supiste que no lo había logrado. 

(...)

—¿Marta?— preguntaste confundida al escuchar las palabras de Ransom. Tú ya descansabas con tu pijama sobre la cama, él estaba de pie tratando de darle más dramatismo a la historia. 

—Esa hija de perra se quedará con todo— murmuró con enojo a la vez que se retiraba el suéter. 

—Pero, ¿le explicaste a Harlan todo?

—Por un carajo, claro que sí— te reprochó alzando la voz. Pero tú sabías que te mentía—. Le explique todo y al parecer eso no bastó para que nos dejara la herencia. Ni un maldito centavo— susurró esto último. 

—Mierda— suspiraste cubriendo tu cabeza con las cobijas que estaban a tu alcance—. Todo fue en vano.

—No todo...— dijo Ransom dejando esas palabras al aire. 

—¿De qué hablas, Ransom?— preguntaste al verlo perdido en la ventana—, quedamos que si esa excusa no servía no quedaba más que hacer...

—¿Y si la hubiera?— te interrumpió—. ¿Si hubiera una manera de ganar la herencia? ¿La tomarías?

—¿Qué tramas?— reconocías que Ransom nunca se quedaba de brazos cruzados, así que ganar la herencia no sería cualquier juego para él. 

—No me esperes despierta— fue lo último que te dijo antes de ponerse la ropa que ya se había retirado y darte un beso en la mejilla—. Los amo.

(...)

—¿Ya lo sabes?— fue la pregunta que te hizo Ransom al verte leer el periódico. 

—¿Por qué lo haría?— susurraste aguantando las lágrimas en tus ojos. 

—No lo sé— respondió encogiéndose de hombros—. Pero estoy seguro de que Marta tuvo que ver en esto. 

—Ransom— advertiste a tu esposo sabiendo que a él le encantaba culpar a los empleados por todos. 

—Yo sé algo que nadie a descubierto. 

—¿De qué hablas?

—No puedo decírtelo ahora, pero quiero que confíes en mí, ¿está bien?

No querías dudar de él, pero tu instinto te decía que no lo hicieras, no al menos está vez. 

—Yo confío en ti, Ransom. 

—Solo queda una cosa por hacer  y todo saldrá a la perfección. 

—¿Qué tenemos que hacer?

—Mejor dicho, lo que tú tendrás que hacer. 

Y lo entendió. Está era su única y última oportunidad de obtener la herencia de Harlan.

—Marta— dijiste al entender por donde iba todo este asunto. 

—Una vez que resolvamos esto no tendremos que preocuparnos por nada— susurró colocando una de sus manos sobre tu vientre y por primera vez sentiste que por fin podrían vivir en paz. 

(...)

La familia Thrombey se volvía a reunir, pero está vez el motivo de la reunión era diferente. Hoy se leería el testamento de Harlan, así la familia sabría quién se quedaría con la herencia, algo que mucho anhelaban, pero que solo dos personas sabían la verdad. 

—Bueno, esto será interesante, porque Harlan cambió su testamento una semana antes de morir— anunció el encargado de leer el testamento. 

Estabas trabajando en mantenerte neutral ante las palabras dichas, pues la familia recién se enteraba de que tú y Ransom estaban completamente fuera del testamento. 

—Si alguien tiene dudas estamos todos y podemos hablar. Aunque no creo que sea tan complicado— siguió hablando el mismo señor tomando el testamento—. Los bienes de Harlan son: la casa, sesenta millones de dólares y por supuesto la propiedad de sangre y vino, su editorial.

Todos tenían los nervios a flote por saber quién se quedaría con todo aquello. Pero bastaron dos palabras; o en este caso un nombre, para que todos perdieran esa esencia de felicidad.

—Marta Cabrera.

Justo como lo había prometido Harlan, toda su herencia le pertenecía ahora a Marta Cabrera, su enfermera.

(...)

Habían pasado semanas desde que anunciaron para quién sería toda la fortuna de Harlan y Marta no podía tan siquiera creerlo, pues ella no fue más que su enfermera y una amiga para el difunto señor. 

—Hola, Marta— saludaste al ver que Marta abrió la puerta de su casa. 

Habías estado vigilando junto con Ransom los horarios de su familia y eligieron el momento adecuado para afrontar a Marta estando sola. 

—¿TN?¿Qué haces aquí?

—Lo siento— te disculpaste negando con la cabeza—, es que yo...— tu voz se rompió con el llanto que guardabas. 

Marta reaccionó rápido ante tu actuar, por lo que te hizo pasar rápidamente a su casa ignorando por completo que el auto de Ransom esperaba a unas cuantas casas y admiraba la actuación de su esposa . 

Cuando te calmaste un poco, Marta te sirvió un poco de té el cual aceptaste con gusto. 

—Marta, sé que piensas que solo vengo por la herencia— dijiste. Pues toda la familia Thrombey había estado hostigando a Marta al reclamarle que la herencia les pertenece—. Pero solo quería saber cómo estabas— Marta se sorprendió al escucharte—, sé cómo es la familia de Ransom y con eso debo suponer que no debes estarla pasando bien tras lo que pasó con el testamento. 

—Yo...— Marta soltó un suspiro—, No sé porqué Harlan dejó todo a mi nombre. Siento que no me lo merezco. 

—¿Por qué no te lo merecerías'— preguntaste. 

—Yo hice algo y...— paró sus palabras al ver lo que estaba a punto de decirte. Ella se había equivocado con los medicamentos de Harlan la noche de su cumpleaños y había estado guardando todo desde ese día, ya no podía más, tenía que confesarse—. TN, yo...

—Estoy embarazada— interrumpiste. No sabías qué es lo que Marta quería decirte y la verdad era que no sentías interés por ello, tú ibas por algo y saldrías con ello. 

—¿Qué? 

—Tengo tres meses, Marta. Traté de ocultarlo a la familia de Ransom, pero— negaste con tu cabeza tratando de hacer acuosos tus ojos— no tenemos dinero, y en verdad lo necesito, lo necesitamos— te corregiste—. Ni siquiera sé si podremos sobrevivir para cuando nazca el bebé con el empleo que acaba de conseguir Ransom. 

—Yo no lo sabía— murmuró Marta impresionada ante tu acción de confesarle todo. 

—Nadie lo sabe. ¿Acaso crees que Ransom y yo faltábamos a las reuniones familiares solo porque no se nos daba la gana?— le preguntaste de una manera seria—. Ambos estamos todo el día en el trabajo, o al menos yo lo estaba, me despidieron hace unas semanas— confesaste—. Quería contarle todo esto a Harlan, pero Ransom quiso hacerlo y no resultó muy bien.

—Yo les ayudaré. 

—No, Marta. No quiero que lo hagas por pena, nosotros...

—Lo hago porqué eres mi amiga y sé que si yo estuviera en la misma posición harías lo mismo por mí— te interrumpió. Te sentías un poco mal por utilizar a Marta, pero tenías que hacerlo. 

En estos momentos te alegrabas tanto de haberle hablado a Marta el día en que empezó a trabajar para Harlan. 

—¿De verdad lo harás?

—Sí, mañana transferiré la mitad del dinero a sus cuentas. Incluso pueden quedarse con la editorial, así no tendrán que estar buscando empleos.

—En verdad no sé como agradecerte— dijiste mientras la abrazabas. 

—TN, hay algo que debo decirte, pero no debes decírselo a nadie.

—¿Qué sucede?

Ese sería el momento en el que Marta le confesaría todo a TN, de cómo cambió los medicamentos sin darse cuenta. 

(...)

—¿Aceptó?

—¿Tú qué crees?— ambos empezaron a reír mientras se alejaban de la casa de Marta y se estacionaban en otra parte. 

—Fue tan sencillo— murmuró Ransom tomando tu cara entre sus manos para besarte. 

—Prepara tu billetera, Ransom. Mañana unos hermosos millones caerán ahí.

—Te amo— confesó besándote de nuevo.

Quién diría que el plan había caído muy bien para ambos.

—Lo sé— dijiste está vez colocándote correctamente en tu asiento—. Pero esto aún no acaba.

—Tienes razón, tenemos que ir preparando el cuarto de está pequeña criatura— dijo mientras tocaba con suavidad tu vientre poco abultado. 

—No habló de eso Ransom— él frunció el ceño demostrando que estaba bastante confundido.

—Pero todo está hecho.

—No del todo. Marta confundió los medicamentos esa noche.

Ransom no debía dejar que su esposa se enterara de lo que había hecho él cuando regreso a la mansión Thrombey y cambió el contenido de los medicamentos. 

•••

✅ OS actualizado

1750/ 2248 

La verdad en este OS si le cambié algunas cosas.

Continue Reading

You'll Also Like

2.2M 114K 64
↳ ❝ [ INSANITY ] ❞ ━ yandere alastor x fem! reader ┕ 𝐈𝐧 𝐰𝐡𝐢𝐜𝐡, (y/n) dies and for some strange reason, reincarnates as a ...
1M 43.1K 51
Being a single dad is difficult. Being a Formula 1 driver is also tricky. Charles Leclerc is living both situations and it's hard, especially since h...
131K 4.8K 87
Ahsoka Velaryon. Unlike her brothers Jacaerys, Lucaerys, and Joffery. Ahsoka was born with stark white hair that was incredibly thick and coarse, eye...
1.1M 48.1K 94
Maddison Sloan starts her residency at Seattle Grace Hospital and runs into old faces and new friends. "Ugh, men are idiots." OC x OC