— ¿Aun quieres aclarar tus dudas? —preguntó Lawliet, con lo que Kaori dejó el libro que leía y volteó a verlo. Era el segundo día y ambos estaban muy concentrados en sus lecturas en biblioteca. Lawliet estaba sentado acuclillado, a Kaori le había bastado ese poco tiempo para acostumbrarse.
—Pues...Sí.
—Tu cuarta pregunta era si Matsuda sabía del caso. No, no lo sabe. Él cree que sigo muerto.
—Deberías decirle la verdad.
—No creo que sea necesario. Su vida está muy tranquila ahora. Pregunta cinco: Sí, ayudé a Near en el caso de E-Kira. Pregunta seis: todavía manejo helicópteros, pero sólo cuando es necesario. Pregunta siete: No me considero cruel. Última pregunta: Me agradas, Kaori.
Kaori apretó los labios tratando de no ponerse roja. Ella había soltado todas esas dudas al azar, se encontraba muy nerviosa y emocionada. No creía que Lawliet las recordara o más aún, que las respondiera.
— ¿Por qué fingiste tu muerte?
—El caso Kira fue muy difícil y muy largo, se podría decir que casi me tuvo en jaque.
"En jaque" una expresión que Near usaría, pensó Kaori.
—Te viste obligado a hacer eso.
—Kira era soberbio, la investigación avanzaría si él creía que ganó. Bajaría la guardia, y lo hizo.
— ¿Pudiste verlo...Morir?
—Su propio poder terminó matándolo. Yo solo fui a despedirme.
— ¿Y por qué?
—Porque era mi amigo.
Total silencio. Kaori no creyó que Lawliet entraría tanto en detalles, el caso le había sido difícil por partida doble.