James: 4 años
Albus: 2 años
Scorpius: 2 años
-ô-
"Draco Malfoy estaba allí de pie con su esposa e hijo, con un abrigo oscuro abotonado hasta la garganta. Su pelo estaba peinado hacia atrás de tal forma que enfatizaba la barbilla puntiaguda. El nuevo chico se parecía a Draco tanto como Albus se parecía a Harry. Draco captó un vistazo de Harry, Ron, Hermione y Ginny mirándole, asintió cortesmente, y se alejó." **
Y despertó, viendo solo la oscuridad que invadía la habitación.
Draco, sentía que no podía respirar, sus pulmones comenzaron a apretarse por la falta de oxígeno en la atmósfera de la habitación. Sin que pudiera evitarlo sus ojos empezaron a humedecerse y la falta de aire solo empeoraba la situación.
La peor pesadilla de Draco se había hecho realidad. No había tenido pesadillas desde que habían nacido sus gemelos. Pero últimamente un sentimiento de soledad había invadido sus pensamientos, no le había comentado nada a Harry porque no quería preocuparlo. Pero tal vez era hora de hablar con su marido al respecto.
Trató de calmarse, para no despertar a Harry, no obstante el dolor que sentía en su pecho,causado por todas las emociones que salían a flote, no mejoraba la situación.
Sentía que el dolor invadía cada zona de su cuerpo, hasta que sintió unas suaves manos acariciando su espalda.
- Shh – calmo Harry – Estoy aquí, tranquilo Dragon. Todo estará bien.
Respira y luego exhala vamos, dragon. Tranquilo.- dijo Harry, acariciando a su esposo y empezando a dejar pequeños besos en su cien.
Draco trató de seguir el consejo de su esposo, y sintió como poco a poco su respiración se regulaba. Su cuerpo empezó a relajarse y por insistió cerró los ojos para disfrutar las caricias y besos de su marido.
- ¿Estás mejor?- preguntó Harry. Draco lo único que pudo hacer fue asentir con la cabeza- ¿Quieres hablar de eso?
Draco negó – Quiero ver a mis hijos.
- Draco.No creo que...
-¡Potter, quiero ver a mis hijos, ahora!-gritó alterado.
Sin pensarlo dos veces, se levantó de la cama y fue directo al cuarto de James.Ignorando los gritos de su esposo.
Quería verlos, quería saber si estaban bien, quería comprobar que los últimos siete años de su vida no había sido un sueño. La ansiedad que invadía su ser no dejaba que pensara bien las cosas, lo único que quería era comprobar que sus hijos estuvieran bien.
Draco entró a la habitación de su hijo más grande.
Jamie estaba dormido, su boca ligeramente abierta y su cabello estaba esparcido por toda su almohada. Llevaba un mameluco de oso que había sido regalo de su abuelo Remus y se aferraba a su osito de peluche como si su vida dependiera de ello.
Draco se acercó a la cama de James y acarició su cabecita con mucha delicadeza. Contemplando lo hermoso y tierno que se veía su hijo.
-¿Qué ocurre, amor?- preguntó Harry, desde la puerta de la habitación de James.
- Yo... yo creo que quiero dormir con mis hijos.- contestó Draco. Cargando a su hijo mayor con cuidado, para llevarlo a su habitación- Puedes ir por los gemelos en lo que yo dejo a James en nuestra recamara.
Harry le dio un tierno beso en la cabeza de su esposo - Lo que tú digas, amor.
Quince minutos después, los tres niños estaban en la cama de sus padres. Todos juntitos y bien tapados. La presencia de sus hijos hizo que Draco se relajara.
-¿Qué fue lo que soñaste, Draco? – preguntó Harry, retirando mechones de cabello de la cara a su esposo.
- Soñé – dijo tímidamente- que tú ... soñé que tu te casabas con alguien más y yo igual y nos veíamos tiempo después con...con nuestras esposas pero...solo nos ignoramos y luego...nuestros hijos, Merlin, Harry sólo tenía a Scorpius pero no era Scorpius y tu tenias a James y Albus y una niña pero no... pero no eran nuestros hijos y... y termine siendo lo que mis papás querían de mí y...yo no pude soportarlo... no pude.. soy demasiado cobarde y...
Harry limpió las lágrimas que caían de los hermosos ojos de su esposo – Fue una pesadilla, amor. Estamos aquí todos nosotros.
-No se que haría si los perdiera, Harry.- susurro Draco.
-Siempre vamos a estar contigo, cariño.No vamos a dejarte solo.
- Tengo miedo Harry, a veces siento que no hago nada bien y vas a terminar dejándome y yo...
- Shh está bien, cariño, no llores, amor. Nunca te dejaría. Te amo,¿recuerdas? Juntos hasta que la muerte nos separe e incluso te buscaría en las vidas que vienen después.
-No quiero que me dejes- dijo Draco, acariciando la cabecita de Albus.
-No lo voy hacer, amor. Ahora duerme que debes estar cansado.
-Gracias por escucharme,Harry.- dijo Draco, tratando de que el sueño no lo consumiera- Sabes. Lo único bueno de ese sueño fue que...que me di cuenta que me gustaría tener una niña.
- Se que si. Descansa, cariño. Te amo.
- Te amo, Harry
Draco, gracias al calor que proporcionaba el cuerpo de sus hijos y la presencia de su esposo, no tardó mucho en caer en los brazos de morfeo, con la seguridad de que su familia estaría ahí al despertar.
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**Rowling J.K. (2008). Harry Potter y las reliquias de la muerte. Barcelona: Salamandra.**
Porque algo de angustia aveces es necesaria para disfrutar mejor de las cosas <3
pd: No se que hice y creo que lo volví a publicar jaja