Aquí Popee finalmente se anima a ir a aquella simulación de un avion y nos vamos junto a Marifa, Kedamono y Papi que nos hace el favor de llevarnos por el estado de Popee mas que nada
Marifa esta emocionada y asustada y convence a su papa de acompañarnos
Cargaba a mi pequeño sobrino, arruyandolo para aligerar la carga de Paola, quien de le veía muy agotada
Al pasar por la habitación de mi tía, pude escuchar los gritos de mi pequeño primo. Me asomé por la rendija de la puerta y pude observar a Paola tan desesperada por qué Yuri no dejaba de llorar. No lo pensé más y me adentre a la pieza.
— ahora no puedo —fue lo primero que dijo Paola al verme
— vengo a ayudarte —le dije
Ella inmediatamente me entrego al bebé para que lo cargará.
— arrullalo a ver si contigo deja de llorar —hablo sumamente estresada
— ¿dónde está mamá?
— fue a preparar el biberón
Paola se recostó o más bien aventó sobre la cama soltando un largo y pesado suspiro, se le notaba muy cansada, pues incluso podía notar en ella unas ojeras tan marcadas que junto a su cabello desalineado le daban la apariencia de un mapache.
— parece que la estás pasando mal —comente
— sabía que sería difícil pero no creo que tanto
Sin decir más nada, procedí a arrullar a mi pequeño primo dándole ligeras palmadas en su espalda mientras le cantaba una canción de cuna que mi madre solía cantarse de pequeña.
De a poco aquel llanto fue cesando hasta que se detuvo en su totalidad y el pequeño Yuri caía en los brazos de Morfeo.
— finalmente se durmió —hable en voz baja para no despertarle
Al mirar hacia enfrente pude notar que Yuri no era el único que había cedido ante el sueño, si no que, Paola también cayó noqueada, completamente desmayada de cansancio, inclusive podia escuchar ligeros ronquidos de aquella mujer.
Con mucho cuidado, recosté a mi primo en su cuna con tanta delicadeza como podía para evitar que despertará.
Una vez le acomode en su cuna, mi teléfono me jugo en contra y comenzó a hacer tanto ruido. Inmediatamente respondí sin fijarme si quiera pues no quería despertar a ninguno.
Salí de la habitación y cerré la puerta detrás mío mientras hablaba.
— ¿hola?
— T/N sal de tu casa que vamos por ti —dijo una voz conocida a través del móvil
— ¿Marifa?
— rápido que debemos irnos, te veo afuera de la puerta
— pero-
Sin dejarme hablar cortó la llamada, sin explicación, ni nada, tan solo una indicación.
Me despedí de mamá y le avisé que ambos, madre e hijo, se encontraban en el país de los sueños.
Una vez salí de casa ya se encontraba un auto frente a esta, y por la ventana la albina se asomó para gritarme que subiera con ellos. Sin más acaté las instrucciones.
Una ves abordo me tope con Papi, Kedamono, Marifa y Popee a quienes saludé.
Apenas me abroche el cinturón el auto arranco sin más.
— ¿qué está pasando?, ¿hacía dónde vamos? —cuestione con intriga
— vamos a una convension —explico la albina
— ¿convension de que?
— de realidad virtual y simulaciones
Se le notaba muy entusiasmada por el evento.
Mire a mi lado, dónde se encontraba aquel chico rubio a quien saludé con un movimiento de manos y el respondió de la misma manera.
No tardamos mucho en llegar, y ya una vez en aquel evento nuestros caminos de separaron, sobre todo aquella albina que de la emoción se escapó del grupo y fue perseguida por su padre, quedándonos así Kedamono, Popee y yo juntos.
— y bien, ¿qué quieren hacer primero? —les pregunté
Sin embargo, ninguno logro entenderme, ¿la razón?, no me había dado cuenta que había olvidado mi traductor en casa, hasta ese momento que me busque por todas partes tratando de encontrarlo sin éxito alguno.
— ¡mi traductor!, lo deje en casa —dije cabizbaja
— ochitsuita T/N —hablo el peli-morado tratando de consolarme
— hyōshiki o tsukatte komyunikēshon o toru —dijo el rubio haciendo señas
Así entendí lo que ambos quisieron decirme, no había opción, nos comunicaríamos a través de sueñas.
Asentí más tranquila y comenzamos nuestro recorrido.
El sitio era enorme, tanto así que incluso había un mapa para guiarse dónde también indicaba cada exposición que podías encontrar.
De algo si estábamos seguros, no caminamos demasiado, y haríamos breves pausas en nuestro recorrido por aquel rubio quien a pesar de poder apoyar en pie sobre el suelo y comenzar a caminar de nuevo, no debía apresurar las cosas, ni dejarse llevar caminando de más.
Aquel lugar me recordaba a esa vez en la que juntos fuimos hasta Tokio, en aquel lugar donde ambos hermanos habían discutido fuertemente.
Probamos algunas realidades virtuales primero, tanto de videojuegos como arquitectura y demás.
Luego de caminar un rato, decidimos descansar en otro sitio de realidad virtual ya que ahí tenían bancas dónde poder tomar asiento y descansar un rato.
Popee de sentó un rato mientras que Kedamono y yo probaríamos aquel juego. Mala decisión. Al colocarnos los visores fue que nos dimos cuenta de lo que sucedía.
Un juego de terror.
La situación. Me encontraba en una sala de estar común, pero oscura y tenebrosa. Se nos incluyeron audífonos que nos harían sumergirnos aún más dentro de la simulación.
El sonido del viento helado, acompañado del crujir de la madera, con una linterna en la mano que era lo único que nos ayudaba a iluminar aquel sintió oscuro.
Escuché algunos sonidos de arrastre a un costado, me gire para alumbrar con la linterna, nada. Unas pisadas o manotazos a mi espalda, pero al pasar la linterna, de nuevo nada. Dejé de escuchar ruidos, sin embargo, no deje de alumbrar mis alrededores, hasta que mire al frente mío. Al pasar la linterna ví a una mujer partida por la mitad, tan solo poseía la mitad de su cuerpo, de la cintura para arriba y se sostenía con ambas manos, se veía aterrador, ella permaneció ahí inmóvil por unos segundos hasta que tan rápida como flash se abalanzó hacía mi.
Por supuesto me sobre salte del susto, no obstante al momento que aquella cosa se me abalanzó, sentí un fuerte golpe en el estómago que me hizo retroceder perdiendo el equilibrio y caí, sintiendo unos brazos rodearme.
Inmediatamente me quite el visor completamente asustada, desconcertada, adolorida, desorientada y con el pulso a todo lo que daba, sentía que mi corazón se saldría por mi boca de tan fuerte que latía.
Al mirar a mis alrededores me encontré con la sorpresa de haber caído sobre las piernas de aquel rubio quien se encontraba sentado en la banca, me rodeaba con ambos brazos con preocupación en su rostro.
— daijōbu?! —me pregunto
Poco a poco mis latidos volvió a su ritmo natural, mi respiración se estabilizó y mi color pálido se esfumó, pero el dolor en el vientre continúo.
— i'm okey —le respondí con mi voz un poco temblorosa
En ese momento el peli-morado salió de la realidad virtual y se dirigió de inmediato hacía mi.
— T/N daijōbu? —dijo con preocupación— suminasen, suminasen, suminasen —repitió una y otra vez— watashi wa anata o naguru tsumori wa nakatta
Se arrodilló colocando su cabeza en el suelo suplicando perdón.
Seguía desorientada, no comprendía muy bien porque el peli-morado se encontraba en el suelo arrodillándose.
— Keda levántate por favor —le dije avergonzada ayudándole a levantarse
— watashi wa anata o naguru tsumori wa nakatta —repitió, pero está vez acompañado de señas para que comprendiera
Por sus señas comprendí que el al asustarse por aquel monstruo que apareció ante el, soltó un manotazo inconscientemente, golpeándome en el proceso.
— estoy bien, no te preocupes —le repetí incesante, incluso con señas, hasta que lo entendió
Ya una vez nos calmamos, me pude percatar que Popee se encontraba molesto, me tomo de la mano, miro a Kedamono con enfado y le dijo:
— chūi shite kudasai —hablo con seriedad,amenazante
— gomenasai —se disculpo con tartamudeos agachando la cabeza
— ambos cálmense, no paso nada, tan solo fue un susto
Pareció que ambos comprendieron a lo que me refería y simplemente dejaron morir el tema.
Lo estábamos pasando bien, a pesar de tener ciertas complicaciones al comunicarnos y a pesar de aquel altercado.
Fue entonces que recibí una llamada que agradecí, pues corto aquella tensión que comenzaba a formarse entre los tres.
— ¿dónde están? —pregunto la albina al otro lado del teléfono
— en la realidad virtual de terror de una mujer partida a la mitad —le respondí
— bien, iré por ustedes
Dijo para colgar sin previo aviso.
Por medio de señas les expliqué a ambos que la chica y su padre venían a por nosotros. Esperamos un rato por ellos y entonces la chica muy emocionada nos dijo que había encontrado una simulación a la que quería ir.
Otra vez, era un avión.
Compartió miradas con su hermano, esperando su aprobación. Este dudo un poco pero finalmente acepto asintiendo con aprobación.
Mariana sonrío en grande y abrazo a su hermano con gran entusiasmo.
Así, todos nos subimos juntos. Por supuesto, a pesar de simular un avión, en absoluto tenía que ver con la experiencia real, ya que se movía más como una nave espacial que como un avión real.
Aún así, fue bastante notorio que Popee sentía nervios y un poco de miedo, pero trataba de ocultarlo.
No lo dude y le tome de la mano, haciéndole saber que no tenía porque temer, que tan solo era una simulación y nada más, apenas se elevaba poco menos de un metro del suelo.
Al sujetar si mano, me miró, le mostré una sonrisa para tranquilizarlo, cosa que pareció funcionar, aún así, cada que se movía el chico sujetaba con fuerza mi mano, más no lo suficiente para lastimarme.
La simulación finalmente termino y todos bajamos de ahí.
Marifa se veía muy feliz, mientras que su hermano se veía más bien aliviado de que hubiese terminado y poco mostraba un pequeño signo de felicidad al haber enfrentado un poco su miedo.
Después de un largo día, regresamos, y mientras íbamos de camino, tome mi móvil y comencé a conversar con Popee:
<( como te sentiste con la simulación de avión 🤔 )
( no estuvo tan mal 👀 )>
<( note tu miedo 🧐 )
( ... )>
( solo un poco 🤏😵💫 )>
<( hey )
<( lo enfrentaste )
<( y lo hiciste por tu hermana )
<( eso me parece tan admirable y valiente de tu parte 💪☺️ )
( gracias 🤗 )>
<( lamento haber caído sobre ti 😅 )
( no fue tu culpa )>
( te aventaron de un golpe recuerdas? )>
<( si pero )
<( ese juego daba miedo 😖 )
( no te dolió? )>
( aún te duele? )>
<( para nada )
<( estoy bien 🤭 )
Entonces nos miramos. Le dedique una sonrisa y el hizo lo mismo.
— tortolos no los esperaremos por siempre —hablo Marifa regresando nos a la realidad— hemos llegado a tu casa T/N
Mire por la ventana, era verdad, sin darme cuenta habíamos llegado a la casa de Paola.
— muchas gracias por invitarme —les agradecí
Me despedí y abrí la puerta para retirarme.
— espera, T/N —me detuvo la albina— no piensas iré así nada más, ¿cierto?
Irme así nada más, ¿a qué se refería?, ¿a caso me cobraría por todo?. Miles de preguntas llegaban a mi cabeza y mi incertidumbre era reflejada en mi rostro.
Al notarlo, Marifa rio.
— tranquila, tranquila, no te voy a cobrar —atino a mis pensamientos— es solo que, no pensarás irte sin despedirte primero de mi hermano, ¿o si?
— despedirme
— si así es —hablo con una sonrisa— ya sabes, kiss
Aquella chica simuló un beso para que el resto dentro del vehículo comprendiera y al hacerlo, su padre ánimo diciendo:
— kisu, kisu, kisu
Repetidas veces, e incitó a Kedamono a hacer lo mismo. A los pocos segundos los tres repetían la misma palabra una y otra vez, animandonos al rubio y a mí a besarnos.
Por supuesto entojecí por la vergüenza y aquel chico también.
— sutoppu —dijo el rubio tratando de deter a los tes
Sin embargo, no se detendrían hasta conseguir lo que quieren y ambos lo sabíamos. No teníamos opción, por lo que, aún a pesar de lo avergonzados que nos sentíamos, decidimos hacerlo, tan solo era un beso.
Ambos sujetamos la mejilla del otro, cerramos los ojos y unimos nuestros labios en un beso.
Los presentes festejaron y aplaudieron.
Nos separamos sumamente enrojecidos y fue momento de despedirnos.
— adiós —me dijo el rubio tartamudeando
— bye bye —le respondí igual
Wow, un capítulo muy largo, no esperaba que durará tanto pero sin darme cuenta ya había escrito demasiado
😹😹