hacía el año 90 a.c y el olimpo estaba vuelto loco, los dioses estaban locos por la llegada de ese nuevo dios, después de tantos años de no verse, renjun; el dios del amor y la fertilidad, el dios más hermoso de todos había regresado al olimpo. todos preparaban su regreso e incluso llamaron a jaemin, el dios de la guerra para que todos los dioses pudieran estar presentes para darle una buena bienvenida al hermoso dios.
en el olimpo la música de la época estaba ya en su esplendor, los ángeles tocaban buenas melodías que amenizaban la espera, un acelerado jisung corría por los pasillos mientras checaba que todo estuviera en orden mientras gritaba a los esclavos que llevaran las bebidas a los dioses.
chenle y mark y otros dioses se encontraban ayudando a las musas y esclavos para que los últimos arreglos del olimpo estuvieran listos a tiempo y jisung no se estresara.
yuta se encontraba comiendo de los aperitivos mientras la hija de taeyong, jimin, lo regañaba por no esperar a que empezara la fiesta.
y taeyong estaba junto a su no muy feliz esposo; doyoung en la espera de renjun. de vez en cuando doyoung resoplaba haciendo claro su molestia. y es que no era secreto para nadie la rivalidad que existía entre doyoung y renjun por culpa de paris de troya quien había elegido a renjun como el dios más hermoso sobre de él.
jeno se colocó junto a su hermano taeyong y le sonrió mientras miraba hacia la entrada del olimpo.
—¿qué, jeno? ¿esperas a que mi renjun aparezca? — habló taeyong observándole con burla al ver al chico tan desesperado.
—mh, más bien espero por tu otro hijo, taeyong. espero con ansias ver a haechan. —jeno guiñó su ojo mientras taeyong le miraba con su ceja levantada.
—moong, olvídate de él. con suerte deja que jaemin toque su hombro, a todos los repele como peste.
jeno soltó un resoplido mientras veía como doyoung asentía dándole la razón a su esposo.
—¡idioteces! ya verán como haechan cae ante mis encantos, nos casaremos, incluso.
las trompetas sonaron anunciando la entrada de otro dios y las tres divinidades voltearon viendo a ver de quién se trataba. un elegante dios de pelo rojo llegó tomado del brazo junto de otro dios de cabello negro, casi les fue imposible a las tres divinidades reconocer que se trataba de jaemin y su hermanastro haechan; ambos dioses de la guerra entraron con sus perfiles en alto anonando a los demás dioses, como ya era de esperarse, ignoraron a todos y fueron directo hacia su padres, una melena negra fue a posarse junto a su padre doyoung y un pelirrojo se situó junto a taeyong haciendo de lado a jeno.
taeyong abrazó con felicidad a haechan y éste soltó una risita mientras veía con felicidad a su padre.
—doyoung hyung, hoy llega el hijo de mi padre, ¿no se siente enojado de que lleguen a despojarlo como el dios más hermoso?
el nombrado resopló mientras los otros tres dioses reían viendo la rabieta del guapo dios.
—haechannie, deja a mi padre en paz, el pobre aún no supera que sus hijos con taeyong hyung no sean tan bien recibidos como lo somos nosotros y.... ¡ay!
—¡cállate, irrespetuoso! —doyoung le dedicó una mala mirada a su peli negro hijo después de darle un pellizco y se acomodó el cabello mientras veía al frente como si nada hubiese pasado.
haechan volteó a su lado derecho encontrándose con la mirada de jeno sobre él. el pelirrojo apartó la mirada con rapidez sintiendo cómo sus mejillas se calentaban y se recriminó a su mismo por ser tan perdedor, como jaemin solía decirle y encontrar a la deidad tan guapa que ni siquiera podía sostenerle la mirada.
las trompetas sonaron de forma diferente haciendo claro que renjun había llegado. todos los dioses callaron de repente viendo con atención hacia la puerta y segundos después ésta se abrió dejando ver algunas esclavas antes de ver cómo una nube entraba y dejaba ver a una figura fenomenal.
las esclavas se quitaron del camino y un cabello rubio se dejó ver ante todos, la nube se fue eliminó por completo y el dios se dejó ver en toda su expresión; una túnica que rodeaba de su cintura hacia abajo, dejando ver su plano abdomen y unos pezones rosados, una piel blanquecina, unos labios rosados y largos que podían ser la tentación de cualquiera, unos ojos peligrosos y rasgados; huang renjun había llegado al olimpo y todos estaban perdidos en él.
jeno levantó sus cejas viendo cómo incluso jisung había dejado de correr para admirar al dios que sonreía con amabilidad a todos y río dándole unas palmadas al dios más pequeño del olimpo.
haechan dejó de comer las uvas verdes que se encontraban en su plato y vio cómo su hermanastro se aproximaba a ellos con pasos pequeños.
doyoung soltó un resoplido pero internamente sonrió con alegría por ver al causante de sus canas verdes de nuevo, jimin jaloneó a un yuta que se quejaba de querer seguir comiendo y llegaron junto a jeno.
taeyong le sonrió a su hijo esperando a que éste llegara hasta él para abrazarle y jaemin... bueno, jaemin tomó más de su bebida viendo sin mucho interés a sus alrededores.
renjun tronó su dedo y una de sus esclavas fue hasta él, espero a que la hermosa chica se colocara junto a él y con sutileza señaló hacia el dios peli negro que se hallaba junto al esposo de su padre.
—aeri, amor. ¿quién es el que está junto a doyoung?
—es na jaemin, su divinidad; es hijo de doyoung y su ex esposo yuta y es el dios de la guerra, hermanastro de haechan e hijastro de su padre, taeyong.
renjun alzó una ceja y se sintió frustrado, todos lo observaban con atención excepto ese chico peli negro, el cual se veía más concentrado en descubrir el contenido de su bebida.
—gracias, aeri, iré con ellos.
su esclava asintió y regresó con las demás mientras el rubio se terminó de acercar a los dioses.
cuando estuvo frente a frente con las divinidades, el olimpo entero se llenó en silencio, mark y chenle se acercaron sutilmente y se colocaron junto a los demás dioses para recibir al hermoso dios.
—doyoung... papá taeyong... —mencionó renjun con su hermosa voz. —me alegra verlos.
—lástima que yo no pueda decir lo mismo, ren... —habló doyoung antes de dedicarle una amistosa mirada.— te ves precioso, niño.
las mejillas de renjun se contornearon de un color rosa y soltó una pequeña risa.
—te extrañé doyoung hyung.— dijo antes de darle un abrazo.
los brazos de taeyong se abrieron para su hijo y éste los recibió con felicidad.
—también te extrañé a ti, papá.
haechan bufó y se colocó frente a su hermanastro jaemin, tocó con cuidado su hombro y negó.
—quería que se armara una pelea entre doyoung hyung y renjun, pero lo único que obtengo es cursilería de familia.
jaemin, quien se encontraba entretenido viendo su bebida, posó la mirada en su rubio hermanastro y levantó las cejas.
—¿ya llegó renjun?
—eres un idiota, no me cabe duda. está parado a unos escasos metros de ti.
jaemin volteó su mirada hacia donde su hermano apuntó y juró que nunca en su larga existencia había observado a tal belleza como renjun. los ojos del rubio se posaron en él y sonrió con malicia.
—doyoung, ¿no me presentarás a las divinidades de la guerra?
el nombrado le sonrió y volvió su mirada hacia jaemin y haechan.
—renjun, ten el gusto de conocer a jaemin y haechan de grecia.
renjun sonrió y saludó al pelirrojo primero, para después pasar con el peli negro y sonreírle con coquetería.
—un gusto, jaemin, soy renjun.
renjun le ofreció su mano y el dios de la guerra la aceptó sin dudarlo, para después dejar un lento beso en el dorso de su mano.
—el gusto es mío, su divinidad.
quiero aclarar que si me equivoco en algún nombre o colores de cabello, es porque esta novela la escribí originalmente con bts entonces no se sorprendan si leen de la nada aparece el nombre de jungkook 🥴.