Jung Heewon solía ser enfermera en el Hospital Nacional de Seúl, un recinto prestigioso y que (para su beneficio) ofrecía un excelente sueldo. Agradeció los pocos años que trabajó ahí antes de renunciar. No era su pasión cuidar a otros, se dio cuenta un poco tarde de eso.
Pero no lo perdió todo. Encontró amigos (ex compañeros de trabajo, en realidad) y a Yoo Joonghyuk. El paciente que ella cuidó durante los meses que estuvo ahí internado. Eso fue hace 7 años. Ella tenía 24, haciendo sus últimas prácticas para terminar su carrera y comenzar a trabajar de inmediato, un chico de 21 años había llegado a emergencias. El único sobreviviente de un accidente de tráfico.
Ella recuerda vividamente las heridas que traía, además de haber pensado que quizá no sobreviviria la noche. Milagrosamente, estaba vivo al día siguiente. Y al siguiente también.
Había comenzado con una charla causal, siempre cuidando no mencionar nada del accidente. Él era un poco cortante, pero siempre le ponía atención. Un chico agradable, había pensado. Y él estaba agradecido con ella.
Siguieron en contacto incluso después de dejar el hospital. Ahora, eran amigos muy cercanos. Y a Jung Heewon le hacía feliz que Yoo Joonghyuk estuviera en la fiesta de au compromiso.
— ¿Por qué no la invitas a bailar? — ah, ella también lo molestaba con Lee Seolhwa.
— No, estoy bien así. — ambos miraron a la peliblanca, charlando con una chica de cabello rubio y otra de cabello negro. Reían y tomaban un trago, bueno, al menos dos de ellas.
— ¡Ya casi tengo 18!
— Casi, pero aún no. Sigue bebiendo tu jugo, Jihye-ssi.
La conversación volvió a fluir de manera normal ante la mirada de Yoo Joonghyuk.
— Sólo levántate y pídele bailar. No es tan difícil. — mencionó Han Sooyoung, con una copa de vino en la mano y la mano de Yoo Sangah, su pareja, en la otra. Soprendentemente, Yoo Sangah asintió en acuerdo. Tal vez Yoo Joonghyuk ya estaba un poco borracho e imaginando cosas.
— Joonghyuk-ssi, considero que deberías darte una oportunidad. Si no es ella, con alguien más. — Yoo Sangah sonrió gentilmente — no te limites a amar a alguien.
Yoo Joonghyuk suspiró. Y asintió. — Gracias, Sangah-ssi.
— ¿A ella si le harás caso y a mi no? — pudo ver el ceño fruncido de Han Sooyoung. Jung Heewon soltó una leve carcajada antes de girar su cabeza y mirar la entrada del salón.
— Tengo que ir a recibir más gente. Creo que ya él ya llegó. — dicho esto, se alejó de ellos.
— ¿Quién llegó? — Han Sooyoung volteó a ver a Yoo Sangah.
— El pianista, amigo de Heewon-ssi.
Un hombre delgado pasó por su campo de visión, captando la mirada de la pareja. Ajeno a esto, Yoo Joonghyuk estaba en un pequeño duelo sobre si invitar a Lee Seolhwa a salir o no. No notó al pianista llegar al escenario y comenzar a preparar todo.
Se levantó para acercarse al trío de mujeres que aún charlaban. Tocó el hombro de Lee Seolhwa.
— ¡Joonghyuk-ah, cuanto tiempo sin verte! — ella parecía feliz. Él trató de armarse de valor.
— Seolhwa-yah, ¿podemos hablar un minuto? — ella parecía un poco confundida pero aceptó de igual forma.
Ambos salieron fuera del salón. En el momento en que el pianista comenzó a tocar.