¡Y todo por una apuesta! |Nia...

By AngelPsicopatta

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-Zayn me besó... -N-no importa... -¡Sí, sí importa! -No, tú y yo no somos nada. A ti puede gustarte quién qui... More

Prologo:
Capítulo 1:
Capítulo 2:
Capítulo 3:
Capítulo 4:
Capítulo 5:
Capítulo 6:
Capítulo 7:
Capítulo 8:
Capítulo 9:
Capítulo 10:
Capítulo 11:
Capítulo 12:
Capítulo 13:
Capítulo 14:
Capítulo 15:
Capítulo 16:
Capítulo 17:
Capítulo 18:
Capítulo 19:
Capítulo 20:
Capítulo 21:
Capítulo 22:
Capítulo 23:
Capítulo 24:
Capítulo 25:
Capítulo 26:
Capítulo 27:
Capítulo 28:
Capítulo 29:
Capítulo 30:
Capítulo 31:
Capítulo 32:
Capítulo 33:
Capítulo 34:
Capítulo 35:
Capítulo 36:
Capítulo 37:
Capítulo 38:
Capítulo 40:
Capítulo 41: (Especial Liam Payne)
Epilogo:
¡Otras obras!

Capítulo 39:

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By AngelPsicopatta

Las uñas del muchacho estaban desapareciendo en su boca de tanto morderlas. Sus nervios eran evidentes, y es que habían estado esperando más de tres horas.

Sus padres habían tenido que salir de urgencia tras recibir una llamada. Había pasado aproximadamente una semana desde que Niall había encontrado al bebé abandonado en la calle, la policía se estaba haciendo cargo del caso. Y curiosamente los dos hombres que lo habían interrogado por el caso de Patrick Daniels fueron los mismos que le tomaron la declaración al llegar a la escena del crimen poco antes que sus padres también llegaran.

Había sido un extraño episodio en su vida que estaba intentando olvidar, pero era difícil, en especial por las noches, porque siempre que cerraba los ojos veía la bolsa de basura negra y el bebé ahí dentro, recurrentemente tenía pesadi pero ll al as en las que escuchaba el llanto de un bebé correr a abrir la bolsa donde estaba nunca podía llegar a ella, en otro sueño se veía cargando al feto ensangrentado muerto, y la peor era la de un hombre encapuchado golpeando con un bate de béisbol la bolsa con el bebé dentro.

No le había contado a nadie sobre su problema para conciliar el sueño, mucho menos sobre sus pesadillas, aunque sus padres no le cuestionaron por no ir al instituto durante esos días, suponía que las ojeras bajo sus ojos y su falta de apetito eran respuesta. An Vené incluso le había mencionado que en ocasiones parecía perdido, lo curioso es que cuando se lo dijo el chico pensaba en todas las extrañas situaciones en que se encontraba, como el interrogatorio sobre Patrick Daniels, el raro encuentro con Liam, el bebé abandonado en una bolsa de basura, y lo más extraño aun, lo que Judith Moore le había dicho esa misma mañana al encontrársela de casualidad al ir a recoger a su hermana de la escuela.

Había sido extraño verla, pues no fue hasta ese momento que notó su ausencia en el instituto las ultimas semanas, la chica era completamente diferente a la que en más de una ocasión intentó quitarle el novio. La ropa que vestía era tan holgada que eso sólo hizo mas notable su delgadez, tenía ojeras, ni siquiera iba maquillada, y lo peor era la expresión en su demacrada cara, parecía terriblemente triste, asustada y preocupada. Y la advertencia con la que había dicho cada palabra lo había dejado pensando y analizando.

Intentó enfocar lo que realmente sus ojos estaban mirando, las extrañas figuras cafés pintadas en los azulejos blancos del piso de su casa. Alejó sus pensamientos casi de inmediato cuando al llevarse una mano a la boca vio que la mayoría de sus uñas habían llegado hasta la cutícula, detuvo ese movimiento y se mordió ligeramente los labios, pues algunos de sus dedos empezaban a sangrar.

Acomodó su cabello hacia atrás en un movimiento, apenas notando que su pierna izquierda se empezaba a mover impaciente, siendo levantada por su talón. Soltó un bufido y se levantó del sillón empezando a caminar en círculos, se llevó de nuevo los dedos a la boca, aunque ya no tuviera uñas que morder.

—Niall, cálmate —le dijo An Vené mirándolo, la niña estaba sentada en el segundo escalón de las escaleras. Niall notó su presencia con un sobresalto—. Ya regresarán.

—¡Es que no puedo! —le respondió impaciente.

—Intenta distraerte.

—Tampoco puedo —mencionó encogiéndose de hombros.

—Distraído es como has estado toda la semana, creeme.

—No es cierto —murmuró.

La pequeña rodó los ojos y se puso de pie para dirigirse a la cocina, entonces ahí se dio cuenta de a lo que se refería su hermana, había estado tan distraído y sumido en sus pensamientos que ni siquiera había notado el cachorro que la niña cargaba, y que todo ese tiempo había estado en sus brazos. El muchacho la siguió con la mirada y luego caminó detrás de ella, porque apenas recordaba que había olvidado recalentar la comida que su madre había dejado para que comieran.

—Niall, olvidaste darme de comer —murmuró la rubia dandole de comer a Pichi, así había llamado al perro, en un tazón lleno de leche—. Entretente con eso.

—Sí, ya sé, y a eso voy —murmuró caminando al refrigerador. Sacó un toper que estaba envuelto en aluminio y lo metió al microondas.

Mientras esperaba agarró un plato y un tenedor para servir allí la comida, una vez que estuvo listo lo dejó en la mesa y An Vené se sentó a comer tranquila. Pero cuando se escuchó el sonido inconfundible de las llaves abriendo una puerta, ambos se voltearon a ver y salieron corriendo de la cocina tan rápido como pudieron, incluso el cachorro fue tras ellos. Se detuvieron frente a las escaleras viendo a su madre entrando con algunas bolsas en las manos, ambos la miraron interrogante.

—Entonces, ¿qué pasó, mamá? —preguntó Niall ansioso.

—Oh bueno —sonrió y dirigió su mirada hacia la puerta.

De nuevo, los dos hijos miraron hacia la puerta, cuando vieron a su padre entrando con alguien en sus brazos, ambos soltaron un grito de sorpresa y alegría al verlo.

—¿Sí se pudo? —preguntó la niña irradiando alegría.

—¡Claro que sí! Aunque es mucho papeleo, pero todo está arreglado. El bebé ya está bien, y al final sí podremos adoptarlo. Encontraron al responsable por la declaración de un testigo —sonrió con tristeza—. Descubrieron que la madre murió en el parto, y el padre no quiso hacerse responsable, en fin... —soltó un suspiro cansado.

—Eso es terrible —susurró Niall.

—Lo sé, cariño, pero eso ya no importa, no nos enfocaremos en las cosas malas. Ahora vayan al auto por las cosas, ya compramos todo lo que el bebé necesita.

—Gracias mami —dijo An Vené caminando hacia su madre y aventándose a sus brazos—. Siempre quise un hermanito menor —sonrió, casi llorando.

—¡Oh, preciosa! —la abrazó también, conmocionada—. Y tú vas a ser una excelente hermana.

El rubio sonrió de lado, permitiéndole el paso a su padre para entrar, no sin antes darle una mirada al pequeño, y luego salió, detrás de él su pequeña hermana corriendo muy feliz. Ambos agarraron las bolsas de plástico que estaban en la cajuela del vehículo, An Vené entró corriendo con dos bolsas y luego salió para agarrar otras más y volver a entrar corriendo. Al cerrar la cajuela Niall vio a un castaño conocido caminando por la acera en su dirección. Lo miró hasta que se detuvo frente a él.

—Louis, ¿qué haces aquí? —cuestionó extrañado.

El muchacho ladeó la cabeza, miró las bolsas que Niall tenía en una mano y agarró algunas, después acompañó al rubio a su casa.

—No has ido al instituto, la gente pregunta por ti, nadie te ha visto, y hay por lo menos un millón de rumores acerca de porqué. Además no respondiste a ningún mensaje que te envié yo y todos los demás, así que vine —dijo casi tranquilo—. ¿Qué es todo esto? —preguntó, un poco confundido.

El rubio se encogió de hombros, ambos caminaron hacia la casa de los Horan.

La cara de sorpresa de Tomlinson fue tanta, que todos rieron al verlo, el muchacho se apenó un poco pero la expresión de sorpresa seguía en su rostro al ver al padre de Niall cargando un bebé y dándole de comer con un biberón. El chico volteó a ver al rubio y éste sonrió antes de ir a dejar las bolsas a la cocina.

—Woah ¿y ese bebé de donde salió? —cuestionó sin mirar a alguien en especial, luego miró a Maura Horan—. ¿Usted no estaba embarazada o sí?

—No Louis, no estaba embarazada —caminó hacia su esposo mientras reía, luego tomó al bebé en brazos—, en realidad es una larga historia...

El castaño notó como el señor miraba a su esposa con una gran sonrisa y miraba detenidamente lo que estaba haciendo. El darse cuenta de ésto lo hizo sonreír también, porque se notaba mucho en la mirada del hombre que amaba tanto a su esposa.

—Mamá, ¿te molesta si salgo un rato? —preguntó Niall desde la puerta de la cocina, había estado mirando a Louis.

La mujer hizo una mueca mirando a su hijo, Louis se preguntó qué significaba ese gesto.

—Niall... —empezó, pero se interrumpió.

—No tardaré —aseguró el chico.

—De acuerdo, sólo... ten cuidado —murmuró, era evidente la preocupación en su voz.

Niall asintió.

Ninguno dijo nada mientras pasaban por la puerta, incluso cuando se encontraron solos en la acera, pero el castaño miraba de reojo, porque Niall se veía diferente, estaba un poco extraño, pero intentó restarle importancia.

Caminaron mientras el viento soplaba y llevaba consigo las hojas secas de los árboles. Arriba las nubes esponjas y oscurecídas se preparaban para llorar...

Cuando Niall sintió el agarre fuerte en su mano volteó a ver a Louis, el castaño lo estaba mirando con una increíble seriedad en el rostro, como Niall no lo había visto casi nunca

—De verdad me gustaría comprender —empezó diciendo—. Pero siempre que lo intento acabas por complicar más las cosas.

—¿Qué? —cuestionó Niall confundido.

—Niall, no entiendo, ¿qué es esto? —preguntó, en su voz había preocupación, parecía desesperación contenida.

—Louis, no sé —susurró—, creo que éstos días...

—Me refiero a todo, Niall, ¿qué es? ¿En qué se han convertido las cosas? Todo es tan diferente desde hace meses, y aun no lo entiendo. Siento ésta horrible lejanía entre nosotros, siento la distancia aun cuando estás frente a mi —lo señaló—, intento hablar contigo pero estás distinto, y no sé qué es. No puedo entender, porque si no es esa extraña y repentina amistad con Daniels, lo que en serio no entiendo, es esa extraña relación que tienes con Liam, o si no es que no te decides entre él y Charlie, ¡ni siquiera sé que tipo de relación tienen tú y Charlie después de lo que sea que tuvieron! —exclamó, y le soltó la muñeca por fin—. Si tienes algún tipo de problema no soy el primero al que recurres, como solías hacer, y últimamente siento que me ocultas todo tipo de cosas en lo que a tu vida se refiere, y... no lo entiendo.

Niall tragó en seco, escuchando.

—Louis —suspiró—. Es complicado...

—Complicado, esa ha sido tu única respuesta para todo —gruñó—. Si no comprendes que ya no siento que ésta amistad signifique algo para ti, entonces yo no...

—¡Louis! —se acercó un paso para estar más cerca, levantó los brazos para abrazarlo pero Louis retrocedió, molesto. Niall dejó caer los brazos, herido—. Eres mi mejor amigo, por supuesto que signifcas mucho para mí, demasiado.

—Sigues diciendo eso, pero no lo parece —dijo, sus ojos estaban tristes—. Si de repente me ignoras, y actúas como que no existo no sé qué pensar. No te he visto realmente las últimas semanas, no hemos hablado, y lo único que noto en ti es que te estás encerrando en ti mismo, te estás alejando, me dejas a un lado, y no sólo a mí, Charlie, Lauren, Harry, Steffan, y no sólo también de Ashton y Michael... he visto cómo los has ignorado...

Niall volvió a tragar en seco y agachó la cabeza, apretó los ojos sintiendo un nudo en la garganta. Louis tenía razón, había descuidado sus amistades, había estado intentando alejarse de todos, no sólo de sus amigos, también de su padre y su madre y su pequeña hermana, que tan preocupados estaban por él... Y ni siquiera se había dado tiempo para pensar en ello.

Louis no tuvo que decirle que estaba actuando de manera egoísta.

—Yo simplemente no sé... creo... es... —soltó un suspiro nervioso—. Louis —levantó los ojos hacia su amigo—, eres la persona en la que mas confío en la vida, de verdad. Pero hay cosas que no puedo decirte porque no quiero que te involucres, y hablo de cosas malas, cosas que involucran a más personas, ¿entiendes?

Louis se quedó allí parado, mirándolo, sin decir nada. Después de segundos negó con la cabeza.

—No, Horan —se encogió de hombros—, no entiendo. Siento que no me dejas entender, sé que hay cosas que no puedes decir, pero en general, últimamente no sé nada de ti. Nos conocemos hace siete años, y es la primera vez que siento que no te conozco.

—Louis...

—He tenido que ser yo el que siempre ha estado viniendo a ti, ¿lo habías notado? Sé que pasaste por cosas difíciles, y estuve allí contigo, pero ¿cuando fue la última vez que tú me ayudaste a mí, eh? —le reclamó, elevando la voz—. Y no sólo en lp que respecta a mí, ¿sabías que el bebé de Perrie y Zayn nace en menos de un mes? ¿O que Los Henderson se van a mudar al terminar el año? Ah, y por cierto, Lauren espera un bebé de Dante. Ni siquiera sabes que a Calum, Ashton, Michael y Luke los llamó una disquera que realmente está interesada en ellos, ni que Charlie y Steffan por fin te superaron y están saliendo. ¡Dime si has pensado en ellos! No lo has hecho. Sólo te preocupas y te lamentas y te desvives por tu novio que nadie sabe donde está, apuesto a que ni siquiera tú.

Niall apretó los puños, empezando a molestarse.

—Oye, tú no tienes ni idea sobre ese tema, así que no hables sobre él, ¿oíste?

—¡Y encima de todo te atreves a defenderlo a pesar de lo que te estoy diciendo! ¿Sabes qué? ¡Véte a la mierda! Tú y ese tipo por el que nos cambiaste, sólo piensas en él, porque en tu mundo no existe nadie más que Liam, ¿no? —gritó—. ¿Acaso yo tengo que hablar de él para que aún recuerdes que existo? —dio media vuelta para irse.

—¡Oye! —gritó Niall furioso, yendo tras él—. No vas a dejar las cosas así, ¿a qué veniste en realidad? ¿Sólo a gritarme que estoy comportándome como un idiota? ¡Te hubieras ahorrado el tiempo! Ni siquiera sabes las razones por las que me preocupa Liam, y no es solo por ser mi novio, así que no tienes ningún derecho de hablar sobre él.

En ojiazul se dio media vuelta y le soltó un golpe directo en la boca, el golpe impulsó al rubio hacia atrás, pero logró mantener el equilibrio para no ir a parar al piso. Se llevó la mano a la boca, y miró a su amigo, desconcertado. Louis parecía realmente enojado, pero sus ojos estaban tristes.

—Oye, ¿qué te...?

—Eres un idiota ¿quieres saber por qué vine en realidad? —gruñó—. Te diré algo, tengo casi 19 años, ¿entiendes? Pero no me importa, sé que soy muy joven y aun así me tiene sin cuidado, porque entre mas lo pienso, más me parece una jodida locura, y sigue sin importarme porque estoy seguro que es lo que quiero, ¡jamás en mi vida estuve tan seguro de algo! —gritó, y en ningún momento le apartó la mirada—. Vine porque necesitaba de tu ayuda y tu apoyo, ¿entiendes? Estoy pensando en proponerle matrimonio a Harry, pero no estoy seguro de que realmente te vaya a importar algo que no sea tu precioso Liam... —se limpió una lágrima que corría por su mejilla.

Cuando Niall no dijo nada simplemente tragó en seco, cerró los ojos, se dio la vuelta y se fue. El rubio se quedó parado intentando asimilar las palabras, y cuando finalmente entendió lo que significaban y quiso decir algo Louis ya no estaba con él.

...

Los truenos se escuchaban resonando en todo el lugar junto con las gotas de lluvia chocando en el cristal. Niall llegó empapado, apenas abrir la puerta corrió escaleras arriba sin cerrar antes la puerta puerta. Maura Horan salió de la cocina al escuchar el ruido, al ver la puerta abierta y el rastro de agua decidió seguirlo, terminaba en la habitación de su hijo.

Dentro de la habitación se encontraba Niall Horan con el celular en la mano, tenía una llamada entrante de un número desconocido, al contestar no respondió nadie en seguida, luego alguien susurró.

—¿Hola? —preguntó—. ¿Quien habla?

—Niall... —susurró una vez que reconoció, inmediatamente su corazón se detuvo, no sólo por saber que era Liam, sino por las preocupación en su voz—. Niall, escucha... soy Liam...

—¡Liam! ¿Qué pasa? ¿Estás...?

—Escucha —lo interrumpió, aún hablando en susurros—, estoy en mi casa, pero mi padre está aquí, nos ha tenido retenidos a mi madre, mi hermana y adurante una semana, nos ha lastimado... —su voz tembló—. Justo ahora he conseguido este celular, intenté llamar a la policia, pero no funciona, Niall, necesito que hagas algo por mí... por favor, necesito...

Por un momento Niall creyó que la llamada se había cortado, porque no escuchó nada en mucho tiempo.

—No, por favor —susurró Liam—, no, por favor... no, por favor...

—Liam, ¿qué...?

El rubio se llevó una mano a la boca y ahogó un sollozo, cuando escuchó uno proveniente del otro lado de la linea. Su corazón no pudo evitar latir fuertemente. Entonces, se escuchó una puerta siendo azotada con fuerza.

—¿¡Qué estás haciendo ahora, maricón!? ¿Con quien intentas hablar eh? ¿Crees que te saldrás tan fácil con la tuya? —se escuchó. el sonido de un golpe—. ¿¡A donde mierda crees que vas!? —sonó un ruido muy fuerte, que hizo saltar al rubio del susto—. Ahora vas a aprender...
—Déjala, ¡No te atrevas a tocar a mi hermana! —gritó, los ruidos extraño se volvieron a escuchar—. ¡¡No, no, no!! ¡Suéltala, joder! —se escucharon pasos corriendo, después el grito de una chica, un sonido sordo y luego la llamada se cortó.

—¡Liam! —gritó mirando su celular—. ¡¡Liam!!

Intentó llamarlo, un sin fin de veces, pero nadie respondió el celular. De sus ojos se escaparon algunas lágrimas, y su pecho se volvió a sentir vacío. No podía creer lo que estaba pasando, ¡Maldita sea!

Soltó un grito, sintiéndose impotente y aventó su celular a algún lugar de su habitación. Afuera en su puerta, escuchó golpes y a sus padres llamándolo por su nombre, pero no se levantó a abrir. Se detuvieron unos segundos, y luego su puerta estaba siendo abierta de una patada. El muchacho siguió llorando, viendo a sus padres bastante preocupados caminando hacia él, y preguntándole varias cosas.

—Hijo, ¿qué tienes? —preguntó su padre, agarrándolo de los hombros—, por favor, respondeme, Niall.

—Niall, por Dios ¿qué tienes? —preguntó su madre, al borde del llanto.

—Él esta... —susurró—, ellos... yo no... él...

El sonido de una canción sonando en toda la habitación se hizo presente. El rubio se deshizo rápidamente del agarre de su padre y corrió para agarrar su celular. Liam estaba hablándole de nuevo.

Sus padres miraban todo sin entender absolutamente nada de lo que estaba pasando. Pero sus caras de horror aparecieron en sus rostros en el segundo en el que Niall respondió la llamada.

Se escuchaban ruidos horribles provenientes de la llamada. El llanto de una mujer, y los gritos de una chica, se escuchaban algunos golpes, y los gritos de Liam también.

Maura se llevó una mano a la boca sin poder creer lo que estaba escuchando.

La voz de un hombre estaba gritando, pero los gritos de las otras dos mujeres se seguían escuchando.

El rubio volteó a ver a sus padres, aterrado, y ellos a él.

—¡Déjame! ¡Suéltame! —gritó una chica. Se escuchó claramente el sonido de un cierre.

—¡¡¡Me vas a aprender a respetar, zorra estúpida!! —gritó un hombre.

—¡¡Suelta a mi hija, desgraciado!! ¡No te atrevas a tocarla siquiera! —se escuchó una cachetada muy fuerte.

—¡¡¡CÁLLATE TÚ, ESTÚPIDA PERRA, MAL NACIDA!!! —otro fuerte golpe se oyó.

—¡¡No!! ¿¡Qué haces!? —gritó Liam—.  ¡¡RUTH, CORRE!!

—¡¡REGRESA AQUÍ DE UNA JODIDA VEZ!!

—¡¡No, no!! ¡¡¡AHHHHHHHH!!!

—¡Ya te tengo! ¡Tú no iras a ninguna parte!

—¡Suéltala!

—¡¡No, no, no, no!! ¡¡AHHH!! ¡¡NOO!!

—¡Suéltala, Frederic, suélta a mi hija! —otro horrible golpe se escuchó, seguido de un sollozo.

—A ver si así aprendes a respetarme —más golpes.

—¡No, por favor, no! ¡¡¡LIAM, AYÚDAME!!! —gritaba una chica aterrada—. ¡¡Liam!!

—¡Suéltala! —se escucharon más sonidos extraños.

—¡No, no, no, no, no! ¡Li...! —un golpe..

Al comprender lo que estaba pasando, de los ojos de Maura salieron lágrimas. El hombre estaba abusando a su hija.

—¡¡AH, POR FAVOR, DETENTE!! ¡PARA! —rogó entre el llanto—. ¡¡DUELEEEE!! ¡¡DETENTE!! ¡POR FAVOR, POR FAVOR! ¡AHH!

—¡Niall, por favor, ayúdanos! —se escuchó un sollozo, seguido de un grito desgarrador de la chica—. ¡¡¡NIALL, LLAMA A LA POLICÍA!!! —gritó el castaño muy desesperado.

Seguido de esto se escucharon muchos gritos horribles, tres disparos seguidos, y algo chocando con brutalidad al piso. Segundos después unos pasos, y la llamada se cortó.

...



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