Déjame Enseñarte

By ClaraMignogna

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La sensación de tenerlo frente a mí, tan imponente, tan dominante y con una belleza que solo había visto en p... More

Capitulo I
Capítulo II
Capitulo III
Capitulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capitulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capitulo XIII
Capitulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capitulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXIX
Capitulo XL
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capítulo XLIII
Capítulo XLIV
Capítulo XLV
Capítulo XLVI
Capítulo XLVII
Capítulo XLVIII
Capítulo XLIX
Epílogo
SEGUNDO LIBRO

Capítulo XXXVIII

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By ClaraMignogna

La luz del sol se cuela por la ventana, y no puedo seguir durmiendo, me levanto y me acerco a la ventana para darle una mirada al mar, es el último día de nuestra escapada, lo que significa que ya es tiempo de volver a la realidad. Saco de la maleta la ropa que me pondré y camino al baño veo que el teléfono de Emiliano está vibrando, mostrando en el identificador el nombre de Patricia, resoplo molesta y sin darme cuenta ya tengo el teléfono en mis manos.

<<No Bianca, no seas tóxica que él no es tu novio>> Me regaño, pero los celos son un sentimiento que te carcome por dentro y te obligan a hacer cosas que no debes.

Salgo al balcón y contesto.

—Más te vale que tengas una buena escusa para no contestarme en todo el fin de semana—escupe la víbora del otro lado del teléfono.

—Hola Patricia—me limito a decir y todo queda en silencio.

—¿¡Qué haces con el teléfono de Emiliano!?—grita—¡pasamelo ahora!

—Esta durmiendo como un bebé—digo con tranquilidad —no ha dormido bien estas últimas noches—alardeo sin control. La escucho resoplar.

—Entonces ya caíste en su cama—se burla—pobre Bianquita, ¿de verdad crees que eres diferente al resto de nosotras?—no contesto y ella continúa —eres tan ingenua y estúpida.

—Te aseguro que somos mucho más que simples amigos con beneficios—le digo y me digo a misma. La escucho reír y quiero entrar por el teléfono para tirarle todos los dientes.

—Sí, eres más estúpida de lo que pensé.

—Di lo que quieras, pero ¿con quien esta ahora? Cada vez que ve tu número en el identificador de su teléfono desvía la llamada, siempre estaré primero que tú grabatelo en la cabeza—grito y cuelgo.

No debí contestar ese maldito teléfono,  entró y lo coloco donde estaba, no sé porque dije esas cosas, si estoy muy consciente de que lo mío con Emiliano no va a pasar de hoy. Me desvisto y entro en la ducha.

Escucho a Emiliano entrar al baño y salto. Asomo la cabeza por la cortina de la ducha.

—¿Qué haces aquí?——pregunto sorprendida.

—Voy a cepillarme los dientes—señala el cepillo lleno de pasta dental.

—¿No puedes esperar que termine?— Soy demasiado mañosa cuando uso el baño, me gusta mi privacidad, Elenna le encantaba entrar al baño y hacer pis mientras yo me bañaba, ¡lo odiaba!

—¿Por qué? ¿te da miedo que te vea desnuda?—dice con malicia.

—No me gusta que me vean bañarme—admito incomoda. Escupe y se limpia la cara. Solo tiene el bóxer puesto, y se ve extremadamente sexy.

—Se me antoja bañarme—informa y niego con la cabeza.

—No te atrevas—advierto y se dibuja en sus labios una sonrisa traviesa, se acerca a la ducha y corre la cortina en un movimiento.—¡Emiliano!—grito y me tapo con la mano.

—¿Por qué te averguenzas? Anoche no te daba vergüenza que besara cada parte de tu cuerpo —se mete bajo el agua conmigo y siento como mis mejillas arden.

—La luz estaba apagada—admito en un hilo de voz.

—Yo amo tu cuerpo, no quiero que te avergüences conmigo—me besa el cuello y mis piernas se vuelven gelatina—¿Te enjabono?—asiento automáticamente con la cabeza.

Me enjanoba la espalda y me acaricia con suavidad, luego me pone bajo el agua, lo beso en los labios con ternura, me toma del cuello y me aparta.

—Solo vine a bañarte—dice y lo miro extrañada—nos acabamos los gorritos— informa y suelto a reír a carcajadas.

—Pensé que eras un hombre preparado—lo acuso entre risas.

—Lo soy, pero usted señorita es una ninfonama en potencia y acabo con todos —me tapo la cara avergonzada y él ríe—lo tuyo es pura cara de inocente—me acusa y reímos los dos.

Sale de la ducha se coloca una toalla y luego toma otra para secarme, esto demuestra que nuestra "relación" no es sólo sexo, hay intimidad y confianza.

Suena su teléfono y sale por el, me tenso inmediatamente, puede que sea la víbora de Patricia queriendo acusarme de todo lo que le dije, eso arruinaría automáticamente nuestro último día juntos.
Me acerco a la puerta y afino el oído para tratar de oír la conversación.

—Si mamá iré —contesta con desdén y yo respiro aliviada—también te amo—responde y lo escucho acercarse, cierro la puerta con cuidado.

Termino de ponerme la ropa interior cuando entra al baño, se queda parado en la puerta mirándome mientras me visto.

—¿Sucede algo?—me hago la desentendida.

—Me gusta mirarte, ¿tienes algo que hacer mañana?—me toma por sorpresa la pregunta, y niego con la cabeza—¿Te gustaría acompañarme a cenar con mis padres?

<<¿Acaba de invitarme a cenar con mis suegros...digo con sus padres?>>

—No te sientas presionada de ir.

—Si quiero —digo tratando de disimular mi emoción.

—Genial, paso por tu trabajo mañana después de las seis—asiento y sale del baño—voy a comprar comida y vuelvo— grita y lo escucho cerrar la puerta.

Esto tiene que significar algo, cenar con sus padres debe ser una prueba de que existe la posibilidad de ser algo más que amigos, tal vez sí se este enamorando de mi, como yo de él. Trato de controlarme y no hacerme ilusiones, pero la verdad es imposible, estoy muy nerviosa y emocionada.

Comemos y luego damos un paseo por la playa, regresamos temprano a la cabaña para recoger las cosas, ya que nos espera un largo viaje de regreso. Ha sido el mejor fin de semana de la vida.

Le doy una última mirada al mar en modo de despedida, Emiliano me toma de la mano y salimos para ponemos en marcha a New York.

—————————♡—————————

Termino el diseño y los planos para la remodelación de la clínica San José,  se los dejo a Alberto en su escrito y regreso a mi oficina, esta mañana me interceptó Marta y trato de sacarme información sobre Emiliano, se que pronto rodará el rumor de que caí en sus garras.

Recibo un mensaje de Alex y me da una punzada en el estómago, él no se merece que yo lo haga sufrir, debo dejar de engañarme y engañarlo, me gusta, pero en mi mente solo tengo al condenado de Emiliano, y luego de lo que pasó el fin de semana pienso en él cada segundo del día, me siento como una adolescente enamorada.

Hola Alex, ¿nos vemos para comer? Necesito hablar contigo.

Suspiro y envío el mensaje,  me siento como la mujer más horrible del mundo, si no existiera Emiliano podría tener una relación sana y bonita con Alex.

Me responde rápido y me envía la dirección de un restaurante de comida china.

Termino de coordinar las reuniones de la semana y salgo, el día esta agradable, tomo un taxi y llego al restaurante chino, al entrar me encuentro con los hermosos ojos café de Alex, se levanta de la mesa y me da un beso en la mejilla.

—Que linda estas hoy, parece que fuiste a la playa, tienes un lindo color en tus mejillas—le sonrió y bajo la mirada, no sé cómo le diré esto.

—Gracias Alex, si estuve en la playa—suspiro.

—Genial ya merecías un descanso.

—Si, pero tengo que decirte con qui...

—Hola buenas tardes les tomo su pedido—pregunta el mesero.

Pedimos un variado de pollo agridulce con arroz primavera y costillas a la barbecue, para compartir.

—En el mensaje dijiste que tenías algo que hablar conmigo.—me recuerda y le doy un sorbo a mi copa de vino.

—Sí—suspiro—Alex estas semanas en las que hemos estado saliendo han sido maravillosas—me mira extrañado—y te tengo mucho aprecio, así que debo contarte antes de que te llegue el rumor por boca de otros—se mantiene atento en silencio—el fin de semana fui a la playa... con Emiliano—puedo ver en sus ojos decepción.

—Dijiste que no pasaba nada entre ustedes—dice confundido.

—Y fue cierto, entre él y yo no había pasado nada en concreto, hasta el fin de semana—oficialmente soy la peor persona del mundo—yo siempre he tenido sentimientos por él, pero no quería ser una más de las mujeres con las que duerme.

—¿Y ahora son novios?—pregunta sin salir del asombro.

—Sinceramente no lo sé, es algo que tengo que averiguar —admito avergonzada. Él suspira.

—¿Por qué si sabes como es vas con él? Él no quiere una relación, toda la clínica sabe de las condiciones que tiene con las chicas con las que duerme, solo te ilusionará y te romperá el corazón. De verdad pensé que eras diferente.—dice decepcionado.

—Alex por favor perdóname por no contarte todo desde el comienzo,  yo no quería herirte.

—Ya lo hiciste Bianca, y sí, soy menor que tú, pero por lo menos tengo mis objetivos claros y se lo que quiero, me gustas mucho, pero es completamente decepcionante ver como no te valoras.—Llama al mesero y pide la cuenta —perdóname, pero se me quito el hambre.

Le insisto que yo pago, pero me ignora, paga se levanta de la mesa y se va.

Un nudo se forma en mi estomago y lágrimas amenazan con salir de mis ojos. Me dolieron sus palabras, y lo más seguro es que tenga razón. Lo que él no sabe es que yo necesitaba saber si era capaz de ser una mujer completa, por así decirlo, y él único que había despertado ese lado en mi había sido Emiliano, bien o mal, lo que pasó el fin de semana me confirma que soy capaz de sentir.

Me levanto de la mesa siendo incapaz de seguir comiendo, me devuelvo a la oficina y me enfoco en mi trabajo.

El reloj casi marca las seis, Emiliano ya me dijo que estaba en camino a buscarme, me siento nerviosa por esta cena, espero tener algún momento a solas con él para definir de una vez que es lo que pasa entre los dos.

La casa de los padres de Emiliano es hermosa, esta en una de las zonas residenciales más costosas de la ciudad, y no es para menos, es gigantesca, cruzamos las rejas y avanzamos varios metros de un jardín hermoso lleno de rosas, hasta llegar a las puertas de la casa, ahora siento que no estoy acorde con mi vestimenta,  siento que llegue a la casa de algún actor famoso.

Nos bajamos y Emiliano me toma de los brazos colocándome frente a él.

—¿Te pasa algo?—pregunta examinando mi rostro—has estado demasiado callada.

—Nada Em—digo bajando la mirada.

—¿Segura?—me acaricia la mejilla. Asiento con la cabeza—Bien entremos, tenles paciencia por favor, son algo intensos—le sonrió y me toma la mano para entrar.

Abrimos y nos recibe la Sra. Emily.

—Bienvenidos—abraza a Emiliano y luego me abraza a mi, me toma desprevenida— que hermosa te ves, por fin mi hijo trajo a una chica.

—Mamá por Dios—dice molesto Emiliano y pone los ojos en blanco.

—No seas tan gruñón Emi—replica su mamá y aprieto los labios para no sonreír.

Nos guía por la casa, es enorme, entramos al área del comedor y en el centro hay una mesa de madera de caoba de ocho puestos, en el medio de la mesa cuelga una lámpara de araña estilo europea, nos guían a sentarnos.

—Hola Bianca, que gusto verte por aquí.—me saluda el Sr. Russo.

—Hola Sr. Ru... Franco—corrijo y me sonríe.

—Desde que te conocí supe que ibas a enderezar a mi hijo.

—¿Podemos dejar el tema? Si continúan nos vamos—suelta Em molesto.

—Hijo no te molestes, solo estamos felices de que tengas novia, porque esa idea de nunca enseriarte y no tener hijos era una locura—veo a Emiliano y resopla.

—No somos novios y sabes que no tendré hijos—me remuevo incomoda en el asiento.

—¿Entonces Bianca es una de tus amigas con beneficios?—pregunta Franco y me tenso, si dice que si me muero...

—No—contesta en seco—dejemos el tema, se dan cuenta porque no vengo—esta molesto.

—Bien, mejor comemos.

Sirven salmón en salsa con un salteado de verduras, todo exquisito, Emily me cuenta de Em cuando era pequeño, y que increíblemente le hacían bullying, eso no me lo esperaba.

—Los niños pueden ser muy crueles—admite Franco.

—¿Y a ti como te trataron en tu infancia Bianca? Emiliano nos contó que eres de Miami—me tenso.

—Mamá deja de interrogarla—sube el tono de voz.

—Emiliano no le grites a tu madre.

—Los niños son malos, también me molestaban de pequeña—digo para evitar que sigan discutiendo, y le toco la pierna a Emiliano para que se calme.

Emiliano recibe una llamada de la clínica y se levanta de la mesa, les lanza una mirada de advertencia a sus padres antes de irse.

—Es muy temperamental mi hijo—dice Emily dándole un sorbo a su copa de vino.

—Un poco—admito.

—Por lo menos me contenta que haya decidido traerte, desde hace tiempo esta empeñado en no tener novia, ni hijos, pero yo se que tú lo podrás convencer.—trago saliva.

Terminamos de comer y pasamos al área del living, Emily me muestra algunas fotos de Em chiquito y muero de ternura, usaba unos lentes gigantescos, la adolescencia no le favoreció mucho.

—Mamá deja de enseñarle eso, solo falta que saques una foto mia desnudo—suelta molesto.

—La tengo amor mio, pero no creo que eso sorprenda a Bianca— me ahogo con el vino y empiezo a toser como loca.

—Bueno es verdad—admite sonriendo e instintivamente lo golpeo—¿bebé por qué estas sonrojada?—le lanzó una mirada asesina—ven te mostraré cual era mi cuarto.

—No Em, estoy con tus padres—quiero matarlo.

—Ve tranquila querida así ves su colección de muñequitos.

—¡Mamá! No son muñequitos son artículos de colección—bufea y se levanta, lo sigo y me toma de la mano—perdón por las ocurrencias de mis padres.

—Tranquilo, me he divertido. —subimos las escaleras y entramos en la segunda puerta.

Detallo su habitación, tiene varias medallas y trofeos, cuando me acerco son torneos de matemática, física, y primeros auxilios, en una esquina está la colección de "muñequitos" que son en realidad figuras de acción de Marvel y DC.

—Veo que eras todo un nerd—lo molesto y me arrincona contra el arrimo, se corta mi respiración—Entonces ese es el motivo de tu rechazo al amor, las niñas te molestaban.

—No, cuantas veces te lo tengo que repetir—olfatea mi cuello—lo que si, es que cuando entre en la universidad me desquite, y estuve con todas las que quise.

—Que idiota.

—Eso te encanta ¿cierto?—me besa en el cuello y jadeo.

—Tus padres están abajo Em—lo regaño al notar sus intenciones.

—¿Y?—levanta mi vestido acariandome con delicadeza.

—Em basta—suplico, pero me ignora abre mis piernas y se coloca en medio de ellas.

—Lo haremos rápido, pero debes ser silenciosa—hace que lo envuelva con mis piernas, y me presiona contra él, lo que hace que se me escape un gemido. Me tapa la boca con la mano y se acerca a mi oído—hoy no puedes gritar—me comienza a bajar las bragas poco a poco.

—Chicos—tocan la puerta y lo empujó lejos de mi, mi respiración agitada me delata y maldigo mentalmente—¿siguen ahi?—pregunta la mamá de Emiliano.

—Si mamá ya vamos a bajar—dice de mala gana al ver como su plan se arruino. Me río y pone los ojos en blanco.

Me acerco y le doy un beso cargado de pasión, meto mi lengua a su boca y él me toma fuerte del cuello, lo empujó y lo dejo jadeando.

—Nos vemos abajo—le sonrió divertida y gruñe—Ponte algo que te tape—digo señalando su entrepierna. Me doy la vuelta para irme y me toma de las caderas pegando mi trasero contra él.

—Esta te la cobro después, vas a conocer mi lado rudo—susurra en mi oído y mis piernas tiemblan.

Me suelta y camino como puedo, me alcanza y me toma de la mano, en sus labios tiene una sonrisa divertida.

Hablamos de cosas triviales con sus padres hasta que ya se hace tarde, nos despedimos y me invitan para que vaya nuevamente.

—Tus padres son agradables—digo para romper el silencio.

—Son intensos—responde con la mirada fija en el camino.

—¿Te quedarás conmigo hoy?—suelto directo y veo como sonríe.

—No preciosa, hoy no puedo—<<¿por qué no puede?>>

—Esta bien— me cruzo de brazos.

—No te enojes mi gruñona, tengo que adelantar trabajo administrativo—me explica.

—Ni modo.

Se estaciona bajo mi edificio, y me acerco para besarlo en los labios. Lo deseo demasiado.

—Nos vemos mañana doctor—me despido con la respiración entrecortada.

—Nos vemos preciosa.

************************************

Hola chicas...

Las cosas parecen ir bien entre estos dos ¿no?

Veremos que pasa en el siguiente capítulo 🤭🤭

Gracias por todo mis chicas hermosas,  ya somos 137 seguidores... gracias!!!

Besos 💋

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