- ¡Senku! ¡Despierta!
La repentina voz de Chrome me hizo fingir que estaba dormido de nuevo, justo unos segundos antes de que escuchara como la trampilla del observatorio que llevaba al almacén se abriera, seguramente con mi amigo asomándose por ella.
Sentí como Senku se movía a mi lado, incorporandose un poco, pero seguía abrazándome a medias.
- Ah, ¿Qué sucede, Chrome?
- Está a punto de amanecer vamos a revisar si las piedras que recogimos son las correctas... pero si estás ocupado puedo encargarme
- Cállate, como si me fuera a perder de eso. Enseguida bajo
Escuché la trampilla cerrarse de nuevo, inmediatamente después Senku se puso completamente de pie, dejándome ahí.
Mantuve mi farsa de seguir dormido mientras escuchaba movimiento en el sitio, hasta que finalmente sentí un tacto suave y cálido sobre mí justo antes de escuchar como la trampilla se abría y cerraba de nuevo con la salida de Senku.
Esperé varios segundos quieto por si acaso, antes de finalmente animarme a abrir los ojos y comprobar que ya estaba solo en el observatorio.
Me senté para estirarme, pero al momento noté que lo cálido que había sentido hace un momento era una manta que Senku me había dejado.
Sonreí ligeramente para mí mismo, y terminé por decidir que dormiría otro poco más.
No sé cuántas horas más me perdí pero para cuando volví a despertar ya era de día, y la luz cálida del sol iluminaba claramente toda la estancia a través del espacio abierto por el que se asomaba el telescopio, que por cierto había alguien usándolo.
- Hmm, buenos días pequeñita
- ¡Ah! ¡Lo siento ______, no quería despertarte! A Suika le dijeron que tuviera cuidado de no hacer ruido porque _______ seguía cansado...
La pequeña niña pegó un respingo ante mi saludo y de inmediato se giró a verme, disculpándose mientras se acomodaba su calabaza en su sitio.
Me incorporé mientras me desperezaba, dejando que la manta de cayera al suelo.
- Está bien, tranquila. No me despertaste, supongo que después de todo no estaba tan cansado... Y bien, ¿Qué miras?
Me acerqué a la niña, ella me mostró con emoción que estaba viendo el bosque a través del telescopio.
- Suika puede ver lugares que no ha visitado, ¡Quiero ir pronto!
- En ese caso Suika debería esperar después del invierno si quiere ver una zona nueva, puede ser peligroso
Acaricié ligeramente la cabeza la pequeña, ella me sonrió y me ofreció ver a través del telescopio.
Acepté su oferta y me puse a curiosear los alrededores.
No es por presumir, pero hice un trabajo genial graduando el lente del telescopio.
Se ve muy bien.
Lo enfoqué en dirección a la actividad que se estaba llevando a cabo en nuestra pequeña base.
Chrome, el abuelo, Kohaku y los guardias parecían estar trabajando con un horno que parecía un tanto improvisado, mientras que mi cebollín... Oh, ahí está.
Me tomó un rato localizarlo, pero va entrando al laboratorio junto con Gen.
Me pregunto qué estará planeando hacer ahora.
- _______, hice algo para ti
- ¿Algo para mí?
Dejé de mirar a través del telescopio después de que Senku desapareciera de mi vista y miré a Suika, ella me mostró un collar de fibra blanca similar al que su cachorro mascota llevaba al cuello.
Lo recibí con una sonrisa, aunque no terminaba de entender el propósito.
- Es lindo, gracias Suika...
- ¡Es para sus cuervos! Hice más, así también serán parte de la aldea, ¡Igual que tú!
Conque parte de la aldea... Que encantadora la manera de pensar de los niños.
Agarré el collar entre mis manos y me dirigí a la trampilla del observatorio.
- Es un gran trabajo de tu parte, pequeña, ¿No te gustaría ayudarme a ponerlos?
- ¡¿De verdad?!
- Claro, vamos
Ambos bajamos al almacén, al pasar por ahí aproveché para tomar mi gruesa prenda de invierno y ponérmela, ya que comenzaba a sentir frío.
Mis cuervos aún estaban en el almacén, por lo que supongo que aún no es tan tarde.
La mayoría parecía estar acicalando sus plumas encima del estante que les asigné, pero al verme aletearon las alas alegremente y un par de ellos fueron volando conmigo, posándose en mis hombros.
Suika retrocedió ligeramente, pero la animé a acercarse al notar que habían sido Azul y Corta los que se habían aproximado.
- Ellos son bastante amistosos, solo Ve despacio. Les gusta que les acaricien las plumas detrás de la cabeza
La pequeña extendió su mano con cuidado hacia Azul, él ladeó ligeramente su cabeza con curiosidad pero después de que lo tranquilizara con unas pequeñas caricias en la espalda dejó que Suika lo tocara. La pequeña sonrió de inmediato, feliz.
- ¡Qué lindas plumas! Son tan suaves... ¡Gracias por dejarme tocarlas señor cuervo!
- Le agradas, creo que dejará que le des tu regalo
Entre Suika y yo le acomodamos los collares a todos los cuervos. Me encargué personalmente de Rojo y Tormenta, ya que ambos eran los más desconfiados e incluso Tormenta era un poco agresiva a veces.
Una vez que terminamos, todos se fueron de inmediato, supongo que a intentar buscar algo extra de comer en el bosque.
- ¿No les molestarán al volar?
- Tal parece que no, los hiciste delgados y ligeros así que les quedan perfecto
Suika parecía bastante feliz por su trabajo, lo cuál a mí me hizo sentir bastante alegre también.
Pasamos prácticamente el resto del día ayudando a Chrome con su trabajo. Al parecer intentaba alcanzar una temperatura de por lo menos 1000 grados, lo cual era ciertamente un problema debido a que no podríamos usar un recipiente de vidrio para esto, lo que hacía más difícil la tarea de llegar a esa temperatura por esos medios.
Chrome era el que entendía más de todo ese rollo científico de Senku. A mí simplemente me gustaba saber el funcionamiento práctico de sus inventos, ya sea con un plano o desarmandolos, por lo que acepté con gusto cuando me pidió en repetidas ocasiones que adaptara varios de los inventos que ya teníamos hasta ese momento.
Al final, entre la intervención de Kaseki, los guardias y unas pruebas con metales terminamos creando una monstruosa fusión de inventos que me parecía bastante... grotesca.
Estoy bastante seguro de que Senku debe conocer otra forma de hacer esto bien, lo cuál es una pena porque trabajamos en ello toda la noche y ni siquiera llegamos a los 1000 grados mínimos.
- ¡Parece que la pantera se unió al equipo de calor! ¿Qué tal les va con eso?
Senku al fin dió señales de vida, saliendo del laboratorio con un recipiente entre sus manos y luciendo unas ojeras bastante notables.
Se detuvo a mi lado para contemplar con un horror nada disimulado nuestra creación, ni siquiera me molesté en ofenderme porque ciertamente yo habría tenido la misma reacción, así que mejor me acerqué a él para intentar tocarle la mejilla. Él no me lo permitió y comenzó a intentar apartar vagamente mi mano mientras le hablaba a Chrome.
- Chrome, ¿Qué es este conjunto de todo en uno?... ¿Y tú qué está haciendo, pantera?
- ¡Tú mismo lo dijiste, Senku! Dijiste que usara todo lo que sé
- Sí, pero... Ah, en serio, ¿Qué estás intentando hacer?
Senku interrumpí brevemente su conversación para mirarme después de mi insistencia con tocar su cara.
- Tienes una mancha, ¿Les explotó algo?
-No, probablemente fue alguna otra cosa
El finalmente se rindió y me dejó limpiarle la suciedad del rostro.
Tuve que apretar un poco los labios para contener una estúpida sonrisa que se me quiso escapar, pero me relajé apenas terminé con eso.
- Hmm, hablando de suciedad tus gafas están sucias también, ¿Cómo es que puedes ver?
- No sé, se ensuciaron un poco mientras desarmaba cosas
Senku tomó mis lentes de mi rostro, quitándolos y poniéndose a limpiarlos con su propia ropa.
Me los entregó al cabo de poco tiempo, diciendo que me haría un modelo más práctico para cuando tuviera que trabajar en alguna cosa.
- Bien, ahí está
- Ah, ¡Se ven más brillantes los colores!
- Solo se ven limpios, idiota
- Eh... Senku...
Ambos miramos en dirección a Chrome y Kaseki, que seguían esperando en su lugar simplemente con una sonrisa medio tonta en sus caras.
Me sentí repentinamente avergonzado por la distracción, y apostaría a que Senku se sintió igual ya que se apresuró a volver al tema principal.
- ¡Bu-bueno! Aunque en realidad esto no es lo que esperaba siempre puede mejorar, la potencia calorífica para este punto solo puede aumentar más
Senku comenzó a dar órdenes de inmediato. Con la pasta que él traía en su recipiente hicimos una especie de alambre retorcido que iba a ser objeto del calentamiento masivo a 1000 grados. Mientras tanto, él se encargó de hacer un sistema extra para potenciar el enorme horno que habíamos creado en conjunto con muchos de los inventos anteriores, hasta que finalmente alcanzó la temperatura necesaria y Senku dió por conseguido el corazón de nuestro futuro teléfono.
- Una vez conseguido esto, tendremos que continuar dando vida a nuestro teléfono. Su corazón será el tubo de vacío que podremos completar con este filamento de tungsteno, el esqueleto será el plástico y las venas serán el cableado de oro... ¡Así que todos a trabajar!
Y con esas palabras ya sabíamos que se venía otra serie de labores asignadas por grupos, incluyendo más trabajo infantil al poner a todos los niños (y algunos ancianos) a trenzar hilo de oro.
Ya que Kaseki era el único que podía soplar vidrio sin terminar haciendolo mierda (literalmente), Senku aprovechó sus habilidades y le encargó la construcción de un sistema de vidrio tan grande y de apariencia tan intrinquida y compleja que sentí que moría de emoción con solo echarle un vistazo al plano que había hecho Senku.
- Ahh, quiero ver cómo funciona esto... Se supone que es para hacer vacío en los tubos de vacío, pero es más complicado que el otro aparato que tenemos, es una lástima que no sepa cómo soplar vidrio...
- Sí, sí, una lástima. Tú vas a venir conmigo
Senku me quitó el plano de las manos y se lo entregó a Kaseki, quien tenía sujeto a Gen por el cuello de su abrigo, antes de tomarme de la muñeca y guiarme hacia el laboratorio.
- ¿Eh? ¿Por qué?
- Porque Kaseki nos quitó a Gen
- Es GENIAL saber que soy el repuesto
Terminé aceptando de mala gana, y acompañando a Senku y a Chrome al interior del laboratorio.
Al parecer íbamos a hacer el plástico, que si no recordaba mal de una de las historias que me contó Senku era un material mínimamente resistente pero bastante versátil en su uso, era muy popular en el tiempo de Senku. Lo usaban para todo.
No sabía cómo íbamos a hacer algo así en nuestro mundo, pero empezamos bastante fácil.
Conseguimos savia de árbol calentado madera, luego la volvimos a calentar al punto de ebullición... luego le echamos cobre caliente...
- Ya calentamos esto tres veces, ¿No?
- Cierto, ¿Qué sentido tiene?
- Es parte de una reestructuración importante causada al añadir y quitar componentes, ¡La ciencia es adición y sustracción!
Entendí más a menos a lo que se refería Senku, y por supuesto que este procedimiento nos tenía que dar algo potencialmente mortal y peligroso: "formol", una cosa usada para preservar cadáveres.
Aunque debo admitir que eso me intereso, tal vez le pueda pedir a Senku que me ayude a preservar ratas y aves como si fueran comida, es cansado tener que conseguir cuerpos nuevos cada vez que quiero hacer una nueva autopsia.
Mientras Chrome le reclamaba a Senku que todo lo que hacíamos siempre tenía que ser peligroso de alguna forma, me distraje un momento viendo hacia el grupo de ancianos y niños que estaban tejiendo el hilo de oro.
Suika está temblando, y todos van a un ritmo bastante lento, sobretodo los ancianos.
No me sorprende, hoy no nevó pero aún así hace más frío que los últimos días. Quisiera haberme quedado a dormir todo el día...
Me cubrí un poco mejor con mi abrigo, pero al hacerlo me quedé un rato mirando mis manos. Yo tengo unos guantes que no uso porque me quitan precisión al moverme, así que puedo sentir el frío claramente.
- Sus manos deben estar entumecidas, y el resto de su cuerpo...
- ¿Dijiste algo ______?
Pegué un pequeño sobresalto cuando Chrome se acercó a mí lado.
Cerré mi mano y la recogí mientras me excusaba diciendo que estaba pensando en otras cosas.
- Da igual, ¿Qué tenemos que hacer ahora?
Senku se acercó y mencionó que ahora debíamos simplemente juntar mucho carbón que podríamos conseguir de manera fácil quemando madera.
De inmediato, se me ocurrió algo.
- En ese caso, tal vez podamos... Uhm...
Me sentí repentinamente incómodo con la atención que recibí de Senku y Chrome, así que escondí un poco mi rostro entre los gruesos bordes de pelaje cálido y alborotado de mi capucha caída.
- Podemos construir alguna especie de hornos pequeños para funcionar en interiores, así los... los aldeanos podrían quemar el carbón en sus hogares por nosotros y sería más rápido
Podía sentir mis mejillas volviéndose más rojas a cada segundo que pasaba con la mirada de este par de idiotas clavada en mi, hasta que finalmente Chrome esbozó una sonrisa mal disimulada mientras intercambiaba una mirada cómplice con Senku.
- ¿Podemos hacer algo así?
- Un calentador debería servir para eso. Me encargaré pero necesitaremos mucha madera
- ¡Déjaselo al amo de la recolección!
Chrome salió de inmediato a buscar lo que necesitábamos, dejándonos a Senku y a mi solos en el laboratorio.
Él me miró otro poco antes de sonreírme de una manera burlona que supe leer de inmediato, haciéndome sentir una horrible vergüenza al instante.
- No digas ni una palabra o...
- ¿"Para qué quemen el calor por nosotros"? ¿Es la mejor excusa que se te ocurrió?
-¡Cállate! No tenía tiempo de pensar algo
- Entonces admites que fue una excusa
Si antes sentía la cara caliente, ahora la sentía ardiendo, así que intenté escapar al interior de la construcción, fingiendo buscar algo entre los estantes llenos de cosas que ni siquiera sabía bien qué eran.
Senku me siguió sin perder un momento, haciéndome burla con ese molesto tono de voz suyo.
- Claro, hacerlos trabajar por nosotros. No es como si quisieras que tuvieran una fuente constante de calor en este frío invierno...
- Tal vez espero que mueran quemados por un accidente
Avancé de estante, y Senku me siguió insistentemente, acercándose dos pasos por cada uno que yo daba.
- ... o que sus manos no se entumezcan al trabajar y sus cuerpos se agoten por el frío...
- Probablemente quiero que se ahoguen con el humo del fuego
- ... porque te preocupas por ellos y te importan
- ¡No es así!
Finalmente llegué al fondo del almacén y me vi obligado a enfrentar a Senku. Él dejó de sonreír repentinamente.
- No me importan ellos. Las dejaron morir así que... No hay manera de que yo me preocupe por esas personas. Pero los niños no tuvieron nada que ver, y los abuelos...
Me quedé callado. Realmente es probable que algunos de ellos tuvieran que ver con lo que sucedió, pero al pensar en ellos también pensaba en el abuelo Kaseki, y simplemente no podía no preocuparme aunque sea un poco.
Es muy molesto no poder elegir por quién debo preocuparme.
- ... Bueno, por esa preocupación ayudarás a toda la aldea a sobrevivir mejor este invierno. Y te aseguro que no habrá un accidente con fuego o humo de esos hornos que los mate
Senku me intentó acariciar la mejilla, pero aparté mi rostro de inmediato.
Él recogió ligeramente su mano ante mi rechazo.
- Eres el peor dando ánimos
- No son ánimos, te estoy diciendo lo que sucederá seguro al diez mil millones por ciento. No quiero que tengas la mente ocupada molestándote por eso o lo que sea
Agaché la mirada y simplemente asentí.
- ... Siempre eres tan absurdamente lógico, llega a ser molesto a veces
- Soy científico, no mentalista. Solo la tonta marca me puede hacer ponerme sentimental... Ah, sin ofender, lo molesto es el cambio que te provoca la conexión entre compañeros, no tu
- Está bien, lo entiendo. También sueles decir las cosas así
Suspiré y finalmente me rendí en discutir con Senku.
Sigo sintiendome algo molesto por lo de la estúpida aldea, no me gusta preocuparme por ellos.
Qué maldito fastidio, debería largarme a dormir el resto del día...
- Ey, panterita
Levanté la vista hacia Senku, recibiendo una inesperada caricia en mi cabeza que me dejó un poco revuelto el cabello.
- Tuviste una buena idea con el calentador
- Tch, fue algo muy sencillo
No es como si pudiera siquiera comprender muchas de las cosas que tú y Chrome hacen.
- Eso dices tú, pero ni siquiera Chrome había pensando en algo así incluso cuando Ruuri también pasa frío en invierno. Bien hecho, _______
Senku me sonrió, y le correspondí ligeramente la sonrisa.