Una ley que cambio mi vida

By Zankoga20

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De un principio que ni el se esperaba, cae en medio de un plan para intentar una convivencia. ¿Que sucedera... More

Chapter 1 El primer día del resto de su loca vida.
Chapter 2 la hora de la verdad.
Chapter 3 Una Serpiente en la Madriguera.
Chapter 4 Juntos en, ¿el infierno?
Chapter 5 Un nuevo día, y de mal en peor
Chapter 6 El ultimo día y el reencuentro
Chapter 7 Un comienzo
Chapter 8 la mansión black
Chapter 9 Familia
Chapter 10 Dinero y más dinero
Chapter 11 Vuelta Hogwarts
Chapter 12 Un regalo diferente.
Chapter 14 Caras imposibles de describir y muchos cambios.
Chapter 15 ¿Cómo de peligrosa puede ser la vida en común?.
Chapter 16 Mortifagos y una búsqueda.
Chapter 17 Navidad, triste Navidad.
Chapter 18 La noticia más increíble de todas.
Chapter 19 Vuelta a Hogwarts.
Chapter 20 Una boda inolvidable y el final de algo maravilloso.
Chapter 21 Comenzando una nueva vida, de verdad.
Chapter 22 Sorpresas.
Chapter 23 La muy lúgubre y sombría cámara de los Black. Una idea y un comienzo.
Chapter 24 Un nuevo miembro y más sorpresas.
Chapter 25 Se acabaron los días tranquilos.
Chapter 26 De nuevo lucha por sus vidas.
Chapter 27 El final de la persecución
Chapter 28 EPILOGO

Chapter 13 Defendiendo y Defendiéndose.

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By Zankoga20

Es mañana de sábado nada mas terminar de desayunar todos fueron hacia la entrada del castillo. Allí la cara seria del conserje les recibía.

Pasada la inspección bajaron felices hasta el cercano pueblo.

La primera parada fue la tienda de golosinas. De allí salieron con una gran bolsa cada uno.

Cuando los chicos quisieron ir a ver las novedades de la tienda de Quiddich, las chicas desaparecieron en dirección al negocio de túnicas.

Bromeaban entre ellas al tiempo que saludaban a conocidas que se cruzaban. Miraron varios vestidos y bromeaban entre ellas como cualquier grupo de amigas.

La siguiente parada fue una librería. Tuvieron que sacar casi a rastras a Hermione de allí.

- Vamos tengo hambre. Los chicos nos esperan.- Pansy ayudada por Luna y Ginny tiraban de Hermione hacia la salida.

- ¡Noo!. ¡Un poco mas!. Esos bestias seguro que están aun mirando embobados alguna escoba.

Justo en ese momento pasaron junto a ellas algunas alumnas de séptimo de la casa de Ravenclaw.

Venían mas arregladas de lo normal y con el uniforme muy ceñido. Las cuatro chicas se quedaron mirándolas.

No fueron las únicas, ya que cuanto varón se les cruzaba no podia dejar de mirarlas.

Más de una chica tuvo de golpear a su pareja cuando se quedaba mirándolas.

- Aun siendo de mi casas. Odio como se comportan.- Luna las miraba. No tenía su actual cara de ensoñamiento.

- Es como si quisieran pescar hombres.- dijo Ginny.

- El cebo parece que les funciona.- termino Pansy.- Mas de un imbecil las sigue.- Una de las provocativas chicas hablo mas alto de la cuenta.

- ¡Sii!, ¡vallamos a ver la tienda de Quiddich!. Seguro que habrá muchos chicos.- todas rieron por la idea.

Hermione dejo de hacer fuerza al oírlas, Pansy la soltó y Luna perdió su habitual cara de tranquilidad.

- ¡Vamos!.- dijo Hermione, andando la primera. Sin decir nada la siguieron Luna y Pansy.

- Venga chicas vallamos antes a…- Ginny callo en la cuenta de algo.- Están casados no serán tan idiotas. ¡Chicas!.

- Haz lo que quieras Ginny. Pero como pille a tu hermano mirando a una de esas escobas con falda, pronto seré viuda.- Ginny se dio cuenta de que era serio. Corrió siguiendo a su cuñada y amigas. Conocía a su hermano y sabía que era lo suficientemente tonto para fijarse en las Ravenclaws.

Las chicas llegaron, sin que Ginny supiera bien como, antes que las cinco Ravenclaw.

Al entrar los chicos estaban a punto de salir.

- ¡Luna!.- Neville sonrió y beso a su mujer.- ya íbamos a por vosotras.

- Hola cariño.- Ron se acerco a su mujer. Esta sonrió aliviada y lo beso.

Harry se acerco sonriente a Pansy. Fue el único que noto que algo pasaba con ella.

- ¿Sucede algo?.

- ¡NO!, ¡nada!. ¿Por que?.- el moreno la miro extrañado.

- Te noto seria.- Recordó los incidente con las serpientes.- ¿Os han molestado?.

- ¡No pasa nada!.- intervino Hermione.- Terminemos y sabíamos que aun estaríais aquí. Les dije que si no os sacábamos nosotras no saldríais hasta la noche.

- No es para tanto Hermione, ya salíamos.

Mientras hablaban fueron saliendo de la tienda. Tomaron el camino a las tres escobas, sabiendo que las cinco provocaciones venían por la otra dirección.

Apenas dieron unos pasos cuando estas hicieron acto de presencia por un lateral.

Entre los silbidos de los chicos y lo que les insinuaban. Todos miraron en esa dirección.

Las chicas notaron cuando sus parejas se pararon y sabían la razón.

Las Ravenclaw los vieron y conociéndolos fueron hacia la puerta.

- Hola potter.- dijo una con voz insinuante. La mirada de Pansy lo decía todo. En su mano apretaba con fuerza su varita, mientras que con la otra cogía con más firmeza a Harry. Este al notarlo la miro y vio el odio reflejado en su cara.

Era suficiente para darse cuenta de lo que sucedía, y de lo podia suceder. Comenzó a caminar consiguiendo que Pansy lo mirara y se relajara un poco.

- Que poco caballeroso. Ni siquiera contesta.- añadió otra.

- ¡Adiós!.- dijo sin girarse. Neville siguió el camino de su amigo junto a una sonriente Luna. El había sido el que menos se fijo en las chicas, centrándose en su mujer.

Esto molesto a las chicas.

- ¡Lo tienes bien enseñado Parkinson!.- Harry apretó la mano de su mujer para tranquilizarla.

- ¡Es Potter!. Parece mentira que pertenezca a la casa de los inteligentes.- respondió satisfecha.

Molestas se fijaron en el único varón que aun las miraba.

- ¿Que tal Weasley?.- Ron saludo con cara de idiota levantando la mano. Hermione lo miro furiosa y tiro de el, consiguiendo que reaccionara.

- ¡Si quieres tomar algo con nostras te esperaremos!.

- ¡Solo asegúrate de dejar en su casa a tu niñera!.- Hermione se paro en seco.

- ¡Déjalas nena!. ¡No son más que…!.- Tarde. La cara de Hermione era pura furia.

- ¿Qué has dicho escoba con falda?.- se giro y encaro a la que parecía ser la jefa.

- ¿Yo?. ¡Nada!.- se hizo la inocente.- Solo que me parece que Weasley necesita algo mas de diversión. Parece.- miro a un asustado y blanco Ron.- Algo aburrido.

- Es como si…- otra de las chicas hablo.- le faltara una compañía mejor.

- ¡Potter, también esta invitado!.- dijo una tercera. Todas rieron.

Nadie pudo reaccionar ante lo que sucedió.

Hermione saco la varita y Pansy la imito colocándose junto a su amiga.

Las chicas de Ravenclaw también se pusieron en guardia.

- Ron tiene más que suficiente. Sabe apreciar a una mujer.- Pansy a su lado no decía nada.

- ¿Mujer?. ¿Que mujer?.- Ron salto.

- ¡Ey!. ¡No te…!.- Hermione lo callo con la mano.

- ¡adie se mete con lo mío!.- dijo Hermione. Todos se asombraron al oírla hablar de esa manera.

- ¡Que posesivas son!.- añadió la que parecía dirigirlas.- ¡Quedáoslos!. No parecen aspirar a mucho si están con vosotras.

Todas comenzaron a reírse.

Pansy como buena Slytherin no aguanto más. Lanzo un chorro de agua helada a las chicas, dejándolas completamente empapadas.

Las chicas intentaron reaccionar pero Hermione se encargo de crear un potente escudo. Los hechizos chocaron contra este.

Poco mas pasó, con otro movimiento ambas chicas desarmaron a las cinco y les quitaron sus varitas.

Pansy se disponía a lanzar otro maleficio. Pero al verlas levantarse, la cara de las Ravenclaw se lo impidió.

Todo el maquillaje mágico se había estropeado, así como su bien peinado cabello.

Al caer la ropa se les había ensuciado y a un par de ellas una gran rotura dejaba ver más de lo que ellas hubiesen querido enseñar.

- ¡Nos las pagareis!.- Añadieron antes de salir corriendo hacia el castillo, seguida de las risas de todos.

- Se parecían a mi Puffskein. Cuando se callo en una olla. Es muy bonito pero mojado da risa.- Decía Ginny mientras se reía.

Pansy se acerco seria y con su habitual cara Slytherin a Harry sin decir nada. El chico solo asintió conforme.

Ron dio un paso hacia Hermione pero no llego a decir nada.

- ¡Ni se te ocurra!. Ya hablaremos de esto.- no se atrevió a responder.

Las demás chicas que estaban en la zona con sus parejas aplaudieron la acción de las dos.

Algo más centrada y avergonzada por lo que había hecho, Hermione no sabia donde meterse.

El grupo llego a las tres escobas. La noticia había corrido y a su llegada todos sabían sobre el incidente.

Se sentaron en una mesa y pidieron algo de comida y bebida.

Poco a poco Ron consiguió que su mujer le volviese a hablar. A base de palabras y caricias, al final la castaña sonreía de nuevo a su marido.

Desde el exterior varios miraban al grupo.

Algunos Slytherin habían seguido a las chicas y estaban a punto de molestarlas cuando estas corrieron en busca de sus parejas. En cuanto salieran del local buscarían la forma de molestarlos, a su manera.

Faltaba poco para la vuelta al castillo. Los chicos salieron del local. Harry quería visitar la casa de los gritos. Hermione y Ron estuvieron de acuerdo. Los Longbotton y Ginny decidieron regresar al castillo.

- ¿Donde vamos?.

- A un lugar muy especial para mí. Tranquila .

Habían pasado la ultima casa del pueblo comenzaron a subir por un caminito entre la vegetación. En cuanto se perdió de vista la última casa y se encontraban suficientemente lejos fueron rodeados por varios Slytherins.

- ¡Mira lo que nos hemos encontrado!.- Malfoy apareció rodeado de su habitual sequito.- Dos traidores y un par de sangre sucia.- Los chicos fueron a coger sus varitas pero estas salieron volando. Había al menos nueve Slytherin rodeándolos.- ¿Habéis perdido algo?.

- ¡Lárgate Malfoy o…!.

- ¿O que Potter?. ¡Aquí no hay un profesor para salvarte!.- levanto los brazos y miro a todas partes.

- Si quieres pelea de acuerdo peo deja a las chicas al margen.- varias risas se oyeron. Malfoy estaba disfrutando.

- Me temo que no será posible. La idea es que sufráis todos.- miro a la morena.- Es irónico, hace un año mi padre me pregunto si me agradaría emparentar con los Parkinson. Y ahora va su hija y se casa con san Potter.- Harry dio un paso al frente y un hechizo lo petrifico.

- ¡Harry!.

- ¡Tranquila Pansy!.- Draco la cogió para que no se acercara a su marido.- Por el momento estará bien.- la olio.- No me había fijado, pero hueles de maravilla.- el contacto del rubio le dio asco.

- ¡Sueltame!. ¡No me toques!.- por mucho que quisiera, Malfoy era mas fuerte que ella.

- Estate quieta y lo pasaremos bien. Si quieres incluso tu maridito puede mirar.

Ron estaba igual que Harry solo que a el lo habían atado con cuerdas mágica mientras dos chicos intentaban inmovilizar a hermione.

- Su…el…ta…la.- todos que pararon al oír la voz.

- ¿Potter… como…?. Pero si te acaban de lanzar el hechizo. Es imposible que….- un chico apunto a Harry para lanzarle un nuevo hechizo. Pansy estiro el brazo.

- ¡NO!.- el Slytherin salio volando un par de metros. La chica ni se inmuto ante esto, lo que no paso con draco. Pansy aprovecho para zafarse y correr junto a Harry. Tomo la varita de su marido y lanzo unas chispas rojas al cielo.

En ese momento Hermione dio una patada a uno de los que la sujetaban y pudo soltarse del otro.

Draco sabía lo que sucedería. Con esa señal tardarían muy poco e acudir a ese lugar.

- ¡Vamonos!.- tan rápido como aparecieron los Slytherin desaparecieron. Dejando atrás al que Pansy había lanzado yal que recibió la fuerte patada de hermione.

Unos segundos después varios fogonazos advertían de la aparición de algunos profesores y aurors.

- ¿Qué ha pasado?.- Snape se acerco a la morena.

- ¡Esos han…!.- señalo a los Slytherin tirados en el suelo.

- ¡Nos atacaron!.- la corto Harry. Aun le costaba moverse pero había casi desparecido el hechizo.

- ¿Estas bien Harry?.- incluso a Pansy sorprendió el trato del profesor de pociones.

- Si gracias. Solo es un Petrificus. Ya paso. Tuvimos suerte de que Pansy pudiera lanzar las chispas.- Para el moreno el hecho de que su mujer lanzara al chico sin varita tampoco había pasado desapercibido. Pero prefirió no decir nadad y hablar antes con ella.

- Estos dos van directos al ministerio.

- ¿Quién mas os ataco?.- pregunto Tonks.

- Eran al menos diez. Pero como siempre…

- Sin pruebas no hay nada que hacer.- termino Snape.

- ¡¿Pero que dices?!.- un furioso Ron se acerco sosteniendo a Hermione.- ¡Eran Malfoy y sus amigotes! ¡Por poco y…!.- miro a su mujer asustada. Harry lo callo.

- ¡Ron! Seguro que dirán que estuvieron todos juntos y será nuestra palabra contra la suya.

- Regresemos al castillo.- snape ayudo a Harry a ponerse derecho.

El grupo descendió por el camino, comenzando el regreso a Hogwarts. Ron y Hermione, algo mas calmada, se acercaron a Harry y Pansy.

- ¡Harry!. ¿No me iras a decir que no haremos nada?.- el miro a su amigo la furia le salía por los ojos.- ¡Querían…violarlas!.- Lo dijo en voz baja y Harry lo callo.

- ¡Eso solo era una parte!. No habríamos salido vivos.- Tanto su amigo como las chicas se estremecieron.- Esta Malfoy me la va a pagar te lo juro.- se pego mas a PAnsy.- Sabrá lo que es meterse con los Potter.

- ¡Y los Weasley!- sentencio Hermione.

Al llegar al castillo Fueron directos a la enfermería. Un par de pociones para calmar los ánimos y revisarlos en busca de alguna herida. Dumbledore entro seguido de algunos profesores.

- Me alegro que estén todos bien. Severus ya me ha informado.

- ¿Que paso con esos cabrones?.- pregunto el pelirrojo.

- Serán expulsados por atacar a unos compañeros. No ha sido un simple duelo.- miro a las chicas.- Pero alegan que fueron ustedes quienes empezaron.- los chicos trataron de responder.- Los Aurors confirmaran que había mas de una presencia mágica y que sus varitas no lanzaron ningún hechizo. Con eso debe bastar.

- ¿Y con Malfoy y el resto?.- la que hablo fue Pansy.

- Entraron en el colegio poco después. No sabían nada del ataque.

- ¡Denles Veritaserum!.- Ron estaba furioso.

- No serviría de nada señor Weasley.- hablo Snape.- yo mismo les aplique una dosis a los señores Tempered y Down. Han sido bien instruidos. Parecían decir la verdad pero note que se resistían.- Ron estaba furioso. Hermione intentó calmarlo.

- El siguiente expulsado seré yo.- dijo Harry.- No pienso dejar esto así.

- ¡Ni yo!.- termino Pansy.- Dumbledore los miro entre comprensivo y divertido.

- Las bromas en este castillo han sido algo común por siglos. Rara vez se ha producido una expulsión a menos que fuera algo muy serio.- sonriendo lo decía todo. Y los cuatro chicos lo entendieron.- No puedo expulsar a todo aquel que las haga y menos si no son nadas serio.

- ¡Estoy de acuerdo con el director!.- todos miraron sorprendidos a Snape.- ¡Por esta vez!.- añadió rápidamente.

- Será mejor que vallan a sus dormitorios. Es tarde.- los chicos se fueron hacia la salida.

- ¡Señora Potter!- Pansy se giro hacia su profesor.- La contraseña de su sala común ha cambiado recientemente. ¡Se lo comunico por si necesita ir!.- hizo una floritura con la varita y un trozo de pergamino apareció frente a la chica.- Espero que tenga cuidado y no la pierda.- La chica sonrió.

- No profesor.

En los dormitorios se reunieron para preparar la venganza. Una lechuza salía poco después camino de Sortilegios Weasley.

Ron y hermione fueron a su dormitorio, donde el pobre chico sabía que quisiera o no se llevaría una buena bronca por mirar a las Ravenclaw.

Cuando Harry y Pansy se quedaron solos, fue el momento de aclarar dudas.

- Hiciste el hechizo sin usar varita.- ella se esperaba esa pregunta.

- Si. ¡Pero no se como! Nunca he tenido ese poder.

- Debe ser por la unión de sangre.- la chica lo miro sorprendida.

- ¿Quieres decir que… me pasaste tus poderes?.- sentía miedo y desconcierto.

- Todo apunta a que si.

- Pero eso no es posible, si…

- Cuando Voldemort me dejo esta marca.- se toco la cicatriz de su frente.- El me paso algunos poderes.- la miro.- Nadie sabe como funciona pero parece que yo he hecho lo mismo contigo.

- No se que decir.

- ¡Ni yo!. Pero creo que lo mejor será no decir nada.

- ¡Como que no decir nada!, ¡y si…!.

- Yo te ayudare a controlarlos.- sonrió.- Será una protección extra. Si nos quedamos sin varita se llevaran una sorpresa.

- ¿Que mas me pasara?.- suspiro resignada.

- Te saldrá una cicatriz en la frente y posiblemente necesites pronto gafas.- decidió divertirse.

- ¿Es broma?.

- ¡Si es broma!, ¡tranquila!. No se que pasara pero dudo que algo mas.- veía que la chica seguía nerviosa.- Si quieres se lo diremos al director pero a nadie mas.- ella lo miro.- bueno tal vez a Hermione y Ron.

- Mañana.- el asintió.

- Será mejor dormir. Mañana será un día muy largo.- ella sonrió mientras se quitaba el uniforme.

- Pero el desayuno será muchísimo mejor.

Una lechuza entro a primera hora en una de las habitaciones. Esa misma mañana, un elfo entraba en las cocinas con un pequeño bote en la mano.

Haría lo que fuera por su amigo, pero esta vez incluso en elfo domestico encontraría divertido lo que tramaban.

Un desayuno como otro cualquiera. Cada alumno en su mesa. Lo único raro era ver en la mesa de los leones como varias parejas miraban con atención a la mesa de las serpientes.

- ¿Crees que lo hará?.

- Dobby estaba encantado. Recuerda demasiado bien a Malfoy.

En ese momento Draco Malfoy miraba con su habitual cara de despereció a la mesa de los leones.

Se fijo en los que lo miraban, sonrió con suficiencia, al tiempo que levantaba su copa y bebía un sorbo del contenido.

Todos los que lo rodeaban se levantaron rápidamente de la mesa y se alejaron de el.

Malfoy los miro extrañado, después el resto de las mesas lo miraron y estallaron en carcajadas.

El rubio se miro las manos y todo parecía estar normal, al igual que el resto de su cuerpo.

Miro de nuevo la mesa de los leones, todas las parejas que lo observaban estaban riéndose sin control. Las chicas se apoyaban en sus parejas para no caer al suelo.

- ¿Que pasa con todos?.- le preguntó al Slytherin mas cercano.

- Tu …. Estas…- Todo cobro sentido en su mente.

Saco un pequeño espejo que siempre llevaba y se miro.

- ¡AHHH!.- soltó el espejo que se callo.- ¡Que me han hecho!.

Draco Malfoy el orgulloso Slytherin había cambiado de aspecto.

Tenía el contorno muy definido y las pestañas largas. Los labios también habían ganado en grosor y definición. Sus pómulos se habían suavizado dándole un aspecto más delicado y suave. Incluso su pelo había crecido alargándose. La transformación termino dejándolo convertido en la versión femenina del rubio. Al gritar noto que incluso su voz había cambiado. Eras mucho más aguda.

No tuvo que pensar mucho quien le gasto la broma.

- ¡Potter!. ¡Esto es cosa tuya!. ¡Te haré pagar por esto!.- amenazo al moreno. Fue directo a su mesa con la varita en la mano.

Delante de el, o ella, apareció Snape.

- ¿Que le sucede?.- lo miro al reconocerlo.- ¿Señor Malfoy?.

- ¡Ha sido Potter y ese grupo de traidores y sangre succ…!.

- ¡Cuidado con sus palabras!.- Malfoy se contuvo.

- ¡Mire lo que me ha hecho!.- Snape lo miro y después a Harry.

- ¿Ha visto usted como se lo ha hecho el señor Potter?.

- ¡NO!. ¡Pero el, es el…!.

- ¿Entonces como esta tan seguro de que el le ha realizado esta… transformación?.- Malfoy estaba furioso.

- ¡Mire como se ríen!.- los señalo. Snape por primera vez bufo divertido.

- ¡Señor Potter!.- Harry se levanto.

- ¡Si!, profesor Snape

- ¿Tiene algo que ver con… el señor Malfoy?.- Draco lo miro con odio.

- No se que ha sucedido pero… ¡No es mi tipo!.- La broma hizo que todo el salón estallara en carcajadas. Incluso Snape tuvo que volverse para que nadie lo viera sonreír un instante.

- ¡Estoy seguro que fuisteis vosotros!. ¡Haré que lo paguéis!.

- Señor Malfoy, me temo que sin pruebas cualquiera de los presentes pudo gastarle esta… broma.- se acerco y fue a tocarlo. Malfoy retrocedió un paso.- Será mejor que valla a la enfermería. Madame Pomfrey le quitara ese… aspecto.- Malfoy gruño.- ¡Por cierto!.- se acerco un poco mas y en voz baja termino.- Seria aconsejable de que comprobara de que ha sido el único cambio. ¡Ya me entiende!.- El rubio se puso pálido, parecía un fantasma.

Salio corriendo en dirección a la enfermería mientras que con una mano se apretaba aliviado la entrepierna.

Snape miro al director y fue tras su alumno.

Dumbledore se levanto y visiblemente divertido callo a todo el mundo.

- ¡Silencio!.- le costaba hablar.- ¡Silencio!. ¡Esto ha sido una broma… muy pesada y de mal gusto!.- MC Gonagall lo miraba seria y asentía ante sus palabras.- Recuerdo a todo el mundo que es motivo de expulsión este tipo de comportamiento.- miro a Harry.- Si alguna vez pillamos al culpable que tenga claro que se le pedirán… responsabilidades.- Sonreía al decirlo.

Los Slytherin amigos del rubio se veían muy molestos.

Todos volvieron a su desayuno comentando divertidos lo sucedido. Preguntándose quien podia ser el artífice de tan maravillosa broma.

En ese momento una lechuza entro y soltó un vociferador en la mesa de los profesores. Antes de que ninguno llegase a tocarlo este exploto dejando oír su contenido a todo el salón.

- ¡ESTA EN UNA BROMA MAS DE , SORTILEGIOS WEASLEY!.- Todo el salón estallo en aplausos.

La cosa no termino ahí, esa noche cuatro sombras entraron en los dormitorios de los Slytherin. Media hora después salían y se perdían entre los oscuros pasillos.

La mañana siguiente fue igual de divertida que la anterior. Aunque Malfoy no dio señales de vida. Si lo hicieron el resto de sus amigotes. Solo que en cuanto comenzaron a comer su ropa cambio y se transformo dejándolos a todos vestidos con unas pequeñas faldas y unas muy ceñidas camisetas.

- ¿Que pasa?.- decía uno de los chicos asustados.

- ¿Que cojones…?.- otro de dio cuenta de que la faldita no tapaba casi nada, dejando a la vista de todos su ropa interior.

Las risas generales los acompañaron hasta que dejaron el salón corriendo, y continuaron hasta mucho después. Dumbledore no podia contener la risa al igual que el resto de profesores. Incluso Snape tenía que agachar la cabeza para que no lo vieran riéndose.

- ¡Como dije…. Ayer… las bromas…. No seran…!.- no podia contener la risa.- permitidas. El responsable… será sancionado.

- ¿Por su mal gusto al elegir y combinar la ropa?.- grito una chica. Ya ni siquiera el director pudo contener la risa y tuvo que salir de la sala. Al igual que el jefe de las serpientes.

Snape tardo un rato en ir en busca de sus alumnos y llamarles la atención por lo sucedido. Alego que era evidente que había entrado en sus habitaciones. Alguien había revelado la contraseña o la había perdido. Esta fue cambiada de inmediato y los Slytherin castigados.

El resto de la semana resulto muy divertida. Para todos menos para Malfoy. Por desgracia su aspecto no cambio hasta dos días después. Por mucho que lo intento la enfermera. El trabajo de los gemelos había sido hecho a conciencia.

Aun después de eso tenia que aguantar las miradas y risas en clase y por los pasillos. Al igual que el esto de los chicos.

Las parejas se mantuvieron más atentas de lo normal. Sabían que Malfoy tramaba algo, no dejaría que lo humillasen sin hacer nada.

El día que esperaban llego la noche de Halloween en la que el gran comedor les recibiría con una estupenda cena.

Durante toda la tarde las chicas estuvieron reunidas en la habitación de hermione. El pobre Ron tuvo que permanecer con Harry en la habitación de este y prepararse para la cena junto a el y Neville.

- ¡Tengo miedo!.- dijo de pronto el pelirrojo.

- ¿Por?

- Cuando pase junto a la puerta las oí gritar y reírse.

- Es normal que…

- ¡No en Hermione!. ¡Y era la que mas se oía!.- miro a Neville.- Me parece que tu mujer esta detrás de lo que sea.

- ¿Luna?.

- ¡Oí gritar su nombre a Hermione!.- se puso colorado.- ¡Y algo mas que no viene al caso!.

- ¿De Sexo?.- el pelirrojo asintió.- Nunca pensé que Luna fuera tan…- se callo de repente.

- ¡No te preocupes son así!.- Neville termino y siguió leyendo.

- ¿Y Pansy?.- Harry dejo la varita y miro a su amigo.

- Ha cambiado. El verse a punto de ser asesinada por su propio padre le ha hecho plantearse todo en lo que creía y estoy seguro de que no es la misma. Te has dado cuenta que se lleva estupendamente con Hermione y las chicas.- el pelirrojo asintió.- Trata mejor a todos y procura conocer a la gente antes de opinar. Tardó pero ahora es una mas, no parece ni Slytherin.- Ron lo miro.- ¡Bueno!, ¡Casi nunca!.

- Yo no me refiero a eso.- Harry no entendía.- El tema cama. ¡Sexo!.

- ¡No voy a hablar de eso contigo, aunque seas mi amigo!.- cogió un libro y se escondió detrás de el.

- ¡O sea que tu tampoco!.- El moreno miro a su amigo.

- ¿Tu y Hermione… no….?. - Ron se tiro en el sofa aburrido.

- ¡Hasta vacaciones nada!.- Neville los miraba.- ¡Y si hago mis tareas y me esfuerzo en clase!. Dice que respeta demasiado Hogwarts y a los profesores como para…ya sabes…- se levanto.- ¡Merlín y toda la magia!. ¡Estoy deseando que lleguen las vacaciones!.- Miro a sus amigos.- ¡No sabéis lo que es dormir con una mujer como Hermione y no poder hacerlo!.

- ¡Te entiendo!.- respondió Harry. Al no hablar los dos miraron a Neville.

- ¿Qué?.- lo entendió.- A Luna y a mi no nos supone un problema estar en…- se puso colorado.- ¡Tengo que hacer una cosa!. ¡Luego nos vemos!.- salio antes de que lo pararan.

- ¡Que suerte tiene!.- añadió el pelirrojo.

Harry no quiso decirle nada de su pacto con la morena a Ron.

Aunque acordaron hablarlo, esta conversación nunca habia llegado.

En todo lo demás se comportaban con naturalidad. Harry había comenzado a ayudarla a controlar sus nuevos poderes. Pero de la tan esperada charla nada.

Cuando las chicas salieron los chicos se quedaron sin palabras. Hermione tuvo que cerrarle la boca a Ron al pasar por su lado. Harry le dio un caballeroso beso en la mano a su mujer y le tendio el brazo. Cuando Neville se atrevió a salir y se unió a Luna, las tres parejas fueron hacia el gran comedor.

La cena transcurrió como ya era habitual en el castillo. El gran comedor fue decorado para la ocasión y en el techo grandes calabazas daban luz a la sala.

Los fantasmas del castillo volaban por todas partes para dar un ambiente más acorde con la fecha.

Incluso Dumbledore vestía una túnica que le daba un aspecto más tétrico de lo normal. Solo que el gorro daba un aire de parodia a todo el conjunto consiguiendo divertir a todos.

La comida fue como era habitual, fantástica. En especial los postres que destacaban por su increíble variedad. Se podia decir que estos eran mas abundantes que la misma cena.

Habían permitido que el que quisiera se disfrazara de forma que los más pequeños vestían con cualquier vestimenta extraña. Los mayores habían preferido no hacerlo.

El disfrazarse podia significar revelar sus orígenes. Con la mayoría de los Slytherin buscando y preguntado por una posible pareja, no era precisamente una gran idea.

Al terminar la cena, las mesas fueron quitadas y un extraño grupo de fantasmas con instrumentos encantados tocaron una variedad de música para todos.

Algunos profesores se unieron a la fiesta bailando con sus parejas.

Las risas y juegos de Lupin contrastaban con la seriedad de Snape. Aunque de vez en cuando su esposa conseguía arrancarle alguna sonrisa. Las parejas cercanas, se alejaban creyendo que el profesor tramaba algo contra ellos.

Harry y Pansy se dirigían a su cuarto. Por la mente de Harry paso una idea.

- ¡Ven!.- tiro de su mujer hacia el exterior del castillo.

- ¡Harry pero que…!.

- ¡No te preocupes sigueme!. ¡No pasara nada!. Quiero que vallamos a un sitio.

- sonrió al mirarla y ella se sentía tan bien mirando esos ojos que asintió y lo siguió.-

Salieron por la parte frontal hacia el campo de Quiddich. En un momento Harry se desvió. La chica comenzó a preocuparse cuando vio cual era su destino. Frente a ellos la imponente figura del sauce boxeador se acercaba por momentos.

- ¡Es, es…!- el solo sonrio.

Al estar junto al árbol el chico uso una rama para tocar un gran nudo cerca de la base. Las ramas del gran árbol se curvaron. Parecía como si algo lo hubiese dormido.

Al mismo tiempo un hueco apareció justo debajo del nudo.

Harry no lo pensó y entro en el. Desde dentro y sonriendo le tendió la mano a su mujer.

Habían recorrido un túnel que se internaba poco a poco en la tierra para después ir subiendo.

- Este túnel lo usaron hacer mucho tiempo para ayudar a un alumno. Tenía cierto problema con la licantropía.

- ¿El profesor Lupin?.- Harry asintió.

- Dumbledore le facilito este lugar para que pudiera pasar las noches de transformación con seguridad. Pero poco después algunos amigos lo acompañaban. ¡Como Animagos ilegales!.- añadió antes de que la chica preguntase.- La semana que viene es luna llena por lo que no podremos venir.- Llegaron frente a una trampilla.- Esta noche significa mucho para mi y los míos.- se puso algo triste.

- ¡Fue cuando murieron tus padres!.- el asintió.

- En esta noche siempre ha sucedido algo a mi alrededor.- abrió la trampilla y entro en una habitación. Le tendió la mano a ella y la ayudo a salir.

La habitación estaba completamente destrozada. Cantidad de muebles y restos llenaban las esquinas del lugar. El paso del tiempo habia acentuado el desorden y el mal estado de todo.

- ¿Donde estamos?.

- ¡Bienvenida a la casa de los gritos!.- hizo una reverencia y se sentó en una destrozada caja.- Quería mostrártela ya que significa mucho para mi.- ella lo miro sin creérselo.- Este lugar a presenciado muy buenos momentos de mis padres y mi padrino.- Ahora lo entendía todo.- venir aquí me hace…

- Estar mas cerca de ellos en este día.- el asintió. Pansy se sentó a su lado y apoyó su cabeza en el pecho del moreno.- te entiendo.

Permanecieron en esa posición unos instantes.

- Desearía poder ver lo que vivieron aquí.

- ¿Me contaras todo algún día?.- el la miro y sonrió.

- De algo tendremos que hablar. Si no seremos un matrimonio muy aburrido.- ella le devolvió la sonrisa.

En ese instante ambos se quedaron hipnotizados. Harry al ver los azules ojos de ella y Pansy perdida dentro de las dos esmeraldas del chico.

Poco a poco se fueron acercando, el beso era inevitable. En el momento que sus labios estaban a punto de tocarse un gran ruido llamo su atención.

La trampilla se había abierto produciendo un gran golpe.

Del hueco salio una cabeza pelirroja que los miro y sonrió.

- ¡Te dije que estarían aquí Hermione!.- la cabeza de la chica se uno a la de su marido y miro a la pareja sonriendo avergonzada.

- Es que … fui a vuestro cuarto y no…. .- los vio cogidos de la mano.-¡Perdón, ya nos vamos!.- tiro de la puerta con una mano y de Ron con la otra. Harry y Pansy se miraron y sonrieron.

- ¡Esperad!.- abrieron la puerta y se unieron a sus amigos.- También podéis quedaros.

- No quisiéramos…

- Hemos venido para recordar a mis padres y a… Sirius.- Los chicos cayeron en la cuenta de lo que significaba ese día para el moreno.

- Harry lo sentimos… no…- el los callo.

- No pasa nada. Es hora de volver.

A medida que volvían por el túnel, los tres recordaban la primera vez que lo recorieron.

- ¡Para vosotros fue divertido!. Pero a mi me arrastraba un perro negro gigante.- Ron tenia peor recuerdo de ese día.

En el trayecto entre todo le contaron lo sucedido a Pansy. Esta se reía cuando le hablaron de lo sucedido con Ron y de cómo sucedió todo.

Algo mas tranquilos cada uno entro en su habitación. Para Harry había sido un día diferente. Entre la tristeza de las perdidas y su nueva vida.

- ¿Algún progreso?.- una sombra parecía presidir la extraña reunión. Aun sin jefe que destacase, los que quedaban de los llamados Mortifagos intentaba recuperar el poder y control que habían conseguido.

- ¡Ninguno!.- la voz al mando paseaba nerviosa por la sala. A su alrededor el resto la miraban.

- Tenemos que hacer algo pronto.

- Draco y algunos jóvenes los pillaron por sorpresa pero no les dio tiempo a nada.- otro de los presente se había adelantado para hablar.

- ¿Quizás deberíamos dejar que lo jóvenes se encarguen?.

- ¡No digas estupideces!.- el jefe lo callo.- El casi de Malfoy Hijo ha costado que dos de los nuestros hayan sido expulsados. Ha costado que los admitan en Durmstran, y allí sirven de poco.- pensaba en que hacer.- ¡Pero hay que admitir que los chicos pueden ser útiles!. ¡Que espíen a todos!, ¡A Potter y a su zorra!. Tenemos que saber en todo momento que hacen, donde van, con quien. Que averigüen también quienes se encargan de vigilarlos. ¡Todo!.- ¿Ha quedado claro?.- uno asintió.

- Me encargare de que lo sepa.- otro se acerco.

- No podrán hacer nada.

- ¿Por qué?.

- ¡Están solos!. Mi hijo me mando una carta. Dentro de Slytherin hay dos grupos nuestro hijos y el resto. Están vigilados incluso en las mazmorras. Dumbledore sabrá en un instante que traman.- todos se callaron.

- Que hagan lo que puedan pero con cuidado.- señalo al que informaría a los Slytherin.- ¡Pero deja claro que el que tenga la ocasión que acabe con Potter!.

- ¡O con la puta de su mujer!.- una voz hablo desde una esquina.

- Lamento lo que ha hecho tu hija.

- ¡NO TENGO HIJA!.

- ¡Hay otro tema!.- Una sombra se adelanto.- La gente ha perdido el miedo. Algunos incluso se atreven a pronunciar el nombre de nuestro señor.

- ¡El ya no esta!.- dijo otro.- ¡Ahora solo nosotros podemos asegurarnos que nuestros ideales lleguen a su fin!.

- ¡Por eso lo digo!.- hablo de nuevo.- Si nos pierden el miedo. ¿Como conservaremos nuestro poder?.

- ¿Que propones?.

- ¡Volver a atacar!.

- No somos bastantes y no es el momento.

- ¡Organicémonos!.- miro a todos.- Aunque sea solo para que sepan que seguimos aquí. No tiene por que ser un gran ataque solo hacer el mayor daño posible.

- Eso quedo claro en la boda de la hija de Robert.- El mencionado se acerco a su compañero apuntándole con la varita.

- ¡Solo lo diré una vez más!. ¡YO NO TENGO HIJA!.- el mago retrocedía asintiendo.

- Lo principal es Potter y … - miro a Parkinson.- y su mujer. Pero no podemos permitir que nos pierdan el miedo.

- ¿UN ataque?.- El mortifago asintió.

- Hay que planearlo muy bien.

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