Nada mas llegar al caldero Harry y la chica fueron rodeados de los miembros de la orden.
Snape y Lupin franqueaban a los jóvenes. Ella se acerco a el.
- ¿Siempre es así?.
- Vete acostumbrando.- respondió.
El local estaba casi vació apenas unos pocos de clientes. La puerta del callejón se abrió y entraron los padres de la chica. Harry pudo ver un par de Aurors del ministerio antes de que se cerrase el muro.
Los Parkinson nada mas entrar buscaron a su hija.
Esta salio del grupo y se acercó a ellos.
- ¡Papa!, ¡mama!.- sonrió. Estos la miraron fríos.
- ¡Aquí no!, acompáñanos.- dijo su madre.
- Les aconsejo que no salgan.- Snape se mostró frío.
- ¿Es una amenaza?.- respondió molesto el patriarca Parkinson.
- Solo una sugerencia.
- Quiero hablar con ella en privado. ¡Es mi derecho!.
- La señora Potter ya es mayor de edad.- respondió Dumbledore.- lamento recordarle que ciertos… derechos…. Han dejado de ser factibles. Ahora que esta casada, el único que podría alegar algo seria su marido.- señaló a Harry que los miraba serios.
- Será solo un momento en familia.- dijo con ironía. Harry mira a Pansy y asintió no muy convencido.
El hombre tomo del brazo a su hija y tiro de ella. La chica noto la furia con que lo hacia y abrió la boca sin quejarse. Harry lo vio y trato de acercarse. Fue parado Por Snape.
- ¡Paciencia señor Potter!, Paciencia.
Los parkinson se acercaron a la parte mas alejada del local. Lejos de los oídos curiosos y con cierta intimidad.
- Papa yo…
- ¡Calla!.- dijo secamente.
- ¿Por que Pansy?.- hablo su madre.- ¿Por que te casaste con ese… desgraciado?.
- Vosotros estabais desmayados. El ataque no funciono.
- Lo sabemos.
- ¡Intente que se aplazara para cuando estuvierais presentes!, pero…- miro a su padre.- La ceremonia tenia que continuar… Y después… tu insististe mucho en que la unión fuera nada mas terminar la boda.
- ¡Haberte negado!.- se veía la cólera en sus ojos- ¡En cuanto el ataque fallo tenias que haberte largado!, ¡deshacer la boda e irte de allí!.- ella agacho la cabeza.
- Lo se pero… sabían que haría eso. Pensé que si seguía lo tendría atado y podríamos acabar con el mas adelante. No sabia que tendría que seguir con la ceremonia de la unión de sangre y no me podia negar.- su padre se giro molesto.
- ¡Mal hecho!.- dijo su madre.- ¡Fue una estupidez!. ¿Ahora que harás?.
- Seguiré hasta que podamos atraparlo.- lo decía pero no sabía por que no se sentía muy convencida.
- ¡NO!.- el grito del padre consiguió ganar la atención de todo. Los miro y siguió en voz más baja.- ¡Maldita niñata desgraciada!. ¿No lo entiendes?. ¡Eres una Potter!, ¡eres de ellos!.- señalo al grupo.
- ¡Si pero…!.
- ¡No hay pero que valga!. ¡Has unido tu sangre a el!. ¡Has mancillado mi nombre y mi familia!.- elevaba poco a poco la voz.- ¡Te has convertido en una traidora a la sangre!.
- ¡Padre yo…!.
- ¡No me digas eso!. ¡Yo no tengo hija!.- estaba completamente desquiciado.
- ¡Traquido!, seguro que podremos hacer algo.- intento calmarlo su esposa. Pensó un instante.- ¡Podemos alegar que…!.
- ¡Me da igual lo que digas!. ¡Esta… Potter!.- escupió las palabras.- ¡ya no es nada mió!. ¡No la quiero ver en mi casa y ten seguro de que me encargare de que nadie…!.
- ¡Robert!.- miro a su marido y este callo.- ¡No le hagas caso!. Anularemos la boda y te iras a vivir al Francia.- ella miro a su madre. Que siguió hablando con su carácter frío y calculador.- ¿Qué?. ¿Pretendes vivir con nosotros o nuestros conocidos?. Con tu estupidez estar marcada.- le tomo la mano y le señalo la pequeña cicatriz.- Nadie querrá saber nada de ti nunca mas. ¡Al menos nadie que valga la pena!.- por momentos se sentía peor al escuchar a sus padres.
- ¡Lo entiendo!. ¡Pero si conseguimos…!.
- ¡No hay nada que hacer!. ¡Es imposible que lo capturemos con todas las precauciones que han tomado!. Por esa razón se organizo el ataque. ¡Era la única ocasión!.
- No si ella nos dice donde viven.- la chica lo miro.
- ¡Padre!. ¡Hice el juramente moriría!.
- ¡Te he dicho que no tengo hija!.- le escupió las palabras con odio.- Si quieres servir a la causa es un sacrificio que reducirá algo tu culpa.- la miraba con una sonrisa de satisfacción.- Podrias servir para algo después de todo.
- ¡Deshagamos el matrimonio!. Seguro que con lo que le dijiste el estará encantado de hacerlo. Después ya veremos…
- ¡No se puede hacer!.- los padres la miraron abriendo los ojos.- Ya lo habían previsto. Alegarían que no queríamos vivir como pareja y que la unión seria en vano. Fracasaría después de todo lo que hice y…Si no me…
Robert Parkinson le propino a la chica una gran bofetada tirándola al suelo.
- ¡Maldita zorra!.- grito y todo lo oyeron.- ¡Te has acostado con ese sangre sucia!.- saco la varita y la apunto con ella.- ¡Muere!. ¡Ava…!.
Harry vio nervioso la escena. En dos ocasiones el padre de ella alzo la voz y la madre lo calmo. Se les podia ver nerviosos y enfadados. Sentía que algo no marchaba bien, quería equivocarse ya que algo le decía que tendría que intervenir.
Cuando Parkinson le dio una gran bofetada a Pansy tirándola al suelo supo que es lo que vendría después.
De un empujón salio de entre sus amigos y corrió hacia la chica. Intento sacar su varita apero se engancho en el bolsillo. La cara del hombre y la primera palabra que dio confirmaron sus sospechas. Tenia que llegar a tiempo.
Levanto la mano en dirección a Robert Parkinson. Una luz salio de ella y lo golpeo, este salio despedido a la pared.
Todos miraron la escena. Menos la chica que se fijo en su marido.
Vio como después de eso sacaba la varita y lo apuntaba.
Los aurors entraron en la habitación con las varitas preparadas al oír el golpe.
Parkinson se levanto y al igual que su esposa apuntaron con sus varitas al chico. Al barón le costo horrores ya que quedo muy mal parado del golpe.
- ¡Nadie ataca a mi mujer!.- les amenazo con la varita.- - ¡Nadie!. ¡Pansy!.- la llamo tendiéndole la mano.
- ¡Quietos todos!. ¡Guarden las varitas!.- los Aurors apuntaban a todos, algo inútil pero…
La madre de la chica guardo la varita y se acerco a su hija. Mientras la levantaba le hablo al oído.
- Reza para que encuentre otro que no seamos nosotros. Por lo menos así tu muerte será rápida. ¡Potter!.- Dijo con odio. La chica miro a su madre y sintió miedo.
- ¡Pansy!.- la llamo de nuevo el moreno. No se lo pensó corrió y se puso detrás de el apoyándose en su hombro aterrada.
Detrás de este estaban los miembros de la orden preparados.
- ¡Qué alguien me diga que sucede aquí!.- ordeno uno de los Aurors.
- ¡Ese maldito crió me ha lanzado un Expeliarmus sin avisar!.- dijo Parkinson tocándose el pecho adolorido.- ¡Exijo que lo detengan!.
- ¡Solo defendí a mi esposa!.- respondió Harry.- ¡El la golpeo y saco la varita!.
- ¿Es cierto eso?.- pregunto el auror.
- ¡Mi marido solo reprendio a … la chica por algo que hizo!. ¡Pero nunca le lanzaria un hechizo sin motivo!.
- ¡La golpeo mire su cara!.- el auror se acerco a la chica que se refugiaba detrás de Harry asustada.
- Tiene la cara colorada y es de un golpe es cierto.- El mayor de lo Parkinson guardo la varita y puso su mejor cara.
- ¡Solo fue un golpecito sin importancia!. Lo que pasa es que se trompezo y callo y por eso parece que es…
- ¡Mentira!.- lo corto Harry.
- ¡Señor Potter1. ¿Quiere presentar cargos ante el ministerio?.- Harry noto como la chica le apretaba el hombro.
Harry se giro y la mitro a los ojos. Por segunda vez veía el miedo en ellos y no le gusto.
- ¿Quieres hacerlo?.- la chica negó.
- ¡Solo quiero que me dejen en paz!. ¡No quiero verlos nunca mas en mi vida!.- Se apretaba contra el pecho del chico sollozando.
- No presentaremos cargos, Perdonen las molestias. Gracias.- hablo Dumbledore.- Esto ha sido un lamentable error. Nosotros ya nos íbamos.- sonreía mientras hablaba con los Auror pero se puso serio al cruzar su mirada con los Parkinson.
La pareja pusieron su habitual cara de superioridad y bajo la mirada de todos fueron hacia la salida del local y entraron en el callejón Diagon. El resto volvió a Grimmauld Place.
Nada mas llegar Pansy subió a la habitación y se acostó llorando en la cama.
Poco después Harry entro y se acerco.
- ¿Estas bien?.
- ¡Déjame!. ¡Es todo culpa tuya!.- le grito llorando. El se dio la vuelta y se dispuso a salir.- ¡No espera!. – se levanto.- ¡No quiero estar sola!.- Se acostó de nuevo.
El moreno se aceco con cuidado y se recosto a su lado. La rodeo con su brazo.
La morena se giro y apoyándose en su pecho dejo salir todo lo que tenia dentro.
Harry solo la rodeo con sus brazos tratando de transmitirle todo su apoyo. Le dio un beso en la frente y la dejo llorar hasta que se desahogara.
Ninguno salio de la habitación. Nadie los molesto sabiendo en parte lo que allí sucedía. Al pasar junto a la puerta oían como la chica lloraba.
Decidieron dejar que ambos se consolaran mutuamente. Esperarían hasta que ella se sintiese mejor.
Entendían que ser repudiada por tu propia familia debía ser demasiado para la Slytherin.
- ¡Yo creo que esta fingiendo!.- dijo un miembro de la orden.
- No lo creo Dedales.- Snape fue el que hablo.- Su padre estuvo a punto de lanzarle la maldición asesina.
- ¿Por qué?.
- ¡Ella se caso con Harry!.- respondió Snape.- Unió su sangre a el. Eso para Robert Parkinson es algo imperdonable. Creo recordar que la quería casar con el hijo de otro Mortifago. Puede que Draco o Goyle.- movió la mano.- no lo recuerdo. Si ella hizo el ritual y después… consumo el matrimonio….- miro a Dumbledore.- para el es suficiente para matarla. NO creo equivocarme si digo que para los Mortifagos Pansy se ha convertido en otro objetivo a eliminar. Es una Potter.
Dumbledore pensaba detenidamente cada palabra. Llevaba un rato en silencio.
- Lo mas sensato será incluir a la señorita…. ¡Perdón es la costumbre!. A la señora Potter, en el mismo sistema de seguridad que Harry. La unión de sangre ha creado una protección adicional en ella.
- ¿Te refieres a…?.
- ¡Si!. La protección de la sangre que tiene Harry.
- El Imnombrable esta muerto. ¿De que le sirve ahora?.- pregunto Lupin.- ¿Por que hacer que Harry este con sus tíos?.
- ¡Es cierto!. Pero en estos tiempos es mejor tomar todas las precauciones, por rara que sea… Creo que los Potter deberán pasar unos días con los tíos de Harry. Principalmente para que la señora Potter sea reconocida por la magia de ese lugar.
- ¡Esto será divertido!.- sonrió Snape.- Pansy matara a los tíos de Harry ante de media Hora. Lo que el ha resistido no lo hará ella ni queriendo.
-Mañana tenemos que ir al ministerio. Los chicos deberán realizar su examen de aparición. Yo hablare con sus tíos y los pondré al tanto.
- Me imagino lo que dirán.- respondió ojo Loco.- No querrán otro "raro" en su casa.- miró a Snape.- Estoy de acuerdo con Snape. Esa chica se los cargara en cuanto llegue.
- ¡Intentaremos que no sea así!. Creo que con dos días será más que suficiente. Después los acompañaremos al callejón Diagon para que compren sus útiles y volverán aquí.- miro al patriarca Weasley.- Arthur eso también va por tu hijo y.- sonrió.- su increíble esposa.- el aludido sonrió feliz.
- Se lo diré.
Harry se despertó, intento buscar sus gafas pero no hizo falta.
- Toma.- reconoció la voz
- Gracias.- al ponérselas la miro. Se veía triste y con los ojos hinchados.- ¿Que tal estas?.- La chica se encogió de hombros.
- Sobreviviré soy fuerte. Me enseñaron a serlo.
- Lo se.
- ¡Gracias!. Se que si no es por ti mi… padre me hubiese matado.
- Es lo que debía hacer.- dijo quitándole un mechón de la cara.
- Ya se como es posible se acabaras con… el señor oscuro.- Movió los dedos.- Seguro que eres el mago mas poderoso desde hace siglos.
- Te agradecería que nadie supiera de esto.
- ¡Tranquilo!, no diré nada. Aunque quisiera no puedo.- junto las manos recordando el juramento hecho.- De todas formas tu tampoco deber decir esto.
- ¿El que?
- No me gustaría que nadie supiese que he llorado.
- No me creerían. ¿Una serpiente con sentimientos?.- la chica sonrió con burla.- Me alegro de que te encuentres mejor.- Pansy se puso seria mientras se incorporaba.
- No todos los días tu padre te repudia e intenta matarte.- suspiro.- Esto cambia mucho las cosas.
- ¿A que te refieres?.
- Se que no me quieres y sabes que yo a ti tampoco. Nuestro matrimonio es una farsa a la que yo te he forzado. Tu sin embargo me salvas y yo…
El se acerco y la abrazo.
- Tranquila no …
- Tengo que decirlo. Ya que tenemos que ser pareja al menos es mejor que nos llevemos bien. No habrá amor pero si pienso que al menos debe haber respeto y amistad. ¿Qué dices amigos?.- levanto la mano para estrechársela. El negó.
- ¡Amigos no!. Somos un matrimonio.
- ¿Qué?. ¡Pero si…!.
- ¡Se lo que vas a decir!. Ya somos pareja. Pero yo no quiero solo una amiga, quiero la mejor amiga, quiero una confidente una persona con la que pueda estar y con el tiempo… quizás querer. ¡Estoy de acuerdo que amarnos es algo que nos resultara casi un sueño!. Al menos espero que haya cariño. No te forzare a nada que tú no quieras, no te exigiré nada. Solo quiero que seas eso y yo serlo para ti.
- ¡Pero yo…!.
- Solo quiero que nos demos la oportunidad de crear algo junto. el resto el tiempo lo dira.- le tomo la mano.- ¿Qué opinas?. ¿Querrías ser mi esposa?.- ella suspiro. Se coloco frente a el y…
- Antes de responder me gustaría decirte algo. ¡No me interrumpas hasta que termine!. Cuando lo haga, si quieres, me harás de nuevo la misma pregunta y yo te responderé. ¿De acuerdo?.
- Esta bien.- la chica cerró los ojos para tranquilizarse.
- Después de lo que te dije esta claro que no eras…, eres a quien mas estimo. Me ordenaron comprometerme contigo. Conseguir que fueses a alguna de las propiedades de mi familia y allí se encargarían de asesinarte… por haber destruido a nues… su señor.
- Eso lo suponía.
- ¡No me interrumpas!.- lo callo.- Con todo lo acordado y viendo el lugar de convivencia, tenia pocas esperanzas de advertirles de donde me encontraba.- se puso seria y bajo un poco la cabeza.- Yo provoqué los accidentes en la casa esa.- el se cruzo de brazos y la miro levantando una ceja.- ¡Si!, ¡quise matarte!. Al llegar al ministerio habían preparado el ataque como solución a mi fracaso.- paro un segundo.- La idea era que mis padres y yo seriamos victimas del ataque, y a ti… te matarían.- lo miro a los ojos.- Pero me salvaste, no se por que pero lo hiciste.- Harry la seguía mirando.- Como todo había fallado y no podia hablar con mis padres quise irme de allí cancelar la ceremonia y desaparecer , pero cuando hablaste conseguiste enfadarme y … me case por despecho , ¡por ganarte!. La unión de sangre ya fue inevitable.- se puso colorada.- Por la noche… yo… hice lo que hice para mantenerte atrapado. Era la única opción que me quedaba. Al saber que podías cancelar el enlace, yo estaría marcada y no tendría nada que hacer u ofrecer.- unas lagrimas escaparon.- Pero algo paso no se que fue pero… ya no es igual. Quise convencerme de que no era así pero lo era. En cuanto mi padre me vio quería matarme y cuando le dije que no podíamos deshacer el enlace… Tenias razón, estaba apunto de lanzarme el Avadra.- agacho la cabeza.- En este momento estoy diciéndotelo todo, completamente a tu merced y sin ningún lugar al que poder ir. Si después de esto me odias aun mas lo entenderé.- se callo mirando el suelo.
El la miraba entre enfadado y divertido.
- ¡No te engañare!. Sabia de sobra de que iba todo. ¿La hija de un Mortifago se casaría conmigo por mi fama y dinero?.- bufo.- De sobra sabíamos lo que planeabais. O al menos eso era lo que temiamos que harian conmigo. ¡Los accidentes!. ¿Quien sino pudo hacerlos?.- la chicas lo miro a la cara.
- No dijiste nada.- el levanto el dedo.
- Yo no te interrumpí, así que espero el mismo trato.- ella asintió.- Solo te lo reproche en el asunto del baño, el resto de sobra sabia lo que pretendías, pero tenia que aguantar toda la semana. Estarte reclamando algo que no podia probar me pareció inútil.- se callo un segundo.- Si es por sincerarse era con Dumbledore con quien hablaba el ministro. Como no dejarias que te tocase, al dia siguiente seria roto el enlace por …- no sabia que decir.- ¡Algo que tenian ya pensado!. ¡No lo se!. Me lo comento el director antes de la boda. Y te salve no se bien por que la primera vez.- le cogió la barbilla subiéndole la cara para mirarla a los ojos.- Pero la segunda fue por que algo ha cambiado, yo también me he dado cuenta. No se que es. Pero pienso averiguarlo. ¡Para mi ya no eres Pansy, "la odiada serpiente Slytherin", Parkinson!. Eres Pansy Potter. ¡Mi esposa!.
- ¿Entonces…?.
- Te lo he dicho. Queramos o no esto ya no tiene arreglo. Por lo menos intentemos que nuestras vidas sean más agradables. Lo demás tendremos que solucionarlo sobre la marcha. Ni yo te tengo mucha confianza ni tú tampoco a mí. En eso estamos de acuerdo, partamos de ahí. ¿?Que dices?. ¿Quieres seguir con esto?. ¿Quieres ser mi esposa?.- la chica puso su mas orgullosa sonrisa Slytherin antes de responder.
- ¡Ya lo soy!. Y te aseguro que hare lo que este en mi mano para ser la mejor. ¡Palabra de Slytherin!.- Ambos sonrieron.
- ¿Te apetece comer algo?.
- Es muy tarde no creo que…
- ¡Espera aquí!.
Harry salio al pasillo y se alejo unos pasos.
- ¡Kreakers!. ¡Kreakers ven!.- el elfo apareció.
- El amo llama y al pobre Kreakers no le queda otra que obedecer aunque no le guste el almo.
- Me gustaría que preparases algo ligero para cenar y si es posible nos lo traes a la habitación.
- ¿Cuando el amo este solo?.
- ¡No!. Te doy permiso para aparecerte delante de tu nueva ama. La obedecerás si te llama y harás todo lo que te mande. Solo que no puedes hacer nada que implique salir de la mansión o llevar nada a nadie de fuera de ella si antes no me lo dices a mí y me lo traes. ¡Sin excepciones!. ¿Lo has entendido?.
- El amo pide y Kreakers obedece aunque no quiera. Kreakers obedecerá a la nueva ama. Y dirá todo al amo. Pero Kreakers no esta contento. Solo el ama lo trataba bien. Kreakers era feliz con la antigua ama. Pobre Kreakers.- desaparecio.
Harry entro y vio a Pansy abriendo su baúl.
- ¡Maldición!.
- ¿Que pasa?.- le pregunto.
- Se ha roto.- le enseño un trozo del asa.
- Es fácil de reparar.- un hechizo y quedo igual.- ¡Ves listo!.
- Gracias.- se seco las lágrimas con el pañuelo que había sacado.
Harry se fijo que el pañuelo tenia bordado en un fino hilo de oro las iniciales de la chica.
- Tiene tus iniciales.
- Si, al igual que mi baúl.- lo señalo.
- P. P. Pansy Parkinson.- sonrió.- Te seguirá sirviendo. No necesitaras cambiarlo.
- ¿Por que lo dices?.
- Ahora eres Pansy Potter. Sigues con las misma iniciales, P P.
Se escucho un lamento en la planta baja.
- ¿Que es eso?.- Harry no supo que responder.
Un ser apareció frente a Harry.
- ¿Que ha hecho el amo con el retrato de mi ama?.- se veía llorando.- ¿Como ha conseguido quitarlo de ahí?.- Harry lo miro sorprendido. El elfo estaba entre triste y furioso.
- ¿Kreakers que…?.
- ¡Dígame donde esta!. Kreakers tiene que ver a su ama.
- Ahora tu ama es ella.- dijo Harry. El elfo la miro.
- Otra traidora. Que ha venido a quitar el retrato del ama de Kreakers.- la miro con asco. La chica se levanto.
- ¿Qué te has creído?.- le dio un empujón que lo sorprendió.- ¡Ahora yo soy tu ama!. ¡Yo descolgué el cuadro que tu antigua ama colgó ahí!. ¡Yo!.
- ¡Pansy no…!.
- ¡Imposible!. El ama dijo a Kreakers que la magia…- el elfo no puso seguir hablando.
- Tu ama lo hechizo para que solo una sangre pura fuera la nueva señora de esta casa, y esa soy yo.- lo miro con odio consiguiendo que el elfo se asustara. Hacia demasiado tiempo que nadie lo kmiraba de esa forma.- ¿Lo has entendido?.- el elfo asintio asustado.- ¡No te oigo!.
- ¡Si!. ¡Kreakers lo entendio!.
- ¿Como has dicho?.- lo miro con furia.
- ¡Kreakers lo entendio ama!.
- ¡Desaparece!.- el elfo casi se cae hacia atrás. Como puso se inclino y desapareció. Harry la miraba alucinado.
- ¡Has dejado a ese maldito elfo más sumiso que un corderito!.- se encogió de hombros.
- Solo es un elfo domestico se como manejarlos.
- Que Hermione no te oiga o tendremos problemas.- lo miro.- Defiende la libertad de los elfos domésticos.
- ¿Porque?. Son lo que son.- el se molesto.
- Nuestras ideas son diferentes y creo que es algo de lo que tendremos que hablar.
- Siempre ha sido así, por que…
-Hoy no… por favor.- Pansy se callo.
Kreakers apareció de nuevo muy asustado con una bandeja.
- Kreakers siente molestar de nuevo a los amos. Pero el amo ordeno a Kreakers que trajese comida para el y la ama.
- Gracias Kreakers déjala en la mesita.- el elfo obedeció rápidamente y desapareció.- no me lo creo.- sonrió. Ella solo se encogió de hombros.
Comieron con tranquilidad mientras Harry la ponía al corriente de las ideas de su amiga y en que partes coincidía. Pansy argumentó lo mismo que todos los demas magos. Si ellos eran felices asi, ¿Por qué cambiarlo?.
Terminaro hablando de algunas cosas mas alegres. Ya avanzada la noche el se levanto.
- Te dejare descansar. Buenas noches.- la morena se puso triste.
- Harry… yo…- el la miro.- Me gustaría que te quedases. No me siento del todo bien y…. Cuando me abrazaste me sentí mejor.
- De acuerdo . Voy a darme una ducha y vuelvo. ¿Vale?.- ella asintio.
Harry pego antes de entrar, la voz de la chica se oyó del otro lado.
- ¡Pasa!.
El moreno la encontró en la cama tapada. Esta vez tenía un largo camisón.
Se acostó junto a ella y la rodeo con el brazo. La chica se giro y se acurruco en su pecho. Suspiro.
- Gracias.
- Es mi deber como tu marido.- bromeo.
La noche continúo sobre la ciudad. Bajo ella el mundo estaba sumido en un tranquilo sueño. Por primera vez en su vida, una pareja dormía placidamente sintiéndose tranquilos el uno con el otro.
Ron y Hermione reían divertidos mientras bromeaban con los gemelos. Harry entro en la habitación y se unió a sus amigos. El centro de las bromas era cierto pelirrojo que se sentía violento ante las bromas de sus hermanos.
Pansy entro en la sala y todo se giraron, la conversación acabo en ese instante.
- Perdón yo…
- ¡Ven acércate!.- le dijo Harry. Ella se sentó junto a el al llegar. Los demás la miraban en silencio.- Estamos hablando sobre que sucederá cuando lleguemos a Hogwarts. ¿Tu que crees?.
- No lo se .¿A que os referís?.
- ¡Los matrimonios realizados con la nueva ley!. – aclaro hermione no muy animada.- Que pasara si los cónyuges no han terminado sus estudios, como pasa con nosotros.
- El ministerio ha aprobado una norma especial. Las parejas podrán compartir habitación.- Respondió George.
- Se lo oímos a Dumbledore anoche.- Término su hermano. Harry siguió.
- Creo que seria lo ideal.- señalo a los gemelos.-Fred y George bromeaban sobre como seria si Hermione y Ron.- callo en la cuenta de algo.- ¡Y nosotros claro!. Dormimos junto con nuestros compañeros…
- Será muy divertido ver como os las arregláis para que los demás no se queden mirando a vuestras esposas.- añadió Fred sin terminar de arrancar la broma.
- O que ellas os pillen mirando a otras.- termino George en el mismo tono.
- Será mejor que no me ponga mis camisones.- dijo la chica. Todos se quedaron mirándola. Esta se sintió violenta.- ¡Es que son…muy…!.´- Harry intervino.
- ¡Cambiemos de tema!. ¿Os parece?.- sirvió para poco ya que los gemelos sonreían con malicia.
- Yo quisiera saber algo.- dijo Ron mirándola.- ¿Qué pasara ahora contigo y tu familia?. Ayer nos dijeron que os peleasteis pero yo no me lo creo.- la miraba serio.
- ¡Ron…!.
- ¡No Hermione!, ya sabes lo que quiero decir…
- Os entiendo pero….
- Voy a contaros lo que paso.- Miro a su mujer y esta asintió. Harry les explico lo sucedido el día anterior. Hermione abrió los ojos cuando Harry llego al momento en que su padre la quiso hechizar y saber cual era la maldición.- ¡Resumiendo!. ¡Pansy ha sido repudiada por sus padres y conocidos!.
- Mi madre… me dijo algo mas antes de irse.- todos la miraron interesados.- Me advirtió de que si ellos me empotraban antes que algún otro me matarían de forma que… desearía que no me hubieras salvado. Para ello yo soy …. Una Potter y como tal me trataran.- las lagrimas estaba a punto de salir. Pero como buena Slytherin se controlo y puso cierto grado de orgullo y frialdad en la voz y cara.
Los chicos estaban pensando sobre lo que habían oído.
- Siento lo que te paso.- respondió al fin Hermione. El siguiente fue Ron.
- Debes entender que un así tengamos cierta…
- ¿Desconfianza?.- sonrió.- lo entiendo y no esperaría menos.
- Ya hemos hablado sobre eso.- añadió Harry.- Nuestro matrimonio ya no es anulable.
- Si el ministerio lo autoriza…
- ¡No Hermione!.- la corto el moreno.- Para que el ministerio lo autorizase. Primero debería deshacerse la unión de sangre. Eso conllevaría reunirse de nuevo con los Parkinson. Aunque eso sucediese.- miro a la chica.- Una vez disuelto. Ella se quedaría a merced de los Mortifagos.- los miro.- Siendo mi esposa tiene una serie de protecciones que de otra forma no tendría.- la tomo de la mano.- Somos un matrimonio y enfrentaremos todo esto juntos.
- ¡Bien dicho Harry!.- Dumbledore entro oyendo lo que decían.- Me alegra que todo este claro entre ustedes. Debo añadir que para que la disolución fuera efectiva deben darse una ciertas condiciones que… me temo no cumplen. Creo inútil decirlas.
- ¡Profesor!. ¿Que hace aquí?.- dijo Harry.
- Me he acercado por que hoy les espera un día muy movidito a los Potter.- sonrió al decirlo.- Y a los Weasley.- Ron se puso colorado y Hermione sonrió nerviosa.- He conseguido que hoy el ministerio acceda a realizarle el examen de aparición. ¡Se que de sobra que ya la dominan!, pero es un tramite necesario.
- Pero si nos dio el documento del ministerio que…
- Era un permiso temporal señora Potter. Deben realizar el examen como todos. Aunque sean unos experto con ella.- Señora Weasley me haría el favor de avisar a al señor Lupin y al profesor Snape. Creo que están en la cocina con sus esposas.
- Profesor mi madre esta.- Ron no termino de hablar. Un golpe en el brazo de Hermione lo callo.- ¡Ah es verdad!. ¡Perdona es que… la costumbre…!- Hasta Pansy se rió de la situación. Los gemelos se sostenían mutuamente para no caerse al suelo. Junto a ellos Ginny se revolvía en el suelo. Mientras Ron permanecía callado y cabizbajo mientras Hermione salía a realizar lo que le pidieron.
La llegada al ministerio y el examen apenas fue un trámite para los cuatro. Realizaron la prueba sin problemas y obtuvieron su permiso. A la salida unos reporteros del profeta les sacaron algunas fotos y le sacian preguntas sobre su vida en común. Por mucho orgullo que tuviese hasta a Pansy le consto mantenerse serena. Solo la mano de Harry conseguía que conservara la seguridad. Entraron en una chimenea y aparecieron en la casa de la orden.
- ¡Bueno!. ¡Esto ya esta solucionado!.- Dumbledore sabia lo que sucedería.- Ahora viene la peor parte.- miró al moreno.- Harry, tu esposa comparte contigo el vinculo de la unión de la sangre.- el asentía.- Es por eso que es necesario que esta la reconozca y le de su protección.- Harry no sabia lo que quería decir pero algo vino a su mente y no le gusto.
- ¡¿No estara diciendo que…?!.
- Me temo que si. ¡Solo seran dos dias!.- agrego con rapidez. Pansy noto como Harry se ponia furioso.
- ¡NO PIENSO REGRESAR!. ¡YA TODO TERMINO NO ES NECESARIO!.
- Me temo que si. Será mejor que recojan lo que necesiten.
- ¡Ellos no me dejaran!. ¡Y menos si me presento casado y con mi mujer!. ¡Usted lo sabe!.- el anciano intentó tranquilizarlo pero savia que no serviría.
- Por esa razón fui a hablar con ellos, me asegure de que aceptasen. No te lo pediría si no creyese que es necesario.- suspiro.- Confió en que sabrás que es lo mejor.
- ¡No me gusta!.- La mirada del director parecía transmitirle resignación.
- ¿Harry que pasa?.- la morena no entendía que pasaba. El la miro serio.
- Mi madre … antes de … - suspiro.- Mi sangre tiene una proteccion gracias a su sacrificio. Y para que tu también la tengas.- no sabia como decírselo.- El director quiere que tu y yo pasemos dos días en la casa de mis tíos.- ella se quedo tranquila.- ¡Muggles!.- la cara de la chica cambio.
- ¡No!.- Harry miro a Dumbledore.
- Los dos estamos de acuerdo. ¡No vamos!.
- Esto no tiene discusión. Y lo sabes.
- ¡Ya no hay Voldemort!. ¡Ya no…!.
- ¿Hay ataques?.- el chico se callo.- Me marcho. Tengo que revisar las protecciones. Recoged lo que necesitéis y vendré por vosotros en cuanto termine.
- ¡Que no voy!.- dijo enfadada la chica. Lamentablemente el director ya había desaparecido.- ¡¿Ese viejo es imbecil?!. ¿Qué quiere que haga que me los cargue?. ¡Ni atada iré!.- miro a Harry.
- Yo quiero ir menos que tu.
- ¡Fácil!. ¡No vamos y punto!.- se cruzo de brazos si moverse del sitio.
Cerca de una hora después El director apareció de nuevo.
- ¿Estais listos?.
- ¡No!. ¡Ni lo estare!.- respondio la Slytherin.
-Señora Potter, solo seran dos dias.
- ¡NO!.
- Harry. He hablado con tus tíos. Están de acuerdo en que se queden allí dos días. ¡Pero no más!.
- ¿Han aceptado?. ¡No me lo creo!.
- ¡Ha sido muy difícil convencerlos pero…!. Digamos que han accedido a condición que después de esos días nunca más vuelvas a su casa. Y…- no sabia como seguir.- Digamos que, ni tu ni tu acompañante saldrán de la habitación a menos que sea necesario.
- ¡Eso si me lo creo!. ¿Cómo reacciono mi tía cuando le dijo que nos habíamos casado?.
- ¡Ese detalle se me olvido decírselo!. En cuanto llegues tendrás que…
- Me deja lo mas facil, ¿verdad?.
- ¡QUE NO VOY!.- grito la chica. Harry la miro.
- Estoy de acuerdo. ¡No vamos!.- la morena sonrió satisfecha.