Narradora.
Fletcher se encuentra sentado fuera de la habitación de Alex. Mantiene un rostro pálido, sombrío y una mirada perdida.
Su frente está apoyado sobre sus rodillas y sus brazos abrazan sus piernas con fuerza. Hay un dolor punzante en su pecho que lo hace sentir que morirá en algún momento.
Se siente débil, ha estado sentado en esa misma posición durante horas.
Alex está en cama, reposando después de haber tenido un fuerte choque de feromonas que él provocó accidentalmente.
—Hable con las enfermeras —El alfa está tan inmerso en sus pensamientos que no escucho las pisadas de su amigo acercándose —Debes calmarte, nadie sabía que pasaría eso.
Pero aquellas inocentes palabras de aliento no funcionan en lo más mínimo.
—Debimos saberlo —Habla molesto mientras trata de calmar su respiración. Está realmente molesto.
En todo su tiempo como alfa de la manada, jamás se había sentido tan agobiado y molesto por un pequeño fallo.
—Él jamás quiso decirnos que le había sucedido, no podíamos haber previsto algo de esta magnitud. Nos encargamos de las heridas externas. Ni siquiera creímos que eso fuera posible, solo era una teoría.
—Su lobo está muerto. Creí que solo sabía esconder bien sus feromonas. Yo sabía lo que posiblemente le había sucedido, sin embargo él no me mencionaba nada. Él no confío en mí —En el fondo, Fletcher no trata de culpar a nadie. Únicamente se culpa a sí mismo.
Piensa que debió haberlo sabido desde el principio.Considera que esto pudo haberse evitado.Siente que debió haberle brindado más apoyo emocional, se siente inútil.
—Su cuerpo está en un punto de no retorno... Ya no sé qué hacer
—Ahora que sabemos que su lobo ha muerto... Debemos evitar a toda costa acercarnos a él... Todos los alfas son un peligro ante su cuerpo —Y el alfa agonizando en el suelo se paraliza.
No está listo para alejarse.
Se acostumbró a estar cerca del chico, se acostumbró a ver aquel rostro angelical comiendo y disfrutando los chocolates que tanto le costó hacer.
—Él no debe exponerse a feromonas durante un largo tiempo. Fletcher, no sé que es lo que estés sintiendo, si solo fue compasión o sientas algo más, pero si realmente te preocupas por él, debes alejarte —El gran alfa no está listo para algo así. No entiende por qué debe alejarse de las personas que ama.
Sigue creyendo que es una broma, una estúpida pesadilla. Solamente que... Por más que quiere despertar, no sucede.
—Lo sé.
—Volvamos, debes dormir un poco —Erick toma a su amigo del brazo y trata de ayudarlo a levantarse. El alfa ha estado sentado allí durante horas que siente su espalda agonizar. Solo que no quiere irse, no quiere dejar a Alex solo. Quiere disculparse.
—No me iré, me quedaré aquí hasta saber que ha despertado y está bien —Sentencia soltando su brazo de una manera un poco grosera y berrinchuda, luego de recarga en la pared y se estira un poco.
—Él estará bien...
—Me quedaré para averiguarlo —Necio como un asno. No piensa moverse de su lugar en ningún momento.
—Sabía que dirías eso —Suspira dándose por vencido y le muestra la mochila que lleva sobre el hombro —Las enfermeras me dijeron que podías usar el baño de la habitación 77. Apestas a vómito, ve a ducharte, apuesto que Álex detestaría sentir ese horrible aroma desde su pesado sueño —Regaña sentenciando la discusión.
El alfa suspira y se resigna, luego, toma la mochila y con la mirada vacía y los ojos hinchados, camina unas cuantas habitaciones hasta la puerta de la habitación 77. Erick tiene razón, sabe que Alex es sensible a los aromas, así que realmente debe ducharse.
Abre la puerta y no hay nadie dentro. Ni siquiera se había dado cuenta de que apestaba a vómito, no hasta este momento. No pensó en eso, estaba muy preocupado. Se culpaba a sí mismo tan terriblemente que hay un punto en el que siente que se volverá loco.
Abre la puerta del baño y entra. Deja la mochila sobre el lavamanos y saca una bolsa de plástico dónde pondrá su ropa sucia.
Se quita la playera y el pantalón. Su cuerpo blanco como la nieve deja a relucir una espalda grande y ancha seguida de una cintura pequeña y masculina.
Entra a la regadera y abre la llave dejando que agua helada le recorra el cuerpo. Está tan sumiso en sus desastrosos pensamientos que no noto que su cuerpo se contrajo y tembló del frío innumerables veces.
En su mente estaba solo la imagen de Alex tendido en la cama mientras las enfermeras le intentaban poner suero intravenoso durante una convulsión. Verlo mordiendo sus labios hasta romperlos y hacerlos sangrar fue tan terrible que lo hizo llorar.
Observarlo tan indefenso y lastimado, agonizando en la inconsciencia mientras luchaba por su vida fue tan doloroso.
—Ugh... —Contuvo su llanto y se trago su sufrimiento —Mierda...
Pero las lágrimas que albergan sus ojos son pesadas, tanto, que de un parpadeo comenzaron a rodar por sus mejillas y se diluyeron con el agua.
El motivo de su llanto es tan desgarrador que cree que morirá.
Pues luego de un tardado examen de sangre, encontraron que las feromonas en el cuerpo de Alex estaban desapareciendo. Eso solamente les indico que el lobo de Alex estaba muriendo o ya había muerto y las pocas feromonas que restaban en su cuerpo trataban de sobrevivir.
El motivo por el cual Alex se agitaba al tener a un alfa cerca, era debido a que sus feromonas estaban muriendo lentamente, las feromonas de los alfas hacían que esas pocas feromonas que aún mantenía en su cuerpo, se estimularan.
A eso se le denomina choque de feromonas. Al estímulo de una feromona más dominante que otra.
Luego de casi una hora de terribles episodios de convulsiones, Alex finalmente se estabilizó, superó el choque de feromonas y se quedó dormido del cansancio.
Hay una enfermera cuidándolo en la habitación, pues se teme que vuelva a tener otro episodio de convulsiones o un ataque de ansiedad o claustrofobia, como ya los había tenido algunas veces durante las noches.
Han pasado tantas cosas desapercibidas, tantas negligencias médicas que el alfa no encuentra un punto bueno en la situación.
Fletcher Realmente odia al bastardo que permitió que otro bastardo asesinaran al lobo de Alex. Desearía con toda su alma hacerlo correr por el mismo destino. Verlo sufrir por el simple hecho de recibir un poco de feromonas. Contemplarlo pálido y ojeroso, batallando para respirar. Luchando tan desesperadamente por recibir un poco de aire. Con los mismos ojos vacíos de Alex.
Así tal vez, solo tal vez, estaría pagando el 1% del sufrimiento que está experimentado Alex.
Cuando lo encuentre, realmente no sé lo va a perdonar.
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Luego de haberse duchado y cambiado, vuelve a dónde estaba sentado, y su amigo de toda el alma, le tiene preparado un pequeño cojín en el suelo y una charola con comida.
—Arroz frito y pollo agridulce —Levanta la charola anunciando que su comida está lista para ser ingerida.
Fletcher se sienta en el suelo y suspira un poco cansado. Realmente no sabría qué hacer sin su mejor amigo.
—Gracias... —Susurra un poco cansado y abre la charola de comida, Erick le ofrece un tenedor de plástico y pone por un lado del alfa un vaso con jugo de naranja y un traste con manzanas picadas con chamoy y miguelito. Solo para botanear.
—Sabes, se comienza a expandir un rumor —El gran alfa escucha con atención lo que su amigo le dice mientras él da la primera probada a la comida —Se dice que por fin has vuelto a caer por alguien. Al parecer están emocionados.
El gran alfa curvea una pequeña sonrisa, que es borrada casi al instante.
Aunque está totalmente cautivado e interesado en Alex, sabe que no es correcto.No quiere que Alex piense que intenta aprovecharse de la vulnerabilidad de un Omega que fue abusado.
Incluso para el mismo, suena como alguien gandaya, alguien que se está aprovechando de un mal momento de alguien más.
Y deja de masticar de golpe. Y se da cuenta de que desde el inicio fue solamente un gandaya.
¿Sentimientos? ¿Atención? ¿Flores y chocolates? Inconscientemente creyó que podría sanar las heridas del corazón de alguien que se cerró totalmente ante la comunicación.
Se mostró empático unos segundos y se dio cuenta de que si estuviera en el lugar de Alex. Lo menos que querría, sería un alfa que intentara entrar en su vida cuando apenas está intentando estabilizarla.
¿Qué opinaría la manada al saber de esto? ¿Acaso no lo verían como alguien enfermo? Descuidando la manada durante horas para encontrarse con su amante que está en un hospital por qué fue maltratado por otro alfa. Incluso si cierra los ojos puede escuchar las voces de las personas criticándolo
"Están emocionados" aquellas lindas palabras de un momento a otro dejan de sonar lindas y se vuelve aterradoras.
¿Qué dirán de Alex?
Siente una fuerte punzada en el pecho. Su mente ya sabe lo que su corazón no quiere aceptar.
Sus ojos amenazan con volver a lagrimar, y su corazón ya no aguanta un golpe más. Debe alejarse incluso si solo es para proteger a Alex.
—Volvamos a casa —Cierra la charola de comida y se levanta.
—¿No te querías quedar? ¿Dónde está esa arroga—Detiene sus palabras al observar el rostro arrugado de Fletcher.
Está a punto de llorar. Como alguien con el corazón roto tratando desesperadamente de aferrarse a alguna esperanza. Dolido y derrotado.
Con el corazón en la mano.
Erick suspira y se apresura a recoger lo que acomodo en el suelo.
Pero el llamado de la médico de guardia los detiene en seco.
—Alfa —Exclama muy agitada y se apresura a llegar lo más rápido que puede con el alfa —Hay algo que debe saber...
—¿Qué sucede? —La mujer, una Omega, guarda silencio y toma aire. No encuentra la manera de decir estas palabras
—Después del día 12, hicimos un examen de sangre, una prueba de embarazo —Fletcher siente su estómago revolverse de golpe y la cabeza le comienza a dar vueltas.
—¿Él está...?
—Está en cinta, desde hace al menos dos semanas. —Y el mundo se le detiene en seco.
—¿Por qué no me informaron de esto? —Gruñe el alfa totalmente molesto.
—Porque nos pidió que no mencionáramos nada. —La mujer sigue su instinto y agacha la cabeza un poco nerviosa.
—Soy el alfa y—Es detenido por Erick antes de que Fletcher se altere y comience a mencionar estupideces.
—Pero no eres su tutor tampoco eres familia. —Y Fletcher no puede contra atacar esa respuesta.
No obstante...
Realmente... ¿Realmente Alex aceptará concebir un bebé que fue producto de una violación?
¿Alex decidirá abortar? ¿Este fue el motivo por el cual intentaron deshacerse de Alex? ¿Por qué no quería decírselo? ¿Alex estará bien? ¿Debería darle la opción de abortar? ¿Qué es lo que pensará Alex? ¿Quién es el papá? ¿Debería preocuparse? ¿Cuál es el índice de mortalidad en partos de omegas primerizos? ¿El bebé nacerá bien? ¿Y si Alex no despierta? ¿Y si empeora su salud? ¿Y si Alex se quiere alejar?
Fletcher simplemente está en shock.
No puede procesar bien lo que le acaban de mencionar. Fue una noticia que le llegó como balde de agua fría.
—Quiero verlo —La doctora se exalta un poco
—Alfa, puede ser peligroso para el chico... Podría entrar en shock por sobre estímulo de feromonas —Y Fletcher se paraliza.
Sus ojos pican, nuevamente están por derramar lágrimas.
—Tranquilo, debes poner tu mente en orden. —Menciona Erick y le palmea el hombro a su amigo —Venga, vallamos a casa por hoy
El alfa pone sus manos en sus rodillas y trata de agarrar aire. Siente que no le llega suficiente aire a los pulmones.
—No quiero dejarlo...
—Él está bien, yo me encargaré de supervisarlo y darle especial atención —La mujer frente a ellos les sonríe y les da palabras de aliento.
Pero se niega a creerlas y dejar a Alex solo.
—Él...
—Él estará bien, debemos volver Fletcher —y el alfa no parece tener opción. Se resiste un poco, no obstante termina resignándose.
Realmente se siente cansado y agobiado, necesita dormir un poco y poner sus ideas en orden.
—Venga, tranquilo —Y sin mencionar más, ayuda al alfa a bajar hasta el primer piso y entrar al auto. El chófer no está en turno, así que Erick debe manejar a casa.
No puede imaginar por el shock mental por el cual está pasando su amigo, debe estar a punto de caer en la locura. Está por ser arrastrado por la rabia.
—Volvamos — Entra al asiento del piloto y comienza a conducir lo más rápido posible.
Luego, el alfa apoya su codo en él descansa brazos y la mandíbula en su mano para apreciar el oscuro y precioso cielo nocturno. Se muestra tranquilo, incluso se ve muy tranquilo.
Sin embargo, las asfixiantes feromonas cargadas de una furia explosiva que llenan el auto, son tan fuertes que incluso Erick, un alfa de élite, se siente agobiado, aplastado y aterrado.
—¿Por qué quisiste volver? —Pregunta su lobo —¿No te sentías cautivado por el chico? —Se muestra irónico y molesto —Nos acostumbramos a su presencia, y ¿ahora lo dejas así?
—Si me quedo cerca solo sufrirá. Ahora que está embarazo, temo por la vida de ambos—Le gruñe a su lobo —¿Qué es acaso que no entiendes lobo estúpido?
Mark enfurece.
—¡Es injusto como siempre debemos alejarnos de las personas que amamos! ¡Es injusto tener que abandonarlo! —Inicia una tremenda rabieta.
Fletcher jamás ha visto a Mark comportarse de este modo infantil. Está dolido, incluso lo puede escuchar en la manera tan desesperada de hablar.
—Siempre me mantienes encerrado. Pero incluso yo, un estúpido parásito encerrado en tu mente tiene emociones.
—Emociones alteradas. No te puedo dejar con Alex, entiéndelo, somos un peligro para él —Quiere mantenerse sereno, sin embargo la rabieta de su lobo no ayuda, lo frustra y lo incita a volverse loco o incluso a querer volver con Alex. —Su Omega está muerto
—Lo sé...
—Entonces mantente al margen y olvídate de tus sentimientos —Sentencia y cierra el lazo.
Fletcher a veces desea no tener esa voz loca en su mente que se altera y se pone infantil, no obstante a veces resulta útil, en esta situación no, pero suele ser útil algunas veces.
—Ordena algún medicamento para dormir por favor —Pide y Erick baja la velocidad del auto y comienza a teclear en su teléfono. Debe enviar órdenes a el ama de llaves en la mansión Antonov.
—¿Quieres que te calienten la comida al llegar?
—No. Solo diles que enciendan el aire acondicionado y alisten mi cama, en serio que quiero llegar a dormir, estoy muy cansado
—De acuerdo, trata de calmarte, tus feromonas comienzan a alborotarse...