Narra Nikii
Sonrío mirando en mi instagram las fotos de la boda, la que más me encanta es la que tengo con Andrea, me duele mucho tener que dejarla así.
-Informamos que por orden de la torre de control debemos volver al aeropuerto, por favor abrochen sus cinturones.- habla la azafata.
Pff y ahora que cojones pasó, deseaba poder estar pronto en España para relajarme unos cuantos días.
Las demás personas empiezan a reclamar pero no dan ningún explicación, solo queda esperar.
Me relajo mientras siento como el avión está en proceso de aterrizaje, se abre la puerta, una muchacha que acaba de subir mira la pantalla de su celular y se acerca a mi frunciendo el seño, pongo mi cara de pregunta.
Me pide que la acompañe, ¿que se supone que hice?, ahora es cuando están los federales abajo diciendo que llevo drogas en mi maleta y que me van a detener hasta la investigación, luego seré enviada a una cárcel gringa, me van a pegar, me torturaran, etc, vale, son demasiadas telenovelas colombianas las que he visto.
Me lleva hasta una sala que parece ser donde meten a los detenidos, uf como que me estoy empezando a asustar.
Cierro mis ojos pensando en que pude haber echo para estar acá, siento que alguien está frente a mi.
-Se me acusa de algo?.- levanto la mirada.
Tiene que ser una broma, me fui para no verla y está ahí sentada con su sonrisa tan maliciosa.
-Yo también me alegro de verte.- nótese su sarcasmo.- Hice que ese avión volviera para verte.
-Nadie te lo pidió, hace que despegue, quiero llegar a mi casa.- me cruzo de brazos.
Me muestra la carta, oh Dasha la acabas de cagar.
-No dejaré que te vayas hasta que confieses lo que siente por mi.
Me tomo la cabeza resignada, suspiro entrecerrando mis ojos.
-De que sirve decirlo si nada cambiará, tu seguirás lejos de mi.
Se pone de pie y se gana sobre mis piernas, deja un beso en mi frente.
-Dimelo.- muerde el lóbulo de mi oído.
-Me tengo que ir.- la saco de encima.
Es más rápida y se gana en la puerta sin dejar que pase.
-Nicol me encantas.- toma mi rostro.- Te necesito aquí a mi lado, además aún no me has amarrado con la pañueleta.
-Lo último lo podemos solucionar.
Me da un beso lento y tierno, demoro unos momentos en responderle.
Quizás deba quedarme para averiguar qué pasará con nosotras, espero no arrepentirme.
-Entonces te quedas?.- muerde su boca sonriendo.
-Si pero no tengo un peso.
-Traquila que yo me ocupo de eso, la corona pagará todos los gastos.
-Pues la corona estará pagando los gastos de la amante de la princesa.- doy mi mirada más irónica.
-No me vas amargar, ven sígueme que ando en moto, ya ordené que se llevaran tu equipaje al lugar en que te vas a quedar.- me da otro beso.
-Esto es un secuestro, ni siquiera sabías que iba a decir que si.- la sigo poniéndome la capucha de mi abrigo.
-Pero lo dijiste, ahora vamos que o si no mi padre se va a enterar.
No quiero que me involucren con la princesa de Yourk y menos que mi hermana se entere que me quedé. Solo necesito relajarme, pasar desapercibida y no dejarme llevar por la calentura que siento cada vez que estoy a su lado.
**
Se aleja de la ciudad metiéndose en un camino bastante cerrado lleno de árboles nativos, da un poquito de miedo estar sola por estos lados, se detiene en frente de lo que parece ser una pared de matorrales, se acerca para girar una rama y se empieza a salir la pared lentamente dejando ver otro camino nos adentramos en este pero antes vuelve a poner esos matorrales, la vista ahora es muy diferente está todo limpio lleno de pasto verde casi recién podado, sonrío al ver algunos caballos bebiendo agua en un río, esto es el paraíso.
Estamos frente a una casa súper linda, es muy diferente a las mansiones que solía ver, es todo de madera y tiene un hermoso jardín.
-Mi escondite secreto.- se quita el casco.
Me bajo de la moto caminando alrededor con una alegría inmensa, es como si hubiese entrado en mi mente y supiera lo que siempre quise.
-Esto es perfecto, cuando lo mandaste a hacer.
-Hace un tiempo un señor quería venderle este lugar a mi familia pero mi padre ni siquiera lo quiso ver porque no le interesaba para nada seguir comprando propiedades y entonces yo vine a escondidas de él, me di cuenta que este es el lugar perfecto para desaparecer del mundo, está muy escondido y lejano a todo, además el caballero falleció hace dos años, era el único que podía revelar algo, los sirvientes que viene acá firman un contrato de total confiabilidad, créeme que ninguno se atreve a hablar.- da una sonrisa malvada.
-Te felicito princesa, almenos hiciste algo bien.
Camina hasta mí, me agarra de la cintura dejandome pegada a ella.
-Mi corazón se acelera cada vez que estoy a tu lado, los pelos se me ponen de punta, mis ojos brillan y mis labios piden a gritos los tuyos.- pone su frente apoyada a la mía.- ¿Acaso es amor lo que siento por ti querida plebeya?.
-Yo.....No se que decir.- agacho la mirada.
-Tranquila.
Cierra sus ojos negando se aparta de mi, toma los bolsos y los lleva directo a la casa.
Corro interponiendome en su camino.
-Yo si se que decir, pero me da miedo siquiera pronunciarlo.- tomo su rostro.
-Seamos felices por un momento.- acaricia mi mano.
-Estoy enamorada de ti Andrea.
-Repitelo, por favor.- tiene esa mirada de emoción, como cuando le dices a una pequeña que la llevarás a Disney.
-Te amo, me encanta todo de ti, incluso tus golpes.- sonrío besando sus labios.
Me abraza tan fuerte que me podría quitar el aliento.
-Por primera vez puedo decir que estoy enamorada de alguien, te amo engreída, eres increíble.
Mis manos viajan por debajo de su blusa su piel es tan adictiva, apreto uno de sus pechos.
-Hay algún empleado?.- susurro mirandola como disfruta.
-Solo estamos tú y yo diosa.- muerde mi hombro.
Me toma de la mano y me lleva hasta una habitación que está afuera de la casa, la paredes son sabanas, apreta un botón y el techo desaparece dejándonos ver el hermoso cielo.
La dejo desnuda tumbada sobre la cama, me quito la ropa interior subo por sus piernas con mi boca haciendo que su centro comience a mojarse, paso mi lengua por ahí tantas veces que sus gemidos me dejan en el paraíso.
Hace que suba a besarla, aprovecho para amarrarle las manos con la pañueleta contra el espaldar.
Introduzco mis dedos en su flor siento su punto g, el placer que se genera en su cuerpo es tan excitante.
-Quieres más?.- lamo sus pezones.
-Por favor.- se estremece suspirando.
Lo hago mucho más rápido, mi mano está bien empapada, la saco de ahí me mira haciendose la enojada.
Le desato las manos, me pongo en posición para que su flor se conecte a la mía, de inmediato me siento muy mojada, unimos nuestras manos abrazandonos pegadas haciendo que nos frotemos mejor la una con la otra.
-Me encantas.- hablo sintiendo como se corre.
-Ven acá.- se sienta sobre la cama y hace que yo me siente sobre ella.
Mete su mano en mi humedad, con su boca me come los pechos, me muevo sobre sus dedos.
-Ahg que delicioso.- rasguño su espalda.
De apoco comienzo a sentir el clímax recorrer en todo mi ser, la liberación llega acompañada de un intenso orgasmo, mi cuerpo ama esta princesa.
Caigo como un costal de papas, pone su cabeza entre mis pechos mientras acaricia mi vientre.
-Te amo engreída.
-Te amo pinche inglesa.
Dejo un beso en su cabeza, río como una idiota mirando el cielo, estoy muy enamorada señores.
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El amor combinado con atracción sexual es lo mejor!!