Oliver estaba cansado. Mucho. Charine no paraba de mandarle hacer recados. Comprar la tarta, ir a por Hartemis y su marido Ben Barnes, colocar los decorativos en lugares altos, etc.
Y si Oliver ya estaba cansado, James estaba hasta temblando. Estaba haciendo todo lo posible porque el cumpleaños sorpresa de su mujer quedara perfecto.
Hartemis ayudaba en lo que podía, y Ben, ayudaba a Oliver a colocar decorativos.
- ¿Creéis que le guste? - preguntó James nervioso
- Claro - respondió Oliver - que no - empezó a reírse de la cara de su hermano pero al verlo tan triste, paró - es broma Jamie. Le encantará. Ya tengo ganas de ver su cara.
- Y yo de que pase ya su cumpleaños. Esto que hacemos es una barbaridad. Nunca nadie ha hecho esto por alguien - bufó Hartemis.
- Es tu hermana - animó Charine - Le encantará. ¡Es una fiesta sorpresa!
- Bueno, la parte buena es que de tanta gente y tanta fiesta, de aquí pueden salir niños nuevos - bromeó Oliver
- Yo ya tengo sus regalos preparados - suspiró James enamorado, imaginando las reacciones de su mujer al ver sus regalos.
- Déjame adivinar... ¡tú! - dijo Charine emocionada.
- No listilla - Oliver tomó de la cintura a su mujer - soy yo. El gemelo guapo y divertido.
- ¡Pero tú eres mío! - se quejó Charine
- Es broma - río Oliver - ya sé que soy tuyo. Y tú mía mi hermosa esposa - tomando ventaja de su posición, la besó.
- Terminemos esto y vayamos a por Luana - comentó Ben
- Soy yo la que tengo que ir a por ella. Pero hay que esperar a los invitados. - dijo Hartemis abrazando a su marido.
El timbre sonó y Charine fue emocionada a abrir. Oliver puso cara de cachorrito al ver como su mujer escapaba de sus brazos, y fue el turno de James de reírse de él.
La gente empezó a entrar y Hartemis se fue a por su hermano.
Luana estaba tomando algo, algo deprimida porque se había levantado sin James a su lado, y nadie le había dicho Feliz Cumpleaños. Ni siquiera su hermana o marido.
Se sorprendió al ver a su hermana tan agitada, y levantó la cabeza esperando que su hermana la felicitara.
- ¡Lu! Tenemos que irnos. - dijo Hartemis agitada de haber corrido tanto.
- ¿Qué pasa? - preguntó Lu preocupada.
- Es papá - en cuánto oyó eso, ambas hermanas fueron al coche de la mayor, y salieron corriendo hasta la casa de la mayor, Hartemis.
Al llegar, Luana abrió la puerta preocupada, y todos se levantaron gritando.
- SORPRESA - Luana se llevó las manos a la boca. James fue el primero en recibirla.
- Feliz Cumpleaños mi reina - la pareja compartió un tierno beso que todos no dudaron de alabar.
- Gracias mi rey. Y ahora, ¿qué es todo esto?
- Una fiesta de cumpleaños para tí prima. Te mereces lo mejor. ¿Verdad Ollie? ¿Ollie? - Charine se giró y no vio a su marido.
Oliver había saltado por detrás de la cumpleañera.
- ¡Felicidades! - Lu saltó del susto y pegó a Oliver sin querer. - Supongo que me lo merecía.
- Normal - se burló James.
- Feliz Cumpleaños cuñi - dijo Ben
- Gracias Cuñi - sonrió Luana.
- ¿Cuántos van ya? ¿Cincuenta y dos y trece años? - preguntó Oliver
- Veintitrés gracias - Luana le siguió la broma
- Muy pequeña. James, eres un asaltacunas - sonrió Oliver divertido
- Y tú también - se quejó James.
- Somos los gemelos asaltacunas - en cuanto Oliver dijo eso, Charine le pegó en el brazo - ¡Cariño!
- No soy tan joven ni tú tan mayor lerdo. - dijo su mujer
- Hagamos niños. Así callamos las burlas - Oliver tomó de la mano a su mujer y se la llevó entre la multitud.
Ben puso un brazo sobre los hombros de Hartemis.
- Vamos a tomar algo - comentó Hartemis.
Luana asintió y se quedó con James.
- Gracias por todo esto mi amor - Luana le dio un tierno beso en la nariz a James.
- No ha sido nada. Todo por tí cariño. Sabes que te quiero. - sonrió él. - Aunque admito haber estado nervioso la mayor parte de la mañana por si no te gustaba.
- ¿Por qué no me iba a gustar? Todo lo hecho por tí me encanta. Oh mi amor, eres un cielo. - ambos se besaron.
- ¿Vamos a abrir los regalos? Te encantarán. Aunque el mío no lo verás hasta esta noche.
Luana río - está bien. Supongo que tendré que esperar para ver mis regalos favoritos.
- Supones bien - sonrió James.
La fiesta fue increíble y todos se lo pasaron bien. Por la noche, James se acercó a Luana, y sin que ella pudiera decir nada, la tomó y se la llevó.
- ¿A dónde vamos? - preguntó Luana al fin cuando ya estaba en el coche.
- A casa. Faltan mis regalos - contestó James arrancando el motor del coche. - Bueno, cuéntame. ¿Qué tal el día reina?
- ¡Genial! Nunca pensé que me haríais esto. Ha sido un detalle muy bonito Jamie. Pero tú ya eres suficiente regalo para mí - James sonrió y le besó la mejilla rápidamente sin apartar la vista de la carretera.
- Tú también eres mi mejor regalo Lu. Te amo con todo mi ser. Mi amor por tí no lo compara ni el universo entero.
- Jamie, me sonrojas.
- Y tú me enamoras amor. Bueno, ya hemos llegado a casa. Espera que te habra la puerta querida.
Luana río por el nombre. James la ayudó a bajarse del coche como si fuera actriz en una alfombra roja.
- Cuenta hasta diez y subes. - Luana asintió y siguió las órdenes.
Mientras contaba, subía lentamente. Entró en su habitación en cuanto llegó. Se sorprendió al ver a James en ropa interior en su cama. A su lado había pétalos que formaban un gran corazón. Y había bolsas, velas y globos por todas partes.
- ¿Qué es esto? - preguntó ella nerviosa.
- Tus regalos - contestó él - Abre el regalo número uno.
- ¿Qué es?
- Yo.
Luana negó con la cabeza mientras reía. Se acercó a él y lo besó. De sus boxers sacó un papelito.
"El primer regalo también es el último" "Ves al regalo más llamativo para llegar antes a mi"
- ¿El regalo más llamativo? ¡Oh! - fue hasta una bolsa verde fosforito y lo abrió. - ¿Pinturas? Normalmente eres tú el que dibuja - sonrió.
- Sé que te gusta verme dibujar, te relaja. También sé que amas pintar tú también de vez en cuando. Y quién sabe, seguramente a nuestro futuro niño también le guste dibujar.
Luana río ante las ocurrencias de su marido. Abrió la nota.
"Eres el arte que siempre admiro"
”Seguramente el regalo más grande seas tú o el que tienes delante"
- Por la oreja de George James, no soy Dudley para que me compres 37 regalos - bromeó Luana.
- Te mereces lo mejor. Además, sólo hay cinco. Conmigo seis. - sonrió él.
Abrió el regalo grande y vio algunos accesorios de bebé. Luana abrió los ojos sorprendida.
- ¿Me has estado vigilando mientras veía ropa de bebé?
- He estado mirando como miras a los bebés. Y sí, yo sí estoy preparado para ser padre. Y que tú seas la madre de mis hijos - sonrió James.
- Quiero besarte - confesó ella.
- Tienes que terminar primero con los regalos.
- Está bien - suspiró Luana, y leyó la siguiente nota
" Mientras los niños se parezcan a tí, no tengo problema con el número de hijos que tengamos" "Claro que la bolsa más pequeña no lleva un niño dentro. Míralo por tí"
Luana se acercó con emoción a la pequeña. Una cajita pequeña. La abrió y se encontró la nota.
"Como brilla este colgante es como brillan mis ojos al verte" "Pero todo colgante lleva su conjuntos. Mira ese bolso de Gucci. ¿No es tan precioso como tu nariz?"
- ¿Qué le pasa a mi nariz? - preguntó ella acercándose a su marido para que le pusiera el tan precioso colgante que le recordaba a él por el pequeño erizo.
- Que es demasiado bonita. Además, quedaba mejor que boca. Que por cierto, tienes una boca sabrosa y apetecible.
- ¡James! - le regañó ella cuando terminó de ponérselo.
- Lo siento por ser sincero. - río él levantando las manos. - Me declaró culpable por estar tan enamorado de tí.
- Te dejo esta vez, pero porque quiero ver el conjunto.
Tomó la bolsa, y vio un conjunto de lencería junto un conjunto veraniego con un bolso a juego.
"Para las mejores vistas del universo" "Sólo queda uno, ya sabes cuál es"
El último bolso llevaba una caja grande con mini cajitas donde había una ruedecilla con fotos de ellos, golosinas, notas de amor, chocolatinas, accesorios.
- Me encanta. ¡James! - Luana abrazó con mucha fuerza a su marido - Por Merlín James, te amo. Te amo mucho mucho. No sabes cuánto.
- Y yo a tí reina. - él correspondió el abrazo.
- Ahora mi regalo de tu cumpleaños parece nada comparado con el tuyo. - ella puso morritos.
Él la besó - ¿Qué tal si te pruebas el regalo de lencería? Podría verte con él y sin él.
Luana se sonrojó y le pegó juguetona.
- Jamie.
James sonrió y la besó cogiéndola de la cintura.
- Lo haré sólo porque me apetece. Y porque así podremos hacer lo que estrenará mi segundo regalo.
James río y la dejó ir al baño.
Apartó todo, y cuando Luana salió, él la tiró a la cama, disfrutando de ella.
Espero que te haya gustado. Siento por llegar tarde, aquí donde estoy ahora no hay internet. En cuanto robe internet, publicaré tu regalo Luana. Happy birthday!!