SHAYLA.
La madre de Dante ha tomado asiento en una de las camas que se encuentran en la habitación, tiene una pequeña sonrisa en sus labios y mira de reojo a su hijo, el cual sigue quejándose de que sus hermanos van a estar aquí esta misma noche. Tengo que admitir que eso también me pone un poco nerviosa a mí, pero tampoco es algo que me importe mucho en estos momentos. Mi hermosa Rosie aún se encuentra parada al medio de la habitación sin reaccionar a nada. Tenemos que esperar a que llegue el amigo de Helmer, solo espero que él nos pueda ayudar.
Mateo ayuda a mi hermana a cuidar a los pequeños, pero cada dos segundos mira todo a su alrededor, completamente alerta. Siento que este pobre joven no va a poder dormir nada esta noche.
Mi móvil comienza a sonar en mi bolsillo, es una llamada de Steen, como me gustaría que él estuviera en estos momentos conmigo, tomándome la mano y susurrándome que todo va a estar bien. Lo extraño mucho.
—Hola — contesto y dejo que un suspiro salga de mis labios, de reojo puedo ver como Dante se queda quieto al fin y se pone al lado de su amigo.
—Hola mi hermosa lobita — me lo puedo imaginar con una sonrisa en sus labios — no pude llamarte antes porque acá hay muchas cosas que hacer, ya sabes.
—No te preocupes ¿Cómo están todos?
—Las cosas aquí siguen bastante tensas, sobre todo porque no sabemos si es que nuestro plan ha funcionado o no. Esperemos que ellos no se den cuenta, aunque Rosie no se encuentra aquí... — evito mencionarle que ellos ya saben dónde nos encontramos, o por lo menos, dos de ellos — ¿ustedes cómo llegaron? ¿Rosie como esta? ¿Los bebés lloraron mucho en el avión?
Con una sonrisa en mis labios le cuento que hemos llegado bien, que Rosie se ha emocionado mucho con las cosas nuevas que ha visto en el recorrido y que los pequeños están durmiendo en estos momentos. El menciona que mis palabras lo tranquilizan bastante y que está completamente seguro de que todo va a salir bien. De fondo se puede escuchar la voz de Peter, llamándolo para que vaya con los demás a ver las fronteras.
—Me tengo que ir... te amo mucho Shayla. Hablamos mañana ¿bien?
—También te amo — susurro, avergonzada — cuídate mucho.
—Ustedes también, dile a Rosie que la llamare por la mañana. Las quiero.
—Y nosotras a ti.
Cuelgo la llamada, rápidamente las miradas caen en mí. No le dije que Rosie se encontraba ida en estos momentos ni que en el aeropuerto nos hemos encontrado a dos vamjil.
—No creo que sea una buena idea preocuparlo más de lo que esta — me muerdo el labio — tiene que estar al cien por ciento para la manada, si le mencionaba que es lo que está ocurriendo, se va a preocupar mucho y no va a estar atento al peligro que los rodea.
La madre de Dante me da la razón rápidamente y Mateo también termina susurrando que he hecho bien. Steen no puede estar pendiente de nosotras todo el tiempo, él tiene muchas tareas que solucionar por ser el beta de la manada. Los demás miembros le tienen confianza y a pesar de que no les agrada que este conmigo, por motivos obvios, siguen dejando sus vidas en sus manos.
—Hola... — Arely entra a la habitación con una pequeña sonrisa en sus labios, detrás de ella viene Hilary, la cual cuando ve que se encuentra aquí también Dante, frunce más el cejo.
—¿Qué ocurre?
—Ha llamado la vecina — con su dedo indica una ubicación — preguntando si es que esta noche queríamos ir a cenar a su hogar.
—Dile que no podremos, ya que nos llegara visita.
—¿Visita? — curiosea la más seria de las dos.
—Si — una sonrisa radiante aparece en los labios de la hermosa mujer.
Dante rueda los ojos y se marcha de la habitación con Gabriel detrás. La llegada de sus hermanos biológicos no le agrada para nada. Me gustaría hablar con él de algunas cosas de las que me he ido enterando, pero sé que no mencionaría nada, él es así. Desde que salimos de la manada, ha tomado la misma actitud borde que tenía cuando llegue a la mansión en mi niñez.
Hilary observa con demasiada atención a Rosie, la cual sigue igual que segundos atrás. Ella evita hacer cualquier tipo de pregunta, lo cual me parece bien, lo mejor es contarles a todos de una lo que ocurre con mi hija en vez de ir uno por uno. Arely se me queda viendo con una sonrisa en sus labios, me siento muy observada por su parte y eso me incomoda, pero finjo indiferencia.
—Se muy bien que ya te lo dije antes, pero es imposible no volver a hacerlo — se me acerca, de reojo puedo ver como su madre niega con la cabeza y sonríe un poco — pero enserio me encantaría hacer un cuadro de tu hermoso rostro. Antes de que se marchen ¿podría?
—Si es que tenemos tiempo, no veo porque no.
Ella sonríe aún más que segundos atrás y se marcha con su hermana, la cual ya no observa a mi hija, si no que mira el paisaje que se puede ver por unas de las ventanas. Parece muy pensativa, también luce muy triste.
Ahora que lo pienso mejor, ¿ninguno de ellos ha encontrado su alma? ¿Por qué siguen aquí? Miro a las dos hermanas, una muestra más felicidad que la otra, pero en ambas se puede ver la tristeza que sienten en su interior. Sospecho que esta familia, al igual que Dante, guardan muchos secretos, lo cual es muy normal teniendo en cuenta los años que llevan viviendo juntos. Ellos no lo pasaron bien antes de ser vampiros, pero ¿y después de aquello?
Esto es una de las cosas que más me molesta de mí, o algunas veces lo hace. Cuando no tengo muchas cosas que hacer, me pongo a pensar mucho y eso nunca trae nada bueno. En estos momentos debería estar preocupa por mi hija, por Steen, por la manada, no por si los hermanos de Dante han encontrado a sus almas o del porque siguen viviendo en esta mansión.
—El amigo brujo de Helmer se está tardando mucho ¿no creen?
—Es un brujo madre, recuérdalo. Hay que tener en cuenta que donde nos encontramos no esta tan cerca de la civilización... y supongo que antes de venir, deberá buscar sus cosas...
—¿Pociones? ¿Una caldera?
—Recuerda que estamos en pleno siglo XXI, esas cosas no se hacen hoy en día — Hilary rueda sus ojos en modo cansada ante las palabras de su hermana — en fin, con lo que iba, es que debemos ser pacientes. También cabe mencionar que los brujos ya no solo se dedican a la magia, sino que también tienen otras cosas que hacer en el día, tal como nosotros.
Me pone un poco nervioso que más personas sepan sobre Rosie — admite en mi mente Steen.
Lo mismo me pasa a mi — susurra mi hermana — no sabemos si este brujo es de fiar o no... hay que tener cuidado con las cosas que se le dice. Hoy en día es muy difícil encontrar personas de confianza.
Ellos tienen razón, pero sería muy feo de mi parte decirles que no quiero que muchas personas sepan de mi hija y mucho menos si es que es verdad que aquel brujo es de confianza o no.
Vamos a actuar como si confiáramos en el... pero nos vamos a mantener totalmente alertas.
Realmente no sabe dónde puede estar la maldad hoy en día. Es muy difícil confiar en las personas, ya que todas se venden o sueltan toda la información cuando se sienten intimidados.
—Creo que iré a estirar un poco mis piernas — la dueña de casa nos da una sonrisa — esto de quedarme quieta esperando, no es algo que me guste mucho.
Observo como se marcha de la habitación y luego dejo mis ojos fijos en mi hermosa niña. Me encantaría saber qué es lo que está pasando en su mente en estos momentos. Es una lástima que tengamos que recurrir a un brujo para poder entender un poco su extraño comportamiento, ya que sé muy bien que ella jamás me diría nada por cuenta propia.
—Espero que ese tal amigo sea de confianza — susurra la más seria de las hermanas — si no es así, lo asesinare con mucha felicidad.
—Siempre te ha gustado acabar con la vida de los que nos fallan... — Arely sonríe un poco mientras mira sus manos — aún recuerdo cuando querías asesinar a Dante... y ese deseo aún está dentro de ti ¿no?
Ambas hermanas se quedan mirando fijamente a los ojos. La curiosidad aparece dentro de mí, mis compañeros también parecen muy interesados en lo que ellas hablan.
—Claro que si — el pelinegro entra a la habitación, mira a sus hermanas y sonríe de medio lado — aun anhelas acabar con mi vida con tus propias manos.
—Así es — la dura mirada de Hilary se encuentra con la de Dante — y créeme, no soy la única de los hermanos que cree que debes pagar por lo que paso años atrás. Nos mantenemos calmados solo por nuestra madre, ya que no nos gusta verla mal y sabemos que, si le pasa a algo a uno de sus hijos legítimos, la destruiría.
Mi niña deja salir un quejido de sus labios y rápidamente me pongo a su lado, ella pestañea unas cuantas veces.
—Mamá... — susurra — ellos me quieren asesinar — cierra sus ojos y cae en mis brazos.
Rápidamente miro a Dante, el chico se pone más serio que antes y sus ojos comienzan a tomar un color rojizo.
Lamento mucho el haberlos dejado abandonados por tanto tiempo por aquí, pero no me encontraba con mucho ánimo de escribir (algo normal, supongo) pero espero que todo vuelva a la normalidad desde aquí. El próximo capítulo es de Dante Bell y será el último (eso espero) luego, seguiremos con la historia de Shayla.
Muchas gracias a todos los que siguen aquí 🖤 se les agradece mucho. Tengan un hermoso sábado, espero que estén bien 🖤