Los paseos nocturnos siempre han sido uno de mis placeres favoritos. Y con Emily a mi lado, más.
―Deberíamos volver, se preocuparán si se dan cuenta de que no estamos en la discoteca ―comenta intentando hacer lo correcto.
―Claro, pero me debes un baile ―digo apuntándola con un dedo para marcar mi punto.
―Venga ya ―se ríe atrapando mi dedo entre los suyos―. Se liaría si alguien nos viera. Ya hablan de nosotros, ¿lo sabías?
―He visto fotos en las redes. Les gusta hablar, ya está.
―Sí, pero ya hasta me mencionan a mí. Saben quién soy, Luke.
―¿Te importa mucho eso? ―cuestiono preocupado.
Emily parece pensarlo, debatiéndose entre lo que siente al respecto.
―No ―responde sorprendida, sorprendiéndome a mí también―. Que piensen lo que quieran. No hay que preocuparse de lo que digan los demás, ¿no?
Yo sonrío, porque es todo lo que necesitaba oír.
―Ven aquí ―agarro su mano y giro su cuerpo de tal manera que su espalda queda apoyada contra mi pecho.
―¿Qué haces? ―pregunta ligeramente nerviosa.
―Una foto ―digo preparando la cámara frontal de mi teléfono.
―Estás loco ―se ríe.
―Tú sólo hazte la foto conmigo, por favor.
Tras mirarme, asiente ligeramente y ambos posamos para la cámara. La foto queda perfecta. Ella sale preciosa, con su sonrisa iluminando su cara. Necesito presumir de ella para compensar todo el tiempo que he estado escondiéndola, por decirlo de alguna manera.
―¿Ahora qué?
―Ahora la subo. A no ser que te importe, claro ―Emily niega y yo me apresuro por si cambia de idea.
Tras aplicarle un filtro que quedara bien, la subo a stories y la etiqueto. Sí, en mi cuenta oficial. Mencionándola a ella.
―Espero que no me odien mucho ―comenta Emily.
―Es imposible odiarte. Ems. Como mucho, te envidiarán.
Ambos reímos y yo aprovecho para sacarle otra foto, la cual estará conmigo para siempre.
―Luke, ¡me has pedido solicitud de seguimiento con la cuenta verificada!
―Claro, y ahora tú me aceptarás y seguirás. Venga, ya estás tardando.
Cuando lo hace, agarro su mano y tiro de ella.
―Hora de volver.
***
―Salís muy guapos, hermano.
Ashton aprovecha el final de una canción para hablarme a gritos, aunque sólo yo lo escucho.
―Lo que somos, ¿qué esperabas? ―bromeo.
Todo tono de broma se esfuma en cuanto veo al pegajoso de Joel bailando con Emily. Me estoy poniendo nervioso.
―Puedo oler tus celos de lejos ―su voz me sobresalta.
―Joder, Lucy, me has asustado ―digo llevándome una mano al pecho.
―Mira, no debería decirte esto, pero, cuando salimos de fiesta, Joel y Emily suelen enrollarse. Creo que no se han acostado más de un par de veces desde que se conocen, pero sus intercambios de saliva no han parado nunca a pesar de dejar claro que nada serio saldría de ahí.
Tengo ganas de vomitar. No pienso aguantar eso en mi cara, no sé cómo reaccionaría.
―¿Por qué me dices esto? ―pregunto.
―Porque, desde que estás aquí, Emily evita que algo pase entre ellos. No se ha liado con él ni con nadie desde que apareciste de nuevo en su vida.
Sus palabras me alivian, me gustan y despiertan una sensación extraña en mi interior.
―¿Qué quieres decir? ―cuestiono volviendo a mirar a Emily, quien, aún riéndose con Joel, me lanza una mirada rápida.
―Creo que es bastante evidente, no te hagas el tonto. Dime ―se cruza de brazos y me mira de manera seria―, ¿te gusta Emily?
Su pregunta, al ser tan directa, me deja temporalmente noqueado. ¡Es su mejor amiga! ¿Qué le digo? Mierda, no quiero cagarla.
―Lleva colado por ella años, que no te engañe ―interviene Ashton pasándome un brazo por los hombros―. Pero antes era un encoñamiento adolescente. Ahora es algo más serio, ¿verdad? ―finaliza mirándome.
―Me siento bien cuando estoy con ella ―murmuro.
―Pues díselo, antes de que ella encuentre a otra persona. La vida es demasiado corta para frenarnos por miedo ―me anima Lucy.
―¿Por qué me dices esto? ¿Crees que ella quiere estar conmigo? ―pregunto. Necesito saberlo de la boca de su mejor amiga.
―Yo sólo sé que nunca la había visto de la manera que la veo cuando está contigo ―y se va.
―Recuerda, hermano ―toma el relevo Ashton―: si le rompes el corazón, te las verás conmigo.
―¿Qué cojones hago ahora? ―Lucy se aproxima a Em y la aparta de Joel para bailar con ella. Gracias por eso.
―Ve con ella, tengo una idea ―dice alejándose.
―¿Qué? ¿Qué piensas hacer? ―grito, pero nadie me escucha.
Me acerco a Emily nervioso porque no sé qué más hacer. Temo a Ashton, no sé qué le habrá pasado ahora por la cabeza.
―Me voy fuera un rato ―dice Lucy cuando llego a ellas.
―¿Quieres que te acompañe? ―pregunta Emily.
―No, no. ¡Quédate con Luke!
―Hola ―digo.
―¡Hola, Luke! ¿Te lo estás pasando bien? ―pregunta sonriendo a más no poder. ¿Está borracha?
―Sí, pero echaba de menos estar contigo.
―Estoy aquí idiota ―se ríe y me abraza.
Yo no tardo nada en rodear su cintura, acercándola más a mí.
―Ya lo sé ―susurro, aunque creo que no me ha escuchado.
De pronto, la idea de Ashton inunda el lugar. Porque sé que esto ha sido obra suya.
―Esta canción es vuestra, ¿verdad? ―pregunta Emily separándose de mí.
Yo asiento viéndola saltar de emoción. La multitud comienza a cantar 'Who do you love', y me sorprendo al escuchar a Emily también. ¿Es fan del grupo?
―¿Te gusta? ―pregunto maravillado.
―Me gusta todo lo que cantáis, Luke. Sois increíbles.
―Tú también eres increíble ―digo antes de poder pensarlo.
Su sonrisa va perdiendo intensidad, no sé si porque está impactada o disgustada.
―¿Qué has dicho? ―pregunta. Es increíble que nadie nos escuche, teniendo en cuenta que tenemos que gritarnos para poder oírnos.
―Que tú eres increíble. ¿Quieres saber a quién quiero yo? ―pregunto haciendo alusión a la canción.
Mis ojos se desvían a su cuello, captando cómo traga saliva. Está nerviosa. Eso es bueno, ¿verdad?
―¿A quién quieres? ―pregunta. Siempre ha sido más valiente que yo.
―A ti ―digo acercándome más, quedando nuestros rostros extremadamente cerca. Nuestras narices casi se rozan.
―Repítelo ―me dice―. Dilo otra vez.
―Te quiero, Emily. Siempre te he querido ―digo lo más serenamente que puedo.
Sus ojos se humedecen, y noto que dice algo, pero la música está tan alta que no logro escucharla, ni siquiera estando tan cerca como estamos.
―No te he entendido ―le digo.
―Da igual ―responde. Estoy a punto de replicar, pero no me da tiempo, ya que Emily agarra mi camisa y se eleva ligeramente para besarme.
Emily me está besando, y yo sólo sé que soy feliz y que le estoy devolviendo el beso. Es la mejor noche de mi vida.
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Mis niños se han besado, lloro de felicidaaaaaad.
En una discoteca llena de gente, je. ¿Les habrá visto alguien? ¿Qué reacciones esperáis?
¡Nos leemos pronto!