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Te quedaste dormida en el piso del gran baño, unos fuertes golpes en la puerta te despertaron.
- Niña, ya tienes mucho tiempo, ya te pedí perdón, y si no sales tendré que tirar la puerta.- Toji gritaba del otro lado de la puerta.
Te levantaste y la abriste de golpe.
- ¿Que hiciste?.- Tomó tus muñecas para observarlas.- Pensé que...
- ¿Que me había hecho algo por ti?, no te creas tan importante Toji.- Lo empujaste y caminaste a la cama.
- Pues tardaste mucho tiempo, creí que algo te había pasado, con lo dramática que eres.- Caminó detrás de ti.
- No soy dramática, lo que me hiciste no estuvo bien.- Te sentaste en la orilla de la cama, mirando a la fría pared.
- Ya te dije que lo sentía, no volverá a pasar.- Se recargó en la pared con sus manos en los bolsillos de su pantalón.
- Claro que no, por qué la próxima vez que pase, yo voy a responder igual.
- Tranquila, te doy mi palabra.
- Claro, tu palabra, eso no me sirve de nada.
Toji bufó, sin decir nada más.
Viste la hora en tu teléfono, y ya eran las 5:30 PM, la cena era las 7.
En tu maleta traías todo lo necesario para arreglar tu cabello, así que te levantaste de la cama y te dirigiste a buscar lo que habías llevado.
- ¿Qué haces?.- Preguntó Toji mientras te veía acércarte a tu maleta.
- Necesito comenzar a peinarme para la cena.- Dijiste sin dejar de sacar tus pertenencias.
- Pero la cena es a las 7 niña.
- Por eso, necesito comenzar ya.
- Olvidaba que las mujeres tardan mucho en esas cosas, que estrés.- Se recostó en la cama con sus brazos por debajo de su cabeza.
- Deberías hacer lo mismo para que te veas un poco presentable.- Caminaste a la pequeña mesita que se encontraba en el cuarto.
- Yo me veo presentable con todo.
- Si tú lo dices.
Ninguno dijo nada más, mientras el veía la televisión, tu comenzaste a peinar tu cabello.
Llevarías unas ondas, nada extravagante, querías ir sencilla y elegante.
Terminaste con tu cabello, y seguiste con el maquillaje.
Ya eran las 6:00 PM, tenías una hora más.
Toji de igual manera se comenzó a arreglar, se levantó de la cama y fue a tomar una ducha.
- No vayas a tardar mucho, quiero que lleguemos lo más puntual posible.
- Ajá.- Delineabas tus labios, y viste como se alejó sin decir más.
Terminaste de maquillarte y fuiste al armario donde se encontraba tu vestido.
Te lo comenzaste a poner, con cuidado de no arruinar tu peinado.
Te pusiste tus zapatillas, y ya estabas lista, solo faltaba tu collar.
- ¿Lista?.- Toji ya estaba cambiado, salía del baño, aún con su cabello húmedo, mientras lo despeinaba un poco.
- Lista.- Te giraste para verlo, el se quedó inmóvil, admirando lo hermosa que lucías.- ¿Me puedes ayudar a ponerme esto?.
Caminaste hacia el haciéndole entrega de un collar, que el con gusto acepto para ponértelo.
- Haces que lata, niña.- Te susurró al oído mientras te ponía el collar.
- ¿Tú corazón?.- Preguntaste.
- No.- Sentiste una risa detrás de tu cuello.
No entendías de que hablaba, pero después lo comprendiste.
- Vamos, se nos hace tarde.- Tomó tu mano y ambos caminaron a la puerta.
Bajaron a la recepción del hotel, donde el chico del valet ya los esperaba con el auto.
- Buenas noches señor Fushiguro, su auto está listo, permítame.- El chico le hizo entrega de las llaves a Toji, y con su brazo disponible te lo ofreció, el cual aceptaste.
- Luce muy linda señorita.- El chico te hizo un halago, mientras caminaban en dirección al auto.
- Tranquilo niño, es mujer casada.- Dijo Toji mientras le daba la vuelta al auto.
- Disculpe.- El chico se sonrojó y te abrió la puerta.
- Gracias, Erick.- Leíste su gafete y sonreiste tímidamente.
- Por nada, que pasen buena noche.- Correspondió a tu sonrisa y cerró la puerta del auto.
Toji comenzó el camino a la mansión donde se llevaría acabo la cena.
Morías de frío, pero no traías nada que pudiera combinar con tu vestido, así que tenías que aguantar el frío de la noche.
- ¿Que te pasa?, te veo algo temblorosa.
- Tengo algo de frío, es todo.- Frotaste con tus manos ambos brazos para darte algo de calor.
- No traigo nada para que puedas ponerte, a menos que quieras mi esmoquin.- Con una mano fuera del volante comenzó a quitarse su saco.
- No, así estoy bien, mejor prenderé la calefacción.
Acercaste una de tus manos al tablero del auto para ajustar la temperatura del auto, pero Toji tomó tu mano.
- Te go otra manera de calentarte, si tú quieres.- No despegaba la vista del camino, pero sonreía ladinamente.
- No, prefiero la calefacción.
- ¿Estás segura?, es mejor que la calefacción.- Se giró a ti, mientras sonreía coquetamente.
- Segura.- Sonreiste nerviosamente, mientras seguías con lo tuyo.
- Está bien, podrá ser después.- Se encogió de hombros y siguió manejando.
Pronto el camino comenzó a a verse distinto.
Árboles y naturaleza se hacían presentes a tu vista, pronto la ciudad comenzaba a desaparecer.
De pronto viste a lo lejos en una pequeña montaña, enormes casas, alumbradas con luces, y protegidas por una enorme muralla.
Se adentraron poco a poco al lujoso vecindario, todo parecía extravagante, rápidamente podrías notar que eran casas de personas supremamente ricas.
- Buenas noches, me permite su identificación, y la de la persona a la que viene a visitar, por favor.- Un guardia en una enorme ventanilla le pedía todo eso a Toji, mientras observaba el interior del auto.
Otros dos guardias con enormes armas que sostenían desde su pecho, estaban en la entrada de la gigantesca puerta metálica que protegía las lujosas residencias.
- Tomé.- Toji le entregó su identificación y otra, suponias que era la identificación de la persona dueña de la mansión.
- Tomaré su huella dactilar, es por seguridad.- Tomó el dedo de Toji y lo paso por una pequeña máquina que detectó de inmediato el pulgar.- Siga.
Las puertas se abrieron frente a ustedes, dejando a la vista las hermosas mansiones.
- Son preciosas.- Veías por la ventana las gigantes casas, mientras la iluminación reflejaba en el vidrio.- Quisiera vivir en una.
- Entonces cásate con un mafioso niña, pero no te conviene, estás no son buenas vidas, solo lo hacen por ser superficiales.
- ¿Por qué lo dices?.
- Las mujeres aquí son vistas como objetos, y desechadas como si fueran prostitutas.- Su semblante era otro, diferente al que tenía de camino a la cena.
- ¿Entonces por qué me involucraste en esto?.
- Es diferente niña, no somos nada en realidad.- Tenía razón.- Cuando te casas con alguien como cualquiera de estos idiotas, es difícil que puedas salir, prácticamente les perteneces.
- Bueno, gracias por la advertencia.
- No es advertencia, solo te digo lo que se.- Rió.- Pero ya es tu problema, en realidad no me importa.
- Bueno, entonces tal vez consiga novio mafioso esta noche.- Bromeaste.
- Ni lo sueñes niña, no te vas a despegar de mi en ningún momento, ¿entendido?.
- Si señor, lo que usted diga.
En realidad ese era tu plan, no querías alejarte de el en lo más mínimo, pues tenías miedo a estropear algo, o a hacer algún comentario indebido o fuera de lugar.
Necesitabas estar cerca de el, en todos los sentidos.
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bESTIEIeEEeEEeeEs, aquí está el capítulo jejeje, perdón por tardarme tanto, prometo ya no hacerlo tanto 😭😭😭
oigan, hice un pequeño boceto de como nos veremos en la cena, el largo del cabello se lo puse así por que así lo traigo yo, pero ustedes pueden imaginarle el peinado que quieran, en realidad solo es para que se den una pequeña idea:(((
ahora sí, me despido jejejeje, lxs amooo, no olviden decirme si ven alguna falta ortográfica o algo así 💟💓❣️💗💕