Narra Levi
-Erwin... He estado pensando y no soy capaz de idear algo que no implique matarle- después de nuestra charla él me ha dejado unos momentos solo para que pudiera trazar un plan pero los tres primeros que se me han pasado por la cabeza acababan con la muerte de semejante gilipollas
-Levi, solo has estado diez minutos, seguro que si sigues encontrarás algo
-El de los planes eres tu, yo soy más de acción, lo sabes...
-También puedes pensar planes increíbles, el problema es que ahora estas demasiado molesto como para pensar en frío...
-¿No puedes ayudarme un poco?- él me mira con una expresión comprensiva pero suspira como dejándome claro que debo hacerlo solo
-Levi, yo... ahora vengo,cuando vuelva intentare ayudarte- no dice nada mas y se va hacia la muralla para hablar con el comandante Pixis; mientras yo me quedo sentado en un carro dándole vueltas al plan
-Oye Levi- un chico de la Policía militar llama mi atención -¿Dónde están nuestras presas?- le miro algo incrédulo, menudo imbécil, si que tiene ganas de ver titanes...
-¿Eh? Chicos, os veo decepcionados...que lastima que no habéis podido ver a un titan, no habéis tenido suerte pero tranquilos, tendréis muchas oportunidades de encontraros alguno en una expedición en el exterior- no pretendo meterles miedo en el cuerpo pero me gustaría que fueran un poco más conscientes de lo que los espera, estos estúpidos de la Policía militar siempre van de que son los mejores pero no dejan de ser un montón de inútiles -Que tal si trabajamos juntos para enfrentar a los titanes
-Uh... bueno...- responde uno dudoso
-Nosotros tenemos trabajo que hacer aquí así que...- otro de los suyos le respalda y eso me pone un poco de los nervios vaya grupo de cobardes asquerosos
-¡El grupo de exploración ha regresado! !Alguien que avise al comandante Pixis!- un chico de las Tropas estacionarias cae al suelo por el agotamiento y rápidamente llegan Pixis y Erwin -No hemos podido encontrar un agujero o cualquier anomalía en el muro
-Ya veo- contesta pensativo el comandante Pixis -Así que después de todo es verdad
-Pero nos encontramos en una situación terrible, cuando estábamos regresando a Trost...- el chico calla un momento y coge aire para poder continuar -Nos encontramos el grupo de la Legión que lideraba Hange, entre ellos estaban algunos de los nuevos reclutas que iban sin el EDM3D, de la unidad 104 pero...- tiene en los ojos un claro brillo de terror, no se que habrá visto pero no parece ser nada fácil de solucionar y lo que más me jode es que yo no voy a poder hacer nada y a demás ya tengo suficientes problemas a los que enfrentarme -Entre esos miembros, tres de ellos- vuelve coger aire y entonces grita con todas sus fuerzas -¡Son titanes!- sus palabras me dejan en shock, supongo que uno de los tres es Eren pero ¿Los otros dos?
-¿¡Que dices!? ¿Hay titanes entre ellos? ¿tres?- Jean que pertenece al mismo grupo, el 104, se abalanza hacia el informador, está tan sorprendido como nosotros o más, normal, esos titanes infiltrados eran compañeros suyos -¿Quienes son?
-Jean, espera- le ordena Erwin -¿Qué paso después de que ellos se revelaran?
-La Legión de exploración comprometió al titan colosal y al acorazado... para cuando nos unimos a la batalla, la conclusión ya estaba, se han llevado a Eren
-¿Cómo? nos vamos, vamos a rescatar a Eren- Erwin se pone bien recto y mira serio a todo el mundo -¡Preparaos para la batalla, salimos en nada!- todos empiezan a moverse frenéticamente pero asustados, se les ve en las caras... -Levi- Erwin me pone una mano en el hombro, está claramente preocupado pero no sé que podría decirle para tranquilizarle, no soy muy bueno con las palabras y lo sabe -Tendrás que hacerlo solo, espero que lo consigas, nos vemos- él se va para prepararse y nuevamente me quedo solo, es la hora de preparar un plan infalible, confío plenamente en que ellos podrán apañárselas sin mi, aunque me gustaría poder ir también.
Finalmente decido irme a mi despacho para estar más tranquilo y poder concentrarme; empiezo a caminar pero oigo que Erwin grita mi nombre -Levi espera, no me he acordado de esto- me da una carta, asiente y se va de nuevo, miro el papel con curiosidad pero no lo abro de inmediato, me espero a llegar a mi destino; cierro la puerta y me siento en mi silla, dejo el diario encima de la mesa y miro con atención la nota <<Exclusivo para el Capitan Levi>> y justo encima un dibujo, es como un intento de mapa de la ciudad, esta hecho rápido eso se ve a la legua, pero se entiende, Senna me esta indicando donde la van a preparar para la boda, eso facilita enormemente las cosas, sonrió levemente, estoy contento de que ella haya pensado el plan por mi, seguro que sabia que mi primer instinto iba a ser interrumpir y matarlos a todos sin dudar, lo que quiere decir que me conoce bastante y al fin y al cabo eso es algo que me gusta.
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Narra Senna
Hoy ha empezado el día algo turbulento, me he despertado con los gritos de la gente que corría arriba y a bajo por el pasillo preparándolo todo para la boda; he escogido ropa cómoda para ir hasta el edificio en que me peinarán y vestirán y he rebuscado en mi uniforme el cual dejé cuidadosamente plegado en el vestuario el día en que llegue. Recuerdo perfectamente que dejé el pañuelo de Levi bien plegado entre las prendas. Cuando por fin lo encuentro me lo ato en la muñeca y espero a que Nicole me venga a buscar ya que antes una mujer de mediana edad que claramente era también una sirvienta, me ha pedido que no saliera hasta que la joven que me habían asignado prácticamente para siempre, llegara. Espero que el Capitán haya recibido mi mensaje porque por nada del mundo quiero casarme hoy y menos con un hombre que no sea él...
-Señorita ¿Está lista?- la joven entra en la habitación con una gran sonrisa fingida en el rostro, ayer me di cuenta de que la gran mayoría de expresiones que me dedicaba eran más falsas que un mundo sin titanes, pero no dije nada, no sé que debe pasarle por la cabeza pero creo que ha pasado por demasiadas cosas como para echarle en cara su hipocresía
-Si, claro, por cierto ¿Importa que me lleve mi uniforme?- ella me mira y se encoge de hombros, supongo que no sabe nada al respecto así que yo lo cojo igualmente y lo mantengo entre mis brazos por un momento, como si abrazara a todos los de la Legión a los que conozco y les tengo cariño, no sabría decir si lo hago pensando en que voy a verles pronto o despidiéndome por si lo de hoy no acaba saliendo bien... También cojo el EDM3D y me lo cargo cuidadosamente en un hombro; ella me mira juzgando mis acciones y yo suspiro -Nicole, prometo que esta es la última vez que me verás con esto, después de hoy os dejaré hacer con ello lo que veáis necesario- miento con una sonrisa y ella contesta con el mismo gesto
-¿Nerviosa?- dice cambiando de tema con la sutileza de un gato. Asiento y ella sonríe -No lo esté, hoy va a ser el mejor día de su vida- no digo nada, tan solo pongo los ojos en blanco y suspiro
-O el peor- murmullo
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Cuando hemos llegado a nuestro destino he dejado mis cosas de forma ordenada y me he sentado en una silla. Un pelotón de jovencitas se ha acercado a mi armadas con peines, pinzas, brochas.... He restado inmóvil por miedo a una reprimenda de parte del escuadrón de peluqueras y he observado por una ventana el panorama callejero. No hay demasiado movimiento; en algún momento he visto a un felino huir velozmente de un can juguetón que solo quería divertirse; he estado atenta a la intrincada conversación de dos señoras mayores preocupadas por el precio que tenía la carne hoy en día, sus conjeturas y la búsqueda de razones que han mantenido me ha dejado sorprendida; pensaba que era obvia la razón de la escasez de comida, sobretodo de carne, pero por lo visto en esta última muralla hay gente que no va demasiado al día.... Lo último que he visto, o al menos a lo que le he prestado atención, ha sido un hombre que gritaba alabanzas a las murallas tratándolas de Deidades protectoras a las que debemos adorar ¿Lo peor? Había mucha gente escuchándole con demasiada atención... Lo demás han sido ruidos lejanos de reparaciones en los tejados y paredes de las casas, nadie me ha dicho lo que ha pasado estos días en que he estado encerrada pero estoy bastante segura de que Eren y Annie mantuvieron una frenética batalla que dejó buena parte de la ciudad en ruinas... Al final algo ha acabado distrayéndome de todo eso; la afilada punta de una aguja ha despertado todo mi sentido nervioso y tan solo he podido apartatme con un quejido
-Lo siento señorita, de veras lo siento- una de las chicas hace una reverencia con la cual casi toca sus pies con su nariz, yo niego con la cabeza y sonrío cálidamente
-Tranquila, no pasa nada, seguid, seguid, de verdad, no pasa nada- ellas me hacen caso y terminan por fin de maltratar mi melena usualmente salvaje
-Está usted preciosa señorita- suelta una como un suspiro. Yo me miro al espejo y me entra un escalofrío, me han recogido el cabello en un precioso moño decorado con pinzas de flores y mariposas con joyas encastadas; sigo analizando el peinado y me doy cuenta de que hay pequeñas perlitas por todas partes y tan solo soy capaz de pensar en lo complicado que será deshacerme de todo esto más tarde...
Veo como rápidamente sacan estuches con maquillaje de todos los colores, tantos que no me imaginaba que podría existir tal variedad; cuando me fui de casa era pequeña como para maquillarme y jamás vi a mi madre hacerlo así que no había tenido ante mis ojos semejante cantidad de utensilios destinados tan solo a esconder un rostro entre pinturas...
-Cierre los ojos por favor- sin pensarlo dos veces hago lo que me dice y después de un rato notando las suaves caricias de las brocha; de repente un fuerte estruendo interrumpe su trabajo. No me atrevo a abrir los ojos pero una voz conocida hace que me levante como un resorte; toda mi piel se eriza y dibujo la más enorme y sincera sonrisa que soy capaz, abro los ojos y le veo y por fin dejo de sentir ese enorme pesar que hacía días que bailaba como una nube negra a mi alrededor; el terrible miedo a quedarme en esta vida para siempre se desvanece de un plumazo y todo mi cuerpo se revitaliza al instante
-Jovencitas, salid de aquí tranquilamente y no habléis de esto con nadie; no dudaré un solo segundo- él levanta el brazo bueno y les muestra a las chicas que efectivamente va armado; ellas, como era obvio, se escandalizan, empiezan a moverse sin saber muy bien que hacer, buscan por la estancia, seguramente algo con que defenderse y ante la situación él carraspea y vuelve a hablar -He dicho, tranquilamente, así que, por favor, salid de aquí de forma calmada y ordenada- se aparta de la puerta para darles espacio y ellas empiezan a caminar temblorosas hacia la puerta -Gracias- permanece con su expresión imperturbable y una vez la última en salir cierra la puerta, corro hacia él para abrazarle con fuerza
-Levi...- pronunciar su nombre me deja un dulce sabor en la boca, es tan agradable que podría decirlo mil veces más. Estoy tan feliz y aliviada de volver a verle, de volver a tocarle y volver a hablarle que estoy al borde del llanto, pero hago un par de respiraciones profundas para calmar mis emociones y me aparto de él -El tiempo apremia- Levi no dice nada, tan solo me mira de forma tierna con unos ojos que no le había visto nunca, me acaricia la mejilla y asiente
-Tendremos tiempo para esto más tarde- asiento y voy en busca de mi uniforme; me cambio a toda velocidad y me es indiferente lo que él vea o no, al fin y al cabo ya he sido suya, ya ha visto hasta lo más profundo de mi alma, no creo que deba ponerme vergonzosa ahora. Una vez acabo de atarme los cinturones y colocarme el EDM3D me acerco a él de nuevo
-Estoy lista, vámonos
-Es probable que nos estén esperando fuera ¿Tienes gas?- señala la puerta y yo asiento con una sonrisa ladina
-He dicho que estoy lista- no tengo ni una sola de mis cuchillas conmigo y él solo tiene la que lleva en la mano, a demás tiene un brazo mal pero nada de eso me tira para atrás, podemos con esto y mucho más, me da igual cuanta gente haya fuera, estoy segura de que me he enfrentado a cosas mucho peores
-Cierto, estoy enamorado de una chica increíble- le miro incrédula; está sonriendo y ha dicho lo que acaba de decir; tenía asumido que iba a ser algo que no me diría nunca a pesar de que lo sintiera, no sé muy bien por qué pero ya me había mentalizado para no escucharlo nunca, pero remuevo toda esa sorpresa y me centro en el momento -Vamos.