Los meses pasaron rápidamente, izuku y katsuki pasaban todas las horas del día juntos, el mayor siempre cargaba por todas partes a la pequeña jugando entre las algas o alguna que otra ocasión se divertían escapando del feroz monstruo, puesto que katsuki le dio a su madre, donde mitsuki se llevaba a la bebe y el menor de la familia bakugou debía rescatarla.
pero su hora favorita de la peli-verde era cuando su hora de dormir llegaba, kacchan la tomaba entre sus brazos y se sentaba con ella en una roca de la habitación, comenzaba a mecerla suavemente mientras relataba alguna historia que lograse inventarse en esos momentos, bakugou sabia que su Deku no duraba mas allá de medio cuento así que siempre relataba historias bonitas para que lograse dormir bien.
Cuando la nena por fin cerraba sus ojitos para dormitar el cenizo la depositaba tiernamente en su cuna y la observaba dormir por algunos minutos, sus sospechas cada vez se hacían más notorias, deku no era igual a las demás sirenas de su edad.
- descuida - sonrió - yo me quedaré a tu lado siempre, no dejaré que nadie te lastimé -llevo una de sus manos hasta el moflete de la bebe y la acaricio gentilmente - te lo prometo - era un promesa y todos conocían como el gran bakugou katsuki nunca mentía con ello .
3 años pasaron donde izuku seguía sin demostrar cambio alguno de su genética, al contrario, cada vez se parecía menos a una sirena, eso le preocupo a inko asi que rápidamente fue a sacar una cita para que un tritón doctor checase a su hija.
- Hola Deku - saludo el pequeño katsuki de 7 años, acababa de llegar al hogar de la pequeña pecosa, sabia de antemano a donde llevarían a su alga andante y quería darle apoyo ya que su madre no lo dejaría ir.
- ¡Kacchan! - gritó alegremente izuku, sus ojitos esmeraldas brillaban aun mas ante la gran presencia de su kacchan, aquel tritón con el que pasaba los momentos mas divertidos.
katsuki sonrió mientras se acercaba aun mas hasta la sirena, estaba nervioso, sabia muy bien lo que le dirían a su tía, vaya que si, y lo que menos quería era que dañaran aquella bonita sonrisa que alegraba sus mañanas el solo verla, quería cuidarla.
tomo a la peli-verde de la mano y la atrajo hasta el, formando asi un profundo abrazo que ambos necesitaban, la pecosa aceptó el afecto rápidamente hundiendo su rostro en el cuello del mayor, sentía como las lágrimas comenzaban a desbordarse de sus ojos.
- Mi mamá me llevara al medico marino - sollozó - me revisaran para ver qué tengo mal - sujeto aún más el agarré con el tritón sus lágrimas comenzaban a desbordarse mientras sus palabras salían más entrecortadas - Kacchan tengo mucho miedo.
Katsuki apretó los dientes, detestaba escuchar llorar a su deku y que el no pudiese hacer nada, suspiró y abrazo aún más a la pecosa acariciando suavemente su corto cabello tratando de consolarla aunque sea un poco.
- Deku - suspiró tratando igual de contener las lágrimas - tu sabes que eres la persona más especial para mí, ¿Verdad? - preguntó obteniendo un leve asentimiento de cabeza - no dejaré que nadie te haga daño, ¿De acuerdo?.
Midoriya comenzó a sollozar más bajito, las palabras del cenizo siempre ayudaban a qué se sintiese mucho mejor, eran como algo mágico; más una duda seguía en su cabeza.
- k-kacchan - gimoteo entre leves sollozos
- dime.
- ¿Y si tengo algo raro... Dejarías de quererme?.
Katsuki al escuchar aquella pregunta abrió sus ojos en par, ¿Cómo podía pensar eso?, Se separó levemente de la pequeña y la miro, sus ojitos se encontraban levemente hinchados por el llanto, más nunca despegaron sus miradas, las mejillas del cenizo comenzaron a tornarse de un leve color carmín.
- aunque fueras la cosa más extraña del agua, no te odiaria - suspiró, podía sentir como los colores comenzaban a aparecer en su rostro - yo... Seguiría queriéndote sin importar nada.
La peli-verde dejo de llorar al escuchar aquellas palabras, era difícil que el pequeño tritón expresará un poco de cariño hacia a alguien, más para el era toda una realidad y eso le gustaba mucho.
- kaccha..
- Ahhh, ¡vámonos, vámonos! que tú mamá te estará esperando con la vieja - gritó totalmente rojo el mayor tomando de la mano a la sirena para dar inició a su rápido nadó, no sabía de dónde habían salido aquellas palabras, lo único que deseaba era no ver llorar a la sirena más.
Al llegar a la casa de los bakugou fueron recibidos por inko y mitsuki las cuales se encontraban platicando pacíficamente mientras sus crías llegaban.
- ¡Llegan justo a tiempo, ¿Dónde estaban?, Pensé que el mocoso se había perdido - soltó una leve carcajada mitsuki, más le duró poco al no recibir algún tipo de queja por parte de katsuki, ¿Que estaba pasando?.
- ¿Nos vamos Izuku? - interrumpió la sirena peli-verde - estamos a tiempo para llegar con el doctor.
Izuku tembló nuevamente, no quería tener algo malo y que su mami o katsuki se enojasen con ella, sus ojitos comenzaron a llenarse de lágrimas, comenzaría a llorar si no fuese por una mano que tomó la suya.
- tranquila deku - sonrió levemente katsuki dando ánimos a su amiga - yo te estaré esperando aquí, no me iré a ningún lado.
La peli-verde sonrió levemente y asintió agradecida, apretó un poco más el agarré de sus manos antes de que se alejara con su madre.
- Adiós Kacchan- agitó su manita en forma de despedida - adiós tía mitsuki - ambos nombrados agitaron su mano siguiendo el gesto de la pequeña, miraban como poco a poco las dos peli-verdes se perdían en el horizonte.
-Vieja - nombró katsuki.
- ¿Cuántas veces debo decirte que no me digas así?, Mocoso inrespetoso.
- como sea - suspiró - ¿Inko-san al salir del médico vendrá aquí o se irá a su casa? - preguntó dudoso.
- ¿Eh?, Bueno se irán a su casa, quedamos de vernos más tarde, ¿Por qué?.
El cenizo miró a su madre, estaba angustiado y la sirena lo veía, su hijo no le contestaba como usualmente lo hacía, además de lo dócil que se encontraba en ese momento.
- ¿Que pasa katsuki? - pregunto la ceniza con tono dulce, era su hijo después de todo, aunque tuviera su mismo mal carácter.
- siento que algo va a pasar y será muy duro para él - respondió sin pensar, había decidido no decir nada sobre lo que pensaba pero en esta ocasión ya no importaba, lo único que quería era estar con su deku.
- ¿él?, ¿de que hablas? - hablo mitsuki confundida, creía que hablaban de la pequeña izuku, más parecía que no.
El oji-rubi miró a su madre y suspiró llevando ambas manos hasta su rostro - mamá.
La mayor abrió sus ojos aún más grande, casi nunca el cenizo la llamaba como su madre, siempre era vieja o en otras ocasiones bruja, ahora sí que estaba más nerviosa.
- ¿Si?.
- Estoy seguro de que izuku no es una sirena - bajo ambas manos y las acomodo sobre su pecho - Deku es un tritón como yo.
La rubia quedó sin palabras, sus ojos y boca se encontraban abiertas, ¿Que había dicho?, Pensó que era alguna broma por parte del chiquillo más al ver la mirada carmesí totalmente sería lo descartó.
- ¿Qué?.
Ambas peli-verdes llegaron hasta el médico en cuestión de minutos, mucho más rápido de lo que la menor hubiese querido.
- m-mamá.
- ¿si pequeña?.
- ¿Me dolerá? - preguntó viendo como un tritón más grande que katsuki salía de unos de los consultorios llorando a todo pulmón mientras se sobaba el brazo.
Inko miró a su hija y rio levemente - no cariño, lo tuyo solo será una revisión, no te harán nada más - respondió.
- ¿lo prometes?.
- lo prometo.
la enfermera les dió el aviso de que era su turno para pasar con el doctor así ambas se levantaron de la sala de espera y comenzaron a nadar hasta el consultorio dónde un tritón de edad avanzada las esperaba.
- Buen día - saludo el anciano.
- Buen día doctor - respondió inko sentándose junto a su hija enfrente del doctor.
- ¿Que es lo que ocurre? - preguntó sin despegar la mirada de izuku.
La sirena mayor suspiró y comenzó a relatarle la inquietud que tenía, el como su pequeña no mostraba signos de una sirena, su pelo no crecía y lo gruesas que ya se podían notar sus escamas.
- De acuerdo - suspiró el doctor frotando su cien - aunque tengo una idea de lo que podría ser, no estaré seguro hasta comprobarlo, por favor acomodate en la camilla -
Izuku miro a su madre un tanto nerviosa, no quería que la fueran a cortar.
- descuida hija, ve - inko sabía muy bien el terror de su hija con los doctores, katsuki una ocasión le contó una historia de terror sobre ellos, el como con su magia te pinchaban el brazo o como te quitaban la sangré.
La menor asintió y comenzó a nadar hasta una gran piedra Liza, un poco fría pero era muy agusto estar en ella.
- okey, recuestate - la pecosa asintió haciendo caso a las palabras del anciano, estaba tranquila hasta que noto como una luz gris comenzaba a emerger de las manos del más grande, ¡Era su magia!.
Izuku comenzó a temblar pensando lo peor, ¿Y si le quitaban la sangré? O ¿Lo pincharian así como le había dicho kacchan?, Nerviosa cerró sus ojos esperando por aquel pinchazo o si no fuera así no quería ver cómo aquel doctor se quedaba con su líquido rojo.
- listo, ya puedes levantarte - dijo el doctor haciendo que la peli-verde abriera sus ojos a tope ¿De verdad era todo? No había dolido nada, feliz y contenta se levantó de la cama y nado hasta su madre quien la recibía con un gran abrazo .
- ¡Que valiente fue mi nena! - sonrió dándole muchos besitos en la mejilla pecosa de su hija - ¿Entonces doctor? ¿Que tiene mi pequeña? - preguntó con voz dulce acomodando a su hija sobre su cola.
- inko-san... Mi magia puede ver atraves del cuerpo, los organismos, huesos, arterias, venas y entre otras cosas...
- ¿Mi hija tiene algún hueso mal?, ¿Es por eso que no a crecido como sirena?
El tritón negó - no inko... En esta revisión, izuku no demostró algún signo de que se encuentre algo mal en su sistema.
Inko abrió sus ojos levemente creyendo lo peor - ¿Q-que quiere decir con éso, doctor? - pregunto con voz quebradiza.
El doctor miró a la criatura que se encontraba sentada en la cola de su madre y suspiró una vez más, sería una fuerte notícia - no presenta signos de tener algo mal... Porque si genética es así, izuku es un tritón, inko-san.
La peli-verde abrió sus ojos en par y miro al pequeño sentado sobre ella, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas de frustración, ¿Como era posible?.
- ¿Mami? - preguntó el menor temeroso, sentía como su mamá comenzaba a temblar y eso le preocupaba - ¿Estás bie..
- ¡MI IZUKU NO PUEDE SER UN TRITÓN! ¡No puede! - gritó inko furiosa haciendo que su pequeño se cambiara a su silla - ¡¿Cómo puede decir que mi hija es un tritón?!, Desde que nació me la entregaron y me dijeron que era una niña, ¡Una sirena!.
- ¡Inko baja la voz y relájate! - gritó el doctor haciendo que inko volviera un poco en si - tu hijo está aquí ¿si? - regañó.
La peli-verde miró a la cría a lado de ella, sus ojitos se encontraban abiertos y con leves lágrimas saliendo de sus orbes, sintió una punzada en su pecho le dolía ver qué su criatura llorara, tomo asiento nuevamente sin chistar .
- izuku es especial, su genética principal es el de un tritón, más los genes de sirena igual relucen con él, no es algo malo, en realidad es algo fascinante cariño.
El doctor trato de darle ánimos a ambos, Inko aun no podía creer aquella gran noticia e Izuku solo podia pensar una cosa....
¿Qué pensará Kacchan sobre él?
Holaaaaa🛐💞
Siento que avance mucho la relación de deku y kacchan🤔.
Quería poner cosas de como pasaron sus primeros 2 años de deku, pero después lo borre pensé que seria mucho relleno, Así que de una vez a lo que va la historia jsjsjs
Talvez después ponga extras o flashbacks en la historia🤷♀️ no lo se,
Y bueno que tal les pareció la historia 👀
¿Va aburrida?
¿Es lo que esperaban?
No olviden dejar su poderosísima estrellita si les gusto el capitulo⭐ y sus comentarios que me encanta leer y responder💞.
Créditos a VickyAsh2112 por ayudarme con la ortografía😜
a heeso34 y a darybarlo26 por ayudarme con la coherencia de la historia jsjsjsjs✨
Muchas Gracias por leer 💖.
(2113 palabras)
21/05/21