Vuelvo a marcar el numero de teléfono de Susie Wolff la cual también me manda directo a buzón, veo el reloj de nuevo y son las malditas 12:55 pm. mi estomago ruge pero se que si como algo estando como estoy de molesta probablemente vomite.
Maldito Toto Wolff y su manía de siempre salirse con la suya.
Recuerdo la discusión de ayer con Toto la cual surgió porque iba a viajar con George a Ibiza a disfrutar del mar, el había negado porque quería que estuviera cerca de Pierre esta semana antes de volar directo a España, después de gritarnos y decirle que respetara mis decisiones finalmente accedió solo si volaba en el jet con Susie y el.
Pero ellos nunca llegaron, había abordado con la promesa del capitán de que llegaríamos pronto a Ibiza con la excusa de que Toto tuvo que regresar por problemas con el monoplaza de Hamilton.
Estúpida, Hemma Valentina no puedes ser mas estúpida.
Pienso a donde diablos dirigirme con mis maletas en mano, Paris esta lleno de gente y el sol francés con ráfagas de aire fresco me da la bienvenida. Mi teléfono vibra y rápidamente lo saco del bolsillo trasero de mi pantalón.
"Cariño".
"Estoy muy molesta Toto".
Su risa llena el auricular y se que seguramente ahora mismo debe estar tomándose alguna bebida espumosa en su alberca con una gran vista en Mónaco.
"Hay un Mercedes rojo esperando por ti, Pierre tampoco sabe que vas así que tómenlo con... delicadeza".
Delicadeza y tranquilidad son lo que menos necesito ahora mismo.
(...)
Me miro la punta de mis tenis gucci los cuales van bastante desgastados, estoy frente al departamento 10A y tiene bastante lógica ya que su numero es el 10, miro la puerta blanca con mi labio inferior entre mis dientes pensando si si es una buena idea el estar aquí.
Elevo la mano para tocar la puerta pero esta se abre antes de que pueda si quiera llegar a tocarla, dos muchachas de mi edad mas o menos salen bastante sonrientes, una de ella se detiene a analizarme e inclina su cabeza tratando de deducir quien soy, su amiga la jala del brazo murmurándole algo que no logro comprender, las observo con los ojos entrecerrados hasta que desaparecen por el ascensor y aprovecho que han dejando abierta la puerta me escabullo cerrando silenciosamente.
Arrastro mi maleta rosa pastel y esta hace un gran estruendo cuando choca contra el piso, genial. Me quedo al centro de la habitación observando todo con mucha atención.
Creo que Pierre es un gran fan de los colores claros, esta pintado de un color azul una pared y las otras tres son de un color blanco permitiéndole al lugar llenarse de la leve iluminación que nos brinda el atardecer, muerdo mi labio inferior y me permito ver los dos cuadros que tiene en la entrada, su primera victoria y una foto de el y sus amigos en una discoteca, reconozco rápidamente a Antonie en el centro a un lado de Pierre sonrientes, dirijo mi vista al otro lado y camino unos pasos más hasta llegar a lo que seria la sala.
"No puedo creer que me han mandado una puta niñera". Ahogo el grito del susto que me ha pegado y rápidamente me giro y lo observo sentado en el gran ventanal que esta a unos metros, avanzo unos pasos mas y vuelvo mi vista a mi alrededor para finalmente dejarla de nuevo sobre el, es tan diferente a mi departamento de cristal en Mónaco que me parece encantador.
"A mi también me da gusto verte". El sarcasmo no deja mi voz y el sonríe porque lo reconoce de inmediato, las botellas de champagne están amontonándose en la mesa de centro, veo como hay algunas derramadas en el suelo y como la alfombra blanca esta totalmente mojada, elevo mis cejas en mi dirección pero el esta ignorándome checando sus redes sociales seguramente.
Se siente sumamente extraño el estar aquí, lo miro de nuevo y ya no luce tan sorprendido de tenerme aquí se talla la frente tratando de deshacer su ceño fruncido y después saca su teléfono tecleando en el como siempre ignorándome.
No se si sentarme o seguir inmóvil en el mismo lugar donde no me he movido desde hace mas de cinco minutos, levanta su mirada y me escanea de arriba a abajo una vez mas para volver a teclear en su teléfono, el calor no tarda en hacerse proveniente en mi y aprovecho el que no esta viéndome para desabrochar otros dos botones de mi blusa blanca de gasa permitiéndome mostrar el valle de mis pechos.
"Espero que te gusten las fiestas y traigas algo decente en esa maleta para poder salir de fiesta hoy".
.
Charles Leclerc es casi mejor amigo de Pierre así que su presencia me asombra un poco pero a la vez no cuando lo veo llegar al departamento del francés, pensé que su fin semana de vacaciones la pasaría en Mónaco pero creo que me he equivocado.
Ambos tienen una sonrisa de puta madre que hacen por un instante que el modo fiesta se active en mi pero se logra apagar casi de inmediato, estoy tirada en la cama donde me quedare por aproximadamente 3 días hasta que tomemos un avión para España, estoy tan cansada que solo quiero dormir, meto a mi boca otro dulce de lo que parece ser una gomita de mango enchilada que he robado de la cocina de Pierre, saco mi celular y sonrió a la cámara para enviarle una foto a George y mostrarle lo aburrida que estoy mientras escucho el bullicio afuera.
Golpeo el colchón con rabia haciendo reír al monegasco y al francés los cuales han entrado sin tocar y con una cerveza en sus manos, ambos van en pantalón negro y Charles lleva una camisa blanca arremangada hasta los hombros, su cabello va detenido por una bandana que lo hace ver mas guapo de lo que ya es, Pierre lleva una playera Gucci y no ha dejado de observarme divertido mientras me brinda una cerveza.
"Están locos si creen que iré con ustedes".
"No hay prensa, Toto no tendrá porque enterarse". Charles me guiña un ojo haciéndome bufar mientras me pongo de pie, le arrebato la cerveza fría que el francés me ofrece y le pego un pequeño trago mandando mi dieta al carajo hoy. "Te esperamos en media hora".
Y ambos salen de la habitación tan rápido como han llegado, abro la maleta y saco mis cosas de baño junto con mis miles de cremas y lociones, tomo una lencería adecuada y opto por sacar un vestido completamente de lentejuelas de manga larga para mi primera vez en un antro en Paris. Me doy una ducha lo mas rápido que puedo y salgo con mi ropa interior puesta después de aproximadamente 25 minutos, el olor a shampoo de frambuesa llena por completo la habitación cuando empiezo a secar mi cabello tratando de hacer unas ondas a la vez.
Y de nuevo, alguien entra en mi habitación sin tocar, me giro con una ceja enarcada y con secadora en mano lista para gritarle a la persona que ha entrado que se largue, pero me quedo sin palabras cuando veo a Pierre de nuevo con una cerveza en mano observándome de arriba a abajo.
Su mirada me calienta en segundos y de nuevo maldigo a George por hacerme esto, por hacer que resurja esta atracción que había mandado al demonio cuando descubrí que lo único que obtendríamos era odio mutuo.
Sus ojos se encuentran con los míos y muevo la cabeza mientras una idea se cruza por mi mente. Camino hasta el borde del colchón y tomo el vestido para deslizarlo por mi cuerpo y acercármele. "Que bueno que has venido".
Agradezco que mi voz no tiemble justo como mis piernas lo están haciendo, me analiza sin expresión cuando me planto frente a el y con sumo cuidado de no caerme con mis propios pies me giro dándole la espalda. "¿Puedes subir el cierre?".
Solo se escucha nuestra respiración y la leve música que se cuela de afuera y después de lo que parecen eternidades siento sus dedos fríos tocar mi espalda lográndome estremecer, sube el cierre tan lentamente que siento que es una tortura y venganza de su parte, se que el sabe lo que yo estoy haciendo. El nerviosismo invade mi cuerpo pero en segundos es reemplazado por fuego que se centra en mi abdomen para bajar a mi parte mas intima. No me he movido del lugar cuando siento su mano derecha cerrarse en mi cintura, ni siquiera me he dado cuenta de que ha terminado de cerrar mi vestido, su aliento caliente cae sobre mi oreja y después es reemplazado por una lenta y torturadora mordida que me hace querer gemir su nombre y pedirle mas.
Me quedo inmóvil ante su reacción conteniendo el aire que se que tengo guardado dentro cuando vuelve a acomodar mi cabello dejándolo caer en mi espalda, su mano abandona mi cintura y cuando me aseguro de que no me caeré de culo por lo que acaba de suceder me giro encarándolo, quiero decirle que con que derecho se atreve y gritarle miles de cosas más, pero la sonrisa sensual que extiende sobre sus labios cuando abro la boca sin lograr que algo salga de ella me llena de rabia y a el de satisfacción.
Sigo sin saber como reaccionar y su sonrisa aun sigue pintada en sus labios y cuando un click se activa en mi enviándome la señal de que me acerque a el su ronca voz sentencia antes de marcharse de nuevo. "Te dije que no jugaras con fuego Hemma".
Me ha ganado esta vez y según mis cálculos vamos Wolff 1 - 1 Gasly.
....
AHHHHH HOLA CRAYOLA, este capítulo es una dedicatoria especial para: @FedericoRomero101 junto con un saludo muy grande hasta Argentina♥️
cuentenmeeee de donde me leen y como les va pareciendo esto 🌞❤️🔥