Cursed; Draco Malfoy |Traducc...

By JelenaRomu66

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|Completa| Propiedad de: Juneekarl "¿Cómo es eso? ¿Que dos almas rotas encajan perfectamente en una?" --- EL... More

AN
Prólogo
Zero
One
Two
Three
Four
Five
Six
Seven
Eight
Nine
Ten
Eleven
Twelve
Thirteen
Fourteen
Fifteen
Sixteen
Seventeen
Eighteen
Nineteen
Twenty
Twenty-one
Twenty-two
Twenty- Three
Twenty- Four
Twenty-Five
Twenty-Six
Twenty-Seven
Twenty- Eight
Twenty-Nine
Thirty
Thirty-One
Thirty-two
Thirty-Three
Thirty-Four
Thirty-Five
Thirty-Six
Thirty-Seven
Thirty-Eight
Thirty-Nine
Forty
Forty-One
Forty-Two
Forty-Three
Forty-Four
Forty-Five
Forty-Six
Forty-Seven
Forty-Eight
Fifty
Fifty-One
Fifty-Two
Fifty-Three
Fifty-Four
Fifty-Five
Fifty-Six
Fifty-Seven
Fifty-Eight
Fifty-Nine
Sixty
Sixty-One
Sixty-Two
Sixty-Three
Sixty-Four
Sixty-Five
Sixty-Six
Sixty-Seven
Sixty-Eight
Sixty-Nine
Seventy
Seventy-One
Seventy-Two
Seventy-Three
Seventy-Four
Seventy-Four
Seventy-Five
Seventy-Seven
Seventy-Eight
Seventy-Nine
Eighty
Eigthy-One
Eighty-Two
Eighty-Three
Eighty-Four
Eigthy-Five
Eighty-Six
Eighty-Seven
Eighty-Eight
Eighty-Nine
Ninety
Ninety-One
Ninety-Two
Ninety-Three
Ninety-Four
Ninety-Five
Ninety-Six
Ninety-Seven
Ninety-Eight
Ninety-Nine
One-Hundred
Act-One
Act-Two
Act-Three
Rain
Fin
End
Thank - you & Gracias

Forty-Nine

862 94 40
By JelenaRomu66

-No te muevas.-

---

Amelie exhaló, casi aliviada, cuando sintió sus labios colocando besos en la parte posterior de su cuello. El brazo de Draco alrededor de ella se tensó en el instante en que la sintió moverse, el segundo en que comprendió que estaba despierta.

Ella no dijo una palabra mientras gentilmente, en las primeras horas del amanecer, se dio la vuelta para mirarlo. La piel de Draco se sintió caliente contra la de ella cuando cruzó la pierna sobre la de él entre las sábanas.

No pudo evitar sentir los escalofríos mientras recorrían su espalda. Tuvo este sueño, esta imagen de alguien mirándola mientras dormía, y se sintió más que real. Le molestaba la sensación de que alguien la miraba en la noche.

Amelie estaba callada. Los ojos de ella parpadearon sobre sus suaves rasgos mientras él la miraba con la misma ternura. Su respiración tenía un sabor dulce en sus labios mientras la arrastraba aún más cerca, bloqueando los centímetros de espacio que quedaban entre ellos.

-Buenos días. -La voz del rubio se mantuvo ronca, casi como si estuviera gruñendo. -¿Cómo dormiste?.-

Los brazos de Amelie se deslizaron por debajo de su cuello, y sus dedos se cerraron detrás de él mientras besaba suavemente su barbilla. -¿Dormí bien, tú?. -Su nota en un susurro.

Draco simplemente tarareó en respuesta, sus labios presionaron contra su frente mientras envolvía sus brazos alrededor de ella, y en un movimiento rápido, ella estaba sentada a horcajadas sobre él.

-Draco... -Amelie sonrió tímidamente al rubio sorprendida por lo que hizo.

-¿Amelie?. -Él arqueó una ceja, intentando reprimir la sonrisa que sintió curvarse.

Ella puso los ojos en blanco y las manos de él estaban grandes sobre su cuerpo; no llevaba más que ropa interior, y la forma en que sus ojos se mantenían pegados a los de ella para no mirar hacia abajo a su pecho desnudo la ponía nerviosa.

Amelie se inclinó, sus labios en los de él mientras él la soltaba y se apoyaba más contra la cabecera, y ni siquiera un segundo después, sus manos estaban de vuelta sobre su suave piel mientras las de ella pasaban por los mechones rubios de su cabello.

-Tengo...-Draco trató de hablar entre besos. -Tengo negocios...-

-Mhm. -las puntas de sus dedos se arrastraron sobre su pecho mientras su mano se movía hacia su cuello, manteniéndola en su lugar, manteniéndola firme encima de él. -Entonces deberías irte, ¿no?.-

Draco se burló en sus labios entreabiertos antes de que ella se alejara lentamente. Sus ojos encontraron los de él de nuevo mientras sostenían una mirada agonizante. -Tengo que hacerlo.-

Amelie se dio cuenta de que él no quería, habría hecho cualquier cosa para no dejarla esta mañana.

-Lo sé. -susurró de nuevo, sus dedos se arrastraron sobre sus hombros y su frente cayó sobre su hombro.

Amelie lo abrazó lo más cerca que pudo, durante minutos en silencio antes de que tuviera la intención de apartarse de él, para permitirle irse, pero en el mismo instante en que intentó hacerlo, mientras sus rodillas se soltaban del colchón, él una vez más, les dio la vuelta.

Su columna vertebral golpeó las sábanas mientras un chillido escapó de su garganta a causa de ello.

-Draco... -Amelie se rió entre dientes, sus brazos alrededor de su cuello mientras él se sumergía en el suave y reconfortante punto justo en el medio de su hombro y clavícula. Le encantaba besarla allí, justo donde estaba su pulso.

Su cuello se arqueó para liberar más espacio para que él la besara, y su cuerpo se inclinó sobre el de ella, piel con piel mientras murmuraba. -Mi Amelie.-

Ella jadeó ante eso, ante su mano en la línea de la mandíbula y sus constantes besos en su cuello.

-Mía. -Susurró, casi como si se lo dijera a sí mismo, y luego se apartó de ella, dejándola con el aliento atascado en la parte posterior de la garganta mientras cerraba la puerta del baño detrás de él.

Los ojos de Amelie se pusieron en blanco ante su extraño comportamiento, pero sabía que si se quedaba con ella en la cama, solo por un segundo más, no podría irse.

Ella dio vueltas y vueltas mientras esperaba que él terminara, que saliera y la besara como siempre lo hacía antes de irse. Amelie comprendió que esto tenía algo que ver con Teddy y con lo que le había pedido a Draco hace dos días.

Necesitaba que averiguara todo lo que pudiera sobre el padre de Theodore y lo que podían hacer para ayudarlo antes de que fuera demasiado tarde. Draco ni siquiera dudó en ayudar a su amigo, o ahora, a su amigo. Estaba feliz, complacida con el hecho de que los dos chicos más importantes de su vida se llevaran bien.

-Regresaré en unas horas. -La voz de Draco hizo que su reloj saliera de los pensamientos que tenía, y sus ojos parpadearon hacia el alto, rubio, de pie frente a ella, al borde de la cama con su traje negro.

-¿Es Teddy?. -Le preguntó Amelie, sorprendentemente, y apretó ligeramente la mandíbula ante la pregunta. No quería admitirlo mientras se inclinaba incómodamente sobre ella. -Dime si es su padre, Draco.-

Su mano ahuecó la parte posterior de su cabeza mientras se inclinaba más cerca, y besó su frente, apoyando la suya contra ella después.

-Lo es. -Draco tragó antes de retroceder. Sus ojos parpadearon sobre ella, hambrientos.

-Gracias. -Su sonrisa hizo que sus venas se enrojecieran con calidez, y él asintió con la cabeza. -¿Te veré más tarde entonces?. -Su muslo expuesto llamó su atención en un santiamén.

-Joder ... -gimió Draco, una vez más inclinándose más cerca de ella, y con la palma de su mano apoyada en su mandíbula, sus labios coincidieron con los de ella.

La besó suavemente. -Volveré pronto. -la nariz de Draco acarició la de ella. -Solo ... no te muevas.-

El rubio se apartó, con fuerza y ​​se dio la vuelta para mirarla desde la puerta. -¿Está bien?. -Él arqueó una ceja mientras ella asintió tímidamente.

-No te muevas.-

---

Amelie se quedó en su cama, mirando al techo, jugueteando con el brazalete que todavía tenía encerrado alrededor de su muñeca, pero las horas seguían pasando sin ningún signo de que Draco hubiera regresado.

Finalmente tuvo suficiente de esperar mientras se levantaba de la cama y se vestía para ver qué estaba haciendo Teddy. Amelie aún no había podido hablar con él sobre la carta que su padre le había enviado.

Ella no quería molestarlo ayer. Ella no deseaba presionarlo. En cualquier otro caso, habría acudido a ella. Theodore le habría contado todo sobre la carta, pero, extrañamente, no lo hizo.

Incluso no se lo mencionó.

Sus nudillos chocaron con su puerta mientras la empujaba lentamente para abrirla. -Teddy.... -Amelie trató de susurrar. -Teddy, ¿estás aquí?.-

-Lo estoy. -salió del baño, con el hombro apoyado contra el borde del poste de la puerta y el pecho expuesto. -¿Qué puedo hacer por ti?. -Murmuró Theo mientras se ajustaba la toalla alrededor de las caderas.

-¿Estás bien?. -Amelie cerró la puerta detrás de ella mientras valientemente se acercaba a su cama antes de dejarse caer en su colchón.

-¿Qué quieres decir?. -Goteos de agua de la ducha se derramaron sobre su pecho desde su cabello mojado mientras negaba con la cabeza. -Hice algo...-

-No. -Amelie lo cortó con una sonrisa, volviéndose para acostarse sobre su estómago. -Acabo de recordar la carta de tu padre el otro día, y no lo sé. Solo quería verte, ¿supongo?.-

-Eso es dulce. -sonrió Theo, sus húmedos mechones de cabello castaño besaron su frente mientras caminaba hacia su tocador, sacando una camisa. -Pero estoy bien, y todo estaba bien con mi padre también...-

-¿Qué?. -Las cejas de Amelie se fruncieron, sus codos presionados contra las sábanas mientras se levantaba. -¿Qué quieres decir con bien?.-

Teddy la miró como si se estuviera volviendo delirante. No comprendió la repentina preocupación por el bienestar de su padre.

-Está bien. Solo deseaba poder pasar la Navidad con nosotros, pero le dije que podíamos celebrar juntos el año que viene. -Theo se rascó la nuca mientras caminaba torpemente de regreso al baño. -¿Es eso un problema para ti o ...?.-

-No... -Sus ojos se abrieron cuando ella le lanzó una sonrisa forzada. -Simplemente no estoy en el espacio de cabeza correcto.-

-Así que lo he notado, pero tengo que cambiarme, ¿y luego podemos unirnos a Pansy en la cocina para el almuerzo?. -Theodore le devolvió la sonrisa mientras ella asentía. Desapareció en su baño, y la mirada valiente en el rostro de Amelie rápidamente se convirtió en una agonizante.

No pudo evitar sentirse mal por el chico que sabía que estaba encerrado en el sótano debajo de ellos y porque no tenía a nadie que le deseara felices fiestas. Estaba solo, todo desatendido en la oscuridad que traía el sótano de Draco.

Todo lo que deseaba hacer era desearle una Feliz Navidad.

Amelie captó los movimientos de Theodore desde el interior del baño mientras luchaba por levantarse de su cama, y ​​con pasos lentos y silenciosos, logró escabullirse de su habitación, sin ser detectada.

Sus ojos parpadearon por todos los pasillos mientras se deslizaba por las escaleras, a través de la entrada de la mansión, y sin pensarlo dos veces, descansó en la parte superior de las escaleras, conduciendo hasta donde estaba cautiva su pesadilla más grave.

Incluso si sabía que estaba encadenado, sin magia y sin una sola oportunidad de llegar a ella, todavía no podía evitar levantar su varita y trazar con la mano el diario que aún estaba en uno de sus bolsillos.

No quería dar un paso sin ese diario, el regalo que le había dado a Draco, su parte del regalo.

Con un aliento áspero, profundamente inhalado entre sus dientes, Amelie comenzó a escabullirse por los escalones, más adentro del lúgubre entorno.

Sus ojos brillaron a la luz tenue, y mientras lo hacían, el peso en su pecho por el que había estado luchando tanto por perder, se estrelló sobre ella como un maremoto.

Amelie no podía respirar.

-No. -Ella jadeó, casi tropezando con el muro de piedra detrás de ella,

-No.-

-No.-

-No...-

Las manos de Amelie agarraron su garganta. Sus uñas rasparon la tierna piel mientras miraba la horrible verdad frente a ella. Toda la aterradora sensación que había sentido desde que Lucius se fue, volvió a esto.

La sensación de que alguien la observaba mientras dormía.

Todo volvió a la puerta abierta y la celda vacía.

-No no...-

Sus pasos por las escaleras no podían ser más rápidos de lo que ya eran, y el pánico que recorría sus venas casi le dolía mientras sufría el viento en sus pulmones.

Él no estaba ahí.

Adrian ya no estaba en el sótano.

-¡Teddy!. -Gritó Amelie mientras corría por los pasillos en dirección al vestíbulo. -¡Teddy!.-

-¡Hermione!. -Gritó de nuevo, y la desesperación, rompiendo su voz, se hizo trizas ruidosamente, incluso la propia Amelie escuchó lo asustada que sonaba.

-¡Pansy!.-

No solo estaba asustada, estaba aterrorizada.

-Teddy ...-

Ella fue cortada rápidamente. Sus ojos brillaron en lágrimas en el mismo momento en que entró al pasillo. Su cabeza se sacudió lentamente y sus labios se separaron. Se sentía como si Amelie no pudiera respirar más, su corazón perdió su latido, y todo lo que creía que era cierto, no lo era.

Todo lo que vio fue a Adrian, de pie frente a la puerta principal, con un cuchillo en la garganta de la chica.

---

¡¡Hola!! ¿Cuáles son sus pensamientos sobre este capítulo? <3

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