Flamer, se sacirfico por mi. Aquella imagen de mi mejor compañero no se me olvidara, ni su grito, debería de haber muerto yo... No él. Desde su muerte ya han pasado dos días, dos días que apenas he descansado, todavia sigo muy triste de su muerte sin sentido. el día siguiente de su muerte se lo intenté decir a Chip, que su amigo había muerto, Chip desde ese día no come, y al igual, tampoco duerme. Al tercer día llamé a mi madre:
Yo: Hola Mamá, tengo que contarte algo...- le dije con un tono muy triste
Madre: Dime ¿Ha pasado algo?- pregunto preocupada-
Le conte a mi madre que mi primer Pokémon habia muerto y ella se preocupó mucho. Acto seguido, ella respondio con:
Madre: Hijo, se que ha sido tu primer pokémon y que le quisiste mucho,él ha sido asesinado, ya no se puede hacer nada, la vida sigue- dijo con intento de animarme.
Directamente le dije "Adiós" y la colgué, solo tenía ganas de llorar. Lo primero que se me ocurrió fue irme a algún lugar alejado de la humanidad, tumbarme y olvidarme de él, sera lo mejor. Llegué a un lugar perfecto, me tumbé bajo la sombra de un árbol y me tape la cara con mi gorra. En ese momento llegó Maya, no me había enterado de que ella esttaba allí al lado mio y dijo:
Maya: Lo siento mucho, desde su muerte habías desaparecido, y me preocupé mucho, incluso habia pensado que te habías quitado la vida- dijo con tono triste
Yo: Tranquila, no pienses eso... Estoy bien- dije muy serio
Maya: Esto... creo que fue culpa mía de entrar a aquel sitio- dijo
Yo: No, fuí yo, lo siento por haberos metido en este lio, a ti y a Leo- respondí
Maya: Se lo he contado a el profesor, dijo que te podría ragalar un nuevo Chimchar...- la corté
Yo: No hay mas Chimchars iguales a Flamer, él era único- dije, en ese momento una lagrima cayó por mi cara
Maya: Oh, vale, si necesitas algo, llamamé- terminó, se ha ido, creo que se ha ido por añadir el comentario del Chimchar.
Pasaban las horas, oia gritos de Pokémon comiendo, caminando, pelando y mas cosas, pero no me importaba, solamente quería estar solo. Me levante al cabo de un rato y me fui a Ciudad Vetusta, y al llegar entré al Centro Pokémon para comer, pero Chip, seguía sin tener ganas. Ahora solo estabamos Chip y yo solos en una aventura muy costosa, sin la ayuda de Flamer, un gran Pokémon que se sacrificó por su "amo". Llegó la noche, entre de nuevo al Centro Pokémon para pedir una habitación y dormir allí pero antes de pedirla, una persona con capa, me djio:
XxX: La vida sigue, olvidaté de él, no vas a arreglar nada, sigue adelante y se igual de positivo, como siempre- eso es lo que dijo, y simplemente salió por la puerta sin decirme quien era y sin ver su rostro.
No se quien era esa persona, pero creo que es alguien que ha estado siempre ahí, junto a mi, o alguien que apenas me conoce. Esa noche dormí intranquilo, soñé con algo terrible: Chip seguía triste pero cada vez que combatía junto a él, este no me hacía caso, hasta quellegó el momento en el que se escapa de la pokeball y dejo de verle. También, en ese sueño, estaban Leo, Maya y mi madre, los cuales no me hacían caso y me insultaban sin algún motivo. Me desperté de aquel horrible sueño y pensé: "Si eso pasase, sería un terrible para mi, No me merezco ser entrenador". A la mañana siguiente pensé un casa ¿En serio dejaría de ser entrenador? no sabía que hacer hasta que recordé las palabras de aquella persona encapuchada "Sigue adelante y se igual de positivo". esa persona me ha echo recapacitar, no dejaré der ser un entrenador pase lo que pase. me he decidido en aislarme de la humanidad de un tiempo y entrenar duro junto a Chip hasta que haya mejorado, y olvidarme de Flamer, ya es el pasado, ahora esta por venir mi nuevo yo