Crónicas de Counterville

By endlesscurl

68.8K 6.8K 5.9K

Querido habitante, ¿sabes cuántas personas aquí tienen historias que contar? Si te cruzaste con alguno de el... More

Introducción
Vinilo
El especial

El día que Nate Collins conoció a Julien Garnier

6.1K 652 1.3K
By endlesscurl

ALTO AHÍ. 

Antes de empezar a leer, te tengo algunas advertencias.

Este relato contiene algunos spoilers muy pequeños de Luces, música y acción (el libro de Julien Garnier), así que, si no lo leíste, leerás bajo tu propio riesgo.

Ahora sí, disfruta la lectura. <3

Era un día cualquiera en Counterville.

En realidad, para los demás habitantes lo era, pero no para Nate Collins.

No si era un día en el que conocería a uno de sus cantantes favoritos, después del maravilloso Henry Church, por supuesto.

Solo que él no lo sabía.

Un estruendoso sonido lo despertó de la pequeña siesta que estaba tomando. Ser padre a tiempo completo a veces lo dejaba exhausto.

Nate se levantó alarmado y corrió hacia el lugar de donde había venido aquel aterrador sonido.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó más calmado al ver a su pequeña hija con las manos en el reproductor de música.

—¡Es mi cumpleaños, papi! ¡Hay que celebrar! —gritó emocionada, procedió a volver a subir el volumen de la canción, era algún tipo de música que jamás había escuchado, pero lejos de enfadarse, decidió unirse a la pequeña y bailar con ella.

Como Abby siempre decía, Nate era como tener a otro niño más cuando compartía un momento con sus hijos.

—Estoy seguro que tu cumpleaños es mañana, Sky. Pero no importa, celebremos desde ahora —dijo, sacudiendo las caderas—. ¿Qué tipo de música es esta? ¡Está buena! —expresó moviendo el trasero hacia atrás.

—¡No sé! —Sky se rio tratando de imitar a su padre.

—¿Qué hacen? —preguntó Abby mirándolos, estaba recostada sobre el marco de la puerta, cargando a James, el menor de sus hijos.

—¡Celebrando el no cumpleaños de Sky! —respondió el padre sin dejar de sacudir el cuerpo—. ¡Qué buena música escuchan los jóvenes de hoy en día, Chispita!

—¿Por qué hablas como si tuvieras sesenta años y un sueldo fijo de jubilación? —Abby se burló, dejó a James en el suelo. El pequeño rubio no dudó ni un segundo en unirse a la fiesta que su papá y hermana habían montado.

¡Ella perrea sola! —repitió Nate como pudo, dentro de su escaso conocimiento en el idioma.

Abby pestañeó un par de veces, sin poder creer que iba a vivirlo de nuevo. Esperaba, y rezaba al cielo para que no sucediese lo mismo que con Danzando, aquello fue un episodio largo que, la verdad, no había terminado. Nate recordaba de vez en cuando la canción, y la cantaba como si fuese el himno nacional.

—Bueno. —Abby caminó hacia el reproductor y detuvo la canción, sus hijos y esposo reclamaron un poco, pero callaron al notar que mamá iba a decir unas palabras—. Niños, Nate, hoy tenemos planeada una visita familiar, así que les pido que vayan a ducharse y cambiarse, nos reencontraremos aquí en cuarenta y tres minutos. ¡Rápido! ¡Rápido! —Los alentó a apresurarse—. ¡Voy a revisar sus orejas, así que las limpian bien! —advirtió cuando sus hijos subían las escaleras.

—¿A mí también me vas a revisar? —preguntó Nate acercándose lentamente a su amada Chispita, la tomó de la cintura, provocando en ella una risilla al pegar su rostro a su cuello. Abby se rio y puso sus manos sobre la nuca de su esposo.

—Sí, así que ve a cambiarte de una vez. Eres un promotor del caos —respondió, él le dio un beso en la mejilla, cerca de su boca—. ¿Qué rayos hacía twerkeando junto a nuestros bebés?

—No es mi culpa, yo no elegí ser latino, solo tuve suerte —habló alejándose, casi ofendido por tal pregunta. Nate era una persona que siempre estaba pendiente de las cosas que la gente escribía, o decía en internet. Así que, de vez en cuando, iba por la vida repitiendo memes que le causaban risa. Incluso si aquello había sucedido diez años atrás.

—¡¡Deja de repetir eso!! —Abby se echó a reír y lo empujó—. ¡Ve a ver si James necesita ayuda! ¡Qué tonto eres!

Nate se alejó bajando la cabeza, como un pequeño regañado, pero luego volvió a verla para guiñarle el ojo.

Abby le sonrió y negó con la cabeza.

Él jamás iba a cambiar, y Abby amaba que fuese así.

La primera en estar lista fue Sky, que no tenía problema en tomar lo primero que encontrara en su armario, incluso si eso implicaba llevar un hermoso vestido amarillo que su tía Bianca le había regalado, lentes de sol con pequeños unicornios en el borde, y unas zapatillas converse negras de toda la vida.

Ella estaba en busca de su estilo, y Abby decidió apoyarla.

—¿Cómo me veo? —preguntó la niña, quitándose los lentes para observar mejor a su madre.

—Preciosa, como siempre, mi amor —le contestó.

Sky, satisfecha con su respuesta, porque sabía que estaba en lo correcto, se sentó a esperar a los otros dos.

No tardaron mucho, además lograron llegar antes de los cuarenta y tres minutos impuestos por Abby.

Así que emprendieron su camino al auto que los llevaría a su próximo destino: La casa de Bianca.

Bianca le comentó a Abby que tendría que trabajar al día siguiente, por lo tanto, no podría asistir a la fiesta de cumpleaños de Sky.

«No te preocupes, Bianca. Si un Rizzo no va a la fiesta, la fiesta irá a la Rizzo», contestó su hermana mayor.

La familia Collins viajaba mucho, por ese motivo, no había podido visitar el nuevo apartamento de Bianca, ella estaba emocionada y nerviosa.

No cualquier día su hermana mayor conocería en persona a su casi novio.

Bianca limpió todo al menos dos veces, ordenó la mesa tres horas antes, caminaba de un lado a otro sin saber qué más hacer.

Agradecía que Nick estuviese ahí para acompañarla.

—Verás que todo saldrá bien —prometió el castaño, acarició un poco su cabello con una sonrisa.

—Eso espero, sabes lo nerviosa que me pone enseñarle cosas a mi familia, mucho más si es Abby —expresó Bianca.

—¿Me estás llamando cosa? —cuestionó poniendo sus manos sobre sus caderas.

—¡Hablo de la casa, tontito! —Bianca se rio y soltó todo el aire que había estado conteniendo—. Ahora estoy más nerviosa porque olvidé que ustedes no se conocían en persona. Me va a dar algo, Nick.

—¡Que no pasa nada! —habló pasando su mano por espalda—. Le caigo bien a todo el mundo —aseguró.

Bianca rodó los ojos.

Ella sabía que era cierto. No había persona en el mundo que odiara a Nick Bucket. Incluso Theo reconoció que era un buen tipo luego de conocerlo.

De Don Vini, ni hablar. Nadie podía creer el poder que Nick Bucket tenía sobre las personas, ni siquiera el propio Nick.

El intercomunicador sonó. Bianca se asustó al principio, pero trató de calmarse al contestar.

—¿Hola?

—¡¡Hola zia Bianca!! —gritaron ambos niños desde el otro lado del teléfono. Ella presionó el botón para que la puerta de abajo se abriese.

—Voy a abrir —dijo mirando a Nick, pero se quedó quieta. Nick la miró, luego miró la puerta. Asintió.

—Si quieres abrir la puerta, debes acercarte a ella y hacerlo, no puedes moverla con la fuerza, te lo aseguro. Ya lo he intentado —comentó.

Ella asintió también, y se movió rápido. Abrió la puerta justo cuando cuatro manitas golpearon haciendo un poco de escándalo en la entrada.

Bianca abrió, los niños se lanzaron sobre ella. Hacía mucho que no veían a su tía, lo menos que harían sería abrazarla y gritarle lo mucho que la habían extrañado. Después de todo, Bianca fue su niñera mientras ellos pasaban tiempo en Italia. Ella los llenó de besos, además de Nick, eran los únicos a quienes les permitía tanto afecto físico. Eran sus niños consentidos.

—A ver, mocosos, déjenme respirar dos segundos y ayúdenme a levantarme —se rio cuando Nate y Abby llegaron. Al parecer ellos habían tomado el elevador mientras sus hijos decidieron hacer una carrera por las escaleras.

Los niños ayudaron a Bianca a levantarse antes de que Nick la pudiese asistir.

—Oh por Dios —susurró.

Todos, menos Abby, habían olvidado el efecto que Julien Garnier hacía en Nate.

—Hola, Nick —saludó Abby feliz.

—¡¡Es Julien Garnier!! Digo, ¡¡Es Nick Bucket!! Ay Dios mío, que me olvido que estoy casado, ¿quién es Chispita? —gritó mientras Abby cerraba la puerta. Ella rodó los ojos. Ahí estaba. El monstruo en su máxima expresión. Nick se rio un poco, quiso hablar, pero fue interrumpido. —Escúchame, tengo una idea. Tengo una buena voz, ¿qué te parece si hacemos una colaboración de 911? ¡Te juro que tengo buena voz para el canto! ¡Abby, dile que tengo buena voz!

—Tiene buena voz —repitió su esposa, con el mismo tono que utilizaba el señor que hablaba de dinosaurios en la televisión, a las doce de la noche—. Hola, Bianca. Traje pastel de carne —comentó mirando a su hermana. Como si su esposo no estuviese teniendo un ataque a menos de un metro de ella.

—Ah, genial. ¡Amo tu pastel de carne! —contestó Bianca, como si su casi novio no tuviese miedo porque el esposo de su hermana, le estaba pidiendo una colaboración para una canción de la que ni siquiera tenía los derechos.

—Si quieres podemos cantarla aquí —dijo Nick un poco tímido.

—No, tranquilo. —Nate alzó las cejas y se tranquilizó—. Era una broma. No quiero molestar, sé bien por todo lo que pasaste. Estoy contento de conocerte al fin —dijo de forma más amable. Nick respiró más calmado—. Bienvenido a la familia, Nick Bucket. Qué buena música haces.

Nick se rio viendo a Bianca, ella solo encogió los hombros. Estaba acostumbrada a su cuñado.

—Gracias, Nate.

Aquella tarde, compartieron un buen momento juntos. Nick no lo sabía aún, pero esa familia sería su cable a tierra por mucho tiempo más.

Nate palmeó su hombro cuando Nick comentó algo gracioso en medio de la comida.

—¡Feliz cumpleaños, Sky! —dijo Bianca aplaudiendo, justo después de que cantaran para celebrar. Como no tenían pastel, la vela estaba sobre el pastel de carne.

El teléfono de Nate sonó, interrumpiendo el momento que estaban teniendo.

—¿Hola, Tyler? —contestó. Su primo no solía llamar seguido, le parecía extraño que no le hubiese escrito como siempre.

—¡Nate! Dom y yo lo logramos, acabamos de firmar los papeles. Endless Film es real —dijo emocionado.

Nate sabía lo mucho que habían luchado por aquel proyecto, su primo Tyler era una persona bastante insegura, y que, junto a su gran amigo, pudiesen lograr algo como eso, era un paso gigante.

—¡Tyler, felicidades! —chilló Nate emocionado—. ¿Qué te parece si le producen una película a True Colors? ¿No sería buena idea?

—Hablaré con Abby de ello, ya lo hablaremos —dijo su primo en respuesta.

Ya lo hablarían.

Fin.

Nada más que decir, señoría.

No es cierto, tengo mucho que decir.

HOLIWIS.

Uy, tanto tiempo jeje.

Ay sí, ay sí, voy a escribir muchas cosas por aquí, ay sí.

Mentirosa la Chime, MENTIROSA.

Bueno, en fin. QUÉ TAAAAAAAL?????????

¿LES GUSTÓ?

Les debía esto hace tiempo, sobre todo a quienes leyeron Luces, música y acción, que me lo pidieron a gritos sjkhskjhsks

Also, contenido Nabby para que me dejen respirar tranquila por unos meses xd

Btw, la referencia de Tyler al final, tiene un sentido, y lo descubrirán en Entre mis recuerdos, así que si aún no la leyeron, pásense por ahí :)

Ahora sí, creo que me voy. Me escapé de editar para escribir esto jijiji

COMENTEN, QUIERO MUCHOS COMENTARIOS. EXPLÓTENME LAS NOTIFICACIONES.

kahskjhsjs

Love ya guyssss

Baaaaai <3

Pd: ¿Sabían que 911 existe? Julien Garnier tiene canciones reales, las pueden escuchar en todas las plataformas de música disponibles. Les dejaré el video de 911 que está en mi canal de youtube. STREAM 911, GENTE.

Continue Reading

You'll Also Like

9.8K 401 59
𝘖𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 𝘥𝘦 𝘙𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯
6.5K 364 41
Eres divertido por apariencia pero no eres amable igual te amo Poob x pest (relación masomenos estable) Wallter x mark (relación disfuncional)
11.8K 795 24
La edad es solo un número y tú ya no eres menor...
6.1K 1K 12
Freen y Becky se divorcian después de ocho años de matrimonio