𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| ©

By AllfEdwardS

232K 11.1K 7.5K

❝ Dicen que la mejor manera de librarnos de la tentación es caer en ella.❞ LIBRO 1 | SERIE OSCURIDAD More

DADDY
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII.
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XIV
XV
XVI
XVII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX (2)
XXXI
XXXII
XXXIII
EXTRA (1)
XXXIV
XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
EXTRA (2)
XLII
XLIII
XLIV
XLV
XLVI
XLVII
EXTRA (III)
XLVIII
XLIX
L
LI
LII
EXTRA (4)
LIII
LIV
LV
LVI
LVII
LVIII
LIX
EXTRA (5)
ANUNCIO
LX
EXTRA | NIALL
LXI
LXII
EPÍLOGO
NOTA FINAL
ESPECIAL 90K
H. BIRTHDAY
Final Verdadero | Dificultades

XVIII

4.2K 176 104
By AllfEdwardS

XVIII. Señor C.

El simple recuerdo de lo que pasó hace unos minutos, sigue vivo como si jamas hubiera terminado.

Pegada a la puerta, dejo soltar todo el aire comprimido de mis pulmones y me resigno a entrar al baño y tomar una rápida ducha. Cuando salgo, busco un par de bragas y un pijama negro de satén. Consistía en un short algo corto y una blusa de tirantes delgados. Después de cepillar mi cabello, y como de costumbre, rocío un poco de perfume en mi cuello antes de dormir.

No me preguntes por qué, ni yo lo sé, pero es una manía que tengo desde los quince años.

Tomo mi celular y decido bajar con mi pulso estallando debajo de mi piel.

Desde que llegamos, ha pasado una hora, el trayecto de regreso a casa, fue todo menos incómodo. Su mano no dejó de tocar mi pierna durante todo el trayecto, y yo solo me podía imaginar sintiendola acariciarme una vez más.

Cuando bajamos del auto, él no dijo nada, creí que sería todo por hoy, aunque al salir de la cochera me aprisionó contra una de las paredes ocultas de la esquina del jardín... y volvió a besarme.

Aún siento sus cálidos labios sobre mi boca, atacando cada parte de ella.

Renuevo la cabeza con la intención de regresar a mi realidad. Me encuentro bajando las escaleras pues cenariamos en unos momentos según Ofelia.
Todos por alguna razón estamos en pijamas, y con todos me refiero a mamá, Nancy y yo. Papá y Niall aún portaban sus trajes.

Tomo mi lugar junto a mi madre y frente a mi se encuentra Nancy. Junto a ella está Niall y junto a Niall, mi padre, en la cabeza de la gran mesa.

Poco después, comienzan a servirnos la cena y entre furtivas charlas, comemos en paz. No es hasta que siento sus ojos puestos en mi.

Levanto la mirada y efectivamente,  está mirándome disimuladamente.
Pero es una de esas miradas que son como de despreocupado y las que te imaginan desnuda al mismo tiempo.
Él sonríe a medias regresando sus ojos hasta la charla que mi padre ha entablado con Nancy.

Y los minutos pasan, mismos que se convierten en horas. Terminamos de cenar y desde aquel momento, no ha vuelto a mirarme. Papá pide un postre que se extiende hasta todos nosotros, una simple pero deliciosa rebanada de chocolate.

Al finalizar, todos nos despedimos deseandonos las buenas noches y cada quien sube por su parte hacia sus respectivas habitaciones. Pero yo me quedo en la cocina, rebuscando entre los cajones un aspirina pues la cabeza comenzó a dolerme como si tuviese una maldita resaca.

Muy oportuno.

Cuando al fin la encuentro, me sirvió un vaso con alguna y la ingiero apoyándome de la isla. Siento la frescura del líquido y la amargura del efervescente de la píldora en mi garganta y paladar, por lo que, busco entre la nevera el jugo de mango y me sirvió un poco. Éste desvanece el amargo sabor de mi boca.
Lo guardo, lavo el vaso que ensucié y cuando iba a darme la vuelta, mi cuerpo chocó con otro.

Estaba frente a mi.

Ya no usaba su saco ni la corbata, tenía las mangas arremangadas y los primeros dos botones sueltos. Su imponente figura podía con mi metro sesenta y siete. Mismo que me obligó a levantar la cara para mirarlo de frente.
La simple cercanía me ponía los pelos de punta e involuntariamente, comprimí los muslos.
Niall tomó mi barbilla con cuidado y la levantó aún más, se acercó a mi y comenzó a besarme con lentitud.

Sus manos viajaron hasta mi trasero, levantando un poco mi cuerpo, de modo que sintiera el roce de su entrepierna sobre mi vientre. Comenzaba a sentir el calor impregnando mis venas y mi piel.

Mis manos tocaron su pecho hasta introducirse dentro de su camisa, sintiendo los vellitos del mismo hacerme cosquillas en las palmas. Me encantaba como se veía, podría visualizarme viéndolo desde arriba...

De un momento a otro se separó de mi, sacándome de mis cavilaciones. Me desconcertó, aunque al dejar un corto beso sobre mis labios y mi frente, se separó y reacomodo su camisa.

—Vé a descansar, lo necesitarás... —y con eso, salió de la cocina dejándome sola... y caliente.

Sí, bueno, creo que toca usar la mano.

➖📍➖

—¡NO ME JODAS ELIZABETH, PUTA MADRE, SÍ! —cubro la escandalosa boca de mi mejor amiga, ya que ha logrado captar la atención de todos a nuestro alrededor en la cafetería.

—¡Lena! —la reprendo y ella se acerca bajando la voz.

—¿Te hizo llegar? —asiento. —¡Joder, Grace!

—Anoche me besó en la cocina, me pidió que me fuera a descansar, que lo  necesitaría. —ella abrió la boca y cuando estuvo por hablar le pedí que ni gritara.

—Me huele a propuesta de sexo salvaje... —me guiña un ojo y yo no puedo evitar morderme el labio.

Ojalá y fuera cierto.

Ayer quería llegar más allá de lo que me hizo, aunque no me quejo, aquello me encantó en todo el sentido de la palabra. Sea lo que sea, Niall sabe mover perfectamente bien los dedos.

Sonaba tan... demandante, tan... agh.

Nisiquiera lo puedo explicar.

La campana sonó anunciando que nos toca la tercera clase del día.

Dirección empresarial.

Juntas olvidando el tema del mejor amigo de mi padre, entramos hacia la gran aula donde decidimos sentarnos parcialmente cerca del pizarrón, en las primeras sillas del gran anfiteatro.
Dejamos nuestras cosas a un lado, Lena se sentó a mi lado izquierdo mientras nuestros compañeros entraban por montones hasta que el último se sentó.

La señorita Harrell jamás se demora en una de sus clases, lo cual se nos hizo extraño a ambas.

Y todo se fué al demonio cuando el mismo Dios griego entró por aquella puerta. Portando un traje negro y una corbata roja, un maletín y su cara de escultura deliciosa. Aquel hombre llegó sin decir nada y dejó el maletín sobre el escritorio.

—Buenos días señores... —su voz, joder, creo que acabo de mojar mis bragas.
El sexy hombre tomó un trozo largo de tiza y escribió algo en la pizarra a lo que nisiquiera presté atención pues su trasero era realmente otro caso. —Soy el licenciado Henry Cavill y estaré sustituyendo a la señorita Harrell en sus clases los proximos meses. Lamento si mi intromisión es improvisada pero el señor Colson me contactó apenas hace dos días. Así que sí, ahora, les pido que retomemos las actividades como si la señorita Harrell no se hubiera ido jamás. —hizo una pausa —Uhmmm... usted... —señala a uno de mis compañeros de la parte de arriba —Lectura 209, de pie, alto y claro por favor. Los demás abran el libro en la misma página. —Yo te abro mejor las piernas si quieres bebé...

—Creo que tuve una pequeña eyaculación... —escuché decir a Lena y no pude evitar reírme.

—Nisiquiera tienes pene...

—Pero si lo tuviera... ese Henry no se la acaba. —me dice mordiendo su labio inferior. —Que ganas de que me deje inválida. —Reí nuevamente escuchando al chico de lentes leer el texto que el señor Cavill se había indicado. Cuando terminó, el dios griego nos pidió un breve resumen de la misma lectura. Tenia que volver a leer las cinco páginas y estrictamente lo pidió en su escritorio antes de que la clase finalizara.

➖📍➖

Entre marca textos y dolores de mano, al fin lo logramos siendo por desgracia o suerte una de las últimas. El timbre sonó justo cuando nos habíamos levantado para entregarlo, guardamos nuestras cosas y entre el tumulto de estudiantes comenzaron a dejar sus trabajos sobre el escritorio del señor Cavill. Las chicas en especial, le dedicaban coquetas miradas, guiños y demás. No las juzgaba, yo haría exactamente lo mismo.

Nosotras fuimos las últimas relativamente, Lena entregó el suyo y yo el mío. Dí media vuelta caminando junto a mi amiga cuando de la nada, la voz del señor Cavill nos hizo parar en seco.

—¿Señorita Ballard? —volteamos —Quedese un momento. —Lena me miró con picardía murmurando que me esperaría en la cafetería. La puerta se volvió a cerrar siendo solo nosotros quienes se quedaron en el gran anfiteatro.

—Señor Cavill, ¿Algo mal? —pregunté refiriéndome a mi trabajo y él negó.

—Debo preguntar, si no es mucho atrevimiento. ¿Su padre acaso no es Maxim Ballard? —Fruncí el ceño. ¿De dónde conoce el dios griego a mi padre?

—¿Debería responder?, es usted un extraño para mí y tengo entendido que no debo compartir detalles de mi vida con extraños. —le sonreí a medias y él algo divertido, suspiró dedicándome otra sonrisa.

—Tiene toda la razón. —me dice y extiende su mano. —Henry Cavill, un viejo amigo del hombre al que le mencioné y creo saber que la respuesta a mi pregunta es un sí. Es usted idéntica a él y posee la misma belleza de Catherine. Además, no había escuchado ese apellido en mis últimos años de instrucción. ¿Estoy en lo correcto?

—Es correcto, señor Cavill. Es mi padre. —asiente conforme con mi respuesta y hasta ahora noto que no ha soltado mi mano y yo no hago lo más mínimo para apartarlo. El aroma de su colonia inunda mis fosas nasales, causandome una sensación de escalofríos por todas partes. —¿Puedo saber de donde se conocen?

—Estudiamos juntos el bachillerato y parte de la secundaria. Éramos los tres.

—¿Los tres?

—Sí, Niall, Maxim y yo. —la piel se me erizó con la simple mención del castaño. La idea de que se conozcan me parece buena y a la vez no tanto... yo me sé mi cuento.

—Ya veo, ellos aún son amigos. No creí que se conocieran. —admito.

—No creí que llegaría a impartirle clases a la hija de un viejo amigo. —murmuró de modo que solo yo pudiera escucharlo. ¿Y quién más lo haría?, estábamos solos aquí. —Y tampoco creí que la misma sería tan... —me repasó de pies a cabeza —hermosa... —sus penetrantes ojos azules me miraron sin disimulo.

Y aquí fué donde se descontroló.

Me senté subiendo una pierna sobre el escritorio acercándome peligrosamente hasta su espacio personal y mi falda se levantó un poco en el proceso.

—Yo tampoco creí que los amigos de mi padre fueran tan atractivos. —me refiero a todos, incluyendo a mi Niall.

—¿Te parezco atractivo? —sonrió con descaro acercándose aún más, de modo que su caliente y mentolado aliento chocara con mi rostro.
Llevé mi mano hasta su corbata y comencé a jugar con ella.

—¿Es usted casado? —entrecierra los ojos y de su garganta brota una risita de aquellas que te ponen a temblar.

—No respondiste mi pregunta...

—En cuanto usted responda la mía... —lo dudó un poco pero su mirada seductora no se apartó de la mía.

—No, no estoy casado.

—¿Hijos? —niega —Ya. —continúo jugando con su corbata y noto como su manzana de Adán se eleva rápidamente. Se está poniendo nervioso y eso me está comenzando a gustar. —Si, señor Cavill. Me parece atractivo. —susurro y me acerco plantando un lento y húmedo beso cerca de las comisuras de sus labios. —Pero tenga cuidado... suba un poco más sus expectativas y encuentreme allí.

Me alejé y bajé del escritorio pasando mis manos sobre mi trasero "alisando" mi falda y dispuesta a salir, lo dejé con la palabra en la boca para después desaparecer por la puerta.

Uno cayó.

El siguiente, está por hacerlo.

Continue Reading

You'll Also Like

319K 16.1K 48
El siempre me vio como su mejor amiga, siempre me vio como la niña inocente que no sabía nada sobre la sexualidad. Desde que lo conocí el se convirti...
468 58 11
Buenas, normalmente estás historias suelen ser de un humano x un Pokémon, pero un dia me dije y si hago una historia de Pokémon x Pokémon y aquí esta...
3.9K 363 4
- No está bien ni físicamente o mentalmente - soltó Mamá con cierto reproche y tenía razón - Sigo aquí recuerdan, aun veo y escuchó - solté sarcásti...
593K 50.3K 25
- No tienes ni idea de con quien te estas metiendo. - le gruñí al vanidoso Dios Griego que me miraba de forma condescendiente. Aun desde mi posición...