Mi Recuerdo Favorito©+18 [MCF...

By Cinnluna06

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"Y me encontré de repente, sonriendo a la oscuridad con un inmenso sentimiento de euforia que me cosquilleo e... More

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By Cinnluna06

Amber POV

*1 semana después*

Mis citas con el terapeuta eran dos veces por semana, llevaba solo dos citas y con ellas pude notar una buena diferencia en mí, la ansiedad y la preocupación ya no eran en un grado tan extremista como me sucedía antes de venir aquí, lo manejaba de una forma más sencilla y si sentía que recaía solo debía recordar lo que debía y enfocarme en el presente, aunque no estaba del todo "curada" las cosas funcionaban solo un poco más fácil, eso era un buen avance.

—Creo que debí considerar desde hace tiempo la terapia —comenté con una pequeña sonrisa, miré mi reloj de mano, la sesión de hoy había terminado pero no me sentía del todo lista para irme.

Gustav, mi terapeuta, un hombre delgado, lo bastante alto que tenía que cruzarse de piernas para poder caber en su sillón, me sonrió de manera amistosa, tenía casi la misma edad que mi padre, eso era seguro, me daba cierta nostalgia porque aunque no se parecía a él físicamente, podía sentir que hablaba con alguien parecido.

—Nunca es tarde para venir a terapia, considéralo como un paso importante que diste, a muchos nos cuesta hablar de nuestros problemas, pensamos siempre que nos juzgaran, pero no es así, para eso estoy aquí.

Acomodó sus grandes lentes redondos para mirar también su reloj de mano, se dio cuenta que nuestro tiempo se había acabado, me regresó la mirada de nuevo sin quitar esa sonrisa.

—Entonces, ¿Nos vemos el martes de la siguiente semana? —preguntó más en tono de confirmación que de otra cosa.

—Seguro, gracias por todo.

Se acomodó su cabellera castaño claro y se levantó para acompañarme a la puerta, sus facciones era tal cual a los de un parisino, tenía una nariz larga y pronunciada, diría que ocupaba la mayor parte de la atención de su rostro, además de sus ojos verdes tristones que revivían cuando sonreía.

Quien me esperaba afuera en la sala de espera, era Dave, ya que le pedí a Evan que no saliera del trabajo para venir a recogerme, tenía muchas cosas por hacer que no quería interrumpirlo, pensé que no le quedaría de otra que aceptar esta petición, no objetó y eso estuvo bien, supongo que todavía estaba un poco aquella tensión del día de su cumpleaños, quisimos olvidarlo y así fue, pero de mi parte todavía necesitaba unos días más para despejar todas esas dudas de mi cabeza.

—¿Qué tal te fue? —me preguntó con el tono lo bastante casual, no se detectaba que deseaba ser metiche o curioso, fue más como si me preguntara por un día de trabajo tan normal como siempre.

—Bien, estuve un poco más platicadora que en otros días —bromee y él se rió conmigo, la idea de hacerlo sonreír me agradaba, era como si quisiera intentarlo siempre.

Miré de reojo con discreción a su dirección, manteniendo cuidado de que no me atrapara mirándolo, tenía que admitirlo, sí era agradable ver aquella expresión contenta en su rostro, pero solo eso.

—Eso me alegra, quiere decir que te está abriendo con el terapeuta —me regresó la sonrisa y cuando apartó su rostro todavía la sostenía.

Me agradaba que no preguntara más ni que tampoco quisiera indagar el porqué de mi ahora repentina decisión de venir al terapeuta, solo le conté que lo necesitaba por situaciones del pasado y él prefirió no entrometerse en nada, se lo agradecí con una minúscula sonrisa.

—Gracias por venir a recogerme, sé que debes tener otras cosas que hacer, créeme que no te lo hubiera pedido si no hubiera sido una emergencia.

Negó con la cabeza, su expresión tan despreocupada lo decía todo, hasta parecía divertirle un poco que yo me estuviera disculpando, él lo veía un poco tonto y es que siendo honesta, no era su trabajo tener que recogerme pero Evan no podía salir del trabajo esta vez.

—No digas nada, para mí es como despejarme del trabajo, a veces me asfixia, al menos así tengo algo que hacer y un pretexto para respirar —dio de nuevo esa sonrisa tan amable pero amplia que sus ojos se achicaron un poco, traté de ignorar ese cosquilleo en mi estómago, no quería malinterpretar nada. —Por cierto, sería mala idea si te digo ahora que tal vez vaya a Londres antes de octubre, mi padre me necesita.

De inmediato puse mala cara, eso quería decir que se iba a trabajar con su padre en la campaña de otoño cuando específicamente me dijo que sería hasta octubre, ¿Por qué se adelantaba su viaje? Empecé a sentirme impaciente, mi sonrisa se deformó en una mueca de confusión.

—¿Te vas a ir antes? Pero...creí que sería para dentro de un mes y medio.

—Lo mismo dije pero mi padre me explicó la situación y no pude negarme —ahora era él quien se estaba disculpando, su tono de voz y sus mejillas sonrojadas eran la correcta interpretación de ello. —Espero volver para cuando nazca el bebé, tal vez me dé tiempo de comprarle algo lindo.

—¿No se te olvida otra cosa? —levanté una ceja, dubitativa, aguantándome la risa al ver que se quedó con la mirada ausente, esperando que su memoria le jugara a favor.

—Mm...—lo meditó un buen rato, tanto que cuando llegamos a su auto, todavía seguía analizándolo en silencio. —Me rindo, ¿Qué olvidé?

Resoplé y negué con la cabeza, no debía culparlo, los hombres jamás se acuerdan de esos detalles, aun así fue divertido ver que lo intentó.

—Tú demo, espero que encuentres algo de tu banda, no te dejaré olvidarlo, yo nunca lo voy a olvidar —le advertí en un tono serio pero sin ser demasiado cruel, mostré una sonrisita y le clavé los ojos, esperando que se tomara de verdad mi petición.

Al mirarme, vi un brillo interesante en sus ojos, algo peculiar que me atrajo inmediatamente, como una clase de hechizo, que poseía cuando se lo proponía, Dave tenía esa manera exacta de lograr trasmitir todo lo que pensaba o deseaba decir con sus ojos, era algo que podías notar recién lo conocías, conmigo, esa técnica seguía siendo intimidante para mí.

—Estoy seguro de que no me dejaras olvidarlo y eso es algo....—se detuvo un momento para pensar en una palabra perfecta, me seguía contemplando de manera tan prolongada como si al mirarme pudiera encontrar eso que buscaba.

—¿Obsesivo? —insinué entre risas, sabía que me pasaba un poco pero me lo prometió, no iba a descansar hasta que lo cumpliera.

—Yo diría más bien encantador —sus ojos estudiaron mi expresión y una sonrisa se fue asomando de entre sus labios.

Me quedé mirando hacia el parabrisas, me puse el cinturón de seguridad, deseando con muchas fuerzas que se dignara a dejar de verme pero supuse que algo en mi cara debía parecerle gracioso, así que dejé que se divirtiera porque si me había tomado por sorpresa.

—¿Es que acaso te gusta que te acosen? Espera, seguro que sí, con tus fanáticas locas debiste haber estado acostumbrado a eso. —admití, frunciendo el ceño, sentí que la frente se me poblaba de arrugas al imaginar la gran cantidad de mujeres que debían haberlo acosado en su mejor momento como músico. Que fastidio.

Se rió a carcajadas, el sonido de su risa me distrajo de mi vista hacia el cielo, era bueno oírlo reír y que de nuevo fuese yo el motivo de eso.

—No me hice músico ni cantante para ser acosado por mujeres pero supe que eso conllevaba el cantar y lucir como rockstar, no niego que fue divertido pero también fue muy cansado, algunas son peligrosas —se le dilataron un poco los ojos, por primera vez vi una expresión de terror en su rostro, incluso se removió un poco en su asiento, queriéndose quitar de encima el ligero estremecimiento.

—Pero ¿te gustaba, no? Déjame preguntarte algo, ¿Saliste alguna vez con una de tus fanáticas?

Volvió a carcajearse.

—No éramos tan conocidos, tampoco tenía una gran fila de mujeres, no fueron más que algunos cuantos grupos de chicas. —repuso sin mucho interés, viendo hacia la calle con ese aire despreocupado, el tema no le parecía nada del otro mundo. Se encogió de hombros —Además, en ese entonces era muy introvertido, cada vez que hablaba con una chica, tartamudeaba, apenas eran capaz de hacerme hablar.

—¿¡Que!? —exclamé, frunciendo el ceño, me quedé atónita, viéndolo sonreír a escondidas por mi reacción —¿Tú, introvertido? Debes estar bromeando, eres modelo, viajas por muchos lados del mundo, trabajas en el medio artístico. ¿Cómo puede ser posible?

—Ese era mi problema, mi padre pensó que la música me haría más sociable pero solo logré salir de mi burbuja cuando empecé mi trabajo como modelo porque ahí no tenía escapatoria, debía asistir a todos esos eventos con cámaras, gente, prensa, me acostumbré.

—Lo odias, detestas trabajar como modelo por eso, ¿Verdad?

Ocultó una sonrisa desdichada, apretándose fuerte la boca. La seriedad en su rostro me decía que le iba a ser difícil hablar de eso, así que lo descarté y pensé en cambiar de tema.

—Pero no respondiste mi pregunta, ¿Saliste con una fanática, si o no?

Volvió a encogerse de hombros, fue relajándose poco a poco, lo noté, ya podía sentirme más segura de preguntar por ese tema en específico porque de nuevo le pareció divertida mi curiosidad.

—Solo con una y fue por una muy corta temporada —confesó de manera apacible, limitándose a ser breve para no dar más detalles.

¿Por qué no quería decirme más? ¿Qué acaso ella le traía malos recuerdos? No sé porque era que deseaba saber más, que fue lo que le atrajo, que encontró en ella diferente de las demás como para aventurarse a salir con una de sus seguidoras, esas dudas me bombardeaban con mucha insistencia como para salir de golpe de mi boca de un momento a otro, era la necesidad tan incontrolable de saber que fue para él esa chica.

—¿Qué la hizo diferente al resto? —me atreví a preguntar de la nada, segundos después me mordí la lengua, maldita sea, no pude evitarlo, no parecía ser yo quien hubiera preguntado eso, si no mi subconsciente inquieto.

Sus ojos estaban firmes en la carretera pero a pesar de no verme directamente a los ojos, pude ver que se perdió en sus recuerdos, estaba en silencio a mi lado pero toda esa quietud en él era porque algo estaba pasando por su cabeza, algo que lo dejaba sin habla. Recorrí con la mirada sus facciones en busca de algo que me permitiera descubrir que era eso pero solo estaba tan neutral, tal lejano en su propia recreación mental.

—Creo que fue la manera en que me hacía sentir —respondió de repente, con esa misma voz ausente, casi lejana, hablando para si mismo —Me gustaba escucharla hablar, siempre tenía algo que decir, no importaba que, ella podía hacer un buen tema de conversación con algo tan trivial como el clima o lo que pasara por enfrente de ella, creo que se fijaba en los detalles, siempre fue así.

No aparte mis ojos de él, había captado toda mi atención, ahora un millón de preguntas se arremolinaban en mi cabeza, descubrir cómo fue que todo acabó era una nueva interrogante que no me iba a dejar descansar, Dave no era de esas personas que pudieran enamorarse tan fácilmente, lo sabía por la forma en que lo conocía, siempre trataba a las mujeres con mucha cortesía, las veces que lo oía hablar con alguna mujer era con Meghan, su madre y su hermanita Madison por teléfono, jamás con alguna otra mujer. ¿O es que ella fue la última que amó en serio?

—Fue mi primera y única novia —contestó como si me hubiese leído el pensamiento, me inmuté por la exactitud de su respuesta a mi pregunta mental.

No dije nada, todavía procesé ese buen susto, traté de calmarme y de tener cuidado al hacer otra pregunta.

—¿Y cuánto tiempo estuviste con ella?

—Dos años.

¿Dos años? Eso no parecía ser una temporada corta.

—Pensé que se tratarían de unos meses, no años.

—Para mí fueron los dos años más cortos de mi vida, no tienes idea de lo rápido que pueden pasar los años con una persona a la que quieres mucho —me aseguró con la voz baja y débil, volviéndose a perder en sí mismo, su rostro reflejaba otro semblante, ahora lucía decaído —De repente esos dos años se convirtieron en un lapso de pocos meses para mí noción del tiempo en ese entonces.

—¿Y...—tenía miedo de preguntarle, una sensación extraña me recorrió el cuerpo, no sabía si debía hacerlo o no pero ya no podía retroceder, el tema ya estaba aquí; quizá podía entenderlo, solo necesitaba escucharlo —Porqué terminaron? 

Se quedó quieto, casi creí que detendría el auto porque pareció que simplemente su cuerpo se había congelado delante de mis ojos, ni siquiera pestañeó pero si contuvo la respiración, segundos más tarde se apretó los labios con fuerza, probablemente recordando y eso estaba hiriendo en serio.

Me arrepentí de haber hecho la pregunta, su expresión era difícil de entender, era una mezcla de dolor y confusión.

—En realidad, nunca terminamos —susurró con cierta reserva, noté su voz rasposa, incluso algo quebrada, se aclaró la garganta para poder hablar con más normalidad. —Ella falleció en un accidente, ya van a ser varios años de eso.

Me sorprendió descubrir que después de que me lo confesara, su postura cambiara de un segundo a otro, la tensión de sus hombros, su rostro y sus manos al volante se fue disminuyendo a tal grado de desaparecer, ya no había una sensación cargada de incomodidad en el ambiente, a excepción de mí, que al escuchar eso me limite a desviar la mirada, sin tener valentía de verlo a la cara.

—Lo siento, no quería tener que recordártelo.

Volví a mirar por la ventana, me di cuenta que el cielo se había nublado, unas espesas nubes grises comenzaron a invadir cada espacio de la poca luz de sol que quedaba, preferí concentrarme en eso que en seguir haciendo preguntas incomodas.

—Está bien, no pasa nada, Amber —me explicó con un tono muy amable, vi de reojo que intentaba encontrarse con mi mirada de nuevo, porque despegaba sus ojos de la calle de vez en cuando. —No te sientas mal, tarde o temprano te lo hubiera contado, muchos de los que me conocen lo saben.

—No era necesario que me lo contaras si no lo deseabas.

Una pequeña sonrisa se curvó en sus labios, cuando nuestras miradas se encontraron.

—Sí quería contártelo. En serio.

—Debiste amarla mucho, veo que te duele aún.

—Sí, la amé mucho pero me duele más el hecho de no haberme despedido de ella y también la culpa.

—¿Porque?

—Básicamente, yo debí haber ido a ese viaje en carretera en dónde ella falleció pero no fui porque estuve trabajando con mi padre. Ese día debí haber muerto también, se supone que así debieron haber sucedido las cosas.

—Pero no fue así, estás aquí, ¿No crees que se debe a una razón?

Su sonrisa seguía siendo muy pequeña cuando volvió sus ojos hacia la calle, el silencio que se hizo de repente no fue molesto, en realidad fue algo cómodo, él meditó mi pregunta y sentí que la respuesta que estaba en su cabeza era buena porque esa pequeña sonrisa no desapareció.

Suspiró y me di cuenta que había ya estacionado frente al edificio de mi departamento.

—Sí, si creo que se deba a una razón pero siempre me preguntaré a qué razón es esa.

Clavé mis ojos a los suyos, estando segura que recordaría su expresión cuando le sonreí ampliamente.

—Ya lo sabrás.

Y justo antes de cerrar la puerta, me regaló una sonrisa que enfatizó cuando me despedí por última vez antes entrar al edificio.


VOLVI!!! Después de estos meses finalmente les traigo la actualización, me siento feliz por todas las personas lindas que estuvieron esperando este momento, me mandaban mensaje para que no me olvidara de la historia, yo sabía que un día iba a volver y en estas vacaciones, podré estar más activa en wattpad, solo hasta que regresé de nuevo a la universidad :( 

Espero que les gusten estos dos capítulos, y muchas pero MUCHAS gracias por esta espera ¡LAS QUIERO MUCHISIMO! Besotes y espero leernos pronto, queridas lectoras.


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