A N K E R
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Mi abuela estaba tranquila a pesar de que las ninfas aún no nos habían dicho nada, estaba abrazando a mi abuelo que se mantenía impoluto. Por otro lado, mi prima Mar estaba jugando con sus dedos en una esquina lejos de Colín y los demás notaban la tensión, pero yo los estaba ignorando y quería saber qué pasaría con Melione y con Azul. Nadie nos había dicho nada todavía, me había cansado de esperar, pero no me moví de mi lugar porque mi madre me estaba reteniendo en mi asiento y me contenía para no gritar que me dejaran verlas. Todos contuvimos la respiración cuando las puertas de la enfermería se abrieron, estaba la diosa Nyx encabezando la marcha seguida de dos ninfas. Me acerqué a ella junto con mi prima Mar que no podía disimular mucho que estaba muriendo de preocupación por las chicas.
—Azul estará bien, la ira y el instinto de supervivencia la orillaron a usar sus poderes. Por desgracia esto provocó que sus heridas se abrieran de nuevo, debe quedarse un tiempo más prolongado en la tierra. Mar deja de preocuparte esto no es algo que pudieras controlar, dejen de preocuparse por Azul y esperen a saber de la princesa —aclara la diosa de la noche abrazando con fuerza a su nieta que aunque continuaba preocupada por Melione su tensión era menor.
Con mi prima dejamos ir a la diosa que continuó su camino hasta detenerse delante de mis abuelos, intercambiaron unas palabras y se fue dejándonos esperando. No podía dejar de pensar en mi tía, nadie había venido a decirnos nada en estas casi tres horas esperando y comenzaba a desesperarse pensando en que algo malo quizá le esté pasando. Mi madre se fue porque la tía Demi no podía cuidar sola a Nina, Bianca y Dasha por mucho tiempo. Por lo que me quede esperando con papá, mis abuelos y mis tíos. En el momento en que mi cabeza comenzó a plantearme el volver a llamar para pedir información salió Apolo, mis abuelos se acercaron a él de inmediato esperando saber noticias.
—Está muy golpeada, sus energías estaban completamente drenadas y tenía veneno corriendo por su sangre. Logramos suturar la herida en su abdomen y le suministramos el antídoto a tiempo, la princesa necesita descanso por lo que hasta mañana nadie podrá verla. Dejemos los enojos para cuando tenga fuerzas, con permiso —el dios de la medicina se fue dejándonos a todos aliviados, por una parte, pero por otra seguíamos preguntándonos qué estaba haciendo Melione en aquel barrio. Pero por sobre todo cómo es que se cruzó con Avril y sus amigas.
—Es mejor que volvamos a casa, mamá, papá regresen al inframundo. Melione estará muy segura en el olimpo y Azul igual no tienen nada de que preocuparse ya mañana cuando despierte la veremos —ordenó mi padre. Todos aceptan y rápidamente comenzamos a irnos, no pudimos hacer nada antes mucho menos haríamos algo ahora que mi tía necesita descansar al igual que la estrella.
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Por la mañana a primera hora estaba entrando en la enfermería, mi tía continuaba descansando con mis abuelos a su alrededor y sentada a su lado en una silla de ruedas estaba Azul. La rubia sostenía la mano de Melione observándola con pena, supongo que debe sentirse culpable por lo que sucede cuando en realidad ella no tiene la culpa de nada en realidad. Me acerqué saludando a mis abuelos que estaban un poco más apagados que ayer, continuaban serios, pero sus ojos delataban cuán preocupados estaban por mi tía. Es normal que se meta en problemas, creo que es parte de su esencia y no sería la misma sin esta peculiar característica, pero nunca ninguna de sus meteduras de pata la hicieron terminar en este estado.
Me acerqué a la estrella apoyando mi mano sobre su hombro, Azul no se movió, de su lugar, pero si tomó mi mano con la suya sin moverla de su posición y suspiró tomando con su mano libre la de Mel. Su otra mano está siendo sostenida por mi abuela, estábamos solos en la enfermería, no dejaban pasar a muchas personas y tampoco las visitas podían ser muy prolongadas porque debíamos dejar descansar a los pacientes. La búsqueda de Avril se retomó, es una amenaza inminente y lo viene siendo desde la primera vez que asesinó a una chica en el campamento, pero los dioses no le dieron el castigo que merecía. Supongo que es un poco injusto que se muevan tanto ahora solo porque afectó a las hijas de una de las familias más importantes. Pero qué hubiera pasado si en lugar de Melione en esta misma posición se encontrará Lila o cualquiera de los hijos de Hermes. ¿Se estarían moviendo para atraparla o lo dejarían pasar como vienen haciéndolo desde hace mucho tiempo?
—Tienes que despertar —interrumpe el silencio la suave voz de Azul —Sé que estabas enojada conmigo por mi cita con Zay, pero él no significa nada para mí. No estoy segura de ninguno de mis sentimientos, pero lo que si se es que el no me gusta como se supone debería gustarme. Si despiertas te ayudaré a hablar con él, es una persona interesante cuando te tomas el tiempo de conocerlo —afirma la rubia apretando su agarre en mi mano, fue como un acto reflejo porque lo mismo hizo con la mano de Melione. De reojo noté como mi abuela miraba a mi abuelo con una tierna sonrisa volviendo a ver a la estrella que intentaba que despertara pronto mi tía.
—No estoy celosa por Zay —susurro una voz quebrada. Todos miramos a Melione con esperanzas, ella movió sus ojos aun con los párpados cerrados y lentamente los abrió. Sus ojos verdes estaban viendo el techo, poco a poco fueron bajando encontrándonos a todos, una sonrisa tensa apareció en sus labios, pero cambió a una mueca de dolor cuando quiso moverse.
—Tranquila bebé, Apolo dijo que debes descansar, es mejor que no te muevas —mi abuela le advirtió acercando su rostro al de mi prima depositando un tierno beso sobre su frente. —Te cuidaremos preciosa.
M E L I O N E
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Mi coche se detiene en medio de una calle poco transitada, me quede sin gasolina y en el peor lugar donde me podía ocurrir. El sitio donde me encontraba no es uno de los más seguros de la ciudad, mi coche no es excesivamente caro, pero lo mantengo muy bien para la cantidad de años que tiene encima y haciendo una llamada rápida a una grúa debo esperar dos horas a que puedan venir a ayudarme. Ahora es cuando me arrepiento en no dejar que Nate viniera por mí a mi casa, esto solo me pasa por intentar ser amable con ese mortal y por querer sacar buenas notas en la clase de matemáticas para que no me echen del equipo de vóley. Salgo del auto sabiendo que tengo dos horas para esperar y con mi celular en mano caminó hacia atrás donde vi una pequeña tienda de comestibles. Compraré algo y regresaré al auto, no pienso estar rondando por este paraje mucho más tiempo, este lugar no me da buena espina, soy una diosa, pero no puedo revelar mis poderes ante los mortales.
Por suerte el sitio no estaba muy lejos, entre caminando directo al pasillo de comidas chatarra, compraría bastante, mi reserva en casa se estaba agotando y también llevaría mucha para la larga espera. La chica que atiende el establecimiento está leyendo una revista, pero sé que me está observando con disimulo. Con una pequeña canasta guardo todo lo que me llevaría y camino a las heladeras donde sacó dos botellas frías de refresco de limón y voy a pagar a la caja. La vendedora pasa los productos con mucha pereza por el lector, mientras espero a que pase todo escucho que otras tres chicas entraron al local y me giró disimuladamente para distraerme del lento trabajo de la cajera.
Fueron tan solo segundos, pero logré identificar esa risa escandalosa, el cabello castaño con las puntas de rojo y el collar con un colgante de espada que llevaba puesto con orgullo. Avril acaba de entrar en la misma tienda en donde yo estaba comprando, para colmo estaba acompañada y yo me encuentro sola, barrada en un barrio peligroso estando sola.
—Son dieciocho dólares con cincuenta centavos —habla la cajera reventando mi burbuja de pensamientos de miedo, de mi bolsillo saco un billete arrugado de veinte dólares y se lo entregó.
—Quédate con el cambio —murmuró en un susurro bajo tomando mi bolsa de las compras y salgo corriendo del local sin mirar atrás. Mi corazón late con fuerza, las piernas me duelen de tan rápido que estoy corriendo y apenas llego a mi coche me monto en el trabando todas las puertas.
De mi bolsillo saco el celular intentando marcarle a Anker, pero mis manos tiemblan tanto que me equivoco tres veces en hacer el estúpido patrón, cuando al fin logro desbloquearlo un golpe contra mi ventanilla revienta el cristal y una mano me arrastra hacia afuera.
—Hola perra, ¿te acuerdas de mí? —habló Avril parada enfrente de mí, la chica que me sacó del auto estaba a su costado y la otra se paró detrás de mí. —Porque yo si me acuerdo de ti, también recuerdo que me debes dinero de la carrera que tú me robaste princesita y no me molesta volver a golpearte para enseñarte una lección. Atrapenla, daremos un paseo.
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Desperté sintiendo la boca seca, mi madre estaba sentada en una silla sosteniendo mi mano de un lado de la cama y en el otro se encontraba mi padre dormido sosteniendo mi otra mano. Moví la mano izquierda llamando la atención de mi progenitora que me miró aliviada, no sé cuánto tiempo pasó desde que desperté y ella me dijo que me cuidaran. Solo sabía que todo me dolía y que tenía mucha sed, con la escasa saliva que tenía en la boca moje mis labios para intentar hablar.
—Tengo sed —susurré con la voz ronca, mi mamá tomó un vaso de agua de una bandeja y me lo acerco con un sorbete colocándolo en mis labios para que tragara. El primer sorbo fue como un alivio para mi garganta, una sensación tan placentera fue como si toda la sequedad se esfumara con aquel primer sorbo. Me terminé el vaso cuando mi padre despertó viéndome con sus ojos grises, esperaba que me regañaran, pero ninguno decía nada.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó finalmente mi madre, no era lo que me esperaba, pero de todos modos decidí decirles la verdad. De todos modos me van a castigar.
—Volvía de la casa de mi compañero de clases Nate, es mi tutor de matemáticas y me quedé sin gasolina en un barrio peligroso. Llamé a la grúa para que vinieran a ayudarme y se tardarían dos horas, estaba hambrienta por lo que fui a una tienda cercana que había pasado con el coche. Al entrar todo fue normal, pero cuando estaba pagando me percate de que entró Avril con dos chicas más, no quise enfrentarlas sola y me fui corriendo al coche. Una vez encerrada traté de llamar a Anker para pedirle ayuda, pero la cazadora rompió mi ventanilla y me sacó del coche. Lo siguiente que supe es que me inyectaron algo que me dejó muy débil y me golpearon entre las tres en un callejón, lograron hacerme una herida con una daga antes de que me pudiera escapar. Me escondí en una fábrica y llame a Azul, lo siguiente que recuerdo es que desperté aquí —resumo a grandes rasgos lo que pase. No es la primera vez que recibía una paliza de Avril, ya me habían golpeado antes por ganarles en una carrera en la que desconocía que ella participaba y cuando ella vino a quejarse con su séquito me golpearon. Aun recuerdo que llegué a casa en un muy mal estado, me arrastre por las escaleras hasta tumbarme en mi cama y dormir pocas horas antes de levantarme. Tuve que pedirles favores a escondidas a hijas de Apolo para que me curasen rápido, mis padres me matarían si hubieran sabido de esa golpiza y mucho peor si supieran que estaba metida en algo tan peligroso.
Pero ahora, la manera en que me estaban viendo con miedo me hizo sentirme culpable. Muy culpable por ser más una carga para ellos que una princesa ejemplar. Las consecuencias de mis actos les duelen más a ellos que a mí.
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#FelizJuevesDeHechiceros
Hola, llamitas. Subo el capítulo súper pasada de la hora que publique en mi Instagram por stories por motivos de fuerza mayor. Estuve sin luz todo el día por ende sin internet para subir el cap, por eso lo subo a estar horas. En fin espero les haya gustado y ansío ver sus comentarios.