Sobreviviendo A La Tentación...

By DannyBaladon

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Una ayuda caída del cielo lo hará comprender que el amor es también soltar y dejar ir al otro. Hasta que cono... More

Prólogo💀| ¡No todos caerán!
Capítulo 1| Tus heridas
Capítulo 2| Una estrella en tu cama
Capítulo 3| Extraño mi hogar
Capítulo 4| Explicaciones
Capítulo 5| Es Zay Sallow
Capítulo 6| Cuentos para dormir
Capítulo 7| Pierdes la cabeza
Capítulo 8| Insomnio
Capítulo 9| La técnica Miyagi
Capítulo 10| Borracha, pero feliz
Capítulo 11| La tierra nuca deja de girar
Capítulo 12| Los recuerdos
Capítulo 13| Pedir perdón
Capítulo 15| Bebé llorón
Capítulo 16| Entregaría mi corazón
Capítulo 17| Manos y pantalones
Capítulo 18| Fuerza de gravedad
Capítulo 19| Las consecuencias
Capítulo 20| La cabaña en el lago
Capítulo 21| Baño helado
Capítulo 22| General Argent
Capítulo 23| Las estrellas caigan
Capítulo 24| Sr. Vainilla
Capítulo 25| El baile
Capítulo 26| Olor a vodka
Capítulo 27| Un peligro latente
Capítulo 28| Destino marcado
Capítulo 29| Amante del té
Capítulo 30| Si madre
Capítulo 31| Hermanas
Capítulo 32| Quiero que te vayas

Capítulo 14| La cita

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By DannyBaladon

A Z U L
🌟🌟🌟

Con las extremidades temblando abrí la puerta del auto de Melione, alisando mi vestido negro con pequeñas flores rosas me giré a ver a mi amiga. No estaba para nada feliz que viniera a este lugar, sin embargo, me mostraba su apoyo estando aquí y esperaría a Mar y a las demás para entrar disimuladamente de causalidad. La morena me sonrió dándome ese golpe de confianza que necesitaba y con esto cerré la puerta y caminé hacia el local. Era una cafetería muy moderna, con bebidas para cualquier tipo de clientes incluidos los veganos y diabéticos.

Las puertas movían una campana cuando se abrían, avisando de la llegada de un nuevo cliente. Te recibe la enorme barra para pedir el café, a sus dos costados están las mesas para cuatro o dos personas. Muchos cuadros con frases motivacionales o relacionadas con el café estaban colgados por las paredes, además de plantas colgantes que se enredaban en las columnas del local. Y al fondo del local, vi a Zay, se veía diferente a lo usual, una camisa negra, pantalones de jean azul oscuro y converse negros. Tenía el pelo rubio peinado, sus manos jugaban con un menú y miraba constantemente por la ventana como nervioso.

Melione me dijo que es mejor llegar un minuto tarde que ser demasiado puntuales, dice que si llegas muy pronto el chico pensará que estás desesperada y si llegas muy tarde que no le interesas. Por lo que decidí llegar con cinco minutos se retrasó, una mentira porque estuvimos esperando en el estacionamiento desde diez minutos antes de la hora acordada para la cita. Me arrepentí al verlo tan nervioso, suponía que lo dejaría dejado plantado y mi corazón se contrajo de solo pensar en verlo tristes. Desde el cielo había presenciado muchas veces como a hombres y mujeres los dejan plantados, vi muchas reacciones diferentes, pero las que más se me grababan eran las de tristeza. Aplanando los labios respire hondo antes de comenzar a caminar hacia él, dibuje una sonrisa en mis labios cuando giró su rostro al frente y me miró. Sonrió mientras se ponía de pie, movió la silla delante de él y me ofreció sentarme.

—Por un momento creí que no vendrías —afirma el rubio tomando asiento de nuevo en su lugar, retuerce los dedos sobre la mesa sin despegar su mirada de mis ojos.

—Lamentó el retraso, no sabía qué ponerme y mis amigas vinieron a ayudarme. Tardamos más de lo que deberíamos —confieso en voz baja. La realidad fue que las chicas sí asistieron a ayudarme, pero Anker y Colín se veían reacios a querer dejarme venir. Les tuve que asegurar que estaría bien, que la cita era una estrategia de reconocimiento para saber cuánto él conoce de mí.

—Descuida lo importante es que ya estás aquí. ¿Quieres ver el menú para ordenar? —me entrega la carta, pero declinó la oferta no tengo mucha idea de lo que se comen en este tipo de locales y viendo que él me invitó optó por la salida fácil.

—Elige tú, sorpréndeme —dejando a un costado la carta le sonrió con gentileza.

—De acuerdo —levanta la mano llamando a una chica que se acerca a nosotros. Lleva una camisa verde oscura, un delantal corto de color crema con bolsillos verdes y un pantalón y zapatos negros. Tiene el cabello recogido en una cinta verde con líneas color crema y el rostro con un maquillaje ligero. En las manos tenía una libreta y un bolígrafo para anotar, nos mira con una cordial sonrisa antes de sentir su atención en Zay. —Dos batidos de chocolate por favor —la chica anotó a toda prisa el pedido y se marchó tras la barra.

—¿Ya habías venido aquí antes? —presunto para romper el hielo.

—Sí, el segundo día de haber llegado de Inglaterra, mi madre nos trajo a mí y a mi hermano. No estábamos contentos con la idea de vivir en un nuevo país, en una casa un poco más pequeña que en la que previamente vivíamos y ni hablar de ser los nuevos sin amigos. Mi mamá nos trajo aquí para probar los batidos y hablar acerca de nuestra nueva situación, el venir aquí ayudó que nuestro enfado se pase más rápido. ¿Conocías este lugar? —sus ojos ámbares viajan hacia los míos, estábamos avanzando él me habló de su familia sin que yo se lo preguntara y debo seguir por ese mismo rumbo.

—No. Soy nueva en la ciudad, mis hermanas me dejaron en casa de unos amigos suyos por un tiempo, tengo algunos problemas de salud. No salgo mucho por esta misma razón —pasando mi mano por mi cuello y hombro siento un ligero pinchazo en la herida de mi espalda, estaba sanando bien, pero aún me ardía en ovaciones.

La camarera apareció con nuestro pedido, sin perder tiempo tomó un poco de la pajilla y mi paladar tiene una explosión de sabores. Es delicioso, Zay parece notar mi rostro de satisfacción pues sonríe probando su batido.

—Exquisito ¿verdad? —su sonrisa contagió la mía y asentí tomando otro trago del delicioso batido de chocolate.

—¿Por qué tuvieron que mudarse de Inglaterra? —interrogó tomando otro sorbo del batido, está delicioso y no creo que pueda dejar de beberlo. El rubio frente a mi deja la pajita a un lado y me mira con sus ojos avellanas.

—Mi papá perdió su empleo, nuestro hogar y estatus dentro de una comunidad cerrada en nuestro país. Comenzó a cuestionar el porqué de lo que hacíamos dentro de la comunidad y el líder no quería que su comunidad cambie de parecer, por lo que henos aquí —confluye el rubio abriendo los brazos para señalar el establecimiento —No me arrepiento de haber dejado la comunidad, pero sí un poco de abandonar mi país natal, Inglaterra fue, es y seguirá siendo mi hogar —alega con tristeza Zay, por un momento me siento identificada con él, yo también extraño mi hogar y no me siento como en casa en la tierra. Pasando mi mano por encima de la mesa tomó la suya, él me miró antes de sonreír, quise decir algo, pero un grito hizo que toda la cafetería se diera vuelta a mirar a una castaña que estaba saltando pidiendo que le quiten una araña.

Esa castaña escandalosa es Sam.

A N K E R
💀🔮💀

Azul va a tener una cita con un cazador de estrellas.

Esas palabras se repetían en mi cabeza desde que la rubia nos dijo que había hablado con Zay cuando la interceptó en el liceo. Solo de pensar que ella estaría a solas con un cazador me generó miedo por su seguridad, nada nos garantiza que él no sepa que ella es una estrella. Quizá esta cita sea una trampa para tenerla completamente sola y vulnerable y en el momento menos esperado, la asesine. Muchos escenarios se plantearon en mi cabeza, cada cual peor que el anterior, pero Azul no se veía asustada, sino que nerviosa.

En cuanto Azul entró al restaurante nos acercamos al auto de Melione, íbamos Sam, Red, Oliver, Calíope, Blake, Mar, Colín y yo. Becca, Kevin, Lila, Bunnie, Alcíone y Eirene vendrán en veinte minutos, para hacer el encuentro más casual. Esperamos cerca del auto de Mel hasta que vemos a nuestra estrella encontrarse con el cazador.

—El águila aterrizó en el nido —quiebra el tenso silencio Sam dando un golpe al capo del auto camina hacia la entrada seguida de los demás. Entramos en la cafetería sentándonos del otro lado del lugar lejos de la parejita que ya se encontraba charlando.

—Es un lindo sitio para una primera cita —habla mi tía inspeccionando con la mirada el sitio, las demás asienten haciendo que me sienta un poco incómodo y Colín a mi lado bufa porque sigue pensando que ese chico Zay sabe más de lo que debería.

—Sigo creyendo que esto es una mala idea, Azul no debería ponerse en tanto peligro por un poco de información —se queja Mar pasando sus manos por su rostro, Colín a su lado pasa su mano por sus hombros atrayéndola a su costado.

—Creo que le gusta Zay, no han pensado que tal vez Azul quiera algo más que información —interviene Calí haciendo que todos giremos a verla, estaba viendo a la parejita en el fondo con una sonrisa de medio lado.

—Estaba temblando cuando salió de mi auto, le tiene miedo, pero aun así vino a ver a ese fenómeno —afirma Melione recostándose en su silla, se veía más malhumorada de lo normal y se negaba a mirar a la parejita en el fondo, para que mentir me sentía igual que ella sin ganas de estar en este patético lugar.

—No, definitivamente no siente amor por Zay —interfiere Sam, ahora todos la miramos a ella —¿Qué? No soy buena formando parejas, pero si logro identificar cuando no tienen buena química —comenta la castaña llamando a la camarera para que se acerque a nuestra mesa, los demás estaban a punto de llegar y no podemos esperarlos más tiempo o nos echarán.

—Sigo pensando que venir hasta aquí es excesivo, los entrenamientos que Calí y Blake le están dando a Azul funciona muy bien. Sabe defenderse sola, todos ustedes la siguen tratando como a una bebé —rueda los ojos Oliver pasando su brazo por los hombros de su novia, Red sonríe apoyándose en el chico.

—Lo dice quien entró en pánico cuando su novia insinuó que iría al tártaro con su abuela para visitar a algunos de los titanes —bromea Sam mordiéndose los labios para no soltar una risotada, Oliver la mira con los ojos entrecerrados antes de mover sus dedos y hacer que una araña del tamaño de un puño aparezca en la cabeza de la hija de Eros.

—Pero ¿qué? —de un salto se levantó la castaña comenzando a saltar —¡Quítemela! ¡Quitenmela! ¡Quítame esta araña! —chilla Sam comenzando a llorar y minutos después se desploma en el suelo con aun el animal caminando encima de su cara.

—¡Por los dioses! ¿Qué pasó con Sam? —una recién llegada Becca le quita la araña del rostro a Sam y Lila la toma entre sus manos para encerrar a la araña en un recipiente con agujeros en la tapa que una de las camareras le ofreció.

—Me hizo enojar, no esperaba que le daría un ataque —afirma Oliver señalando a la castaña que seguía tirada en el suelo sin hablar y con la mirada perdida.

—Sam, háblame Sam —con voz suave y calmada Becca le habló a su prima que seguía sin hablar, pero se logró sentar en el suelo. Las personas a nuestro alrededor seguían observándonos como si fuéramos bichos raros y no era para menos con el espectáculo que dieron Sam y Oliver.

—¿Están todos bien? —todos nos giramos al escuchar la inconfundible voz de Azul y a su lado estaba Zay viéndonos con cierta desconfianza a todos.

—Si —por fin reacciona Sam levantándose del suelo, está blanca como un papel y sus labios no tienen color. Becca la sostenía por la cintura, Bunnie se le acercó para ayudarla y juntas salieron del local llenando consigo a Samanta que seguía estando muy pálida.

Las cosas se relajaron cuando las chicas se fueron y Azul volvió a ir a su mesa con Zay que la escoltaba como si fuera su guardaespaldas. El ambiente tenso se quedó entre nosotros y Lila aun con la araña en su recipiente se acercó a la mesa dejándolo en medio de nosotros. Sin duda alguna la castaña no diría nada, pero la mirada de enfado que nos dedicó a todos fue solo una advertencia.

—Somos todos amigos y casi matan a nuestra amiga por un ataque de shock, ahora por los dioses díganme que solo fue un error que no se volverá a repetir. Si nosotros debemos tener confianza los unos en los otros, si nos matamos antes de que otro sociópata aparezca estaremos perdidos. Al tártaro con ustedes —se queja Lila viéndonos con reproche a cada uno, no es de decir malas palabras o enojarse fácilmente, pero lo que sucedió con Sam le da motivos para regañarnos.

—Iré a pedirle disculpas —aclara Oliver levantándose de la mesa para ir detrás de las chicas, los demás nos quedamos en la mesa observando como la pareja continúa con su cita.

—Mi hermano sí que sabe como ser un idiota cuando quiere —comenta Calí encogiéndose de hombros.

💀🔮💀
#FelizSábadoDeHechiceros

Hola, hola llamitas. ¿Cómo vieron este capítulo? Nos reveló algunas cosas y parece que Zay no sabe aunque Azul es una estrella. Vimos que las cosas entre los chicos se pusieron tensas y Anker no parece contento con la salida de Azul y Zay. Comenten que les pareció.

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