Eva
Me llevo una cucharada de arroz y carne, a los labios, degustando la exquisita comida que prepara la mamá de Kaleb. Me duele admitirlo, pero las habilidades en la cocina de mi madre, no se comparan en nada con las de la señora Darren. Para mí que ella tiene un ingrediente secreto, que la hace especialmente inolvidable.
—¿Cómo te va en los estudios? —me pregunta ella, y yo me apresuro en terminar toda la comida que está en mi boca.
—Por ahora, he sacado sobresaliente en todas las evaluaciones que hemos hecho. —admito, con algo de orgullo.
Solo yo sé todo lo que me esfuerzo por sacar buenas notas. Kaleb piensa que es algo que viene en mis genes y que no puede evitar. No tengo la etiqueta de Nerd, solo porque mi novio es uno de los chicos más populares del colegio, y eso me convierte en alguien igual de popular que él, y los populares no pueden ser nerds.
Pero conmigo está esa excepción de que supuestamente no estudio y todo me sale bien porque soy una genia rebelde, cuando la verdad es que paso todas las noches devorándome los libros de cada asignatura y haciendo resúmenes cada que hay un examen.
—Ojalá Kaleb aprendiera algo de ti. —le lanza una mirada acusatoria a su hijo, quién le regala una sonrisa socarrona.
—Con una hija aburrida, ya tienes suficiente. —añade Kaleb, burlándose de su gemela.
—No necesito ser el centro de atención como tú. —alega Kash, hermana menor por apenas segundos de Kaleb— Cuando yo sea reconocida por mérito propio y no por medio de una fama sin fundamentos, entonces sabrás que has fracasado en la vida.
—Para entonces, yo voy a haber formado una familia con Eva y tendremos muchos niños, mientras que tú estarás viviendo sola con tus gatos como una solterona. —contraataca, él.
—Chicos. —interviene la madre.
—Creo que estás equivocado. —Kash ignora la llamada de atención de su progenitora— Porque tus hijos serán los que te dirán "Papá, quiero ir a ver a mi tía la millonaria" y ahí entenderás quién es el ganador final.
—¡Deténganse! —exclama la señora Darren, y el ambiente en la mesa se vuelve algo tenso— No se dan cuenta que tenemos invitados... —fulmina con la mirada a sus hijos, quienes nos miran a mi madre y a mí con vergüenza.
—Son niños, Deborah. —comenta mamá, tratando de aligerar el ambiente.
—Mamá. —se levanta Kash— Creo que ya debería ir a mi cuarto y preparar todo para cuando lleguen las demás invitadas.
—Ni siquiera has terminado de comer.
—En mi cuarto hay demasiada comida para la piyamada y creo que debería dejar algo de espacio en mi estómago. —se defiende ella— Eva, ¿vienes conmigo ahora, o irás más tarde?
—Me voy ahora. —exclamo, poniéndome en pie. No soportaría estar en este ambiente tan incómodo yo sola— Ya he comido suficiente ja.
—Está bien, mi vida. —habla mamá a mi lado, y me inclino para dejar un beso en su mejilla— Diviértanse.
Kaleb me guiña un ojo, y yo le sonrío para luego correr tras Kash hacia su habitación.
—En serio, Eva. ¿Cómo demonios puedes aguantar al idiota de mi hermano?
—Créeme, yo tampoco lo sé. —replico, recostándome en la cama de la chica.
—Me saca de mis casillas cada vez que habla. —confiesa Kash, caminando hacia su baño— Si no llevase mi sangre, de seguro que lo hubiese abandonado en una carretera vacía, en cuanto tuviese una oportunidad.
—Lo dudo. —murmuro para mí misma.
Kaleb adora a su hermana, y el sentimiento es recíproco. A pesar de que se la pasan todo el día como el perro y el gato, ambos no podrían vivir sin el otro.
De hecho, en el colegio todos tienen prohibido ponerle un dedo encima a Kash, y quién lo haga tendrá que atenerse a las consecuencias. Todo esto es ajeno a la chica, ella no tiene ni idea de las actividades de su hermano en horario escolar.
Mi teléfono suena dentro de mi bolsillo, y me remuevo un poco para sacarlo.
Kaleb: Vente a mi habitación un segundo, antes de que mi hermana se apodere de ti a tiempo completo.
—Kash. Ahora regreso. —anuncio, poniéndome en pie.
—¡No te demores mucho con el baboso de mi hermano! —la escucho gritar, antes de salir de la habitación. Niego con la cabeza mientras sonrío y me muevo hasta el cuarto de mi novio.
No me da tiempo ni a tocar porque Kaleb abre la puerta de repente, y me jala hacia adentro, presionando mi cuerpo contra la pared y juntando nuestros labios en un beso desesperado que me pone algo incómoda.
—Déjame respirar al menos. —río entre besos, tratando de separarme un poco, pero su fuerza me lo impide.
—Solo tenemos unos pocos minutos. —masculla entre jadeos— Hace tiempo que no me complaces, Eva. Y yo te necesito a ti.
Es cierto. Desde que sucedió lo del campismo, he evitado todo contacto sexual con Kaleb. Me hace sentir sucia solo de pensarlo. Para él puede haber sido una simple travesura, pero a mí me marcó muchísimo, y es algo que necesito superar con tiempo.
—Tengo la regla, amor. —miento.
—No importa. Estoy tan desesperado que me da lo mismo. —intenta quitarme la blusa, pero yo me niego con toda la fuerza de la que dispongo.
—No quiero...
Aunque me cueste decirlo, o pensarlo, ya no veo a Kaleb de la misma forma. El amor ya no está y me incómoda estar con él. Pero no quiero dejarlo. No me quiero enfrentar a las consecuencias que me traerá nuestra ruptura. Admito que me da algo de miedo y no estoy preparada.
El timbre comienza a resonar por toda la casa, dándome la excusa perfecta para alejarlo de mí.
—Ya las chicas deben haber llegado. —sonrío forzado— Ahora sí que no tenemos tiempo, ja.
—¿Te alegra dejarme con las ganas? —cuestiona con un puchero y cruzándose de brazos.
—Ya te lo compensaré, amor. —tomo su rostro con mis manos y dejo un pico en sus labios— Te lo prometo.
—Mmm... confiaré en ti.
—Venga, ya tengo que volver con Kash.
—Te acompaño. —me agarra de la mano y salimos de su habitación, encontrándonos con su hermana y un grupo de chicas que la siguen.
—¡Aquí estás! —exclama ella, alejándome de Kaleb— Hoy Eva es mía, y está aquí como mi amiga para celebrar mi cumpleaños. Así que no la mandes a buscar más, ¿está claro?
—Antes de ser tu amiga, es mi novia. —contraataca Kaleb.
—Por favor, no se peleen por mí. —bromeo, interponiéndome entre ambos— Yo tengo amor para los dos.
—¿Eva? —exclama una voz a mis espaldas, y mi corazón se acelera al instante.
—¿Qué hace esta loca aquí? —indaga, Kaleb con rabia.
Giro mi rostro con lentitud, encontrándome a la chica de cabello naranja que he ignorado en estos días, entre el grupo de chicas que caminaban tras de Kash. Su mirada se encuentra con la mía, expresándome algo de curiosidad y añoranza a través de sus ojos.
—Es mi amiga. —responde Kash.
—No me digas que ahora tú también te has vuelto boyera. —bufa Kaleb, hacia su hermana.
—Si juntarme con una amiga "lesbiana" te hace creer que soy homosexual, entonces lo mejor será que no me junte contigo, no vaya a ser que piensen que soy pendeja.
Mis ojos se abrieron con asombro al escuchar la respuesta de Kash. Ella no me dio tiempo a reaccionar y me tomó del brazo arrastrándome hasta su habitación con todas sus amigas siguiéndonos, dejando a Kaleb atrás con la rabia corriendo por sus venas y obligándome a enfrentar el hecho de que tendría que pasar una noche con Ada.
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¡Holiss!
Se suponía que iba a actualizar, pero tuve un día horrible y no quise levantarme de la cama. Pido perdón.
Por otro lado, ¿se enteraron que la novela "A través de mi ventana" va a ser una película de Netflix? ¡Estoy mega emocionada! Literalmente fue la primera historia que leí en Wattpad, y me enorgullece muchísimo por Ari.
Aquí les traigo un Wattflix que hice de esta historia, porque ahora sabemos que podemos soñar en grande.
Pregunta Random: ¿Qué otra historia os gustaría ver en pantalla? A mi me gustaría ver la trilogía Pecado Placentero, o la bilogía Dominio de Eva Muñoz. Sería todo un espectáculo con esos tres mastodontes que me derriten, wey.
Y con eso me despido. ¡Os amo!
XOXO