Soñando Contigo

By urantiana63

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Revive la historia de amor entre Can y Sanem, en "Soñando Contigo " More

Cap 1o
2a Parte
3o parte
Cap 2o
2o parte
3a parte
Cap.3o
2a parte
3a parte
Cap. 4o
2a Parte
3a parte
Cap 5o
2a parte.
3a parte
Cap 6o
2o parte
3a parte
Cap 7
2a parte
3a parte
Cap 8o
2a parte
3a parte
Cap 9o
2a parte.
3a parte
Cap 10
2a Parte
3a parte
Cap 11
2a Parte
3a Parte
Cap 12
2a Parte
3a Parte
Cap 13
2a Parte
3a Parte
Cap 14
2a Parte
3a Parte
Cap 15
2a Parte
3a Parte
Cap 16
2a Parte.
Cap 17
2a Parte
Cap 18
2a Parte
Cap 19
2o Parte
3a Parte
Cap 20
2a Parte
3a Parte
Cap 21
2o Parte
3o Parte.
Cap 22
2a Parte
3o Parte
Cap 23
2a Parte
3a Parte
Cap 24
3a Parte
Cap 25
2o Parte
3a Parte
Cap 26
2a Parte
3a Parte.
Cap 27
2a Parte
3a Parte
Cap 28
2a Parte
3a Parte
Cap 29
2a Parte
3a Parte
Cap 30
2a Part
3a Parte
Cap 31
2a Parte
3a Parte
Cap 32
2 Parte
3a Parte
Capítulo 33
2a Parte
3a Parte
Capítulo 34
2a Parte
3a Parte
Capítulo 35
2a Parte

2a Parte

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By urantiana63

Al salir Sanem con su hermana de la casa, ella se queda atrás para hablar con Ayham, mientras que Leyla, sigue el camino para la parada del autobús. De camino, se encuentra con Osman, y al verlo tan bien vestido, le pregunta para adónde va y el le responde, que a un casting. Ya en la parada del autobús, Embre la llama por teléfono, y le pide, que se vayan juntos a la oficina. Al ver Osman, lo que ha hecho Embre, se pone de morros, y acaba dándole puñetazos a dos personas que estában hablando de él, y de Leyla. Al llegar a la oficina, Geygey, también los ve juntos, y empieza otra vez a ponerse nervioso y echando a correr. Por otro lado, Aderen, se pone furiosa, al saber que es Sanem, quien va a hacer, la presentación de la campaña. Ahora mismo, Sanem, está hablando con Ayham.

-- Estás segura? Creía que Osman, lo había organizado todo.
-- Sí. Ya te lo he dicho. Ha llamado al señor Sannet, y él hace, lo que le hemos pedido. Tú tranquila, vale? Ya verás, como será muy divertido.
-- No estoy muy convencida-- dijo ella.
-- Ya he avisado, a Sannet. Ahora viene-- dijo la secretaria.
-- Gracias, estupendo.
-- Muy amable.
-- Y si vamos, a hacer que hacen?-- preguntó ella.
-- Todas las mujeres, que están aquí, están haciendo ejercicio, menos nosotras.
-- Es verdad. Parece que se preparan, para los juegos Olímpicos.
-- Qué obsesión tienen...con hacer deporte.

-- Ayer hice cambios. Voy ha centrarme, en los abdominales.
-- Yo quiero cambiar, la rutina. Voy a hablar, con el entrenador. Para pedirle, otra tabla. Con esa, me he pasado, y no quiero desarrollar tanto el músculo.
-- Yo quiero tener más figura. Es algo, más natural.

-- Jajajajaja. Has oído? Quiere ser, más natural. -- dijo ella.
-- Cállate, Sanem.
-- Irás a la fiesta, esta noche?
-- Claro que sí. Además la fiesta, es una forma de hacer ejercicio, verdad? Y ayuda ha tener el vientre plano.
-- Sí, nos va mejor, este rollo.
-- Sí...Ya te digo.
-- Am, vaya. Creo que me he movido demasiado, Ayham. Me duele el cuerpo, de hacer tanto ejércicio.
-- A mí, también. Creo que me he esforzado muchísimo, en clase de pilates.
Uuff, tengo agujetas, y todo.
-- Como de pilates? Te duele todo, por limpiar, la casa.
-- Pues...Es verdad.
-- Pues yo, tengo que hablar, con el entrenador Sanet. Para qué me diseñe, un nuevo programa. Es lo que necesito.
-- Exacto. Mira, le diremos a Sannet. Qué entrenamiento, es éste? Haz uno nuevo. Queremos cansarnos, entiendes? Con este, ni siquiera hemos sudado.
-- Eh..? Qué dices?
-- Venga.
-- Aja.
-- Quien es éste?-- preguntó Ayham.
-- Creo que es Sannet. Nuestro entrenador.
-- Sí. Soy Sannet, vuestro entrenador. Ayham, y Sanem, verdad? -- preguntó.
-- Sí...las mismas. Hablaste, con mí hermano.
-- Exacto. Hablé, con tú hermano. Venid conmigo. Os enseñaré, el gimnasio, y el programa.
-- Amm. Cogeremos, las cosas.
-- Vale, os espero.
-- Sannet. Yo quiero concentrarme, en el trabajo abdominal.
-- Primero, vamos a ver como estáis de forma, y luego hablaremos.
-- Vamos, Ayham.
-- Ya voy. 
-- Ah...De momento...aprendereis, como funcionan las máquinas. Fijaos bien. Porque vosotras os vais ha encargar de limpiar las máquinas, todos los días. Las toallas sucias, debéis llevarlas siempre, a la lavandería. Es lo que necesito, qué hagáis. Y a cambio, os doy una hora de entrenamiento gratis. Bien chicas. Tenéis alguna pregunta?
-- Ah...sí. Tenemos que estar aquí, a una hora concreta?
-- Normalmente, sí. Pero como sois amigas de Osman, podéis venir, a la hora que queráis?
-- Lo dices, en serio?
-- Sí. Podéis venir por la noche, sí queréis.
-- Ah...Pués muchas gracias. -- dijo ella.
-- Muchas gracias.
-- Dadle a Osman, recuerdos de mí parte. Ahora tengo que volver, con mis alumnos. Adiós.
-- Gracias.
-- Hasta luego.

-- Este sitio, no me gusta-- dijo ella.
-- Y porqué, no? Si no está, tan mal.
-- Ah...Te vas a ahogar. Respira mujer. Por el amor de Dios. -- le dijo ella, a una gimnasta.
-- Oye, déjala tranquila.
-- Cogela, por la nariz. Y sacalo, por la boca.
-- Mira. Yo no haría eso, ni aunque me pagasen. Es mucho peor, que las películas de terror.
-- Hay que ver.

-- Dónde está Sanem? Pero dónde, se ha metido?-- dijo Geygey.
-- Geygey. -- interrumpió Gollit.
-- Qué?
--Qué te pasa? Por qué, estás tan enfadado?
-- Pués porque dentro de nada, será Sanem, Aderen.
-- No. Ahora también Aderen?
-- Sí. Ahora sale, Sanem. Aderen, sale todos los días a la misma hora, y ahora, empieza a gritar, Sanem.
-- Qué dices?
-- 4,3,2,1...
-- Sanem. Dónde estás -- gritó Aderen. Geygey, no se hablan equivocado.
-- Bravo-- dijo Gollit.
-- Lo has visto? Lo has visto?
-- Sanem, ven aquí. Dónde estás? Por qué, no me contestas?
-- Qué pasa, Aderen?
-- Estoy buscando, a Sanem. Geygey. No te he llamado, a ti. O eres, su doble? Dónde está Sanem?
-- Qué Sanem?
-- Cuántas Sanem, hay aquí, Geygey?
-- Muchas. A veces, es tú mejor amiga. Alguien, en quién puedas confiar--decía Geygey, mientras que ella, le decía, que siguiera el rollo--otra es, una niña traviesa. A veces, es una profesional, de-- ella se reía--y otras, como una criada. Y encima, de Nueva York. Hay muchas facetas. Aunque, no me explicado, bien. Aunque en realidad, es muy dulce, y simpática. Tikiti, tikiti, tikiti.-- ella se escabullo,,para irse a la oficina.
-- Jajajaja-- rió Gollit.
-- Aplausos, Gollit. Venga, Jejejejejje.  
-- Pero yo, quería deciros algo. Qué era? -- preguntó Aderen.
-- Aquí está... La única...La inimitable...La chica, para todo...Nuestra querida, Sanem!!
-- Aquí me tienes, Aderen-- dijo ella, mientras que Gollit, casi se pone a aplaudir.
-- Dónde, te habías metido? -- le preguntó Aderen.
-- En...en el archivo. Pero ya estoy aquí.
-- Muy bien. Pero...Qué le iba ha pedir? -- dijo Aderen, mirando a Geygey. -- Qué quería, yo? Iba ha pedirte algo, pero ahora mismo, no me acuerdo. Es qué siempre, hablas demasiado. Y me confundes. Bueno, da igual. No tiene, importancia. No quiero nada. Me voy. Tengo cosas, que hacer. -- y se fue.

-- Geygey. Eres el mejor. El mejor.
-- Has visto? He montado, todo un espectáculo. Me he sentido, como un mago.
-- Pués, te pega.
-- Tú crees, Sanem?
-- Mm.
-- Bueno. Y donde estabas?
-- Verás. Es que he ido, al gimnasio, de Yeyda.
-- A sí..? En serio? Por qué?
-- Por qué?
-- Huy. Pero no me pegues.
-- Y tú, me preguntas, porqué? -- dijo dándole, con las carpetas. -- pues he ido, porque estamos rodeados, de carroñeros. Por un lado, está el señor Embre. Y por otro lado, están, todos los demás.
-- No digas eso. El señor Embre, está intentando, ser buena persona. Qué pasa? Es que se ha vuelto, al lado oscuro, ó qué?
-- Pero si te dije, que me había hecho chantaje.
-- Oh...Es verdad.
-- Y después, me regaló...una flor, para pedirme perdón. Está probando, trucos nuevos.
-- Sí...Pero tarde o temprano, la verdad, saldrá a la luz.
-- Cierto. Pero debemos tener cuidado. Debemos estar, más atentos.
-- Por supuesto. Tenemos que estar, muy atentos, de todas sus acciones. No podemos quitarle, el ojo de encima. Verdad?
-- Exacto. Eso es lo que tenemos que hacer, vigilarlo.
-- Pero como?
-- Aquí está todo, lleno de carroñeros. Tenemos que tener los ojos, bien abiertos. Tú también, lo eres.
-- Yo también?
-- Sanem-- interrumpió él.
-- Hola, señor Can.
-- Qué tal, Geygey. -- quieres venir, a mí despacho?
-- Tenemos que tener ojos, en el cogote.
-- Es verdad.
-- Bueno. Empezamos a hablar, a fin de cuentas. Ha sido, una prueba.
-- No te fíes, de nadie.
-- De acuerdo. Éste sitio, está empezando a ser, muy peligroso. Mucho -- se dijo, Geygey.

-- Dime, Can?-- preguntó ella, después de llamar a la puerta.
-- Buenos días. Hoy has llegado, un poco tarde. Dónde estabas?
-- Es...estaba, en el archivo.
-- A sí? Necesito que me ayudes, en la presentación.
-- Claro que sí. Lo que haga, falta. Cuenta conmigo, para lo que necesites. Porque yo, no llevo, máscara.
-- Vale. Está bien. Ah...Quiero que prepares, las vallas publicitarias. Estás de acuerdo? Puedes hacerlo?
-- Claro que sí. No te preocupes. Yo me encargo. Puedes confiar, en mí.
-- Genial. Ah...Escucha. Lo más importante, para mí, es qué todo éste listo, para el día de la presentación. Quiero que todo, vaya rodado.
-- Lo que es importante, para ti. Es importante, para mí.
-- Ah..
-- No te preocupes, por nada. Vale?
-- Vale, bien. Am...oye. Te pasa algo?
-- Nada, de nada. Y si surge, algún problema, lo resolvere, personalmente.
-- Mm. Vale, pero tienes...alguna pregunta, Sanem? Alguna duda? Algo que quieras preguntarme. Algo...Por sobre...La montaña?
-- Nada. Está todo claro, como el agua. Cristalino.
-- M, vale.
-- Me ocupare, de todo. Puedes confiar, en mí.
-- Vale...entendido. Muy bien. Pues después, de los de las vallas, quiero que hagas otra cosa, vale? Sí.
-- Estoy preparada.
-- Mm?
-- Dispara.
-- Vale...Codnfío, en ti. Mm.
-- Ah...Confía en mí, can. Yo te salvare, de todos estos sinvergüenzas. Estás en buenas manos.

-- Eh?
--Terminad ya. Tenemos que empezar ya.--Ya estamos, listos.
--Muy bien.-- Venga amigos. Quiero veros, con energía. -- Escucha, tienes un papel, muy pequeño. Tienes que salir, por la puerta, y di, de una vez, sin que nadie te vea. De acuerdo?
-- Sí, entendiendo.
-- Vale? Empezamos.
-- Todos listos. Vamos ha grabar.
-- Grabando?

-- Espera aquí. El ayudante, de dirección, te dirá, que haces-- le dijeron a Osman.
-- Gracias.
-- 3,2,1, acción.
-- Acción!

-- No déjame. Suelteme, por favor.
--Camina.
-- Corten-- dijo el director.
-- Perdón. Lo siento mucho-- dijo él actor.
--. No hombre no. Así, no se puede.
--Quiere que le vuelva a eres, lo que debe hacer?
-- No sabe coger, una pistola. Quien se va a caer, que eres de seguridad? Además, parece que trabaja, en un banco. Es inútil, explicárselo. Dónde está el otro?
-- Llegaba tarde. Voy a ver, si está aquí?
-- Espero que sea mejor, que este paleto.
-- Dónde, te has metido?
-- Lo siento mucho.
-- Ha llegado, un poco tarde.
-- Señor director?
-- No ha podido llegar a maquillaje, porque ha llegado, un poco tarde.
-- No te muevas. Él es. Es perfecto.
-- Cómo?
-- Llevo toda la mañana, esperándote. Dónde estabas? Has leído, el guión?
-- No señor. No te tenido tiendo tiempo.
-- Vienes preparadisimo. Maquillado, y todo. Menuda técnica!! Se nota, que vives el papel.
-- Es usted, muy amable.-- dijo Osman.
-- Ves, lo humilde qué es? Puede ser, Alpachino. 
-- Ya sé que...
-- Escucha. Eres tímido, bueno. Cómo te llamas?
-- Osman.
-- Pues, prepárate.
-- Quiere que le llevemos, a maquillaje?
-- Qué va...si no hace falta. Ni maquillaje, ni vestuario. Escucha Osman. Quiero que estés, enfadado.
-- Qué esté, enfadado?
-- Eres un tipo duro. Un guardia, de seguridad. Sólo tienes que hacer, un disparo.

-- Ojj. Ahora mismo, no lo tengo claro. Su lenguaje corporal, es confuso. No tengo ni idea, de lo que está diciendo. Ah...Y si habla, con la señoría Aylim? Ahhh. Cada vez qué digo su nombre, se me eriza el pelo de la nuca-- dijo Geygey, mientras veía a Embre, hablando por teléfono.

-- Luego nos vemos, Aylim-- escuchó, Geygey.
-- Ha dicho, Aylim. Ha dicho, Aylim.-- Sanem, Sanem. Ven aquí. Ven aquí -- dijo Geygey. 
-- Qué pasa? Dime?
-- Tenías razón. El señor Embre, está fingiendo.
-- Cómo lo sabes?
-- Estaba hablando, con la señoría Aylim. Ha dicho, que se van a ver.
-- Ya te lo dije, yo.
-- Pero porqué, me lo has tenido que contar a mí? Me vas a meter, en un lío-- gritó Geygey. -- entonces, para que el te, se ponga mejor, le pondremos un poco antes y le añadimos el agua hirviendo. -- terminó Geygey, con otro tema.
-- Ven corriendo, conmigo-- dijo ella, tomandole del brazo.
-- Ya...voy. Ag...
-- Coge esto-- dijo ella.
-- Por qué? Qué pasa?
-- Vamos ha seguirle.
-- Ha seguirle? No digas, tonterías.
-- Te digo, que sí...Vamos ha seguirle, venga.
-- Vosotros dos, adonde vais-- les detuvo, Aderen.
-- Am...-- dijeron al unísono.
-- Vamos...a la imprenta. Hay que solucionar, un problema. Voy con él. Tenemos que hablar, con ellos -- dijo ella, al final.
-- Hum...de acuerdo. Pero no tardeis, de acuerdo?
-- El señor Embre-- gritó Geygey.
-- Y ahora, por qué gritas, Geygey?-- preguntó Aderen, mientras que ella, le daba un codazo.
-- El señor Embre-- volvió ha decir, más calmado.
-- Ahh.
-- Venga vamos.
-- Pero, muevete-- dijo ella.
-- No, pue...do. Vale.
-- Vamos, vamos.
-- Lo que tú digas. Lo que tú digas. Ya voy.
-- Pero mira, qué...eres bocazas. Agachate-- le dijo ella, a Geygey, cuando vieron a Embre, entrar en su coche. -- Vamos, vamos. Geygey, pide un taxi.
-- En...seguida. Señor, taxista.
-- Le llamas al taxista, señor? -- preguntó ella.
-- Si lo haces con respeto, te hacen caso, antes.
-- Uff. Lo vamos, ha perder.
-- No. Estamos a tiempo. -- El señor Embre, va a ver, a la señorita Aylim-- le dijo Geygey al taxista, alterado.
-- Pero qué haces, hombre? Sube, al coche.
-- Tenía que desahogarme. Y se lo he contado, a éste buen hombre. Perdón.
-- Sigue a ese coche rojo, de ahí. Rápido.
-- Ah...siempre he querido vivir, algo así. Anda, mira! Qué sitio, tan bonito-- dijo Geygey, al entrar al restaurante, donde a entrado Embre.-- Qué tal?-- dijo a recepciónista.
-- Calla-- le dijo ella.
-- Qué sitio, tan bonito. Qué sitio, tan bonito.
-- Haber si no voy a poder, ni hablar?
-- Están ahí. Nos van, a ver.
-- Corre, corre, corre. Sí Sanem. Tú tranquila. Actúa, con normalidad. Con normalidad...decía Geygey, mientras que ella, se tapaba la cara, con un plato. -- puedes ver, algo? -- preguntó.
-- Oh...no...No me lo puedo, creer.
-- Ah...Lo sabía. Está sentado, con la señoría Aylim.
-- Es ella?
-- Pués claro!
-- Qué farsante. Ese hombre, tiene mil caras.
-- Lo he oído yo, en la oficina. En ciertomodo, me tranquiliza. Porque, si te echan, tienes posibilidades, de que te vuelvan ha contratar.
-- Deja de decir, chorradas.
-- Les apetece, tomar algo? -- interrumpió, el camarero.
-- Sí, gracias. La señorita Aylim y el señor Embre, estan juntos --le dijo Geygey, al camarero.
-- Ih....Te voy a dar, un sopapo. Haber si te callas, de una vez -- le dijo, ella. -- Aún no tenemos claro, lo que queremos. Así qué... no le importa, nos lo pensamos, un poquito más. Nos quedamos, la carta...vale? -- le preguntó al camarero.
-- Por supuesto.
-- Mm. Muchas gracias -- Por qué crees, que están hablando juntos?
-- Pués de crees, que van a hablar? De mentiras. Estás seguro, de que esa es Aylim? Me parece que lleva, el pelo demasiado largo, para ser ella.
-- Pués claro que es ella. Están comiendo juntos, hum!
-- No creo, que sea ella. No crees que tiene, los hombros raros? Y tiene las orejas, más pequeñas.
-- Sanem. Estás intentando, buscar excusas. Pero es, ella. Si tienes miedo, nos vamos.
-- Ni lo sueñes. Quiero que Can vea, la verdadera cara, de su hermano.
-- Tienes razón. La ensalada César , vale 85 liras.
-- Bueno. Pide una, y la compartimos. Con pasta, ahora.
-- 85 liras, por una ensalada César? Nos la debería traer el César, en persona. Ni hablar.
-- Temes dejar el trabajo, y te preocupas, por una ensalada?

-- Hola-- dijo Yeyda, después de llamar al despacho.
-- Hola Yeyda. Qué tal?
-- Muy bien. Tengo preguntas, sobre la presentación. Y en vez de llamarte, he pensado, en acercarme a verte.
-- Ah...Estáis muy emocionadas, con la presentación, verdad? Nosotros también. Siéntate.
-- Estoy emocionada, pero...eso es bueno, porque estoy tranquila. Confío plenamente, de que vais a hacer, un trabajo excelente, Can.
-- No sabes, cuanto agradezco, tú confianza.
-- Pero porqué, viene todos los días? Esto ya, me parece el colmo  -- se dijo  Aderen, al verlos juntos.
-- También he venido, por otromotivo.
-- A sí? Cuál?
-- Esto es, para ti-- dijo Yeyda, dándole un maletín, para la cámara de fotos.
-- Vaya! Esto es, enorme. Pero Yeyda?-- y los empleados, espiando, por el cristal.
-- Es para ti. Uno de los primeros.

-- Le ha hecho, un regalo? Y porqué?
-- Qué es eso?
-- No lo sé. No he podido, verlo.
-- Qué hay, dentro?
-- Sh...Calla. Qué hacéis, aquí? A trabajar, venga. Ah...Qué pesados.

-- Esta cámara, es una maravilla.-- dijo él.
-- Lo sé. Se pone, en revolución, en su tiempo. Y lo mejor, es qué funciona.
-- Es un regalo, magnífico. Dónde, la has encontrado?
-- La compré, en una subasta, hace unos años.
-- Yeyda, es...es un regalo impresionante. De verdad, y te lo agradezco mucho. Pero...no puedo.
-- Can, por favor. Mira. Creo que esta cámara, marcará el inicio, de una nueva era. Y todo, gracias a ti. Y tal vez, con esta cámara tan estupenda, podrás hacer fotos, en tus futuros viajes, por el mundo.
-- Pués sí. Porqué no? Y dime? Qué tienes en mente, para el lanzamiento?
-- Estaba...pensando...En una fiesta, para el lanzamiento.

-- Ijijiji,Jejejejejje. Le puesto un filtro, y ahora tiene corazones en los ojos, y fechas, en la cabeza. Jejejejejje -- dijo Geygey.
-- Muy gracioso-- dijo ella.
-- Jejejejejje. Oh Sanem. Esa mujer, es un perrito. La he convertido, en un perrito.
-- Pues ve, y dile Can. Qué ésa mujer, es un perrito.
-- Un perrito, monisimo, monisimo. Así es. -- decía Geygey, mientras se tonchaba de risa.
-- Geygey. No puedo ver nada, desde aquí. -- dijo ella.
-- Adónde vas?
-- Tú disimula, vale?
-- Tranquila. El baño, está por aquí.
-- Hagamonos, un selfi.
-- Buena idea.

-- Qué te parece, la comida? -- le preguntó Embre, a la chica.

-- No se ve, bien-- dijo ella.

-- Está bueno? -- preguntó Embre.

-- No es, la señorita Aylim-- dijo ella.
-- Ah...pero estaban hablando por teléfono, y ha dicho, Aylim. Lo he oído. Te juro, que es verdad.
-- Geygey, un día de estos, te voy ha matar.
-- Sanem, tranquila. Vámonos.
-- Tira...

-- Qué hacen esos dos, de ahí?-- preguntó, la chica.
-- Sanem, Geygey. Qué hacéis, ahí? -- preguntó Embre.
-- Señor Embre.
-- Es qué, la señorita Aylim, no está...
-- Es qué nos apetecía comer, y nos han dicho que todo buenísimo. Qué coincidencia.
-- Sí. Qué coincidencia. Os presento, a la señorita Aylim. Es la coodinadora, del Banco Cardinale.
-- Es muy joven, para ser directora. Bien por usted. Asi, no la pueden despedir -- dijo Geygey.
-- Es lo que más preocupa, a Geygey. Bueno, tenemos que volver, a trabajar. Ya nos vemos.-- Venga. Vamos ha revisar el archivo, en el que estamos trabajando. -- dijo ella.
-- Sí, claro. Pongámonos ello, Sanem.
-- Hasta luego. Qué aproveche. -- Camina-- le dijo ella, a Geygey.
-- Sí. -- Qué aproveche-- dijo Geygey.
-- Ya puede rezar, para que el señor Embre, le cuente todo, a Can.
-- Tú crees, que se lo va ha contar? Oye. No deberíamos hacer estas cosas, si no lo ves, muy claro.
-- Hemos venido aquí, por tú culpa.
-- Sanem. Si el señor Embre, no dice nada, tú tampoco, eh...?
-- Va...le.
-- Muy bien. 
-- Qué está haciendo, otra vez, aquí?-- preguntó ella, al ver a Yeyda.
-- Yo me voy-- dijo Geygey.

-- Sanem.
-- Señorita Yeyda...
-- Cómo estás?
-- Muy bien. Menuda coincidencia, eh?
-- Pués sí. La verdad.
-- Yeyda, ha tenido, muy buenas ideas. Y ha venido, ha contarnoslas. Ya se iba -- dijo él.

-- Parece que ahora, todo el mundo, tiene muchas ideas-- dijo Aderen.

-- A sí. Parece que estáis, trabajando.
-- Siempre, lo hacemos. Y también, le he traído un regalito a Can.
-- Un regalo? Y le ha gustado, señor Can?
-- Mucho. Me ha regalado una cámara, de 1901. Una pieza única, y muy valiosa. Una auténtica, joya.

-- Ésa tía, es peligrosa-- dijo Aderen.

-- Tengo que irme. Nos vemos, en la fiesta.
-- Adiós.
-- Adiós, Sanem.

-- Gracias-- dijo Embre, al llegar a la agencia-- Hola, Yeyda.
-- Hola Embre.
-- Qué tal? Ya te vas?
-- He venido, a hablar con Can, y ahora, me voy al gimnasio. Ahora soy, compañera de gimnasio, de tú hermano.
-- Qué bien. A mí,  me insiste. Pero no tengo tiempo, para eso. Hay que tener tiempo, para uno mismo. Yo necesitaba, un gimnasio, y un compañero. Ahora tengo, las dos cosas.
-- Can. Es un buen compañero, y muy deportista. Le encanta, el kingbonxi.
-- No me digas.
-- Pués sí.
-- Hace tiempo, que quiero probarlo.
-- Pues hazlo. Estará, encantado, de enseñarte. Tendrás, al mejor, entrenador.
-- Es estupendo.
-- Ya lo creo. Y...además, hacéis, buena pareja.
-- Eso crees?
-- Sí. Hace tiempo que no lo veía, contactando, con alguien. Es como, un caballo salvaje.
-- Jaja. Mi coche, está aquí. Hasta luego.
-- Hasta luego.
-- Muchas gracias. -- Gracias.

-- Qué tal? -- preguntó ella, tras llamar a la puerta de su oficina.
-- Qué te pasa? -- preguntó él.
-- Nada...Es que estoy buscando, el archivo de la presentación.
-- Éste?
-- Ah...gracias. No lo había visto.
-- Algo más? Llevatelo, si quieres.
-- No hace falta. Es corto. Me lo leeré, aquí.
-- Vale.
-- Ése es el regalo, de Yeyda? -- preguntó ella, al ver la cámara.
-- Sí.
-- Has dicho, que es muy especial. Una pieza única, has dicho.
-- Sí. Unica...cómo tú.
-- Hermano-- interrumpió, Embre.
-- Embre! Cómo ha ido, la reunión?
-- La verdad...es qué ha ido, muy bien. Intercera con nosotros, en el Banco.
-- Bien, muy bien. Las cosas, van mejorando. Ahora, centrémonos en el lanzamiento, y qué todo, salga bien. Tengo que ir, a hablar, con Aderen.
-- De acuerdo. Aja.
-- Yo tengo que...
-- Podemos, hablar?-- le preguntó Embre.
-- Señor Embre. Cuando hablabas, dijiste Aylim.
-- Y pensaste, qué estaba tramando, a espadas de. Can.
-- Con lo que ha sucedido, es lógico.
-- Mira...puedes pensar, lo que quieras, Sanem. Pero eso, no cambiará la verdad. He aprendido, la lección. Tú hermana...me ha cambiado. -- dijo él, mientras que Leyla, escuchaba la conversación.-- tengo trabajo.

-- Todo bien? Pues nada, disfrute, de la lectura. Ah...Qué bien -- dijo Mezquive.-- Aysum. Pasa, Pasa -- le dijo, que estaba mirando por la ventana.--ven y lee un rato. Te ayuda, ha despejar la mente. Venga, venga.

-- Vaya. Tengo que revisar esto, otra vez. Sino...?
-- Ay. Geygey, no te quiero ver, a menos de 3 metros. Fuera, fuera-- gritó ella.-- todo esto, es culpa tuya.
-- La culpa, la tienes tú-- dijo Geygey.
-- Tú dijiste, que lo oiste hablar con Aylim.
-- Oyes cosas diferentes, de verdad. Y además, tú has hecho, las fotos. Cómo no te has dado cuenta de que no era, nuestra Aylim?
-- Pero si las fotos, las has hecho tú. Estaba concentrado, en la foto. Por eso, no me he dado cuenta.
-- Me has hecho, quedar fatal. Y todo, por tú culpa.
-- Quería ayudarte. Por qué, me echas, la culpa de todo?
-- Sanem. -- interrumpió él.
-- Sí Can. Digo...señor Can.--  Un...segundo, por favor.-- Dígame?
-- Quiero encargarte la parte más importante, de la campaña de CompasS. Estás lista?
-- Claro, que sí.
-- Pués escuchame. He preparado, los carteles, y los textos. Y he decidido, que cada eslogan, tenga un texto diferente, dependiendo, del vecindario. Creo que es la mejor estrategia. Aquí están juntados, los eslogan, y las imágenes. Quiero que las pongas, con las imágenes, que vayan mejor. Luego...Qué te coordines con la imprenta y  qué prepares, los carteles. Lo has comprendido?
-- Qué...Qué lo haga, yo?
-- Sí Tú has creado el eslogan, y preparado la campaña y creo que lo hagas tú, a menos, que no quieras.
-- Cla...claro que... quiero. Ése es mí trabajo. Y lo haré, hasta el final.
-- Tranquila. Lo único que tienes que hacer, es tener el lanzamiento. Pero para eso, tienes tiempo. Pero el día antes, del lanzamiento, tienen que estar colgados en su sitio.
-- Qué...el lanzamiento?
-- Si ves, que no puedes, se lo paso a Aderen. No pasa nada.
-- Claro que puedo, señor Can. Estoy trabajando mucho. Y no voy a renunciar, a nada. Yo soy la coodinadora creativa, verdad? Cree que no voy a hacer capaz, de hacer mí trabajo?-- gritó ella, mientras que los demás la miraban.
-- Tranquilizate. Lo único que tienes que hacer, es colocar los eslogan, donde corresponda. Vale?
-- No es la primera vez que, hago esto.
-- Claro. Has mejorado mucho. Por eso, eres la coodinadora.
-- Exacto.
--Muy bien.

-- Ya no pasa, por casa. Queda claro. No llevo la camisa, bien planchada.
-- Yo tengo las camisas arrugadas, porque mi mujer, se pasa el día en la biblioteca.
-- A mí, me pasa lo mismo. Si es que, la comida, me hace ya.
-- Está todo el día, en la biblioteca. Y ahora, se ha traído libros, para leerlos en casa.
-- Vivimos, cómo solteros. Anoche, me tocó fregar los platos.
-- Lo de la biblioteca, no nos viene, nada bien. La verdad, es qué no puede ser.
-- Tenemos, que cortar esto -- y Aysum, aprovechó las quejas de los hombres, para que el chacal, metiera baza entre ellos.

-- Sí, Yeyda. Iré al gimnasio, en una hora. Necesito, sudar un poco. Eso, nos vemos allí. Vale, adiós. En la cafetería. Claro, podemos tomar, un zumo, vale. Tengo que invitar a un cóctel, Can Divit, a mí clienta. Perdona, claro. Amiga, no clienta.  -- a ella, no le gustó nada.

-- Geygey.
-- Déjame, en paz.
-- Geygey. Aún no te he dicho nada.
--Sea, lo que sea, prefiero decir, que quiero ganar tiempo.
-- Qué vengas, aquí-- dijo ella, tirando de él.-- siéntate, mira. Estos son los carteles. Lo ves? Fíjate, bien.
-- Qué quieres que vea? Qué necesitas? Esto es un juego. Qué quieres, que haga?
-- Son los carteles, que tengo que hacer. Éstos son los carteles, de Compassport. Lo único que tienes que hacer, es juntar los textos, con los carteles, según el barrio.
-- Vale. Pero yó, no puedo hacerlo.
-- Hola, Ayham.,
-- Oye. Es Ayham. No le digas, que estoy aquí-- dijo Geygey.
-- Es muy importante. Tenemos que ir al gimnasio, urgentemente. Ahora mismo. Date prisa.
-- Al gimnasio -- dijo Geygey, en voz baja.-- Sanem. No puedo hacer esto. Me niego, rotundamente.
-- Geygey. Esto está lleno de pirañas, y no me fío, de nadie. Están, por todas partes. Por todas, partes. Qué...estén listos, para el lanzamiento.
-- Pirañas dice. Pirañas, pirañas-- Y tú, que miras. Venga, tú, a lo tuyo.-- Ah...ah...Qué, fatalidad. Creía que era, una playa. A trabajar.

-- Lo tenéis, todo claro? -- preguntó, Sannet
-- Sí, sí. Lo tenemos todo claro--dijo ella. 
-- Después de limpiarlo todo, tendréis, una hora de gimnasio. Entendido?
-- Eh...lo vamos ha dejar todo, cómo los chorros de oro. No tienes,de qué, preocuparte-- Ayham.
-- Muy bien. Pues espero, que todo os salga bien. Ah...tenéis que rellenar esto, vale?
-- De acuerdo.
--Nos lo colgamos?
-- En el cuello.
-- En el cuello.
-- Sí, por favor. Ahora, id al vestuario, y os vais ha poneros, el uniforme. Si necesitáis algo, ellos os echarán, una mano. Hasta luego.

-- Ha dicho informe? -- preguntó Ayham.
-- Pués sí.
-- Uniforme? Y por qué, tenemos que llevar uniformes? Qué es esto? El ejército?
-- No sé.  Por qué, no se lo has dicho? Tienes miedo?
-- No. Es la jefa. No quería protestar, el primer día.
-- Sí, claro.

-- Lo has entendido? -- preguntó Aysum, al chacal.
-- Claro que lo he entendido, Aysum. No soy tonto. Parece, que no me conozcas. Tengo que ir, ha provocarlos. Aunque no sé, como. Llevan siglos sentados, sin levantarse de la silla. Cómo, los voy ha provocar?
-- Ves como no me escuchas? Si ya están todos, enfadados. Por lo de la biblioteca. Lo he oído, antes. Venga, confío en ti.
-- Vale, de acuerdo. Pero por lo menos, dame algo de dinero. Les invito, tomar algo, y así, me los gano con más confianza.
-- Dinero? Cuánto quieres?
-- Con 200, bastará.
-- Ah...A que, les vas invitar, con 200 liras?
-- A lo que haga falta, mujer. Tengo que ganarmelos. Miralos. Pero si tienen una cara de hambre, que ni te cuento. Si les invito a comer algo, igual, me comen a mí.
-- Ya...Tienes razón.
-- Pués claro. Vale. Vamos a separarnos...para no llamar la atención-- dijo el chacal, cuando le dio el dinero. -- vamos?
-- Lo tienes todo claro?
-- Clarísimo, sí...tú, tranquila.

-- Ten más cuidado, Sanem-- dijo Ayham.
-- Ayham. No tenemos mucho tiempo. Tenemos que limpiar esto, rápidamente.
-- Vale. Vamos ha ponernos...a limpiar. 
-- Vaya.-- Adónde vas? -- preguntó ella, a un gimnasta.
-- A correr.
-- Oh...de eso nada. Vete a otro sitio. Llevas las zapatillas sucias, y acaba de limpiar la cinta.
-- Pero...quiero correr.
-- Pués vete a correr, a otra parte. Mira...Esto está lleno de máquinas. Es que no lo ves? Elige otra, pero no me pises, lo fregao. -- Venga, corre, Ayham. Antes de que venga, Can.
-- Ya empiezas a hablar, cómo tú madre. Oye. Qué estás haciendo-- preguntó Ayham, cuando ella se escondía detrás delcarro de la limpieza.
-- Can.
-- Qué?
-- Can.
-- Can, está aquí? -- preguntó Ayham, escondiéndose también. -- ya le veo. Ay...Es como ver, a un dios griego.
-- A qué sí?
-- Pero bueno. Y ahora sólo le vemos, cómo un amigo. Nada más.
-- A esta, también?-- preguntó ella, al ver a Yeyda.
-- Un momento. Quién es esa? Le está poniendo, ojitos--dijo Ayham.
-- Es Yayda, con su pelo rizado. Menuda lagarta.
-- Pués...ten mucho cuidado, a ver si...te lo va ha quitar. Se lo está comiendo, con la mirada, la tía.
-- Ayham. No me calientes más, de lo que ya estoy. Por favor. Venga, vamos ha escondernos. Corre.
-- Sí...vamos.
-- Ah...oh...Qué no nos vea.
-- Se puede saber, que...-- interrumpió la jefa, gritando.
-- Ah...Qué susto, nos ha dado. Que qué, dice? Estamos limpiando. De echo, ah...ya hemos terminado.
-- Cómo qué ya habéis terminado?
-- Hemos dicho, que casi estamos.
-- Pués sí. Muy rápidas. Le juro, que ya está todo limpio. Mire y verá, lo limpio que está. No hay, ni una mota de polvo.
-- Cómo qué no? Pero si hay polvo, por todas partes, mujer. Y ni siquiera, habéis vaciado, la papelera.
-- Eh...
-- Dónde está, la papelera?
-- Eso. Dónde está, la papelera?
-- Está ahí. Es que, no la ve?
-- Ayham, dime. Tú ves, la papelera?
-- Ah...ah...A sí, es verdad. Ya la veo.
-- Y no queréis, vaciarla? O queréis, que lo haga yo?
-- Si quiere? Por mí, no hay problema.
-- No, no. Está bromeando. Por qué, iba ha vaciarla tú? Ya la vaciamos, nosotras.
-- Hacedlo, inmediatamente-- dijo la jefa del gimnasio.
-- Hay que ver, lo mal que trabaja la gente-- dijo Ayham.
-- Es el primer día, y ya estoy, harta. De verdad.

-- Can. Cuando me vas a enseñar, movimientos de boxeo? -- le preguntó Yeyda, a él.
-- Ahora vamos-- dijo él, mientras que ella, lo escuchaba escondida.

-- Pero, que haces?-- preguntó ella a Ayham, al hechar la papelera a la bolsa de la basura.
-- Qué asco. Por tú culpa, he de limpiar, la basura de los demás.
-- Sh...choca esos cinco, amiga. Acaba de tener, una idea.
-- Cuál?
-- Ya verás. Es una idea, brillante. Ayúdame con el carro, Ayham.  Esto pesa mucho.
-- A mí también, me da mucho asco.

-- Cuál era? Están todos, mezclados. No puedo hacerlo. No puedo hacerlo. Cuál era? A mí, me va ha dar algo. Siempre igual-- dijo Geygey.
-- Ah... Qué pasa? Seguid trabajando-- dijo Gollit.-- Sigue tú, por favor.
-- Ah..Tiene que ser, esta. Cuál, puede ser? Cuál? -- Qué haces, Gollit? Para ya, con el dedito. Tikitiki.
-- Tengo que decirte, una cosa.
-- Vale. Espera, no me cuentes nada. No quiero, que me cuentes nada. Dime. Qué pinta, tiene mí coeficiente, intelectual?
-- El coeficiente, intelectual, no es algo que se nota.
-- Y qué es, mi coeficiente intelectual, ahora mismo?
-- Está claro, que es cero.
-- Eh...tan bajo? 
-- Venga, Geygey. Tengo que contarte, una cosa.
-- Cuéntamelo, pero rápido. Qué tengo, mucho jaleo.
-- No te parece, cómo si Leyla, y el señor Embre, estuvieran...
-- No he notado nada. Y no vengas, ha contarme ésas cosas, eh? Ya está bien, de chismorrear, eh?
-- Calla.
-- No quiero cotillas, y mira, lo que tengo que hacer, eh? Menos hablar, y más trabajar, eh?
-- Vale, vale. No te preguntaré, nada más. Me voy.
-- Ya está bien, de corre, va y dile. Marchate, mala influencia. Marchate.
-- No les hagais caso. Tiene unos de ésos ataques.
-- Cómo si fuera, un perejil.
-- Tranquilizate, hombre. Centrate.
-- No puedo.

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