ANTE TI, SOY

By apbooks9

57.9K 8.5K 3K

PAUSADA. SIN FINALIZAR Romance Histórico situado en principios del siglo XIX. Año 1820 Inglaterra Cadence Mil... More

Bienvenidos
Sinopsis
Introducción
Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27

Capítulo 2

2K 258 29
By apbooks9

Suffolk, Inglaterra. 28 de Mayo de 1820

Tomó la taza que aún humeaba y la acercó a sus labios mientras oía los pasos acercándose por el corredor y lamentó una vez más no haber optado por la caminata diaria que la alejaba un poco del bullicio y los comentarios preocupados, aunque entrometidos, de su tía Anne.

Caminó hacia el alto ventanal y contempló las calles de la ciudad, y aunque había deseado innumerables veces durante las últimas semanas volar lejos y de alguna manera milagrosa olvidar su vergüenza y humillación, nada se comparaba a los últimos días en que el dolor de la realidad que la golpeaba nuevamente solo le revolvía los pensamientos hasta el punto de preguntarse si quizás hacer caso a su pedido, solo lo empeoraba todo.

Inspiró profundo para que el aire renovara su interior y removiera aquellos pensamientos tumultuosos, aquella mezcla de odio, decepción, vergüenza, orgullo propio y lealtad que eran tan difíciles de controlar; pero el sol que perdía resplandor y dejaba paso a las sombras, sólo se comparaba a sus oportunidades, a su realidad, a su vida misma y contuvo su profunda tristeza.

Los pasos se hicieron más cercanos y cerró sus ojos aguardando oír su voz irritante de un instante a otro.

— ¿Caddy? —Los abrió de repente y se volvió hacia la puerta. Su sonrisa perfecta la observaba expectante y sólo atinó a dejar la taza sobre la mesa haciendo que la porcelana tintineara mientras levantaba su falda y corría hacia él.

— ¡John! —Gritó al tiempo que se fundían en un abrazo y las lágrimas brotaban cálidas rodando por su mejilla. — ¿Qué haces aquí? ¿Cómo...? Es que no puedo creer... no imaginas cuánto te he necesitado.

—Sí... lo sé... —Sorbió su nariz y observó sus ojos de manera inquisidora mientras se preguntaba una y otra vez cómo podían los comentarios viajar tan rápido y esparcirse de aquella manera.

— ¿Cómo? ¿Quién?... —Resopló mientras secaba sus lágrimas. — ¿Pudo mi tía atreverse a tanto? —Preguntó indignada sabiendo que la respuesta era un rotundo sí.

—Está preocupada por ti...

—¿Podrías justificarla? Creo que no... Le he pedido que no se inmiscuya más en el asunto y no ha dejado de hacerlo ni un solo segundo. —Estaba hastiada de sus preguntas y cuestionamientos, de sus palabras afiladas y su constante hostigamiento a decir una verdad que guardaba en agradecimiento, pero que le habían costado tanto dolor.

—Quizás la tranquilizaría si le dijeras lo que ha sucedido... si me lo dijeras a mí también. —Caddy inspiró profundo, estaba segura que ninguna de las dos opciones era válida. No recibiría sino una palmada en su hombro y unas míseras gracias por guardar silencio. —Nada has dicho, ni siquiera a Jane... —trago saliva en silencio intentando mantenerse inmutable.

—Nada ha pasado... Me di cuenta que no era el indicado, solo eso. — John rio con ironía mientras quitaba su sombrero y golpeaba sus botas contra el suelo.

—Puedes mentirle a mi madre, a Jane, a ti misma, a todos los demás, pero no a mí. ¿Qué sucedió esa tarde? —exigió.

—No estoy mintiendo. Sólo es la verdad. Nada sucedió. —dijo con firmeza aunque su mirada huyó de la suya y volvió a posarse en el humo de su taza.

— ¿Prefieres entonces una vida de solterona?

—Lo prefiero a vivir sin amor. —respondió con decisión y él resopló.

—Eres terca, muy terca, y esto no ha hecho más que complicar tu situación. Tan solo faltaba que él regresara y pusiéramos fecha...

— ¿Qué situación? —Preguntó indignada pues había quedado prendida de aquella frase.

—Ya sabes... —dijo haciendo un gesto con la mano para quitar importancia a lo que había dicho y que había escapado de sus labios sin conciencia del daño que podía causar.

—No te atrevas a hacer mención sobre el miserable de Robert Foster porque ya sabes que no llegaremos a buen puerto.

—Aquella bofetada en medio del baile no fue una buena idea, Caddy... Más allá de que todo lo que hizo lo justificara. —Tenía razón, pero más razón había tenido su mano para estamparse en el rostro de aquel sinvergüenza. —Han pasado tres años de aquello y la sociedad aún no lo olvida, Londres no olvida, la aristocracia no olvida. —Hizo una pequeña pausa, y luego insistió en el asunto— ¿Crees que cancelar tu compromiso, de verdad es lo mejor? Tienes veinticinco años, aún eres bonita pero hay miles de señoritas más jóvenes que acaparan las miradas, mientras tu historial te condena y de verdad estoy convencido como la primera vez de que Walter Harris es un hombre joven, hecho y derecho, con posición, elegante y que te haría feliz. —Cadence Miller contuvo su respuesta y cruzo sus brazos sobre el pecho convenciéndose nuevamente de que la mejor opción era guardar silencio. Sentía sus mejillas inflamarse y las dos lágrimas que vertió a espaldas de su primo, calmaron su ardor. Las secó rápidamente y luego bebió un sorbo de su té, mientras él la rodeaba por la espalda y susurraba. —Mi madre me ha pedido que hable contigo, que interceda ante él... —Se volvió hacia él boquiabierta, pero aguardó que terminara. —No puedes hacerte esto, Caddy. Tómate unos días, piénsalo... Es lo mejor y estoy seguro de que se te borrará esta loca idea. Me consta que estabas ilusionada pues la última vez que hablamos de sus planes no dejabas de sonreír, ¿cómo has podido cambiar tus sentimientos en tan poco tiempo?... te conozco como si fueras también mi hermana. —Volvió a rodearla en un abrazo que ablandó su determinación y al mismo tiempo la fortalecía. De alguna manera sentía que él era el único que lo merecía.

Sus palabras le hacían daño, doblaban su entereza, resquebrajaban la delgada cubierta de su corazón herido y hurgaban en sus profundidades más secretas. Por un instante titubeó, anhelaba compartir aquel dolor tan grande, explicarle, pedirle que interviniera, pero no se atrevió, y en aquel instante extrañó a su padre más que nunca antes.

Hubiera deseado tener su control, su capacidad de hacer y perdonar, determinación, decisión y dominio propio, pero era imposible. No tenía ese carácter o templanza, no era mansa ni sumisa, carecía de resignación y era demasiado orgullosa para acudir a cualquier tipo de artimaña ruin, mentirosa, dañina o malintencionada; pero la familia es lo primero.

—Piénsalo... —Volvió a susurrar John, y ella apretó sus labios entendiendo que quizás su padre no había tenido el tiempo suficiente para aconsejarle, se había ido muy pronto, aunque ninguno de sus consejos aplicaba en aquella situación que se juró a sí misma guardar bajo siete llaves.

—No puedo prometer nada, sólo te pido que no intervengas. —Prefirió responder. Darle a él algo de esperanzas para que dejara de perturbarla, le daría tiempo para ser más fuerte. Vio el reflejo en el cristal de sus labios estirándose levemente y supo que lo había logrado. John se alejó hacia la mesa y se sirvió una copa. — ¿Por qué no me dijiste que vendrías?

—Digamos que recibí la carta de mi madre y solo pensé en venir a verte, por lo que tomé la primera diligencia.

— ¿Cuánto piensas quedarte?

—No lo sé... Me urge regresar y solucionar unos asuntos de suma importancia aunque antes pasaré por Cambridge unos días.

—No debiste venir así, no era necesario. Ya ves que estoy bien, nada ha pasado y hubiera preferido que tu visita sea más larga, que pudiéramos compartir algo más de tiempo juntos.

John sonrió con ternura mientras bebía el último sorbo de su copa y la dejaba sobre la pequeña mesa.

—Nada me gustaría más, Caddy... pero ya sabes que los negocios son importantes y que no pueden ser pospuestos. Eso sí se lo debo a lo madre, por supuesto, pues toda su confianza descansa sobre mí, aunque no quita que aproveche unos días del verano cerca de ustedes.

—Sí, lo sé.

— ¿Sabes qué? En mi viaje de regreso encontré a la familia Harlow aguardando por la diligencia. La señora Sarah siempre tan elegante y Amy sin dudas es una delicada flor. —Cadence sonrió. Amy era dulce, delicada y estaba perdidamente enamorada de John. Que él la resaltara no hacía sino alegrar su corazón, pues nada la haría más feliz que ver a su amiga formar parte de la familia.

—Amy es especial y nos escribimos varias veces con la idea de coincidir en Cambridge, Brooke me ha escrito para que la visitemos, pero no me siento de ánimos...

— ¿No iras a Castell este verano? Válgame Caddy, ¿cómo puedes perder esta oportunidad? —sus hombros se hundieron en pena. Amaba a sus amigas, pero no podía imaginar sus preguntas, su presión constante para que explicara con detalles las razones de su cambio y mucho menos pintar su rostro con sonrisas que no tenía, para pasear de un lado a otro.

—No siento el deseo...

—Definitivamente estás loca. ¿Piensas morir de calor aquí? —cuestionó incrédulo.

—Que vaya o no, es exactamente lo mismo.

—Olvídalo, mi madre no querrá que te quedes, ya me lo ha dicho. Nada levantará tus ánimos y te hará caer en la realidad que una buena charla de amigas, algún baile... —Claro que estaba segura. Amy insistiría en su edad avanzada mientras Brooke se empeñaría en encontrarle un nuevo pretendiente que por supuesto sería adinerado aunque el más viejo de los compañeros. —Es más, estoy convencido que le darás a Walter el valor que realmente tiene y cambiarás de opinión. —El brillo de sus ojos marrones que apenas se había encendido con su llegada, declinaba como el sol que ya se perdía. — ¡Vamos! No me mires así... te amo y sólo quiero lo mejor para ti.

— ¿Lo mejor para mi? —cuestionó indignada.

—Ve a preparar tus cosas, no acepto un no como respuesta. Mañana mismo saldremos de viaje, mi madre vendrá con nosotros y Jane se unirá después. —Intentó replicar, pero el rostro de John era inapelable. —Ve.

—No deseo ir. Quiero que tengas claro que disiento por completo con tu manera de pensar y actuar. No considero un insulto mantenerme soltera, soy una mujer inteligente que detesta la idea del matrimonio, por solo decir que está casada con el único propósito de congraciarse con una sociedad tan hipócrita. Yo prefiero el amor y el respeto, al dinero o la compañía aburrida de cualquier hombre sin cabeza...

—No seas irrespetuosa, Caddy.

—No lo soy. Estoy expresando mis convicciones.

—Pues no las expreses tanto... guárdalas en tu corazón y más bien silencia tus labios si no quieres ser quemada viva por nuestras amistades, pues aunque no lo desees, irás. Es mi obligación como primo y tutor que no caigas en desgracia. ¡Terminaste con tu compromiso y prefieres quedarte aquí sola y metida entre estas cuatro paredes! ¿Imaginas acaso lo que diría tu padre? —Caddy guardó silencio y su barbilla tembló. Pensar en su padre en aquel momento era un golpe bajo. —Ya bastante he aceptado tus locas ideas y mira a dónde has llegado— Contrajo su frente repleta de ira, sus labios se apretaron indignados y contuvo sus palabras. John aguardó un momento mientras la observaba. Supo que sus palabras la habían herido, pero no podía dejar que aquella oportunidad pasara a su lado y no aprovecharla.

—Anda, ve a preparar tus cosas. Mañana saldremos temprano, tengo unas diligencias que hacer en Londres y nada me haría mejor que un poco de vida social antes. Tanto papeleo me ha agotado y este año ha sido tan largo, Caddy... —Apenas movió su cabeza asintiendo, dejó la taza sobre la mesa y tomó el corredor hacia su habitación a paso presuroso.

Continue Reading

You'll Also Like

Rockstar_juniorh By isa

Historical Fiction

6.4K 332 19
El amor no lo podrá todo, Antonio hará lo posible para seguir con su amada pero algo no lo permitirá *Lenguaje explícito🔞 *No acto para todo el públ...
28.6K 2.2K 56
Ni los propios dioses igualan su belleza Ella es la hija del faraón y yo un simple soldado... Cómo podría una princesa fijarse en un hebreo.....
42.7K 2.4K 25
Nicolás un niño de 13 años, un poco sensible e infantil, pero con una gran madurez mental, creció sin padres y tras la muerte de su abuela cuando ten...
1.5M 106K 52
En una epoca, en donde era comun un matrimonio sin amor, donde tenia mas valor un acuerdo o un convenio , que garantizará un linaje y los negocios de...