—Danna…—exclamo caminando detrás suyo.—Dan, espera. Por favor…—mis pies la siguen y cuando ella se frena para mirarme yo también lo hago.—Lo siento mucho en verdad...
—¿Qué es lo que haces aquí, Christopher?—pregunta sin dejar de mirarme.
—Bueno, yo…—suspiro.—Pensé que era una buena idea venir…
—No te creo.—me recrimina.—¿Fue Aarón, verdad?
Me quedo en silencio un largo momento pero finalmente asiento.—Y Erick también.—anuncio.
—Agh.—suelta.
—Lo hicieron por una buena causa o algo así.—respondo de inmediato.—Mira…entiendo que no me quieras ver, que estés muy enfadada conmigo y que sea un completo idiota, lo acepto y lo entiendo. Créeme. Pero…estoy arrepentido…de absolutamente todo. No te deje de amar, nunca te he dejado de amar ni siquiera antes cuando te marchaste y me dejaste un mensaje de voz…—hago una pausa.—Estaba asustado, Danna…sé que no es una excusa pero… ¿cualquiera se aterraría de tener que lidiar con tantas personas detrás de ti, no? No me vas a dejar mentir, tú misma lo has vivido antes…
—Christopher…—comienza pero mi voz la interrumpe.
—Sí, sé que la manera en la que dije las cosas tal vez logré que todo se malinterpretara pero estoy muy seguro del amor que siento por ti…¿cómo crees que no voy a estarlo…?
—Eso no fue lo que me dijiste en el mirador de Westfield…—anuncia y sus palabras me golpean con fuerza.
—Ya lo sé.—susurro.—Dan…pedirte que me perdones suena a un acto de puro egoísmo…—respondo.—No tengo ningún derecho a irrumpir en tu vida cuando parece estar en el mejor momento pero no puedo seguir así. No estoy dispuesto a seguir así. Te he echado de menos cada segundo que no hemos estado juntos desde ese día en el mirador…
—¿De verdad, Christopher?—cuestiona pero en su tono de voz puedo percibir perfectamente bien ese toque de ironía.
—Danna, por favor…—niego lentamente.—Solo quiero que me dejes explicarte como pasaron las cosas…desde el principio. ¿Sí…?—Sus ojos miel vuelven a mirarme con fijeza.—Sólo una oportunidad, por favor…solo una y si después de eso quieres que me vaya entonces lo haré, te dejaré en paz y no volveré a molestarte, lo prometo…
Danna se muerde el labio inferior y justo cuando creo que se marchará asiente.—Está bien.—Y con dos simples palabras mi cuerpo completo se relaja. Un impulso se abrazarla se apodera de mi cuerpo pero decido ignóralo y en su lugar le sonrío.—Pero no creo que una feria repleta de personas sería el lugar ideal para hablar de estos temas ¿no crees?
—Entonces vamos a donde quieras…—Danna inspira.
—¿Te importaría caminar…?—pregunta.
—En absoluto.
—Bien…
(…)
Llevo mis ojos hasta el lugar en el que estamos. Un parque rodeado de árboles en medio de la ciudad es algo que uno no ve todos los días. Quiero decirle a Danna que no quiero entrar ahí pero ella parece bastante confiada así que sólo la sigo.
—No tenía ni idea de que existía este lugar…—comento con la intención de terminar con el silencio incómodo que se ha generado entre nosotros.—Ya sabes…no es algo que se vea todos los días…—ella me mira.—Y si lo miras bien da la impresión de que puede ser hasta peligroso…
—Nada malo va a pasarte si eso es lo que estás pensando.—responde tomando asiento en una de las bancas de mármol. La miro en silencio y tomo asiento a su lado.—Lo descubrí cuando no podía seguir soportando a Marion y quería huir de ella…me gustaba salir a correr así que un día simplemente llegué a este lugar…
—Es lindo, quiero decir…
—¿De verdad vamos a hablar sobre el parque…?—pregunta.
—No.—niego.—Danna…
—¿Cuándo comenzaste a sentir que ya no podías lidiar conmigo…?—cuestiona sin rodeos.—Nuestros ojos se encuentran un momento.—Christopher…no le des más vueltas…
—Cuando Starving terminó…—murmuro lentamente.—Cuando volviste a casa…—asiente lentamente.—No es que sintiera que te quería menos…era más bien que comenzamos a pasar mucho tiempo juntos, prácticamente todo el día…yo estaba todo el día en casa porque tenía esa estúpida lesión…y tú también pasabas mucho tiempo en casa…después cuando estaba en redes sociales no había ni una sola publicación que yo mirara que no llevase tu nombre y el mío…—cuento pero ella no aparta sus ojos de los míos.—Y comenzó a abrumarme a sobre manera…no tenía ni idea de cómo frenarlo porque no quería sentirlo…
—¿Por qué nunca me lo dijiste…?—se atreve a preguntar. Sus ojos brillan bajo la luz de la luna y por un segundo mi cerebro se queda en blanco.
—Porque no quería lastimarte…
—Me lastimaste más haciéndome creer que no me amabas, Christopher…
—Lo sé…—asiento.—Y soy un tremendo idiota por eso…
—No.—responde.—También soy una tremenda idiota porque cuando comencé a notar que estabas más y más ausente nunca hice nada para frenarlo…—hace una pausa.—nunca te pregunté qué era lo que te pasaba o que era lo que nos estaba pasando a ambos…si al final de cuentas éramos dos…
Suspiro.—Después comenzaste a tomar tus clases de actuación…y cuando volvías estabas tan emocionada por todas las cosas buenas que te estaban pasando. Y yo estaba, estoy, realmente orgulloso de ti y de todas las cosas que has conseguido ¿sabes? Te he visto trabajar tanto y tan duro para lograrlas que no tienes ni idea de cuánto orgullo siento de ti…
—Yo…
—No te estoy culpando de ninguna manera…
—No necesito que me protejas, Christopher.—replica.—No necesito que me digas que no tengo la culpa de nada porque los dos sabemos que sí la tengo. Esta relación era de los dos, no solamente tuya. Por lo tanto también es culpa mía y…
—No.
—Sí.—repone de inmediato.—No puedes pretender que las cosas se arreglen entre nosotros y decir que no tuve la culpa…fue de ambos.—suspira.—Aarón tenía razón cuando dijo que nosotros no estábamos listos para pasar tanto tiempo juntos ¿sabes? Funcionamos teniendo una relación a la distancia pero no para tener una relación así…—hace una pausa.—Los dos tenemos vidas ajetreadas, Christopher. Yo estoy acostumbrada a ir por el mundo cantando encima de un escenario y tú estás acostumbrado a estar en un solo lugar…pertenecemos al mismo mundo pero no a la misma vida…
—Esto ya lo escuché antes…—murmuro.
—¿Qué pasa si no funciona…?—pregunta en voz baja.—¿Qué pasa si después vuelve a pasar exactamente lo mismo…? ¿Qué pasa si en realidad nuestro destino es no estar juntos…? ¿Qué pasa si cada una de las pruebas que hemos tenido que superar para estar juntos es una señal clara de que no tenemos que estarlo, Christopher…?
—Danna…
—A veces las almas gemelas están destinadas a encontrarse pero no a estar juntas…—mi corazón se estremece ante sus palabras pero mantengo mi postura.—¿Qué pasa si ese es nuestro caso…?
—¿De verdad estás tan segura de eso…? ¿O solo lo estás diciendo para convencerme de desistir de la idea…?—Una pequeña sonrisa se forma en los labios de Danna y niega lentamente.
—¿Estás dispuesto a volver a estar dentro de un mundo con el que no puedes lidiar, Chris…?—pregunta en un hilo de voz.
—Si estás en él, sí.—respondo sin duda alguna.—Tuve que perderte para darme cuenta que no soporto la idea de saber que estás lejos. Tuve que perderte para darme cuenta que no puedo continuar sin ti ni puedo fingir que no me importa que sigas como si nada…tal vez suena egoísta pero…cuando cantaste esa canción en el evento e recaudación de fondos fue…
—La entendiste…—susurra lentamente,
—Claro que la entendí. Y es preciosa igual que cada una de las canciones que escribiste. Pero que la hayas cantado para mí en ese evento de caridad fue…—respondo.—Entendí que tenía que hablar contigo, entendí que tenía que decirte absolutamente todo, entendí que no te iba a dejar ir tan fácilmente…entendí que quiero estar contigo así tenga que lidiar con un billón de personas en el proceso ¿sabes? Entendí que eres el amor de mi vida y que he sido el idiota más grande de la historia…
—Christopher…
—También entendí que te amo como a nada en el mundo y que…
—¡Christopher!—exclama.
—¿Sí?
—¡Bésame!
—Te prometo que nunca en la vida voy a…
—No.—responde apartándose de mí. Sus ojos me miran fijamente y niega un poco.—No me prometas nada…
—Pero…
—Chris…siempre que nosotros prometemos algo todo de va al carajo después…—murmura sin dejar de mirarme.—Hagamos que esto funcione. Pero hagámoslo bien ¿de acuerdo…? No presionemos nada, cada uno tiene sus propios asuntos de los cuales encargarse y creo que…ya hemos tenido suficiente de eso. Hemos cometido error tras error y ciertamente esto no es lo mejor ¿sabes?
—¿Tienes miedo…?
—Dime quien no lo tendría.—respondo en voz baja.—No hagamos las mismas cosas que ya hicimos ¿Sí? Démonos nuestro propio espacio…
—¿Te refieres a…?—asiente.
—Sí.—hago una pausa.—Me refiero al hecho de vivir juntos…a convivir todo el tiempo juntos. Ya vimos que las cosas no funcionan así, Christopher. Está increíble que compartamos algunas cosas, quiero decir…
—Ya entendí tu punto…—murmura sin dejar de mirarme. Llevo mi mano a su mejilla dejando pequeñas caricias sobre su piel. Una pequeña sonrisa se forma en sus labios.—¿Me amas…?
—Como a nada en el mundo.
—¿Aunque haya arruinado tu atuendo…?—cuestiona. Llevo mis ojos a la gran mancha de salsa de tomate de mi blusa y niego lentamente.
—En el mundo hay cosas más importantes que las manchas de salsa de tomate.—anuncio encogiéndome de hombros. Christopher se ríe en voz baja antes de acercarse a mí y rozar sus labios con los míos sin hacer presión realmente.—Te amo.
—También te amo.—responde en voz baja.—No te dejaría de amar incluso aunque cada persona del mundo estuviese detrás ti ¿entiendes eso…?
—No me lo digas… mejor demuéstramelo.
—Voy a dedicarme a hacerlo siempre…
—¿Vendrías conmigo a la premier de la película…?—cuestiono sin dejar de mirarlo.
—Iría contigo hasta el final del mundo…—una extensa sonrisa se abre paso en mis labios y niego lentamente.
—Mañana me iré a Westfield…—anuncio.—Voy a pasar unos días con mi familia, mamá no la está pasando nada bien así que bueno…—Christopher asiente débilmente.—Aarón y Belenn vienen conmigo…si quieres puedes unirte…
—Me gustaría pero no puedo.—responde.—Tengo entrenamientos, viene una serie de partidos importantes así que no puedo deslindarme de esto…
—Entiendo.
—Pero… ¿te gustaría tener una cita conmigo cuando vuelvas…?—cuestiona. Mi corazón se acelera ante sus palabras y asiento.
—Me encantaría…—Christopher me sonríe antes de depositar un beso sobre mis labios.
—No tienes ni idea de la manera que amo que estés conmigo otra vez…—hace una pausa.—Te eché mucho de menos y siento como si hubiese pasado una eternidad desde la última vez que nos vimos y….
—Sobre la última vez que nos vimos, yo…—comienzo y él niega.
—No importa ya, mi amor.—responde.—Lo importante ahora mismo es que estás acá y que no voy a dejar que te vayas de mi lado nunca más…
—Tampoco quiero irme, Christopher…—susurro.—Y Christopher…
—¿Ajá…?
—No tienes razón alguna para sentir celos de Levi…ninguna…