Después de esa noche todos habíamos ido a nuestras respectivas habitaciones, cuando me desperté a la mañana siguiente y me di cuenta que las camas de las chicas estaban vacías.
Cepille mis dientes, mi cabello despeinado y mis ojeras estaban intactas en mi ya que no hice el mínimo esfuerzo en arreglarme.
Después de bajar las escaleras y pasar por la sala me di cuenta que no había nadie en la casa o eso creía hasta que escuche un ruido extraño en la cocina.
Saque mi varita dispuesta a atacar si veía algo extraño pero cuando crucé me encontré con Harry, estaba un poco agitado, llevaba una camiseta holgada ligeramente sudada pero su cara tenía harina.
Se encontraba tras el mesón el cual tenía unas manchas de una mezcla extraña, la cocina encendida con un sartén mientras él susurraba una melodía para él mismo mezclando una mixtura en un tazón.
-¿Harry que es este desastre?- pregunté tomándolo por sorpresa.
-Emmm, yo...- su voz era nerviosa -hacia el desayuno.
Me causo gran ternura ver sus manos hechas un desastre y su cabello en partes blanco, era evidente que se había pasado los dedos llenos de harina por ahí.
-Aquí está tu desayuno.- me extendió un plato con un par de pancakes con miel encima acompañados de un jugo que por el color supuse que era de naranja.
-¿Tú hiciste esto?- una sonrisa se extendió en mis labios al ver que el asintió un poco avergonzado. Harry a pesar de toda la confianza que nos teníamos aveces se mostraba como el chico tímido que conocí cuando llegue a Hogwarts.
Se sirvió sus pancakes y se sentó frente a mi en el mesón.
-¿Y los demás donde están?- pregunté
-Fred, George y Ron salieron a trotar, las chicas fueron a ver el jardín de la señora Weasley y ella y Arthur fueron a comprar algunas cosas para la cena de navidad.
-¿Ron salió a trotar por voluntad propia?- inquirí sorprendida.
-Bueno- me dio una pequeña risa demasiado tierna -en realidad los gemelos lo obligaron.
-Eso tiene más sentido... ¿Y tú porque estás sudado?
-Es que también salí con ellos a trotar solo que cuando me canse vine y ellos siguieron.
-¿Después de quemar calorías vienes a comer pancakes?
-Al parecer estás muy curiosa esta mañana- me miro con cierta diversión a lo que yo me sonroje e hice silencio.
Cuando terminamos de comer yo fui a lavar los platos y él a mi lado limpiaba el desastre del mesón y la cocina.
-Deja de decirle lo que sea que le hayas dicho a Ginny- exclamo Harry, no me lo dijo de mala manera, fue más como una petición.
Sabía perfectamente a qué se refería ya que recordé mi conversación con la pelirroja la noche anterior.
Flashback
Estábamos en la habitación las chicas y yo, la castaña ya estaba profundamente dormida, la pelirroja perecía que también hasta que llegó a un lado de la cama donde yo descansaba.
-t/n quiero pedirte un consejo.- abrí mis ojos y la contemplé, yo solo asentí para darle a entender que la escuchaba -me gusta mucho Harry, bueno eso ya lo sabes, pero quiero ganarme su confianza, que se sienta cómodo conmigo así como lo hace contigo. Sé que lo conoces de la misma manera que yo quiero hacerlo pero ¿cómo? ¿Que debo hacer?- sus preguntas claramente me incomodaban ¿cómo le decía que no podía decirle ya que yo también tenía sentimientos por ese azabache?
-Creo que es cuestión de conexión- pensé un momento -intenta hablarle pero no volver el ambiente incómodo, ve de espacio, Harry requiere de paciencia ya que no va a ir a lanzarse a tus brazos como...- como se lanza a los míos -cómo un desesperado.- termine de decir.
-O sea ¿tengo que darle tiempo?
-Efectivamente, él lo necesita.
-¿Contigo todo fue así?
No, lo de nosotros fluyó solo, sin ser planeado ni elaborado.
-Parecido- mentí y me encogí de hombros.
-Bueno gracias t/n, ya podré dormir tranquila- se levantó de mi lugar y se fue a su cama.
Me costo dormirme hasta que logre consolidar el sueño.
Fin del flashback
-No tengo ni la menor idea a qué te refieres- mentí, solo quería ver que me decía.
-Oh no, no, no. Sabes muy bien de lo que hablo.
-Ginny te quiere Harry.
Se acercó a mi y tomo mi rostro entre sus manos.
-¡Pero yo te quiero a ti!- exclamo y con su pulgar limpio un poco de miel que corría por la comisura de mis labios -no quiero que la chica que me gusta aconseje a otra para que me conquiste porque con la única persona con la que quiero estar ES CONTIGO- puso énfasis en esas dos ultimas palabras con la intención de que yo lo entendiera.
-Okey, lo entiendo- sin que lo notara moje mi mano con el agua del grifo y se la pase por la cara mientras reía. Su rostro lleno de harina mezclado con en el líquido se volvió una mixtura rara en su cara.
-Así quieres jugar ¿eh?- pasó su palma por el mesón lleno de harina y me lo restregó en la cara a lo que ambos reímos -eres tan bonita.- sus ojos desprendían un hipnotizante brillo al mirarme.
Subí mi mano húmeda y limpié sus labios para luego inclinarme hacia el y plantarle un tierno y delicado besó sus labios, evidentemente me lo correspondió sin pensarlo subiendo su mano a mi mejilla, tome su labio inferior y le di un pequeño jalón a lo que él solo soltó un gruñido.
-No hagas eso- lo mire al soltarlo y tenía su labio enrojecido.
-¿Por qué no?- pregunté divertida.
Se acercó a mi oído y susurro con su voz ronca y demandante -Porque me incita a querer hacer cosas contigo que no son las más adecuadas estando en una cocina.
Iba a decirle algo hasta que vi a los pelirrojos llegar acalorados de su trote junto a las chicas.
-¿Que pasó con sus caras?- pregunto Hermione.
-Sus caras son lo más irrelevante en este momento ¡Tengo sed! ¡¿Donde hay agua?!- el pelirrojo salió corriendo por agua tan desesperado que hasta me causó gracia.
El azabache y yo volvimos a la limpieza mientras los demás nos platicaban de lo que habían hecho esa mañana.
Ginny no hablaba, ni se acercaba a Harry ¿acaso él le había dicho algo malo?
Al terminar fui a ducharme y cuando baje nuevamente ya los señores Weasley habían llegado.
-Disculpen por irnos sin avisar, no los queríamos despertar- dijo la señora Weasley con una gran sonrisa -pero ya vamos a almorzar, voy a preparar la comida.
Después de unas cuantas horas ya había llegado la hora de comer, llevaba puesto un vestido de mangas largas pero la parte de abajo me llegaba a la mitad de mis muslos. Molly me pidió que fuera a buscar unos platos faltantes en la cocina y al llegar ahí me encontré con Harry, recién bañado y vestido de manera casual. Me sonrió y al pasar detrás de mi metió su mano bajo mi vestido y con la yema de sus dedos toco sutilmente parte trasera de mis muslos, cerca de mi trasero.
Ese toque me puso nerviosa y mis mejillas ardieron, nadie lo noto así que yo agite mi cabeza para tratar de eliminar los pensamientos impuros que se asomaban en mi mente.
Ambos tomamos varios platos en nuestras manos y solo quedaban dos puestos vacantes en la mesa. Me senté junto a él.
La comida procedió normal y al finalizar todos nos quedamos solo hablando, mi concentración estaba en la conversación de Ginny y Hermione hasta que una palma cálida toco mi frío muslo, Harry.
Se hizo el disimulado prestándole atención a la conversación de los gemelos y Ron. Mire al rededor y note que el señor y la señora Weasley estaban concentrados hablando del otro lado de la mesa.
Al darme cuenta que nadie estaba al pendiente de nosotros puse mi mano sobre la entrepierna de Harry y él al instante se tensó pero yo continué. Con gran agilidad desabroche su pantalón y lo baje lo suficiente para darle espacio a mi mano, al estar tan apegados nadie se daba cuenta del movimiento de mi mano por debajo de la mesa.
Sobre la tela acaricie su miembro que al sentirme se endurecía más y más. Él no hacía nada, solo tapaba su boca con la palma de su mano tratando de disimular.
Metí mi mano más adentro, empecé a subir y bajar a paso lento, para él era como una tortura ya que podía sentir como su rigidez palpitaba pidiendo más contacto. Finalmente introduje mi mano dentro de su bóxer y cuando rosamos piel con piel pude notar el nerviosismo en su cara.
-¿Harry y a qué equipo mundial de quidditch apoyas tu?- pregunto George sin darse cuenta de lo que yo le estaba haciendo al azabache que lo tenía tan desconcentrado.
-Emmm yo- se aclaró la garganta y cuando abrió su boca para responder le di un pequeño apretón estimulante a su miembro a lo que cerró los ojos y sonrió por lo bajo -yo... yo creo que le voy a los Ballycastle Bats- tartamudeo a lo que yo reí.
-¡Al igual que yo!- exclamaron los gemelos -aunque no son los únicos que apoyamos, claro.- Harry solo asentó con su cabeza y yo seguí con lo mío.
Profundice más mi manos y seguí con mis movimientos, acelere un poco mi velocidad y sentí como Potter se estremecía y trataba de ocultarlo con dificultad, en un momento la mano que tenía en mi muslo apretó su agarre dándome a entender que su excitación ya era demasiada y al saber yo no podría causarle un orgasmo solo con caricias saque mi mano, no lo seguiría torturando.
Al haber sentido la erección de Harry en mis manos y haberlo estimulado mi centro no pudo evitar sensibilizarse y por lo tanto prologarme cierta humedad en mis bragas. La cual al levantarme de la mesa me incomodó un poco al caminar, todos se habían levantado menos Harry, sabía lo que le ocurría, ocultar una erección tan notoria debía ser complicado. Debía ayudarlo.
-Te veo en el baño del tercer piso en 5 minutos.- susurré en su oído con una voz pícara y él rápidamente asintió.
El subió rápidamente sin dejar que nadie se interpusiera en su camino, termine de ayudar a la señora Weasley a recoger la mesa junto a los demás y me dirigí a las escaleras.
Cuando pise el primer escalón sentí una mano alrededor de mi muñeca, Ginny.