Cap. 30

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Me había puesto unos jeans junto con una sudadera que cubría mis muñecas del frío, una coleta descuidada recogiendo mi cabello y unos zapatos deportivos.

Baje a la sala común de Slytherin que había sido ordenada de modo que quedara espacio para bailar y unas cuantas mesas de bebidas
El lugar estaba un bastante vacío, Blaise había ido a la fiesta del señor Slughorn y en cuánto pudiera se escabulliría para venir y comenzar su fiesta
Había invitado a las demás casas así que empezaron a llegar alumnos de Hufflepuff, otros de Ravenclaw y unos poco de Gryffindor.

-¡Llegó el rey de Slytherin señores!- exclamo Blaise presentándose a si mismo anunciando que la fiesta comenzaba.
Apenas entro la música se encendió y empezó a llegar muchísima más gente.

-Esta increíble esto, negro africano- manifesté viendo el alrededor, el moreno se encargó de decorar todo el lugar y colocar luces de colores para darle un aspecto fiestero.

-Me quedó genial, como todo lo que hago- arrogancia, eso desprendía su voz al nivel de ser gracioso.

Llego alguien y me abrazo por la espalda -Hola preciosa- susurró en mi oído. Era Higgs.

Estas dos semanas que habían pasado actuamos sólo como amigos, él me coqueteaba descaradamente pero yo tomaba todo como un juego porque aunque fuera bastante atractivo no podía verlo de esa manera.

-Hola rubio- lo salude y fuimos a sentarnos.

Blaise se fue a bailar junto a las de Hufflepuff y yo me quede junto a Terence.

-¿Bailas?- lo invite pero él negó.

-Lo siento, no bailo- se encogió de hombros.

Insistí pero él siguió negando. Me quede ahí con él y como no quería bailar me limité a beber para que el silencio entre nosotros no me incomodara.

Habían pasado varias horas y vi la puerta de la sala común abrirse. Entro Harry, su mirada cayó como un balde de agua fría sobre mí causando que me pusiera nerviosa, venía con el mismo traje con el que fue a la fiesta del profesor de pociones, le quedaba tan jodidamente bien esa ropa, miro a mi lado y vio a Terence a quien no había parado de darle malas miradas desde aquella discusión que tuvimos en el gran comedor.

Con él venía venía Luna. Avanzaron y se sentaron en unos sofás lejos de nosotros a hablar.

-Acompáñame, quiero mostrarte algo- Higgs extendió su mano, yo no estaba completamente en mis cabales, el alcohol había hecho efecto en mi cuerpo y la música ya aturdía mis oídos, entonces acepte.

Me llevo afuera del lugar y caminamos por un largo pasillo hasta que me metió a un aula oscura y vacía.

Me senté en una de las mesas bebiendo lo restante de líquido que quedaba en el vaso que había llevado.

-¿Y que se supone que me querías enseñar?- mi voz sonaba extraña, mi ebriedad me impedía hablar correctamente.

-En realidad mentí- levante una ceja mirándolo -Solo quería hablar contigo a solas.

-Te escucho- señalé la mesa frente a mi en una señal para que se sentara.

No lo hizo así que se acercó quedando delante de mi de pie, por instinto me empujé un poco más hacia atrás para poner una distancia prudente entre ambos.

-Quería decirte que me gustas mucho- trague grueso -Eres muy bonita y de verdad me gustaría que me dieras una oportunidad.

Ay no, no, no.

-Higgs la verdad es que yo- puso un dedo sobre mis labios impidiéndome hablar y me besó. Por un momento me tensé pero luego vinieron imágenes volátiles a mi mente.

Mariposas negras +18 (Editando)Where stories live. Discover now