Ari y Jesús salieron corriendo hacia arriba y cerraron la trampilla. Se dirigieron a la habitación de Sonia y le abrieron la puerta.
-¿Ya está? -preguntó Sonia- ¿Llamamos ya a la policía?
-Sí-dijo Ari-Vamos.
Llamaron a la policía.
Media hora después, la policía llegó a la casa. Ya sabían todo lo que había pasado, se lo había contado Ari por teléfono.
-Bien-dijo el policía- ¿y dónde está ese pasadizo?
-Seguidme-dijo Sonia.
Fueron a la habitación del pasadizo. Bajaron por la trampilla y se dirigieron al cuarto de los muertos. Estefanía y José estaban aporreando la puerta para que les dejasen salir.
La policía les abrió y al verles, Estefanía dijo:
-¿Quiénes sois? ¿La policía? ¿Qué hacéis aquí?
-Sabemos lo que hicisteis. Los niños nos lo contaron.
-Sonia, Ari y Jesús, no tenéis pruebas de que hayamos sido nosotros-dijo José.
-Ellos no, pero yo sí.-dijo una voz detrás de ellos.