Someone To Stay - (Emison)

Galing kay RomiEmison2914

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Alison DiLaurentis es la Queen B de la secundaria Rosewood. Es la chica deseada por todos los chicos y la env... Higit pa

Sinopsis
Prólogo
Capítulo l
Capítulo II
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII

Capítulo III

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Galing kay RomiEmison2914

"Déjame amarte mientras te enseño a amarte"



"You've been fighting the memory, on your own
Nothing worsens; nothing grows..."

POV Omnisciente

Una semana después

Una semana había pasado del incidente de Emily con Paige, y las chicas ya se habían enterado lo que había pasado, así como también que dos días después de ese incidente, Paige había caído de su bicicleta raspándose brazos y rodillas. Por supuesto, que Emily sabía quién era la culpable, bueno, mejor dicho, sabía quiénes eran las culpables, después de todo, alcanzo a notar la pequeña sonrisa que se dibujó en sus labios.

FlashBack

Cinco días atrás

Las chicas se encontraban cerca de sus casilleros esperando por Alison, ya que la rubia aun no llegaba.

-¿Alguien sabe dónde está? –pregunto Spencer preocupada.

-No, ni siquiera me contesta las llamadas ni mensajes –dijo Aria.

-¿Emily? ¿Taylor? ¿Mona? –Hanna las miro.

-Nada –dijeron las tres al unísono.

En ese momento Alison llego, pero la rubia no traía buena cara.

-¿Qué paso, Ali? ¿No te dieron anoche? –Noel llego a ella e intento abrazarla por los hombres.

-No me jodas en este momento que no estoy para tus bromas –lo fulmino con la mirada y se acercó a su casillero.

-Lo siento –susurro Noel antes de alejarse.

Las chicas notaron su actitud y se miraron entre ellas para ver quien estaba tan loca para hacer la pregunta del millón.

-Ali, ¿todo está bien? –Spencer se atrevió a preguntar.

-¿Bien? ¿Te parece que todo está bien? No, ¿verdad? –cerro su casillero de un golpe.

-Ali... –Emily coloco suavemente una mano en la cintura de la rubia.

Todo el cuerpo de la rubia pareció relajarse ante el contacto, y todas se miraron un poco confundidas al notar aquello.

-Jason hará una fiesta esta noche –respondió. –Le roge a mi padre para que se lo prohibiera, pero al parecer todos en esa casa hacen lo que mi madre quiere, y si mi madre ya autorizo a Jason de hacer la maldita fiesta, ni Dios puede hacer que eso no suceda.

-Siempre ha hecho fiestas –dijo Aria.

-Lo sé –dijo Alison. –Pero todos sus amigos solo se drogan y toman y entran a las habitaciones como si fuera su casa.

-¿Han entrado a tu habitación o a la de Audrey? –pregunto Taylor.

El cuerpo de Alison se puso rígido y Emily lo noto, ya que seguía tomándola por la cintura.

-Al de Audrey entraron una vez, pero logre llegar a tiempo y saque al maldito imbécil de su cuarto, después de eso lo golpee hasta el cansancio, pero de nada servía porque no sentía nada. Le conté a mis padres, pero mi madre solo respondió: "Ella está bien, no pasó nada. No hagas tanto drama". Voltee a ver a papá, pero él solo le dijo a Jason que tuviera más cuidado porque nosotras estábamos en casa, pero mucho caso que hace –contó. –Hoy intente hacerlos cambiar de idea, por lo menos que Jason la hiciera mañana, pero no, y solo gaste fuerzas peleándome a lo idiota con él, y de paso termino poniéndome de malas.

-No te estreses por eso –dijo Mona.

-Mona tiene razón, si el problema es ese, pueden venir a mi casa, son más que bienvenidas, lo sabes –hablo Taylor.

Alison sonrió.

-Gracias.

-¿Y han entrado a tu cuarto? –Emily se atrevió a preguntar.

Alison la miro, y Emily noto algo en la mirada de la rubia, que simplemente no pudo descifrar. Y no era la única, Mona también lo noto. Cuando Alison iba a responder, Paige entraba por la puerta, y no se notaba para nada bien. Traía brazos y piernas raspadas.

-Oh, wow, ¿qué le paso? –Hanna no pudo evitar preguntar al ver su estado.

-Tal vez tuvo un accidente en su bicicleta –dijo Spencer.

Alison y Mona se miraron, y a pesar de que no querían, no pudieron evitar que una pequeña sonrisa se asomara en sus labios.

Taylor y Emily se dieron cuenta.

-Alison... Mona... –ambas las miraban con una ceja enarcada.

Ali y Mona rieron.

-¿Qué? –Mona miro a Taylor.

-Porque no cuentan que es lo que les ha hecho sonreír –Taylor las miro.

Mona iba a responder, pero Alison se adelantó:

-Le afloje los tornillos a la bicicleta de Paige, lo que hizo que se cayera y se lastimara –se encogió de hombros. –Y bueno, se lo conté a Mona.

-¿Por qué? –pregunto Emily.

-¿Por qué hice lo que hice o por qué se lo conté a Mona?

-Porque lo hiciste –contesto. –A pesar de lo que hizo, no estuvo bien.

-Ali, no mientas, yo te ayude a hacerlo –Mona intervino.

-Lo sé, pero me estoy robando el crédito –se rió.

Mona sabía que la rubia mentía, es como si de alguna forma, Alison se hubiera programado para echarse toda la culpa.

Las chicas iban a decir algo, pero el timbre sonó.

-Es hora de ir a clases –dijo Hanna.

Todas comenzaron a caminar a su salón correspondiente, pero Mona sostuvo a Ali por la muñeca.

-¿Por qué mentiste?

-Para no meterte en problemas –se encogió de hombros. –Sé que te gusta Taylor, puedo verlo, y a ella también le gustas, así que solo te estoy haciendo un favor.

-¿Cómo? No lo entiendo.

-A nadie le gustan las chicas problemáticas.

-Ali... –soltó un pequeño suspiro. –Sé que crees que así son las cosas, pero quien de verdad te quiere, te quiere sin quitarte ni ponerte. Te quiere tal cual eres, ya lo veras.

-Es hora de ir a clases –fue lo único que dijo Alison.

Mona no dijo más nada y siguió a la rubia hacia el salón.

Fin FlashBack

-¿Alguien ha visto a Alison? –pregunto Emily.

Llevaba buscando a la ojiazul desde hace diez minutos, pero no la encontraba.

-Está en la biblioteca –contesto Taylor. –O bueno, yo la vi ahí hace un rato.

-Iré a verla –dijo antes de irse.

Cuando Emily se fue, las chicas se miraron.

-¿Todas pensamos lo mismo? –pregunto Spencer.

-No lo sé, soy inteligente pero no leo mentes –contesto Mona.

Taylor rió y Spencer rodo los ojos.

-Soy yo, o, ¿Alison y Emily tienen algo? –pregunto la castaña.

-¿Algo como qué? –Mona pregunto despreocupada mientras comía.

-No sé, se buscan todo el tiempo.

-Siempre han hecho eso –dijo Aria.

-Sí, es verdad, desde que somos niñas Alison y Emily siempre están juntas –contesto Hanna.

-Dime que tú si lo has notado –miro a Taylor.

La rubia rió.

-Lamento decepcionarte, pero no sé de qué hablas –mintió.

-Hablo de que, al parecer, esas dos se gustan y no sé porque demonios se están tardando tanto en darse cuenta.

Mona rió.

-Bueno, el padre de Alison no va a estar contento de que a su princesa le guste una chica, y bueno, ni siquiera sabemos cómo va a reaccionar Pam –dijo Mona.

-Y la señora D y Wayne –dijo Hanna.

-A pesar de como sea la señora D, hay que admitir que se ve un poco más de mente abierta al igual que Wayne –dijo la morena.

-Sí, Mona tiene razón en eso –apoyo Aria.

Cambiaron de tema, y esperaban ver a Alison y Emily, pero ninguna apareció.

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Emily se adentró en la biblioteca en busca de su rubia mejor amiga, y no hizo falta buscar mucho, ya que, en el tercer pasillo del lado derecho, pudo escuchar la suave risa de la rubia. Camino hasta ahí, y sonrió al ver a Alison con un libro entre sus manos.

-¿Qué es tan divertido? –pregunto Emily acercándose a ella.

-Sus nombres –alzo su vista del libro para mirarla. –Pips, Sr. Wopsle, Tío Pumblechook. Suenan a animales de peluche.

-No puedo creer que lo terminaras –dijo mientras se sentaba a su lado.

-Déjame contarte que pasa. Te ahorrare leerlo.

Emily rió.

-Deberías dejar que te trenzara el cabello –dije mientras enredaba el cabello de la pelinegra entre sus dedos.

-Oye, Ali, ¿puedo preguntarte algo? –movió sus dedos nerviosamente.

-Claro, ¿Qué pasa? –la miro con su bonita sonrisa.

Emily se sonrojo y bajo la mirada al sentirse tan nerviosa por lo que estaba por preguntar.

-Em, ¿Qué pasa? –puso su mano sobre la de la ojimarron. – ¿Sigues molesta por lo de Paige? Si es eso, si quieres voy y le pido disculpas.

-No te obligaría a hacer algo que no quieres –la miro.

-Qué bueno porque no se lo merece.

Emily volvió a reír.

-¿Qué es lo que pasa entonces? –Alison pregunto.

-¿Podemos... podemos hablar sobre el beso? –susurro.

Emily no lo noto, pero un ligero sonrojo se apodero de las mejillas de la rubia.

-¿Cuál? ¿El que me diste aquella vez cuando íbamos camino a mi casa? ¿O el que te di ayer o el que tú me disté después?

Ahora fue el turno de Emily de sonrojarse.

De solo recordar los dos besos de ayer, simplemente hacia que las mariposas se instalaran en el estómago de ambas chicas.

FlashBack

Ayer

Alison se encontraba en casa de Emily, ambas terminaban una tarea de francés, pero la pelinegra como siempre, su mente se encontraba en la rubia que se encontraba sentada en su cama, mordió ligeramente su labio inferior mientras escribía.

Emily no pudo evitar pensar el querer ser ella quien mordiera el labio de la rubia.

-¿Estas bien? –Alison alzo su mirada, ya que sentía que desde hace rato la miraba.

Emily asintió.

-¿Tengo algo?

-No.

-¿Entonces por qué me miras tanto? –enarco su ceja y una pequeña sonrisa se curvaba en sus labios.

-Porque... porque... porque tengo problemas para terminar la tarea –mintió.

Bueno, no del todo, porque realmente tenía problemas para terminar la tarea, pero era porque no podía quitar su mirada de Alison.

-¿Quieres que te ayude?

-Por favor.

-Entonces ven, y no solo te quedes ahí mirándome –palmeo la cama.

Emily se levantó y se sentó al lado de la rubia.

-¿Qué es lo que no entiendes?

-Bue-bueno... ¿Co-como se dice "¿Te puedo besar?"?

Alison soltó una pequeña risa.

-Je peux vous embrasser?

-Bésame –dijo sin dejar de mirarla a los ojos.

Alison se encogió de hombros, poso su mano suavemente en la mejilla de la pelinegra y la acerco a ella, rompiendo la distancia en un suave beso, que no duro más de diez segundos.

-Me besaste –susurro sorprendida.

-Me dijiste que te besara.

-M-me refería a que como se dice bésame –dijo sonrojada.

-Embrasse moi –contesto.

Emily se armó de valor y beso a la rubia.

Los brazos de Alison se colocaron alrededor del cuello de la pelinegra y las manos de Emily se colocaron en la cintura de la rubia. Alison se dejó caer sobre la cama con Emily sobre ella, pero ninguna iba con intención de más.

Ambas sonrieron a mitad del beso.

Fin FlashBack

-¿Sientes algo por mí?

La pregunta del millón que hacía que todo el interior de Alison se revolviera.

-Sí, pero no te merezco.

-Ali...

-Sé lo que vas a decir, pero Em, realmente no te merezco. No merezco a nadie –suspiro.

Emily estiro su mano y limpio una lágrima que rodaba por la cara de la rubia.

-No digas eso, Ali, todos merecemos amor. Tú, especialmente –sonrió. –Déjame enseñarte a amarte Ali. Déjame enseñarte que no todo en la vida es dolor. Deja que te muestre que vales la pena, y que puedes amar y dejarte amar de la manera más sincera. Déjame ser esa persona.

-No sé qué decir, para ser honesta.

-No tienes que decir nada –Emily sonrió. –Solo déjame enseñarte a amar y dejar que te amé. Prometo ser tu felices por siempre.

Alison rió tiernamente.

-Es por eso que te amo –sonrió sinceramente. –Eres grandiosa con los finales felices.

Y eso era cierto. Emily tenía la capacidad de encontrarle un final feliz a todo, y por alguna extraña razón, eso la hacía sonreír y que un hormigueo le recorriera todo el cuerpo cuando la veía tan feliz y aquella felicidad iluminaba sus bellos ojos marrones, que, por alguna razón, le hacían sentir mucha tranquilidad cuando la miraban.

-También Dickens, por cierto –comento volviendo su vista al libro. –Pip se queda al final con Stella –conto. – ¿Puedo leerte algo? –pregunto con una suave sonrisa.

Emily asintió con una suave sonrisa.

-"La amé contra toda razón, contra promesa rota... –la miró y después volvió su vista al libro –contra toda paz, contra toda esperanza, contra toda la felicidad... –volvió a mirarla, pero esta vez, no quito su mirada de la ojimarron –contra cualquier desencanto que pudiera surgir". –termino de citar sin apartar su vista de la de Emily.

Emily no dijo nada, solo la miraba con una suave sonrisa.

-¿Ya leíste esa parte? –pregunto.

Ella solo asintió mientras sonreía.

Alison no podía quitar su mirada de Emily y ella seguía mirándola con una sonrisa y como si fuera la mujer más hermosa ante su vista. Y Alison sentía, como todo a su alrededor se detenía y simplemente existían ellas dos. La pelinegra se acercó a la rubia, apoyando su mano sobre el suelo e inclinó su cabeza. Alison hizo lo mismo, y fue Emily quien presionó sus labios sobre los de la ojiazul en un beso suave y tierno.

Emily se alejó, y ambas se miraron con una pequeña sonrisa.

-¿Quieres seguir leyéndome más? –pregunto Emily.

Ali sonrió.

-Pero siéntate un poco más cerca.

Alison no tuvo que decirlo dos veces, Emily se puso más cerca de la rubia, pasando su brazo sobre los hombros de la ojiazul acercándola un poco más a su cuerpo. Alison recargo su cabeza en el hombro de la pelinegra, alzo un poco su mirada, poso su mano libre sobre la mejilla de la ojimarron y la acerco a ella hasta romper la distancia en un beso, que hizo sonreír a ambas en medio de él.

Ambas chicas estaban tan sumergidas en su propio mundo, que no notaron a cierta castaña que paso cerca de ahí y las miraba con celos y enojo. Así como tampoco notaron a sus amigas.

-Con razón no vinieron a comer, si están comiendo demasiado bien –dijo Hanna.

Las chicas al ver que ni Alison ni Emily se presentaron en el comedor, decidieron ir a buscarlas a la biblioteca, por supuesto que no esperaban encontrarlas besándose.

-¡Hanna! –regañaron todas en voz baja.

-¿Qué? Es la verdad –la rubia se encogió de hombros.

Todas rodaron los ojos.

-Vamos, salgamos de aquí, el timbre está a punto de sonar –dijo Mona.

Todas salieron de la biblioteca.

-¿Y qué haremos? –pregunto Spencer.

-Jugar un poco con la situación a nuestro favor –dijo Taylor.

Todas sonrieron.

-Me agrada –dijo Aria.

Alison y Emily salieron de la biblioteca y se acercaron a ellas.

-¿Qué paso? Las estuvimos esperando –dijo Taylor.

-Sí, pensamos que ibas a ir por ella a la biblioteca y volverían –Mona miro a Emily.

-Alison se encontraba leyendo, y bueno, me estaba contando del libro que leía así que se nos olvidó ir al comedor.

-Deben tener hambre –dijo Spencer.

-No tanta –respondió Alison. –O por lo menos, yo no. ¿Y tú? –miro a la pelinegra.

-No –respondió mirándola con una suave sonrisa.

Las chicas sonrieron porque esas dos no podían ser más obvias.

-Em... –Hanna la llamo.

-¿Qué pasa?

-¿Desde cuándo usas lápiz labial? –Hanna la miro confundida.

Mona aguanto soltar una carcajada.

-No uso.

-Qué raro, aquí tienes un poco –con su dedo pulgar quito un poco de lápiz labial que había en la boca de la pelinegra.

-Ali, ¿me prestas tu lápiz labial? –Mona miro a la rubia.

-No lo traigo –respondió sin titubear.

-No seas mentirosa, aquí esta –Taylor lo sacó del bolsillo trasero de la rubia.

Aria tomo el lápiz y su ceño se frunció.

-¿Qué pasa? –pregunto Spencer.

-El lápiz labial que Emily tiene, se parece un poco al de Alison –dijo la ojiverde.

Las manos de Alison y Emily comenzaron a sudar y solo buscaban una oportunidad para salir de ahí antes de que las chicas ataran cabos.

Y justo en ese momento, la campana sonó.

-Tengo que irme, tengo clase de Física –quito el lápiz de la mano de Aria y salió corriendo.

-Tengo clases de biología, nos vemos más tarde –y se fue antes de que pudieran hacerle una pregunta.

Las chicas rieron cuando sus amigas salieron corriendo.

-Veamos cuanto más les dura el teatro –dijo Mona.

-Vamos a clases –dijo Taylor.

-¿Creen que se tarden mucho en darse cuenta que nos toca inglés? –Hanna pregunto.

-Esperemos que no o tendrán falta –dijo Taylor.

Las cinco caminaron hacia el salón de inglés, y se sentaron a la espera de que Alison y Emily no tardaran en llegar. Lo cual, no tardo tanto.

-¿Qué paso con sus clases de física y biología? –Mona las miraba burlona.

Emily se sonrojo y Alison rodo los ojos.

-No molestes –dijo sentándose en su lugar correspondiente, Emily se sentó en la banca que estaba a su lado.

-¿Ya nos van a decir por qué Emily estaba usando tu lápiz labial? –pregunto Hanna.

El director entro al salón en ese momento.

-Cállate, ha entrado el director –dijo Alison.

-Salvada por la campana de nuevo –Hanna rió.

-Buenos días, alumnos, sé que es un poco extraño, pero el profesor anterior a tenido que tomar una licencia de emergencia, por lo que tendrán un profesor suplente por un tiempo.

Muchos comenzaron a quejarse en voz baja, hasta que el director los mando callar.

-Así que les presentare a su nuevo profesor, él es Ezra Fitz –presento.

En ese momento un muchacho de tal vez unos 25 años, pelinegro, ojos azules, piel blanca y una estatura de 1.80 entro al salón.

Alison abrió sus ojos grandes en sorpresa, y al parecer no era la única sorprendida, Ezra también lo estaba.

-Trágame tierra –susurro Alison para sí.

-Buenos días chicos, soy Ezra Fitz, su profesor de inglés –se presentó el ojiazul al salir de su asombro.

-Buenos días –saludaron todos.

-Bueno, voy a dejarlos con su profesor, que tengan un buen día –dijo el director antes de salir.

El profesor anoto su nombre en la pizarra, pero Mona noto que Alison se encontraba bastante distraída.

-Profesor Fritz –Mona alzo su mano.

Todos rieron por la mala pronunciación del apellido, pero Alison sabía que lo había hecho adrede.

-Es Fitz –corrigió con una pequeña sonrisa.

-Lo siento –se disculpó. –Profesor Fitz, ¿puedo salir un momento al baño? Es urgente.

-Claro, adelante –señalo la puerta.

-¿Puede acompañarme mi amiga? Es muy necesario.

-Ok, pero por favor no tarden –las miro seriamente.

-Ok –dijo Mona.

Tomo a Alison de la mano y la saco del salón. Se dirigieron al baño.

-¿Qué pasa? –pregunto Alison.

Mona verifico que estaban solo ellas dos antes de responder.

-¿Qué pasa? Es lo mismo que yo podría preguntarte a ti –dijo Mona. –El nuevo profesor entro y tú te pusiste tan blanca como un fantasma.

La rubia soltó un sonoro suspiro.

-Salí con él –susurro.

-¿Con el profesor? –Mona la miro asombrada.

-Es una historia bastante complicada.

-Pues explícamela en un minuto antes de que mande a alguien a buscarnos.

-Bien –suspiro. –Una amiga y yo vamos con frecuencia al bar que está cerca de Hollis, ahí lo conocí. El creyó realmente que yo era una amiga de la Universidad de Cece.

-¿Quién es Cece?

-La novia de Jason, pero eso no importa ahora –dijo Alison. –El punto es que el realmente creyó que yo tenía 21 años.

-¿Creyó que tenías 21 años? –enarco su ceja.

-El maquillaje hace maravillas –se defendió Alison. –Además que para ordenar ahí te piden identificación. Supongo que eso no lo hizo dudar.

-Estás metida en un gran problema –dijo Mona.

-Ya sé, no me lo recuerdes –dijo la rubia.

A Alison le preocupaba que Emily se enterara y lo malinterpretara todo.

-Se lo tienes que contar.

-¿De qué hablas? –la miro confundida.

-A Emily –dijo Mona. –Le tienes que contar sobre Ezra.

-Lo sé, después de la escuela –contesto. –Espera, ¿por qué se lo debo de contar?

-Alison, ninguna de las cinco se chupa el dedo, créeme –la miro burlona. –Además Emily no era la única que traía el labial corrido –se rió.

Alison se sonrojo.

-Ahora vámonos, ya nos tardamos mucho –dijo Mona saliendo del baño.

-Que mandona eres –le dijo Alison siguiéndola detrás.

-Aprendí de la mejor –se rió.

Entraron al salón de nuevo sin interrumpir, tomaron asiento y pusieron atención a la clase. Aunque Alison podía sentir la mirada de Ezra sobre ella todo el tiempo.

(...)

La clase termino, y todos comenzaron a tomar sus cosas, Alison estaba por salir cuando Ezra la detuvo:

-Señorita DiLaurentis, ¿se puede quedar un momento? –la miro.

Las chicas miraron a Alison quien solo sonrió.

-Nos vemos a la salida –les dijo la rubia, ya que las siguientes clases no les tocaba juntas.

-¿No quieres que te espere? –pregunto Emily.

-No, estoy bien.

-¿Segura? Él no me da confianza.

-¿Por qué no?

-¿Cómo sabe tu apellido?

-¡Maldita sea! Bien hecho, Ezra –pensó Alison.

-Supongo que el director le hablo de mí, o no sé –se encogió de hombros tratando de lucir despreocupada.

-Bien, pero cualquier cosa, me mandas un mensaje y vendré enseguida –dijo sin dejar de mirar a Ezra.

Alison soltó una pequeña risa.

-My Killer –susurro antes de dejar un pequeño beso en la comisura de sus labios. –Estaré bien, lo prometo.

-Bien –asintió.

Dejo un pequeño beso en la mejilla de Alison y salió del salón con las demás siguiéndola detrás.

-¿Qué sucede, profesor Fitz? –se cruzó de brazos.

-Sabes que sucede –Ezra hablo lo más bajo que pudo para que nadie los escuchara. –Salimos juntos Alison, porque realmente creí que tenías 21 años.

-¿Cuál es el problema? No hicimos nada, Ezra –Alison contesto seriamente.

El ojiazul suspiro.

-Ese no es el punto.

-¿Entonces de qué te asustas?

-Dios, ayúdame, Alison, de verdad me gustas –dijo él.

Alison suspiro.

-Ezra, lamento haberte ilusionado, pero tú no me gustas –fue sincera. –Solo nos besamos una vez, y para ser honesta, no sentí nada –lo miro. –Y aunque fuera lo contrario, bueno, no voy a arriesgarme a perder mi lugar aquí y tú tampoco te puedes arriesgar.

-Tienes razón –dijo después de unos segundos de silencio.

-Lo siento por todo –dijo Alison.

La rubia iba a irse, pero Ezra la sujeto suavemente por la muñeca. Alison lo miro.

-No quiero que salgas lastimada, no importa que hayas sido antes, nunca dejes que te rompan el corazón.

Alison sonrió.

-Eres un buen tipo, tú tampoco dejes que nadie te rompa el corazón –le sonrió. –Y lo lamento si yo lo he hecho.

-No importa.

-Lo hace. Nunca te fíes de una chica por más inocente que sea, y mucho menos te fíes si se parece a mí.

-A menos que seas tú –bromeo él.

Alison rió.

-Si alguna vez lo necesitas, sabes donde vivo.

-Gracias –se acercó a él y beso su mejilla. –Cuídate Ezra.

-Tú también.

Alison asintió y salió del salón, bajo la atenta mirada del ojiazul.

(...)

Horas más tarde

Alison se encontraba en casa de Emily, ya que le había dicho que necesitaban hablar.

-¿Dónde está Audrey? –pregunto Emily.

-En casa de Taylor jugando con Nolan.

-¿Para qué te quería el señor Fitz?

-De eso te quería hablar –jugaba con sus manos en señal de nerviosismo y Emily lo noto.

Tal vez aun ella y Emily no eran nada serio, pero la rubia quería ser sincera con ella. No quería lastimarla.

-¿Es algo malo? –la miro preocupada.

Alison suspiro.

-Salí con él.

-¿Qué? ¿Saliste con él? ¿Cuándo?

-Hace unos meses atrás, lo conocí en el bar que está cerca de Hollis.

-¿Qué ese bar normalmente no lo frecuentan Universitarios?

-Lo hacen –asintió. –Yo fui un par de veces ahí con una amiga, y con la identificación falsa todo lo hacía más sencillo. Él realmente creyó que tenía 21 hasta que me vio hoy.

Emily realmente no sabía que decir.

-Salimos un par de veces, y nos besamos en una ocasión, después deje de verlo cuando mamá comenzó a salir más seguido y dejaba a Audrey sola con Jason.

-¿Te gusta? –se atrevió a preguntar.

-No.

-No me mientas Alison.

-No lo hago –la miro.

-¿Por qué no te gusta?

-Porque te amo a ti –le sostuvo la mirada.

-Yo... no sé qué decir.

-Está bien –tomo sus cosas, y cuando estaba por salir, sintió una mano envolverse suavemente alrededor de su muñeca.

Alison miro a la dueña de dicha mano, la cual estaba a solo unos centímetros de ella.

-Por favor, júrame que no sientes nada por él.

-Nunca te engañaría con algo como eso –dijo Alison. –Realmente te amo, y aunque aún no podemos estar juntas, voy a demostrarte que a la única que amo, es a ti.

Emily sonrió.

-Y yo solo te amo a ti –la tomo suavemente de la cintura. – ¿Por qué aun no podemos estar juntas?

-Porque primero debo aprender a amarme a mí, para poder amarte a ti como te mereces. No mereces nada a la mitad, ni tú ni yo.

-Déjame enseñarte a amarte a ti misma. Te mostrare como te ves ante mis ojos y entenderás porque te amo tanto.

Los ojos de Alison se cristalizaron.

-Déjame intentarlo –susurro.

-No soy un trabajo fácil –bajo la mirada.

-Las cosas fáciles, nunca valen la pena, pero las difíciles, lo valen tanto, porque es lo que siempre hemos deseado en la vida –la tomo de la barbilla para que la mirara. –Sé que estas herida y rota, pero déjame enseñarte a amar cada pedazo de tu roto corazón.

-¿Y si faltan piezas?

-Romperé el mío para armar el tuyo.

-Nunca lo permitiría. Nunca dejaría que rompas tu corazón para arreglar el mío.

-¿Por qué no? Podríamos arreglarnos juntas.

-¿Sin importar cuanto tarde?

-Si tardamos toda una vida, no me molestaría –sonrió. –No me molestaría cuanto tardemos, siempre y cuando seas tú quien camine a mi lado.

-Te amo –susurro la rubia entre lágrimas.

-También te amo –respondió dejando un pequeño beso en su frente, y después dejando sus frentes juntas.

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Dos semanas más tarde

Las cosas entre Alison y Emily parecían ir bien, cada día pasaban más tiempo juntas, y cuando Emily no tenía entrenamiento, iba junto con Alison por la pequeña Audrey a su escuela. La amistad de las siete era cada vez más fuerte, y así como Alison y Emily se iban haciendo cada vez más cercanas, Mona y Taylor iban por el mismo camino al igual que Spencer y Aria.

¿Y Hanna? Bueno, a ella le gustaba Caleb, un compañero de la clase de computación de Mona y Taylor.

-Podemos presentártelo –dijo Taylor.

-No, chicas, así estoy bien –dijo Hanna.

-Deberías dejar que te lo presenten, Han, se ve un buen chico –dijo Alison. –Además que eres muy bonita y él no ha dejado de mirar hacia acá –sonrió suavemente.

Todas miraron disimuladamente a donde estaba el ojimarron y sonrieron suavemente al ver que Alison decía la verdad.

-¿Tú de verdad lo crees? –Hanna pregunto a Alison en voz baja.

Hanna estaba sentada a un lado de Alison, y la rubia más baja no quería que nadie escuchara esa conversación, ya que ella había realmente notado el cambio de Alison y veía que no era hipócrita. El cambio era real, pero aun tenia las palabras que Alison le había dicho hace un tiempo atrás.

-Lamento el mal consejo que te di hace un tiempo atrás –se disculpó. –Espero realmente que no lo hayas hecho.

-No, no lo hice –dijo Hanna. –Estaba por hacerlo hasta que mamá entro al baño y me vio mirándome al espejo y me dijo que era muy bonita y que no tenía que cambiar por ningún chico, pero si quería hacerlo, debería ser por mí, y le dije que sí. Me llevo con un doctor especializado en ese tema y poco a poco comencé a bajar de peso.

-Realmente lo siento, Han –Alison la abrazo.

Hanna correspondió el abrazo.

-¿Tú lo has hecho? –pregunto cuando rompieron el abrazo.

Alison bajo la mirada.

-¿Ali? ¿Por qué? –la miro seriamente.

-No lo entenderías –susurro.

-Ali, la doctora me dijo que hacer eso es muy peligroso –susurro.

-Oigan, ¿Qué tanto susurran? Compártanlo con todas –Mona les dijo.

-No es nada, solo hablábamos sobre la canción para la clase del jueves que la profesora nos dejó desde hace un mes –contesto Hanna.

-Oh, es cierto –respondió Mona sin creerles. – ¿Ya la tienen? –preguntó.

-Yo ya –dijo Hanna. – ¿Ali? –miro a la otra rubia.

-Casi –mintió.

La verdad es que Alison había escrito una canción, pero aún no estaba tan convencida de cantarla.

-Ali, la canción es para el jueves –dijo Spencer.

-Tranquilas, aun me quedan dos días, la tendré –sonrió.

-Podríamos cantar un dueto –dijo Mona.

-Tal vez –dijo Alison. – ¿Y ustedes ya tienen la canción? –miro a las demás.

-Ya –dijeron al unísono.

-¿Qué canción escogiste Em? –pregunto la ojiazul.

Emily sonrió.

-Es una sorpresa.

-¿No vas a decirme? –enarco su ceja.

-Si te digo, ya no sería sorpresa –respondió y después comió un bocado de su comida.

-¿Vas a hacerme esperar tres días para saber? –hizo ojos de cachorro.

Emily soltó un sonoro suspiro.

-Solo son tres días –sonrió.

-Bien –Alison cedió.

Las chicas sonrieron, porque Emily y Alison cuando se miraban se olvidaban del resto del mundo y solo hablaban como si existieran ellas dos.

Las chicas siguieron comiendo, hasta que la campana sonó. Tomaron sus cosas, dejaron sus bandejas vacías en la barra y caminaron hacia sus respectivos salones.

(...)

Horas más tarde

Mona y Alison se encontraban en la casa de la morena, mientras la pequeña Audrey se encontraba en casa de Nolan al cuidado de Claire, mientras Taylor se encontraba en su entrenamiento de Hockey sobre césped, Emily en su entrenamiento de natación ya que la competencia estaba cerca, y las demás chicas estaban en sus casas terminando de aprenderse su canción o terminando tareas.

-¿Qué vas a cantar? –pregunto Alison.

-No sé, por eso te propuse el dueto –se rió.

Alison también rió.

-Ok, tengo Crazier, Sparks Fly o Dancing With Our Hands Tied de Taylor Swift como opción –dijo la rubia.

-¿Tienes esas canciones como opción? –enarco su ceja.

Alison rodo los ojos.

-No me empieces a molestar –la miro mal.

Mona rió.

-Como sea, pero me convence un poco más Sparks Fly –dijo Mona.

-¿Cambiamos verdes por azules? –la miro burlona.

-También podría ser verdes por marrones.

-¿Cuándo vas a decirle?

-¿A quién?

-Yo tampoco me chupo el dedo –enarco su ceja.

-Le gustas tú, Ali.

La rubia rió. No quería hacerlo, pero realmente eso le dio mucha risa.

-No te burles –la golpeo en el brazo.

-Mona, no sé a quién has estado mirando, pero a Taylor le gustas tú –dijo la rubia. –A parte no sé si no lo has notado, pero nos parecemos un montón. En otra vida pudimos ser hermanas mellizas o algo así.

-¿Y si nos estamos equivocando?

-Por lo menos lo intentaste –se encogió de hombros. –Pero puedo apostarte todo lo que quieras, a que le gustas a Taylor. Pero si quieres, puedo preguntarle.

-Ni se te ocurra.

Alison rió.

-¿Pero de verdad crees que le gusto? –la miro esperanzada.

-Sí, realmente lo creó.

Mona sonrió.

-¿Entonces tienes esas canciones?

-Bueno, yo escribí una hace unas semanas atrás –dijo la rubia. –La comencé a escribir cuando empecé a exteriorizar mis sentimientos por Emily.

-¿En serio? Quiero verla.

-No es muy buena –bajo la mirada.

-Ali, todo lo que tenga que ver con tus sentimientos y cómo te sientes, es bueno. Nunca menosprecies tu trabajo –sonrió. –Ahora, muéstrame la canción.

-Ok –susurro.

Tomo su bolso, saco un pequeño cuaderno amarillo, el cual Mona supuso era su diario, y saco unas hojas blancas dobladas. Dejo el cuaderno dentro de su bolso de nuevo y desdoblo las hojas y se las extendió a Mona. La morena tomo las hojas y las leyó.

-Ali, esto es increíble –dijo impresionada.

-¿De verdad lo crees? –la miro tímida.

-La verdad es que sí –asintió. – ¿Vas a cantarla?

-Es un solo, no quiero dejarte sola.

-Puedo buscar algo que cantar, no te preocupes por mí –tomo su mano. –Sé que te asusta lo que estas sintiendo con ella, pero puedo asegurarte, que esta canción es un gran paso. Tal vez nadie sepa que es para ella, pero Emily si va a entenderlo.

-Tengo miedo.

-El miedo es normal, Ali, las cosas nuevas siempre aterran, pero caminas en muy buena compañía, y no solo hablo por Emily, todas las acompañamos.

-¿Qué? –la miro confundida.

Mona quiso golpearse, ya había delatado a ella y a las demás.

-Taylor y yo ya sabíamos tus sentimientos por Emily, nos lo confirmaste, pero las demás comenzaron a sospechar, y cuando Emily fue a buscarte a la biblioteca y después de diez minutos de que no volvieron, decidimos ir a buscarlas. Y creo que ya sabes cómo las encontramos, no tengo que decirlo.

Alison se sonrojo.

-¿Qué dijeron ellas?

-Bueno, nos divertimos un poco con la situación, ya sabes –se rió.

Alison rodo los ojos al recordarlo.

-¿Ellas no me odian?

-¿Por qué? ¿Por amar a alguien? Amar no es ningún pecado, Ali, aunque aún nadie lo termine por entender.

La rubia guardo silencio.

-¿Por qué te preocupa tanto lo que la gente diga de ti?

-No es tanto lo que digan de mí, Mona, a mí me pueden insultar, Emily es la que me preocupa. No quiero que la gente la mire mal por estar conmigo –bajo la mirada.

-Mucha gente va a amarte por lo que eres y otra gente va a odiarte por la misma razón. Nunca le damos gusto a las personas, así que es mejor solo nosotros estar conforme con nuestras decisiones, y lo demás no importa.

-Sí, creo que es cierto –sonrió de medio lado.

-Por cierto, yo quería preguntarte algo.

-¿Qué cosa?

-Hoy, lo que hablabas con Hanna, ¿de qué era?

-De la canción.

-Ali –la miro seriamente.

La rubia suspiro.

-Antes de que, bueno, decidiera cambiar –bajo un poco la voz. –Yo le había dicho a Hanna una forma para adelgazar.

Mona la miro sorprendida, por supuesto que sabía de qué hablaba la rubia.

-Me dijo que no lo hizo, cuando lo iba a hacer, su mamá entro, no sospecho nada, solo la vio mirarse al espejo. Le dijo que no tenía que cambiar por nadie, pero si quería hacerlo por ella misma, la ayudaría. La llevo con un doctor especialista en esas cosas, y así fue como la ayudo a bajar de peso.

-¿Y tú?

-¿Yo qué? –la miro confundida.

-¿Lo has hecho?

La rubia bajo la mirada.

-Alison, eso es muy peligroso –Mona la miro preocupada.

-Lo sé.

-¿Cuánto tiempo?

-No siempre –susurro.

-Ali, ¿por qué? –la tomo de la barbilla para que la mirara.

-No lo entenderías.

-Entonces explícame, podríamos encontrar una solución antes de que sea demasiado tarde, y sé que no querrías que tu hermana te viera mal.

-No, no quiero.

-¿Entonces por qué lo haces?

-A veces no puedo evitarlo –bajo la mirada avergonzada.

-Voy a enviarle un mensaje a Hanna y le pediré el teléfono, haremos una cita y voy a acompañarte, tal vez el de alguna forma nos pueda ayudar –dijo sacando su celular para mandarle un mensaje a la otra rubia.

Alison solo soltó un pequeño suspiro.

A veces era inevitable, pues la rubia llegaba a pensar que era un estorbo en la vida de todos y pensaba si era mejor que no estuviera, pero no quería dejar sola a su pequeña hermana, no se perdonaría si alguna vez le llegaba a pasar algo.

-No llores, Ali, todo estará bien –Mona se sentó a su lado y limpio sus lágrimas.

-¿Crees que soy un estorbo? –la miro. –Se sincera.

-No, Ali, no lo eres. Por lo menos para mí no –sonrió. – ¿Por qué piensas eso?

-Siento que mi madre me odia –le dijo. –Al principio pensé que eran cosas mías, pero conforme he ido creciendo voy notando todo. Yo soy la razón por la que mis padres están juntos. Jason me dijo que estaban por separarse, cuando mamá le dijo que estaba embarazada de mí, y papá decidió quedarse, y después llego Lyn. Siento que mamá por eso nos odia tanto a nosotras porque a Jason nunca lo ha tratado de la forma que nos trata a nosotras.

Alison nunca se había abierto así con nadie porque no quería que nadie la viera vulnerable y sintiera lastima por ella, pero Mona, ella siempre le decía que ser vulnerable no estaba mal.

-Yo nunca conocí a mi padre, bueno, a la persona que puso los espermas –dijo Mona haciendo reír a Alison. –Mamá dice que él se fue en el momento en que se enteró que estaba embarazada, dijo que no era suyo y se fue. Mi madre no lo persiguió, solo lo dejo ir, y dijo que si realmente le interesábamos el volvería, pero sino, que no quería que nos buscara. Hace dos años atrás me busco.

-Lo mandaste al diablo, ¿cierto?

-Cierto –rió. –Le dije que, si antes no lo necesite, ahora mucho menos. Después lo busqué, y vi que tenía otra familia, y por eso nos había dejado, pues tiene una hija de mi edad. Lo odié tanto, pero después de hablarlo con mi madre entendí que quien se perdió de tenerme como hija fue él, yo no perdí nada al no tenerlo como padre.

-No sé qué decir.

-Es lo mismo con tu mamá, Ali, tú no pierdes nada, pero ella se está perdiendo de la mujer en la que te estas convirtiendo y en la que Audrey se está convirtiendo gracias a ti. Cuando se dé cuenta, será realmente tarde, pero la única que habrá perdido será ella y no ustedes. Audrey tiene una increíble hermana mayor, que daría la vida por ella si es necesario.

-Lo haría sin dudar.

-Lo sé, por eso tienes que empezar a tomarte mucho más en serio tu salud.

-Sí, lo sé.

-Ahora, si realmente amas a Emily, esto también debes contárselo. No debes dejarla fuera de nada, así realmente las relaciones duran, porque luchando contra todo juntas, veras que todo es más fácil.

-Muchas gracias –la abrazo.

-De nada –sonrió mientras también la abrazaba.

-Y ahora, una pregunta más.

-¿Es por esa platica de la fiesta, cierto? –Alison pregunto, ya sabiendo la respuesta, pues pudo ver la mirada interrogante de la morena aquella vez.

Mona asintió.

-Solo dos veces.

-¿Paso algo?

Alison guardo silencio.

-Ali...

-Solo una vez –susurro. –Audrey había ido con mis padres y yo me quedé con Jason, hizo su fiesta y me encerré en mi cuarto, pero se me olvido ponerle seguro. Jason entro, y bueno, ya sabes.

-¿Gritaste?

-Con la música alta nadie me escucho.

-¿Le contaste a tus padres?

-Con mi reputación, ¿realmente crees que me hubieran creído?

-¿Le has contado a alguien?

-A mi abuela y a mi tía abuela Carol –contesto. –Mi abuela saco a Jason de la herencia solo dejándonos a Audrey y a mí, como si realmente eso fuera a resolver algo. Y mi tía abuela Carol, ¿Qué podría hacer? Le dijo a mi madre, pero mi mamá le dijo que no tenía que creerme porque yo solía mentir, así que ahí quedo.

-¿Tu padre se enteró?

-Jason sigue vivo, ¿realmente crees que sabe?

-¿Por qué no le has dicho?

-Guardar silencio es una forma de proteger a Audrey.

Mona suspiro.

Quería decir algo, pero ¿qué? Sabía que lo que Alison decía era cierto. Esa niña era el talón de Aquiles de la rubia, y si querían lastimarla en serio, tocar a esa niña la destruiría.

-Por favor, nunca le cuentes a nadie –la miro con suplica. –Le contare a Emily, pero todo a su debido tiempo.

-Tranquila, no le contare a nadie –la tranquilizo. –Ahora, ayúdame a escoger mi canción, tengo unas en mente.

-Ok, las escuchamos y ya vemos cual.

-Me parece –dijo Mona. –Pero después tú me cantaras una parte de la canción para saber cómo se escucha.

-Hecho –asintió.

Mona conecto su celular a la bocina y coloco la primera canción.

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Tres días después

La clase de música estaba por comenzar y Alison estaba demasiado nerviosa, ya que nunca había cantado frente a nadie.

-Tranquila, Ali, todo estará bien –dijo Mona sentada a su lado.

Spencer, Hanna, Aria, Taylor, Mona, Alison y Emily venían de clases diferentes, así que las primeras en llegar habían sido Alison y Mona.

No paso mucho cuando las demás llegaron.

-¿Por qué ustedes siempre llegan primero? –pregunto Hanna sentándose al lado de Emily, quien se había sentado al lado de Alison.

-Porque nuestros salones están más cerca del salón de música –respondió Alison.

-Oye, ¿Qué canción vas a cantar? –pregunto Emily.

-Es una sorpresa –respondió la rubia con un poco de burla.

Emily rodo los ojos.

-¿Me das una pequeña pista? –hizo ojos de cachorro.

-Va a encantarte, lo prometo –beso su mejilla, haciéndola sonrojar.

Las chicas sonrieron.

Todas sabían que la relación de Alison y Emily no sería fácil, y mucho menos con los padres tan estrictos que ambas tenían, pero con el apoyo de ellas, esperaban que fuera suficiente para hacer que ninguna se rindiera tan fácil.

Los demás estudiantes no tardaron en llegar y detrás de ellos venia la profesora.

-Muy buenos días, chicos –saludo.

-Buenos días –respondieron todos.

-Muy bien, vamos a empezar con sus presentaciones –los miro con una sonrisa. – ¿Quién empieza?

Todos se quedaron callados.

Mona miro a Alison, quien negó rápidamente. La profesora las miro, y aunque al principio le sorprendió verlas llevarse bien, eso no le impidió sonreír al ver como la rubia comenzaba a desenvolverse dejando caer su coraza que había levantado a su alrededor.

-Alison, Mona, ¿alguna de ustedes quiere comenzar? –las miro.

Alison se puso nerviosa, y cuando Mona iba a levantarse, la rubia hablo:

-Está bien, comenzare yo –dijo un poco nerviosa.

-Adelante –le sonrió.

Alison saco las partituras de dentro de su bolso y se levantó, pero sintió una mano envolverse en su muñeca, y miro a la dueña de dicha mano.

-Lo harás bien –dijo Emily con una sonrisa.

-Gracias –sonrió.

-No son más obvias porque no se puede –susurro Hanna.

Las demás rieron y Emily le dio un pequeño codazo para que se callara.

-¿Puedo usar el piano? –pregunto la rubia.

-Claro, lo que necesites –le sonrió. – ¿Quién es el autor de la canción?

-Ammm... soy yo –murmuro nerviosa.

-¿En serio? –la miro sorprendida.

-Sí –dijo tímida.

-Bien, vamos a escucharla entonces –dijo mientras tomaba asiento en su silla.

Alison soltó un sonoro suspiro y se sentó en el banquillo del piano. Abrió la tapa frontal y acomodo sus partituras en el atril.

La rubia comenzó a tocar el intro de la canción, cerró los ojos dejándose llevar, y comenzó a cantar, dejando que sus sentimientos salieran a relucir.

"Everybody needs inspiration
(Todos necesitamos inspiración)
Everybody needs a song
(Todos necesitamos una canción)
A beautiful melody
(Una hermosa melodía)
When the night is so long
(Cuando la noche es demasiado larga)

Because there is no guarantee
(Porque no hay nada que nos garantice)
That this life is easy
(Que esta vida es fácil)
Yeah, When my world is falling apart
(Sí, cuando mi mundo se está cayendo a pedazos)
When there is no light to break up the dark
(Cuando no existe luz con la cual derrotar a la oscuridad)
That's when I, I...
(Es entonces cuando yo, yo...)
I look at you –abrió los ojos y miro a Emily con una pequeña sonrisa.
(Yo te miro)
When the waves are flooding the shore and I can't
(Cuando las olas están cubriendo la costa y ya no puedo...)
Find my way home anymore
(Encontrar mi camino a casa)
That's when I, I...
(Es entonces cuando yo, yo...)
I look at you
(Yo te miro)

When I look at you
(Cuando yo te miro)
I see forgiveness, I see the truth
(Veo el perdón, veo la verdad)
You love me for who I am
(Tú me amas por lo que soy)
Like the stars hold the moon
(Como las estrellas que sostienen a la luna)
Right there where they belong
(Justo allí, donde pertenece)
And I know I'm not alone
(Y ahora sé que no estoy sola)

Emily no podía dejar de mirar a Alison y quería acercarse a ella, abrazarla y hacerle saber, que ella siempre iba a amarla por lo que era, sin quitarle ni ponerle, y que nunca, estaría sola. Siempre iba a poder contar con ella.

Yeah, When my world is falling apart
(Sí, cuando mi mundo se está cayendo a pedazos)
When there is no light to break up the dark
(Cuando no existe luz con la cual derrotar a la oscuridad)
That's when I, I...
(Es entonces cuando yo, yo...)
I look at you
(Yo te miro)
When the waves are flooding the shore and I can't
(Cuando las olas están cubriendo la costa y ya no puedo...)
Find my way home anymore
(Encontrar mi camino a casa)
That's when I, I...
(Es entonces cuando yo, yo...)
I look at you
(Yo te miro)

You appear just like a dream to me
(Tú eres justo como un sueño para mí)
Just like a kaleidoscope colors that cover me
(Como los colores de un caleidoscopio que me cubren)
All I need
(Todo lo que necesito)
Every breath that I breathe
(Cada aliento que respiro)
Don't you know? You're beautiful –Alison en ningún momento dejo de mirar a la pelinegra, y la maestra se dio cuenta, que, aunque era una canción un poco personal ya que relataba como se sentía, también era una dedicatoria, para la persona que mejoraba su vida.
(¿Acaso no lo sabes? Eres hermosa)

Yeah...
(Sí...)

When the waves are flooding the shore and I can't
(Cuando las olas están cubriendo la costa y ya no puedo...)
Find my way home anymore
(Encontrar mi camino a casa)
That's when I, I...
(Es entonces cuando yo, yo...)
I look at you
(Yo te miro)
I look at you
(Yo te miro)

Yeah, Whoa...
(Sí, Whoa...)

You appear just like a dream to me". –cerro la canción, con un tono suave, pero entendible.
(Tú eres justo como un sueño para mí.)

Cuando la rubia termino de cantar, todos aplaudieron, y la maestra la miraba con una sonrisa. Todos estaban sorprendidos por la interpretación de Alison, especialmente sus amigas ya que nunca la habían escuchado cantar.

-Increíble presentación, Alison –felicito la maestra. –Tienes diez, y dos puntos extras porque la canción ha sido de tu autoría.

-Gracias –dijo tímidamente.

-Toma asiento.

Alison tomo sus partituras y volvió a su lugar, pero sin mirar a ninguna de las chicas porque no quería que le hicieran preguntas.

-Bonita canción –le dijo Emily.

-Gracias –sonrió suavemente.

-No sabía que cantaras increíble, mucho menos que tocaras el piano así.

-Bueno, hay muchas cosas que no sabes de mi –se encogió de hombros.

-¿Me dejaras descubrirlas? –la miro.

-Tal vez.

Y no es que la rubia no quisiera, pero le daba miedo que, si le desnudaba su alma, la pelinegra pudiera salir corriendo dejándola sola.

-Bien, ¿Quién sigue? –pregunto la profesora.

-Yo –Emily alzo la mano.

-Muy bien, Emily, pasa –sonrió.

Emily se levantó de su lugar y Mona también. La pelinegra le entrego las partituras a Mona y se sentó en el banquillo, mientras la morena se sentaba en el banquillo frente al piano.

Emily miro a Mona y asintió. La morena comenzó a pasar sus dedos suavemente por el piano, y la pelinegra comenzó a cantar.

"Much as you blame yourself
(Por mucho que te culpes a ti misma)
You can't be blamed for the way that you feel
(No puedes culparte por la forma en que te sientes)
Had no example of a love
(No tengo ningún ejemplo de un amor)
That was even remotely real
(Que fuera remotamente verdadero)
How can you understand something that you never had?
(¿Cómo puedes entender algo que nunca has tenido?)
If you let me I can help you out with all of that
(Si tú me dejas, puedo ayudarte con todo eso)

Let me love you –miro a Alison, quien sonrió.
(Déjame amarte)
And I will love you
(Y te amaré)
Until you learn to love yourself
(Hasta que aprendas a amarte a ti misma)
Let me love you
(Déjame amarte)
I know your trouble
(Y a tus problemas)
Don't be afraid, oh, I can help
(No tengas miedo, oh, puedo ayudarte)
Let me love you
(Déjame amarte)
And I will love you
(Y te amaré)
Until you learn to love yourself
(Hasta que aprendas a amarte a ti misma)
Let me love you
(Déjame amarte)
A heart of numbness, gets brought to life
(Un corazón entumecido, vuelve a nacer,)
I'll take you there
(Yo te llevaré ahí)

Alison sonreía entre lágrimas, y Hanna se había sentado un poco más cerca de ella y tomo su mano, ambas rubias se miraron y sonrieron. Las chicas miraban la interacción de Alison y Emily, y poco a poco, empezaban a entender a la ojiazul, y se dieron cuenta, que como la canción decía, Alison no se amaba, y ellas al igual que Emily, la amarían hasta que se amara a sí misma, le enseñarían a amarse y nunca la dejarían sola.

(Puente musical)

I can see the pain behind your eyes –Alison no podía dejar de mirar a Emily, y aunque Emily no era buena para cantar, el sentimiento y la intención con la que lo estaba haciendo era todo lo que le importaba a la rubia, y la amaba más por eso, si es que se podía.
(Puedo ver el dolor detrás de tus ojos,)
It's been there for quite a while
(Ha estado ahí demasiado tiempo)
I just wanna be the one to remind you what it is to smile
(Solo quiero ser la única que te recuerde lo que es sonreír)
I would like to show you what true love can really do
(Me gustaría mostrarte lo que puede hacer el amor verdadero)

Let me love you
(Déjame amarte)
And I will love you
(Y te amaré)
Until you learn to love yourself
(Hasta que aprendas a amarte a ti misma)
Let me love you
(Déjame amarte)
I know your trouble
(Y a tus problemas)
Don't be afraid, oh, I can help
(No tengas miedo, oh, puedo ayudarte)
Let me love you
(Déjame amarte)
And I will love you
(Y te amaré)
Until you learn to love yourself
(Hasta que aprendas a amarte a ti misma)
Let me love you
(Déjame amarte)
A heart of numbness, gets brought to life
(Un corazón entumecido, vuelve a nacer,)
I'll take you there
(Yo te llevaré ahí)

Alison quería levantarse en ese momento y acercarse a abrazar a Emily, pero no quería ponerla incomoda, así que esperaría hasta el final de la clase.

La maestra, se dio cuenta que la canción de Emily era para Alison, así como la de Alison era para Emily, y también se dio cuenta, que esas dos chicas estaban enamoradas una de la otra, y si ella podía ayudarlas a sobrevivir en esa escuela, lo haría.

(Puente musical)

Let me love you
(Déjame amarte)
And I will love you
(Y te amaré)
Until you learn to love yourself
(Hasta que aprendas a amarte a ti misma)

Let me love you
(Déjame amarte)
I know your trouble
(Y tus problemas)
Don't be afraid, oh, I can help".
(No tengas miedo, oh, puedo ayudarte.)

Emily termino de cantar, y se limpió las lágrimas, y no era la única, Mona y las demás también lloraban, incluida la maestra.

-Una gran presentación, Emily, tienes diez –la felicito la profesora. –Sé que el canto no es tu fuerte, pero la manera que la has interpretado, créeme que ha sido increíble. Tienes dos puntos extras, y Mona también tienes dos puntos extra por ayudar a tu compañera –miro a la morena.

-Gracias –dijo Emily tímidamente.

-Vuelvan a sus asientos –les dijo.

Mona y Emily volvieron a sus lugares.

Cuando Emily tomo asiento, Alison tomo su mano.

-Hermosa canción, Em –sonrió suavemente.

-No tanto como la chica para cual la cante –también sonrió.

-Gracias por eso –se sonrojo.

-¿Te gusto?

-La ame –beso tiernamente su mejilla. –Y espero, que a ti te haya gustado la canción. La escribí especialmente para ti –dijo tímida.

-También la ame –beso su mejilla. –Pero no más de lo que te amo a ti –susurro a su oído.

Alison se sonrojo.

-Muy bien, ¿Quién sigue? –pregunto la profesora de nuevo.

-Yo –Taylor alzo la mano.

-Muy bien, adelante –sonrió.

Taylor se levantó, tomo sus partituras, pidió permiso para tomar una guitarra, y después de acomodar sus partituras en un atril, comenzó a tocar.

(...)

Horas más tarde

Educación física había sido su última clase, y Alison y Emily eran las ultimas que se encontraban en los vestidores, ya que la rubia se encontraba cambiando, ya que siempre esperaba a que todas se fueran para poderse bañar después de haber entrado a la piscina.

-Ali –Emily llamo.

Emily se encontraba secando su cabello, mientras Alison apenas se estaba vistiendo.

-¿Qué pasa? –la miro.

-¿Cómo te hiciste ese golpe que traes en la espalda? –pregunto preocupada, y no era para menos, ya que también había visto el golpe del brazo.

La rubia suspiro y bajo la mirada.

Había evitado entrar a la alberca las últimas tres semanas, por lo menos hasta que el golpe no se notara tanto, pero si volvía a faltar, podía reprobar y no podía permitirse ese lujo, así que le había pedido a Mona que le maquillara el golpe, por supuesto, con la actividad en el agua y luego meterse a bañar, había hecho que el maquillaje se cayera.

Alison miro de nuevo a Emily, y la ojimarron pudo ver el miedo en esos bonitos ojos azules que tanto amaba.

-¿Qué pasa? –se acercó a ella, ignorando que Alison aún se encontraba semidesnuda.

Las lágrimas de Alison comenzaron a descender de sus ojos, y la rubia comenzó a relatarle lo que había pasado.

-¿No te ha vuelto a tocar, verdad? –la miro preocupada.

-No, siempre trato de mantener la boca cerrada y que Lyn no se meta en problemas.

-Ali, ¿y si se quedan en mi casa?

Alison rió tiernamente.

-Eres tan dulce –acaricio su mejilla. –Eso sería bueno, pero no puedo, Em, no quiero molestar a tus padres.

-¿Y no hay alguna otra forma?

-No por el momento –sonrió de medio lado. –Pero estaremos bien, lo prometo.

-No me gusta verte lastimada.

Ali suspiro.

-Lo sé, pero intentare que sea la última vez.

-Cualquier cosa, ¿me avisaras?

-Si eso te tendrá tranquila, lo hare –sonrió.

Emily beso tiernamente su frente.

Alison rompió el contacto y procedió a terminarse de cambiar.

-Em, ¿me ayudas? –pregunto sonrojada mientras señalaba el broche de su brassiere.

-Claro –susurro.

Con manos temblorosas, Emily se acercó a ella y se lo abrocho. Sus manos parecieron cobrar vida, y empezaron a acariciar tiernamente los brazos de la rubia, y sus labios dejaron un pequeño beso en su cuello.

Alison se separó abruptamente de Emily, su respiración era acelerada y Emily la miro preocupada al ver sus ojos cristalizarse.

-Eres tú, si eres tú –dijo la rubia en un susurro.

Emily iba a preguntar, cuando Alison sin esperarlo la abrazo y escondió su cara en el hueco de su cuello.

-¿Ali?

Alison no quería que Emily preguntara, así que se separó un poco de ella, puso su mano en su mejilla acercándola a ella y la beso.

Emily se sorprendió, pero correspondió el beso, la empujo suavemente a los casilleros sin dejar de besarla, y poco a poco, el beso comenzó a subir de intensidad. Las manos de Emily se colocaron en la cintura de la rubia, y Alison dio un pequeño brinco y sus piernas se colocaron alrededor de la cadera de la ojimarron. Un brazo de Emily se envolvió en la cintura de la rubia mientras su mano libre subía hasta su brassiere, pero antes de llegar a su destino, escucharon pasos dentro del vestuario, lo que las llevo a romper el beso.

Emily puso a Alison de nuevo sobre sus pies y se alejaron, tratando de calmar sus respiraciones. La rubia se colocó rápidamente sus jeans.

-¿Alison? ¿Emily? –la entrenadora las miro confundida. –Pensé que ya se habían ido, son las ultimas.

-Lo siento, es mi culpa –dijo Alison. –Siempre me baño ultima.

Sabía que eso era cierto, últimamente comenzaba a hacerlo.

Alison se dio vuelta para ponerse su blusa, y la entrenadora –quien también era la profesora de educación física – se dio cuenta de su golpe.

-¿Alison?

-¿Sí? –la miro después de ponerse su blusa.

-¿Ese golpe en la espalda es la razón por la cual no entrabas a las clases?

Alison asintió, no tenía caso mentir cuando ya lo había visto.

-Bien. Entrégame estos trabajos extras y te quitare las faltas –le entrego una hoja blanca con trabajos escritos.

La rubia la tomo.

-Gracias.

-No es nada, ahora, dense prisa –les dijo.

-Sí, ya vamos –contesto Emily.

La entrenadora las dejo solas, Alison guardo sus cosas en su bolso y salieron sin decir ni una palabra.

(...)

-Espera, ¿qué? –Mona y Taylor la miraron sorprendida.

Después de que Emily llevara a casa a Alison, ambas se despidieron, pero ninguna hablo en el camino sobre lo que había pasado en los vestidores. Así que Alison después de dejar a Audrey en casa de los Hotchkiss, arrastro a Taylor a casa de Mona, y les conto lo que había pasado.

-Lo que acabo de decir –dijo sin dejar de caminar de un lado a otro.

-Ali, ¿puedes parar? Me estas mareando –dijo Taylor.

Alison la miro mal.

-Ali, ¿Cuál es el problema? Ambas se aman –dijo Mona.

-Creo que no puedo –susurro con sus ojos cristalizados. –Y no quiero que piense que es su culpa –sollozo.

-Ali, oye, tranquila, tranquila –Mona se acercó a ella y la tomo suavemente por los brazos. –Sé que lo que te ha pasado es difícil, pero tienes que decírselo para que ella sepa que es lo que está sucediendo. Emily no lee mentes, Ali, lo sabes.

-¿Y si se va? –bajo la mirada.

-Ella no lo haría –la tomo del mentón para que la mirara.

-¿Cómo lo sabes?

-Le estoy dando el beneficio de la duda, y tú deberías hacer lo mismo.

La rubia suspiro.

-¿Puedo decirle que venga aquí para hablar? No quiero que nadie nos escuche, y hasta ahora, solo tú y Taylor lo saben. Después de contárselo a Emily se lo contare a las chicas, solo espero que entiendan porque lo oculte.

-Ellas lo entenderán –dijo Mona. –Mándale mensaje a Emily, pueden hablar en mi habitación.

-Gracias.

-¿Por qué no te quedas esta noche? Mandare un mensaje a las chicas y les diré que tendremos una noche de chicas.

-Pero mi hermana...

-Tu hermana puede venir –Mona la interrumpió. –Aunque a lo mejor quiere quedarse con Nolan.

-Hablo primero con Emily, ya después veo lo demás.

-Está bien.

Mona se alejó, y Alison le mando un mensaje a Emily.

Diez minutos después, Emily llegaba a casa de Mona.

-Hola –saludo nerviosamente a la morena.

Mona sonrió.

-Hola, Emily, pasa –se hizo a un lado. –Ali está en mi habitación, es la primera puerta frente a las escaleras –señalo el segundo piso.

-Ok, gracias.

Emily subió las escaleras, y a cada paso sentía como su corazón se aceleraba. Al llegar a la puerta de la habitación de Mona, golpeo suavemente.

-Adelante –se escuchó la voz de Ali.

Emily soltó un sonoro suspiro, abrió la puerta e ingreso a la habitación.

Alison se encontraba de espaldas a ella, mirando por la ventana.

-Realmente pensé que no vendrías –se giró sobre sus talones para mirarla.

-¿Por qué no vendría?

-Pensé que no querías hablar de lo que paso hoy.

-Si quería, pero no quería tocar el tema porque sentí que te podía incomodar o molestar.

-Creo que... deberíamos comenzar a comunicarnos más y dejar de suponer.

Emily sonrió.

-Tienes razón en eso –asintió. –Ahora, ¿Qué es lo que querías decirme?

Alison soltó un sonoro suspiro.

¿Cómo iba a explicarle sin que sintiera asco de estar cerca de ella?

-Ali, ¿Qué pasa? –la miro preocupada cuando las lágrimas comenzaron a caer de esos ojos azules.

-Creo que nunca podre estar contigo –sollozo. –Nunca podre estar con nadie.

-¿De qué hablas? –la tomo suavemente por las mejillas para que la mirara.

-No soy virgen –susurro.

-Lo sé, Ali, tu nos... –se quedó callada.

La conversación de la fiesta vino a su mente, la actitud de Ali y como su cuerpo se tensó cuando Taylor pregunto si los amigos de Jason habían entrado a su habitación. Todo pareció encajar.

-Ali, ¿alguien... –no sabía cómo continuar. – ¿Alguien te toco sin tu consentimiento?

La rubia solo asintió, y el corazón de Emily se rompió.

La pelinegra envolvió a la rubia en un abrazo, y Alison se rompió, y lloro, como nunca había llorado, mientras Emily la sostenía con fuerza.

-No te preocupes más, no voy a irme –susurro. –No voy a irme, y tampoco voy a amarte menos, al contrario, cada día que pasa, te amo más –dejo un tierno beso en su sien.

Sin romper el abrazo, Emily las llevo hacia la cama de Mona y se sentaron ahí, mientras dejaba que la rubia sacara todo lo que llevaba dentro.

(...)

Cuatro horas más tarde

Las chicas habían llegado hace cuatro horas atrás, y ahora se encontraban viendo una película en la habitación de Mona. Acomodaron sus sacos de dormir en el suelo. Mona y Taylor dormirían en la cama de la morena, Aria, Spencer y Hanna en sus sacos de dormir individuales, y Alison y Emily dormirían juntas en el saco de dormir de la pelinegra, ya que después de lo que Ali le había dicho no quería dejar de abrazarla ni un minuto.

Las chicas habían notado algo en Alison y Emily, pero no quisieron preguntar, pero si notaban que la pelinegra estaba más protectora que de costumbre, y sin importarle nada, la abrazaba y besaba tiernamente su mejilla haciendo sonrojar a la rubia.

Emily miro a su alrededor y noto que Hanna, Aria y Spencer comenzaban a quedarse dormidas.

-Em, ¿sigues despierta? –pregunto Ali en un susurro.

-Sí, ¿Qué pasa? –bajo un poco su mirada para poder verla a los ojos, ya que Alison se encontraba acostada sobre su pecho.

-Nada, solo quería hacer esto –sonrió.

Y antes de que Emily pudiera preguntar de que hablaba, Alison acorto la distancia entre ellas y la beso. Ninguna de las dos pudo evitar sonreír en medio del beso, y antes de que el beso subiera de tono, Emily se encargó de calmar las cosas, ya que no quería que su primera vez fuera así, en un saco de dormir. Quería que fuera memorable y bastante agradable para ambas, sobre todo, para borrar aquel mal momento de la mente de Alison, ya que solo quería llenar de momentos memorables la vida de la rubia.

Solo quería hacerla inmensamente feliz, dejar que la amara mientras le enseñaba a amarse.





"Déjame amarte, yo cambiare tus miedos por felicidad, tus debilidades por fortalezas y tu tristeza por sonrisas".

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