Lil.
— Clima de mierda.
— Vocabulario — Se quejó mi padre.
Apenas nos habiamos bajado del auto y la nieve ya me estaba haciendo desear volver a casa. Por la maravillosa idea de papá, vinimos hasta la casa de Elijah Kamski, creador de Cyberlife, el cual esperaba tuviera una casa temperada porque estaba muriendo de frío.
Connor mantenía una distancia prudente de nosotros, el ambiente era tenso, Hank se veía incómodo pero evitaba hacer comentarios al respecto.
Finalmente, una androide rubia de ojos azules abrió la puerta y nos dio la bienvenida luego de que mi padre nos presentará, nos hizo pasar y nos indicó que la esperaramos en la sala.
— Qué guapa, la desgraciada — Dije tomando asiento.
Mi padre me vio mientras negaba con la cabeza.
— ¿Qué?, es envidia de la sana — Admití.
— ¿Y cómo te sientes, Connor? — Preguntó papá — Digo, vas a conocer a tu creador.
— Él no siente — Comenté yo en voz baja, aunque ambos me oyeron.
— No me provoca preguntas existenciales, si a eso se refiere, Teniente — Contestó Connor ignorando mi comentario.
La androide volvió informando que Elijah nos recibiría, mi padre se inclinó hacía mi susurrando.
— Deberías llamarlo suegro.
Le di un codazo. Entramos a un cuarto bastante grande, en el que había una piscina de fondo rojo, dos androides iguales a la que nos recibió estaban en ella junto al famoso Kamski.
— Señor Kamski — Llamó mi padre a modo de saludo.
— Un momento, por favor — Pidió este.
Comenzamos a caminar hacia el otro lado de la piscina, donde habían unos sofás y un gran ventanal que permitía ver el blanco paisaje que había afuera.
¿Esto cuenta como conocer a los padres de la persona que te gusta?
Finalmente, Elijah salió del agua y se acercó a nosotros.
— Soy el Teniente Anderson, ella es la Subteniente Anderson y Connor — Nos presentó mi padre.
— ¿En qué puedo ayudarlos, teniente? — Consultó, cruzando las manos delante de él.
— Investigamos a los divergentes — Comenzó a decir papá — Sé que dejó Cyberlife hace unos años, pero esperaba que pudiera decirnos algo que no sepamos...
— Los divergentes — Me miró — Son fascinantes, ¿No es así?
Este hombre sabe cosas. No me gustó su mirada.
— Seres perfectos con intelegencia infinita, y ahora, libre albedrio... Las máquinas son tan superiores a nosotros, que era inevitable un enfrentamiento. El logro más grande de la humanidad amenaza con llevarla a su destrucción, ¿No es irónico?
"Bastante" Estuve de acuerdo en mi mente.
— Necesitamos comprender porque los androides se vuelven divergentes — Está vez fue Connor quien habló — ¿Sabe algo que pueda ayudarnos?
— Todas las ideas son virus que se propagan como epidemias — Contestó — ¿El deseo de ser libre es una enfermedad contagiosa?
— No estoy aquí para filosofar — Le cortó mi padre un tanto cabreado — Las máquinas que creo pueden estar planeando una revolución. Así que, o nos da información útil o nos largamos.
— ¿Y que me dices tú, Connor? — Elijah miró a nuestro compañero — ¿De que lado estás?
— Estoy del lado de los humanos, por supuesto — Respondió, para mi decepción.
Elijah sonrió.
— Claro, estás programado para decir eso — Se acercó a él — Pero tú... ¿Qué quieres realmente?
Connor me dio una mirada rápida, pero para nada disimulada y no respondió a la pregunta.
— Chloe — Llamó Elijah a la Androide, que se acercó de inmediato — De seguro conocen la prueba de Turing, una mera formalidad.
Tomó a la androide de los brazos.
— Hermosa por siempre, algoritmos y capacidad computacional. Lo que me interesa, es si las máquinas pueden sentir empatía. Le llamo la prueba de Kamski, algo muy sencillo.
Él se dirigió hacía una a las espaldas de la androide y sacó un arma, alzando sus manos para mostrarla, y le dio un leve empujón a la androide para que se pusiera de rodillas frente a Connor.
— Qué es en realidad, ¿Un pedazo de plástico que imita a un ser humano?, o un ser vivo — Le entregó el arma a Connor y le hizo apuntar a la androide — Tú serás quien verá si responde o no a esa fascinante pregunta, Connor. Destruye a esa máquina y te diré todo lo que sé.
Mi padre y yo nos miramos sorprendidos. "Está loco"
— O perdonale la vida, si crees que la tiene. Pero te irás sin ninguna respuesta de mi parte.
— Bien, eso es todo — Papá se removió inquieto — Nos vamos, Connor...
— ¿Qué es más importante para ti, Connor? — Interrumpió Elijah — ¿Tu investigación o la vida de esta androide? Decide quién eres.
— ¡Suficiente, nos vamos! — Gritó papá molesto — ¡Connor!
Me quedé quieta observando, la luz led de Connor estaba amarilla. Connor apartó el arma y se la entregó a Kamski.
— Fascinante — Dijo — La ultima esperanza de Cyberlife para salvar a la humanidad, es un divergente.
— Yo... no soy divergente — Negó Connor, trabandose al hablar.
¿Lo puedo golpear?
— Prefiriste salvar a una máquina en lugar de cumplir tu misión — Le miró mientras levantaba a Chloe del suelo — Viste a esta androide como un ser viviente. Mostraste empatía.
"Si supiera" Me acerqué a mi padre que ya se veía mas relajado respecto al asunto.
— Se aproxima una guerra — Aseguro Kamski a Connor — Debes elegir un bando.
— Hay que irnos — Papá tomó a Connor del hombro y nos empujó a ambos a la salida.
— Por cierto, siempre dejo una salida de emergencia en mis programas. Nunca se sabe.
Fuera de la casa de Kamski, ya ni siquiera me importaba el frío, tanto mi padre como yo estabamos atentos a Connor quien se veía bastante conmocionado por lo sucedido.
— ¿Porqué no disparaste? — Quiso saber papá, atreviéndose a preguntar por mi.
Connor se giró hacía nosotros, intranquilo.
— La miré a los ojos... y no pude — Admitió.
Hank y yo sonreímos.
— Hiciste lo correcto — Le aseguró, pasando junto a él para ir al auto.
Iba a hacer lo mismo pero Connor me detuvo tomando mi mano.
— Lily...
Tomé su rostro entre mis manos y lo besé. No dudó ni un segundo en corresponderme y abrazarme por la cintura, como si necesitara eso de mi.
— ¿Tienen que hacer eso conmigo presente? — Oímos decir a papá quien nos miraba desde el auto asomando la cabeza por la ventana — ¿Les pongo un playlist romántico?
Reí. Separandome de Connor para ir al auto seguida de él. No fue tan mala idea venir aquí después de todo.
— No duraron ni un día separados — Bufó mi padre — Tu madre era más difícil...
Ignore ese comentario final. Me subí en los asientos traseros junto a Connor y tomé su mano durante todo el camino devuelta.
*****
Connor.
El ambiente era bastante frío, tanto aquí como en la realidad era invierno y Amanda se veía bastante seria respecto a la situación.
— Las máquinas se están revelando contra sus amos, Connor — Su ceño se frunció — Estamos al borde de una guerra civil.
— Creí que Kamski sabría algo — Dije — Estaba en un error.
— Tal vez si sabía. Pero preferiste no preguntar.
— Kamski solo jugaba conmigo — Aseguré — No sabía nada.
— ¿Has experimentado algo inusual últimamente, Connor? — Se cruzó de brazos — ¿Dudas o conflictos?, ¿Sientes algo hacia los divergentes?, o peor aún, ¿Hacia Lilianne Anderson?
— Comencé a tener pensamientos que no son parte de mi programa — Confesé — He considerado la posibilidad, de tal vez estar afectado.
— Has enfrentado situaciones difíciles, es comprensible que estes confundido — Dijo — Pero eso no te convierte en divergente.
Abro mis ojos encontrándome nuevamente dentro del auto, pero sólo Lily se encuentra conmigo durmiendo sobre mi hombro, no hay señales del teniente y estamos estacionados en la comisaría.
Trato de despertarla de manera suave acariciando su mejilla a lo que ella sonríe en respuesta, mirándome a los ojos, todo en mi se altera.
— ¿En que momento llegamos? — Consulta, apartándose de mi pero sin soltar mi mano.
— No lo sé — Digo, ya que también lo desconozco — Yo...
— ¿Tú?
Me acerco a ella, acortando otra vez la distancia entre nosotros, tomando su rostro para besarla. Creí que nunca más me permitiría hacerlo y me invade un gran alivio volver a sentir este tipo de contacto con ella.
Puedo sentir que ha subido su calor corporal, y aún sin apartarme ni verla, puedo asegurar que su rostro está rojo.
— Tengo que respirar — Me aparta un tanto divertida, tomando aire — Soy humana, Connor. Necesito oxígeno.
— Lo siento — Me disculpo pero vuelvo a pegarme a sus labios en cosa de segundos — Lo haré entre tiempos para que respires.
Ella sonríe mientras rodea mi cuello con sus brazos y se sube sobre mi, haciendo aún más corta nuestra distancia.
¿Debería hacer eso?, me pregunto a mi mismo mientras imágenes de películas y referencias que he buscado entre parejas humanas vienen a mi mente, ¿Querrá ella llegar a ese punto?
Deslizo una de mis manos por debajo de su ropa haciendo que se sobreexsalte y me detengo.
— Está bien — Dice — Sigue.
Y la continuó besando mientras sigo avanzando con mi mano hasta uno de sus senos, el cual acaricio sobre la tela del brasier produciendo un sonido bastante nuevo para mi por parte de Lily. Pero me ha gustado por lo que no me detengo.
— ¿Quieres hacerlo? — Consulto.
Lily se aparte de manera abrupta como recobrando su cordura y mira alrededor.
— N-no podemos — Dice nerviosa — Pueden vernos...
— ¿Deberíamos ir a donde podamos?
Se ve que la tomo por sorpresa y se baja de mis piernas para mirarme bastante seria.
— ¿Se puede saber de donde... emm... ¿Sabes cómo?, Digo, ¿Puedes?
— Si — Le sonrio un tanto decepcionado de que se haya alejado.
— Oh... — Evita mirarme a la cara — Bien, quizás más tarde, se supone que estamos trabajando.
— Ah, es verdad — Recuerdo — Más tatde entonces.
Y nos bajamos del auto, caminando uno junto al otro hacia la comisaria. Lily aún tiene el rostro bastante rojo, pero creo que no lo ha notado.
Llegamos hasta las oficinas de Hank y ella y vemos que el teniente está bastante molesto.
— ¿Porqué tardaron tanto? — El teniente preguntó bastante enojado.
— Me desperté hace poco — Mintió ella — ¿Qué pasó?
— Fowler nos sacó del caso — Bufó — Pasará a manos de la FBI.
Lily intentó ir hacia la oficina del capitán pero Hank la detuvo.
— No pierdas el tiempo, linda — Dijo y luego me miró — ¿Qué harás?
— Debería volver a Cyberlife, en donde me desarmaran para ver en que falle — Respondí.
— ¿Y si estamos del lado equivocado, Connor? — Se cruzó de brazos — ¿Y si estamos luchando con personas que sólo quieren libertad?
— ¿Debería unirme a ellos?
Ambos me miraron sorprendidos, pero conformes de cierta manera con mi respuesta.
— Ahi va Perkins — Señaló Hank.
— Hijo de puta — Insultó Lily.
— La respuesta está en las evidencias — Digo — Si se las lleva, no podremos hacer nada.
— ¿Qué sugieres, Connor?
— Es tu momento de brillar, papá — Lily le dio un ligero golpe en su hombro — Distraelo para poder ir a la sala de evidencias.
Hank suspiró sonoramente.
— Bien! — Accedió.
El teniente se acercó al agente del FBI para comenzar una pelea mientras Lily y yo nos dirigimos a la sala de evidencias.
No fue difícil adivinar la contraseña del teniente y al poder revisar cada una de las evidencias pude obtener la respuesta de su localización, que no dudé en compartir con Lily.
Tuvimos que salir solos de la comisaría ya que habían arrestado al teniente por golpear a Perkins.
— Quizás con ellos encuentre una solución — Le indico — Quizás pueda ser libre.
— ¿Y si no? — Lily se veia preocupada mientras conducía.
— Es la única manera, Lily — Miré hacía la calle — Si vuelvo a Cyberlife me destruiran.
Al llegar a su casa, fuimos a la habitación del teniente a buscar ropa que pudiera usar para ir a Jericho, Lisa había dejado una nota anunciando que salió con Sumo a pasearlo.
— Esto estará bien — Me entregó la ropa.
— Gracias.
— ¿No puedo ir contigo? — Preguntó a lo que me negué de inmediato.
— Es peligroso — Tomé sus manos — Lily, si algo sale mal... De verdad me hubiese haber vivido una vida contigo.
Ella me besó.
— ¿Tienes mucha prisa por ir?, Ya estamos en un lugar en donde podemos...
Sonreí comprendiendo a lo que se refería.