Cuando llegamos cada uno fue a su habitación. Cuando entré a la mía me puse algo más cómodo, me recosté en la cama boca arriba. Unos pequeños golpes en la puerta no me dejaron ni relajarme. Me levanté pesadamente y abrí la puerta para ver a Harry con una sonrisa, estaba igual vestido, lo único diferente era que estaba sin su abrigo y sus pies estaban descalzos. Sin decir nada pasó a mi lado y se sentó en la cama. Lo miré alzando una ceja ¿Qué hacía aquí?
-¿Qué?- preguntó mirándome divertido.
-¿Qué haces aquí, Rulos?- cuestioné mientras me acercaba a él.
-¿Para qué crees que viniste?- rió- ¿Acaso crees que me quedaré en mi habitación teniéndote tan cerca?
En un punto tenía razón, esto lo hacíamos todos los días. Pero creí que al haber pasado todo el día con él hoy no lo haría.
Me senté a su lado y la charla comenzó. Era como si estuviésemos en mi casa, sobre mi cama teniendo las largas charlas que teníamos casi todas las noches. Sus anécdotas de las giras eran completamente divertidas, al parecer no dejaban de hacer locuras. Es que si no las hacían se volverían locos estando tanto tiempo lejos de casa.
-Creo que es momento de dormir- dije bostezando.
-Okey- respondió acomodándose en la cama. Lo miré y solté una carcajada.
-¿Perdón?- pregunté ¿Qué creía que hacía acomodándose?
-Dormiré aquí- dijo como si nada.
-Ni lo sueñes, Rulos.
-Vamos, Am- rió- Sólo dormiremos, no me hagas dormir solito- siguió poniendo expresión de perrito mojado, no pude evitar reír nuevamente- ¡Vamos! No podré dormir si sé que estás a una pared de distancia...
-Okey, okey- cedí- Sólo dormir- advertí señalándolo con un dedo, él sólo soltó una carcajada.
Me acomodé mejor, dándole la espalda. Segundos después sentí su calor envolverme, su brazo me rodeó y me presionó más contra su cuerpo, sentir cada parte de su anatomía hizo que una corriente eléctrica recorriera todo mi interior, pero fue mucho peor cuando su nariz comenzó a rozar la piel de mi cuello, creí que moriría allí mismo
-Rulos- me quejé sin poder moverme, simplemente su contacto me paralizaba.
-¿Qué?- susurró con voz ronca como si nada, sin dejar de acariciar con su nariz mi piel.
-Eh dicho sólo dormir- traté de sonar segura, molesta, seria, pero creo que mi voz no logró su objetivo y en cambio soné débil e idiota. Pude sentir su aliento chocar en mi cuello cuando soltó una pequeña risa.
-Sólo dormiremos- susurró y luego depositó un pequeño beso allí para acomodarse mejor ¡Maldición! Sería completamente difícil dormir con él así, sin embargo no quería separarme, no quería separarlo, de alguna manera se sentía bien, me sentía completa.
...
El sonido de un celular me sacó de mis sueños. Me removí un poco y descubrí que Harry seguía allí, abrazándome en la misma posición en la que nos quedamos dormidos. El celular dejó de sonar cuando por fin pude abrir mis ojos pero no tardó en volver a hacerlo. Giré sobre mí misma todavía rodeada por lo brazos de aquel muchacho y comencé a moverlo.
-Mmm- se quejó.
-Rulos- hablé con voz ronca, tan ronca que dolió al hacerlo- Despierta.
-No- respondió apretando más sus brazos sobre mi cuerpo. Reí ante su pequeña escena de niño pequeño.
-Tu celular- le avisé moviéndolo.
Se giró de mala gana y tomó su celular de la mesita de luz.
-¿Qué mierda sucede, Niall?- preguntó con voz ronca ¡Maldita sea! ¿Podría sonar más sensual?- Durmiendo- siguió- No, no estoy en mi habitación... qué importa- se quejó, estoy segura que le preguntó dónde estaba o quizás hasta había adivinado que estaba aquí, odiaba aquello ¿Cómo podrían pensar que éramos amigos si dormíamos juntos? Más allá de que seguramente lo que menos creerían era que habíamos dormido- Okey, en media hora- fue lo último que dijo para luego cortar la llamada y dejar el celular donde estaba antes para volver a su posición inicial, rodeando mi cuerpo con sus brazos.
-Harry- dije moviéndolo.
-¿Qué?- preguntó con una sonrisa y me miró.
-¿Cómo qué?- alcé una ceja.
-Si, si, ya me voy- estiró todo su cuerpo y se levantó refregándose los ojos- Adiós- susurró cuando beso mi mejilla- En dos horas pasó por ti para almorzar- dijo antes de cerrar la puerta.
Así fue que almorzamos todos juntos en el gran restaurant del hotel. Claro, estaba completamente cerrado para el público.
...
-Son unos idiotas- dijo entre carcajadas Lou, quien se encontraba sentada a mi lado sobre unas grandes cajas negras en lo que parecía un estacionamiento de autos. La verdad es que no sé si lo era, sólo sabía que era la única parte del estadio, donde ellos tocarían en algunas horas, en la cual podíamos estar sin ser atacados por fans o paparazzis, aunque no dudaría que nos pudiesen tomar alguna que otra fotografía.
-Parecen bebés- reí junto a ella, ambas mirábamos la patética escena que protagonizaban Harry, Louis y Niall. No sabía bien qué hacían, pero eran completamente divertidos, se golpeaban, se tiraban al piso, reían y más cosas.
-Son bebés- respondió calmando su risa, ambas nos miramos por unos segundos y largamos grandes carcajadas. La había conocido hace algunas horas pero realmente sabía que esta muchacha era genial. En algún punto se parecía a Penny, despreocupada y divertida.
-Hey, hey ¿De qué se ríen ustedes?- preguntó Rulos acercándose a nosotras, se acomodó entre mis piernas y colocó sus manos sobre mis muslos.
-De los bebés que son- respondió Lou.
-Oh claro, olvidé que ustedes son ancianas- rió Harry.
-¿Perdón?- lo miré haciéndome la ofendida.
-¿Qué?- sonrió deslizando sus manos de arriba a abajo sobre mis piernas.
Se quedó observándome con esa hermosa sonrisa y no pude evitar perderme en sus ojos. Un grito de atrás nos distrajo del pequeño trance en el que nos encontrábamos.
-Te mataré- gritaba Niall riendo.
-Oh no- susurró Harry y rodeó mi cintura con sus brazos para esconder su rostro en mi estómago.
-Kate suéltalo- pidió el rubio frente a nosotros.
-Yo no lo estoy reteniendo- dije entre risas.
Así siguieron por un largo rato, riendo, corriendo, gritando, básicamente divirtiéndose.
...
El concierto estaba por comenzar y yo me encontraba con Lou esperando ansiosamente. Nunca los había visto en el escenario, nunca lo había visto a él haciendo lo que supuestamente hacía mejor.
Casi me quedo sin aire cuando comprobé la cantidad de gente que había en aquel lugar, no había un mínimo espacio vacío. Entre persona y persona había otra persona. Era increíble. Sus gritos, sus llantos, sus carteles, todo me había dejado congelada durante algunos minutos.
Cada vez me era más difícil comprender que el Harry que había conocido en mi humilde bar, ese que me esperaba todas las noches en mi puerta, era el que ahora estaba sobre el escenario, el que recibía todos esos gritos, el culpable de todos esos llantos, la inspiración de todos esos carteles.
Decidí dejar de pensar porque si lo seguía haciendo me volvería loca en segundos. Comencé a disfrutar de aquel espectáculo. Eran completamente iguales sobre el escenario que fuera de él. Hacían idioteces durante las canciones y reían sin parar.
Casi sobre el final comenzó una fuerte canción, era algo más "pesada" que las anteriores y llamó mi atención complemente. Harry comenzaba cantando y realmente parecía disfrutar cantarla. Se movía sin parar, su cabello saltaba al ritmo de la música ¡Maldición! se veía completamente sensual sobre el escenario. Tiraba cosas a las fans y ellas gritaban histéricamente. Sus músculos se tensaban y relajaban según sus movimientos. El sudor en su piel sólo lo hacía verse más sensual.
¡Maldita sea! Hacía semanas que no nos acostábamos y realmente lo estaba manejando bien pero todo se estaba yendo por la borda en ese mismo instante. Comprendía los gritos de aquellas fans completamente ¿Cómo no gritar? Yo debía contenerme para no hacerlo.
Cuando terminó no podía dejar de pensar en lo sexy que se veía, caminaba despreocupado como si notara lo que generaba en cada mujer que pasaba. Sólo quería correr a la cama con él.
Cuando llegamos al hotel subimos por el ascensor y casi jalé de su mano para dirigirlo a su habitación.
-¿Cuál es la prisa, Am?- preguntó riendo despreocupado. Maldición Harry, deja de sonar tan sensual.
Abrí la puerta torpemente y cuando entramos la cerré rápidamente para acorralar su anatomía contra la pared y atacar directamente sus labios, al principio no reaccionó pero sólo tardó unos segundos para hacerlo, sus manos rodearon mi cintura y en segundos quitó mi camiseta. Dirigí mis besos a su cuello pasando por su mejilla y comencé a desabrochar su camisa mientras dirigía mis labios a su pecho.
-¿Qué qué es esto?- tartamudeó agitado.
-Nada- lo miré y ataqué sus labios nuevamente. Él me separó para mirarme
-¿No era nada de sexo?- preguntó divertido.
-Maldición Harry, cállate- me quejé, rió y me aprisionó contra su cuerpo.
-Esta vez será como yo quiero- susurró sensual sobre mis labios. Me acorraló contra la pared haciéndome sentir absolutamente todo su cuerpo sobre el mío. Sentí su excitación sobre mi pantalón y eso sólo me hizo delirar.
En ese mismo instante todo se fue al demonio. Todo el tiempo que había logrado no acostarme con él, todo el convencimiento de que éramos sólo amigos y que no tendríamos sexo ¿Ahora cómo me creería la próxima vez que se lo diga? ¡Maldición Kate! Haces todo mal, deberías dejar de llevarte por tus impulsos, pero ¿qué digo? Nunca lo hago, nunca me dejo llevar por lo impulsos, hasta que lo conocí y demonios, sí que me dejaba llevar.
Todo fue salvaje, desesperado, nuestras pieles ardían cuando se tocaban. Ambos queríamos más del otro y no parecíamos saciarnos.
...
-Amigos- susurró cuando mi cabeza estaba apoyada en su pecho desnudo. Mi mano, que acariciaba la perfecta mariposa que decoraba su torso, se detuvo. La pequeña ilusión de que no mencionaría aquel tema se deshizo instantáneamente.
-Eres malditamente sensual sobre el escenario- confesé y sentí su pecho vibrar ante su risa- Eso es injusto- lo miré, él tomó mis mejillas y besó mis labios.
-Tú eres malditamente sensual todo el tiempo- susurró- y sin embargo me contuve- rió.
-Soy débil- reí mientras volvía recostarme en su pecho.
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