Al día siguiente nos fuimos a Hogwarts todos juntos
Estaba en el gran comedor con Blaise ya que el trío de oro se fue a ver con Hagrid el cual había vuelto
-¿Que tal tus vacaciones mi negro querido?- pregunté amablemente mientras comía a su lado
-Tan buenas y sabrosas como yo- respondió egocéntrico a mi lado
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Los días siguientes a eso seguimos en las clases con el ejército
Ese día nos encontrábamos en una lección aprendiendo a hacer el conjuro Patronus, me estaba costando un poco de trabajo y Harry se acercó a mi
-¿Problemas con el hechizo?- su tono era dulce
-Esto es ridiculo, no puedo- solté estresada de tanto intentarlo
-Piensa en tu abuelo, amigos y si te ayuda... pues en mi también- dijo el con un poco de vergüenza al pronunciar lo último
Cerré mis ojos y empecé a visualizar el día de el Yuleball con Harry y cuando estuve con Hermione borracha, las veces que reí con los gemelos y cuando me escapaba con Ron a robar comida a la cocina y por último recordé el día que baile con el azabache esa canción que tanto me gusta
-Expecto Patronum- susurre con mis ojos cerrados y de la punta de la varita salió una luz azul que se convirtió en un hermoso ciervo y empezó a correr por todo el salón
-Tú patronus es igual al mío- exclamo Harry a mi lado mientras observaba, realizó el encantamiento y su ciervo se unió al mío y juntos recorrieron todo el lugar, yo sonreía
Hasta qué Umbridge empezó a romper las puestas del lugar, nos había descubierto
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Luego de eso Dumbledore escapó del colegio quedando como directora el sapo rosa en su lugar
Nos imponía castigos con "sus plumas especiales"
Para Harry y para mi era imposible vernos, no nos permitían pasar tiempo con nadie
Estábamos en los TIMOS y todo se encontraba en silencio, pero de un momento a otro llegaron los gemelos con sus fuegos artificiales en sus escobas alegrando el lugar
Uno de los artefactos se convirtió en un dragón y empezó a perseguir a Umbridge
Salimos al patio y todos empezamos a celebrar pero de un momento a otro Harry quien estaba delante de mi se mareo y cayó en mis piernas, estaba teniendo una visión
Nos explico lo que vio mientras íbamos caminando junto a Her y Ron
Se trataba sobre una profecía y según el Voldemort estaba torturando a Sirius
Intentamos utilizar la red flu para llegar a tal lugar pero la vieja rosa adicta a los gatos nos encontró
Los prefectos de Slytherin nos retenían. Draco me sostenía a mi y lo que se me hizo más raro es que el solo jugaba con mis manos, no hacía ningún tipo de esfuerzo en sujetarlas, no me queje ya que eso podría ayudarme a liberarme de él después
-La maldición Cruciatus te aflojará la lengua- dijo ella mientras tenía a Harry amarrado a una silla sin capacidad de moverse
-Usted le toca siquiera un pelo y le juro que- me interrumpió la sapo rosa
-¿Que harás? ¿Lanzarme un Expelliarmus?- sonrió ella arrogante apuntando al azabache con su varita
-No... le lanzaré un Crucio y disfrutaré verla retorcerse del dolor- manifesté yo mirándola amenazante
-DILE HARRY, dile la verdad- exclamo Hermione, claramente ya había improvisado un plan
Ella y Potter se la llevaron al bosque con la excusa de mostrarle el tal arma secreta de Dumbledore
Logre librarme junto los demás con unos caramelos vomitivos y rápidamente me dirigí en dirección a ellos
Cuando los encontré los centauros se la estaban llevando
-Que lastima, no pude lanzarle el Crucio que le prometí- exclame tomándolos por sorpresa
Abracé a Harry y este rápidamente nos recordó que teníamos que ir con Sirius a lo cual salimos corriendo del bosque
Junto a los demás después de discutir con la terquedad del azabache acepto que todos lo acompañáramos
Estábamos en el departamento de misterios en la sección de las profecías buscando la que Potter vio en su sueño hasta que la encontramos
Al tomarla empezaron a aparecer mortifagos
Intentamos escapar de ellos mientras a la vez luchábamos en su contra
Con un reducto de Ginny contra un mortifago el lugar con las profecías empezó a caer y todos nos lanzamos por una puerta que quedaba al fondo
-Detrás de mi- ordeno Harry con su varita en alto
Los mortifagos llegaron y nos retuvieron a todos menos a él
Bellatrix Lestrange me sujetaba amenazadoramente
Lucius Malfoy amenazo a Harry haciendo que este le entregara la profecía pero rápidamente llegaron los de la orden
Todos nos escondimos menos Harry que se quedó luchando junto a Sirius
Lestrange con un Avada Kedavra acabó con la vida de Black ante los ojos de el azabache y este soltó un grito desgarrador para después irse corriendo tras ella
Quería correr detrás de él pero Lupin nos detuvo
En cuánto este se distrajo fui corriendo hacia Harry
Al llegar lo vi retorciéndose con los ojos de un color sobrenatural y entendí al instante que le ocurría
Me arrodillé a su lado -Harry no importa el parecido que tengan... sino cómo se diferencian- le susurre mientras lo observaba preocupada. En eso entraron los demás
-Tú eres el débil, nunca conocerás el amor ni la amistad y siento lástima por ti- al decir eso se pudo distinguir un humó negro saliendo de su pecho
Me apresuré y tome su cabeza apoyándola en mis piernas mientras acariciaba su mejilla
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Harry pov:
Me encontraba en la oficina de Dumbledore platicando con él sobre cómo me sentía, yo estaba nostálgico y claramente herido
También hablamos sobre la profecía y de cierta manera el me la explico
Procedí a retirarme pero él agregó algo a la conversación
-Harry tengo un favor que pedirte- No se encontraba muy convencido de lo que iba a decir pero sin embargo continuó -Sé que t/n y tú están juntos
Abrí mis ojos como platos de la impresión, yo no sabía que él lo sabía pero asentí con mi cabeza
-Sé que ella te quiere mucho y por esa misma razón, aunque me duela, quiero pedirte que te alejes de ella
Pensé que me pediría cualquier cosa menos eso -Señor pero yo la quiero, ella es lo único que tengo- exclamé dolido
El camino hacia mi -Ella es lo único que yo tengo también- puso su mano en mi hombro -Harry tu vida esta llena de peligros y por conocerla como lo hago sé que ella sería capaz de recibir una maldición solo para que tú no la sufrieras, se pasó las navidades hablándome de ti y de lo buen chico que eres. No quiero que le pase nada, ella es mi única familia, por favor Harry... es lo único que te pido- rogó el con sus ojos llorosos
-¿Pe_pero cómo se lo dire?- tartamudee, su petición me ardía en el pecho
-Dale cualquier excusa que sepas que los pueda apartar, cuando se acabe todo esto podrán estar juntos, pero por ahora manténganse lejos- volteó y se sentó en su escritorio dejándome a ahí con la mente rebobinando para saber qué excusa ponerle
Salí de tal lugar y en el pasillo antes de entrar al gran comedor me la encontré
Ella saltó a abrazarme, acarició mi mejilla tiernamente
-Hola guapo, ¿Como te sientes?- pregunto ella con dulzura en su voz
-Bien- respondí en seco, ella se inclino a besarme y en eso llegó Dumbledore quien con su mirada me recordó lo que habíamos hablado hace un momento
Me aleje de ella bruscamente
-Harry ¿Que te pasa? ¿Es lo de tu padrino?- insistió ella, estos días después de la muerte de Sirius ella se había mantenido cerca de mi, consolándome y siendo más tierna de lo que nunca había sido con nadie más
-No, solo no quiero contacto físico
-No te preocupes, lo entiendo, te daré todo el espacio que necesites- no me lo decía como reproche, era más como si ella tratara de ponerse en mi lugar, me encantaba eso de ella, pero tuve que reaccionar
Su abuelo tenía razón al decir que yo podría hacerle daño, mi simple existencia era peligrosa para ella
-No, en realidad ya no quiero estar más contigo- espete sin mirarla a los ojos
Ella me dio una media sonrisa -No digas eso cariño, sé que estás mal, no necesitas decir esas cos- la interrumpí
-No podemos seguir juntos porque no te quiero, ayer me acosté con Cho- mentí -tú nunca me gustaste, solo fuiste algo sexual y no te atrevas a decir que lo digo porque estoy dolido porque no es así, espero que entiendas cuando te digo que NO QUIERO ESTAR CONTIGO- solté sin siquiera pensar en las palabras que salían de mi boca, tan solo decirlas me dolía
Los ojos de ella de cristalizaron, dio un paso hacia mi, miro mis ojos buscando alguna señal de que yo mentía en mis rostro, pero no la encontró ya que puse mi mayor esfuerzo en parecer indiferente
-¿Es verdad todo lo que dices?- el tono de su voz me demostró que rogaba la verdad, una lágrima cayó resbalándose por su mejilla mientras ella seguía indagando en mi mirada
Me mantuve firme
-Cada palabra- espete arrogante
Esperaba una cachetada, un golpe, un insulto, pero no, ella solo se fue en silencio con los carrillos de sus cachetes bañados en lágrimas. Ahí supe que de verdad la había herido y perdido