𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚:
Bajamos por los escalones de piedra corriendo, la bajada de la colina era peligrosa a cierto punto, tanto así que Ron casi se cae rodando por el césped. Finalmente llegamos al sendero que nos conducía a los jardines de Hagrid. Al llegar a su puerta los cuatro golpeamos su puerta esperando a que nos abriese. La puerta, con un chillido exasperante, se abrió mostrando a Hagrid esbozando una gran sonrisa. Nos dejo entrar y nos sentamos en los sillones mientras él nos servía té y nos obsequiaba dulces con sabor a café con leche
- Me alegra que te encuentres bien Leila, nos tenías muy preocupados a todos - Sonrió Hagrid sentándose en su sillón cercano al fuego, con Fang acostado a su lado y revolviéndose en el piso
- No fue mi intención - Le devolví la sonrisa - Ahora tengo que prepararme para el baile y no se con que empezar - Le dí un sorbo al té, estaba algo agrio y tenia un gusto raro que desconocía en su totalidad. Sonreí de igual forma para no ser descortés
- ¿Baile? - Preguntó Hermione. Al verme confundida ante su pregunta volvió a hablar - ¿Acabas de despertar después de semanas y en lo primero que te preocupas es en un baile? - Doblé la cabeza e hice una mueca dando a entender que si. Pensé que se refería a que debería preocuparme en mi salud sin embargo es Hermione, sabemos que va a preguntar - ¿Qué hay de los estudios? Te haz retrasado con todo, ni siquiera te imaginas todos los temas de los que habló el profesor Snape en la clase de pociones, uno de ellos fue... - Se vio interrumpida ante un bostezo proveniente de Ron, quien miro a Hermione con una mueca de aburrimiento. Esta le envió miradas asesinas y Harry desviaba su mirada entre los dos sin saber quien atacaría primero
- Habrá tiempo después para ocuparme de los deberes - Dije despreocupada acomodándome en el asiento. Era grande ya que Hagrid se sentaba en el por lo tanto mi cuerpo se podía estirar en este y acomodarse de mil formas distintas, aprovechando que el respaldo en si no era tan alto
- Estuviste un tiempo ausente - Me reclamó - Si no te pones a estudiar perderás el año - Su tono de voz parecía ser el mismo que el que usaba la profesora McGonagall. Severo pero tierno a la vez, con preocupación verdadera
- No exageres Hermione, Leila es una de las mas inteligentes en nuestro año, no tendrá problemas con los deberes - Ron parecía irritado de que Hermione se preocupara tanto por mi ausencia académica
- Hagrid, ¿Como te fue con los chizpurfles? - Preguntó Harry cambiando de tema rápidamente antes de que Hermione contesté y cree una segunda guerra mágica
- Por suerte las destruí con las pociones que me dio el profesor Snape, sería un desastre que se infestaran hasta el castillo para el Baile de navidad - Dijo contento y orgulloso de su trabajo y del trabajo del profesor Snape - Hablando del baile de navidad ¿Ya saben que van a usar? - Metió uno de sus caramelos en su boca con una sonrisa
- Hay que vestir de gala así que pienso usar un vestido Lila brillante que llegue hasta mis pies - Respondí. Cuando desperté le envié una carta a mis padres avisándoles que ya me encontraba mejor, como respuesta me enviaron muchos dulces y un poco de dinero para que me compre lo que yo desee. Con esos galeones le compré un vestido usado pero en buen estado a una chica de Ravenclaw de quinto año. El vestido llevaba varios brillos en la parte superior, y en la cintura un cinturón pegado al vestido de color blanco y decorado con tela violeta. En la parte de abajo la tela llegaba hasta mis pies y se mantenía pegada al cuerpo. Tenia una mancha en un costado que con esfuerzo y un poco de magia logre quitar por completo
- Mi madre me envió una traje raro y feo - Respondió Ron horrorizado aun con el olor que impregnaba la ropa que le llegó
- Por lo menos será útil a la hora de bailar - Le dediqué una sonrisa burlona y lo empujé levemente hacia un lado
- ¿Quién dijo que iré al baile para bailar? Espero que se esfuercen en el banquete - Los cuatro allí presentes nos reímos mientras Ron se tragaba las recién sacadas del horno tortitas con dulce. Estaban medio quemadas y el dulce se había derretido hacia los costados, pero dentro de todo estaban ricas
- Mis padres me enviaron un vestido muy bonito - Dijo Hermione con una sonrisa - Pero aun no les diré nada, prefiero que sea una sorpresa - Yo, que ya había visto su vestido, asentí con la cabeza comiendo una tortita. Su vestido era rosa y con varios pliegues, combinaba distintos tonos del mismo color y le quedaba muy bien, y eso es decir poco
- Yo aun no lo se - Respondió Harry
Estuvimos un largo rato en la cabaña de Hagrid hablando sobre distintos temas. Las criaturas mágicas que él cuidaba eran aterrorizantes pero muy interesantes. Por lo general sabíamos que Hagrid simpatizaba muchos con sus animales y que, aunque para él eran seres inocentes que no lastimarían a nadie, para nosotros eran un escalofrió en los huesos con solo nombrarlos. Durante la charla mencionó a Aragog y Ron casi se desmaya. Tanto él como yo odiamos las arañas y odiamos a Aragog, pero mas que nada porque intentó matarnos en nuestro segundo año. También hablamos sobre el baile y los preparativos, el banquete que están preparando los elfos y las canciones que van a tocar "Las brujas de Mcbeth", mi banda de música favorita que accedió a cantar alguna cosa que otra. Cuando me enteré casi salto de mi silla emocionada, al igual que Ginny. Si algo compartíamos era nuestro fanatismo hacia aquella banda
Cuando la noche comenzó a caer nos despedimos de Hagrid y volvimos al castillo, comimos en el Gran Comedor y al terminar cada uno se fue a sus habitaciones para descansar