Estaba en la sala común con Harry y Hermione.
Ella estaba en un sofá leyendo un libro y Potter y yo estábamos enfrente de la chimenea tratando de averiguar cómo encontrar el mensaje escondido del huevo.
-Tal vez tengas que abrirlo en un lugar en específico, o un animal tenga que traducírtelo- anuncie mientras veía detalladamente el huevo dorado.
-Puede ser pero no lo sé, los libros no me dicen nada- volteó a verme con su mirada cansada.
Quise cambiar el tema, se notaba su angustia al no poder resolver la incógnita.
Iba a hacerlo cuando derrepente Ginny traía a Ron con una cara de trauma en su rostro.
Lo sentó en una silla.
-¿Que le pasó?- pregunto Harry al ver a su amigo en ese estado.
Al parecer quiso invitar a Fleur al baile, pero lo hizo de una manera muy intimidante y aterradora.
Yo reía hasta que llegaron las gemelitas Parvati murmurándose cosas mientras veían a Harry
-Ahí está- dijo uña señalándolo, las dos le sonrieron y el azabache las vio.
Y como estúpidamente impulsiva actué sin pensar.
-¿Quien está aquí? Ah si, aquí está Ron, chicas. Quieren invitarlo al baile, ¿verdad?- no las deje hablar y continúe -Aww es muy tierno de su parte, este pelirrojo está completamente de acuerdo en ir con ustedes, son unas suertudas- dije con una sonrisa hipócrita, sabía perfectamente que ellas querían ir con Potter.
-De hecho, también queríamos ir con Harry- respondieron ambas al mismo tiempo.
-Ay es una lástima, Harry ya tiene pareja-rebatí completamente sería.
-¿Donde? Si no está aquí pues no cuenta.
-Pues ya la están viendo.
El coraje empezaba a correr por mis venas y en un encantamiento mudo invoqué aves que ahora volaban al mi alrededor.
-Pues que malos gustos tiene Harry- respondió una de ellas.
Él iba a hacer algo, no sé qué ya que antes de que siquiera pudiera moverse lo interrumpí.
-Oppugno- recité y los pájaros salieron volando hacia ellas desintegrándose en sus cabezas mientras corrían.
Sonreí victoriosa y Hermione me sonrió de igual manera.
-Eres increíble- dijo el azabache riéndose.
-Así es, lo soy- le sonreí -Ya te conseguí pareja Ron, no te sientas mal con tu existencia- le dedique una sonrisa dulce y angelical.
Todos reímos al ver a las Parvati en las escaleras quitándose las plumas del cabello, Harry no. No era capaz de burlarse pero al menos no se enojó conmigo.