♚David♚
El príncipe David ll, caminaba de regreso al palacio por los parques de Evelmor, en Gemaria, reino situado en Galidor. David odiaba los bailes y las aburridas cenas, pero sabía que debía acudir a ellas, o su madre, la reina Sara de Givenpool lV, le prohibiría su derecho a la corona.
Con cara de pocos amigos entro a la sala común, donde habían varios príncipes, reyes y nobles congregados, por el cumpleaños del príncipe Seth de Galidor, la nación en donde se ubicaban Gemaria y Givenpool, los reinos que heredaría, junto al reino vecino, Garta, eso si su madre lograba convencer al rey Fred de Georgaria, de que Rasul y el contrajeran matrimonio, ya que eso haría que también heredara el reino de la madre de Rasul, Garta.
En total reinaría, Gemaria, Givenpool, Georgaria y Garta, cuatro reinos a su disposición, pero él no se quería casar con Rasul, era su amigo, además sabía que él y el príncipe Seth se traían algo entre manos. Por otra parte, en caso de que el rey Fred se negara, su madre lo obligaría a casarse con Leyana, quien también era su amiga, Leyana era la princesa de Galia, la capital de Galidor, y ella solo poseía ese reino, eso si sus padres no la obligaban a casarse con Seth. En caso de que ello ocurriera, su madre o su padre de alguna forma se encargarían de que Seth, muriera o algo parecido, así él podría casarse con Leyana y tendría Gemaria, Givenpool, Galia y Galidor.
Dejo su amargos pensamientos para después y se concentró en estudiar a los presentes, todos eran tan falsos, lo podía notar. A lo lejos vio a la Reyna Martha, junto a su esposo el rey Tarquín de Grinwarts, apenas llevaban tres meses reinando y ya se consideraban personas sabias, siguió mirando mientras estos se besaban, y el rey tocaba el vientre, algo hinchado ahora que lo veía bien, de la Reyna Martha.
«Esos gusanos no perdieron el tiempo» Pensó.
—¿Y? ¿Cómo vas en tu rutinaria tarea de odiar a todos? —Dijo alguien a su lado, era Leyana.
—Seguramente cree que todos son unos hipócritas —Añadió Rasul, desde luego Leyana no podía estar sin su confidente.
—¿Qué quieren?
—Para empezar ¿Por qué Seth se ve tan ardiente hoy?
—No lo sé Rasul, ve a preguntárselo si tanto te importa y tu Leyana ¿no tienes a nadie más a quien molestar?
—De acuerdo, de acuerdo, nos iremos y te dejaremos pasar tu velada tranquilo, si nos dices ¿Qué opinas del príncipe de Grecinclaw? —Pregunto la princesa apuntando hacia un joven príncipe que parecía perdido.
—No lo sé, es la primera vez que lo veo.
—Me sorprende, ¿No eres tú el chico que pasa horas observando?
—¿No eres tú la chica que se escapa a medianoche de su castillo? ¿Y no eres tú el chico que se la pasa observando al príncipe Seth todo el tiempo, repito todo el tiempo? —Replico malhumorado —Así es, yo lo sé todo de ustedes, así que si no quieren que esa información llegue a oídos de todos se largan y me dejan en paz.
—Okey, nos vemos Davey-boo —Se despidió Leyana llamándolo por ese molesto apodo que tanto odiaba.
Después asegurarse de que Leyana y Rasul no estuvieran cerca, camino hacia el príncipe de Grecinclaw, había escuchado que su reino se hallaba a las orillas de Galidor, recordaba haber escuchado que estaba cerca de Gornan y por consecuencia del Guetto, el área más pobre e insegura de todo Galidor.
Con un suspiro tomo valentía y se presentó:
—No habíamos tenido el placer. David ll de Gemaria, príncipe de Givenpool
—¿Tienes dos reinos?
—¿Tienes dos oídos? —Replico con el mismo tono de incredulidad que había usado el príncipe frente a él.
—Okey, lamento haberme impresionado, soy Marcus, Príncipe Marcus Vl de...
—...Grecinclaw, un placer —Termino David revolviendo la copa d vino que traía en la mano.
—Si ¿Cómo lo...?
—¿... supe? Bueno veras dos molestas moscas te mencionaron.
—¿En serio nos acaba de llamar moscas?—Pregunto una voz tras el adorno floral junto a ellos.
—Si, además presumió sus reinos, como de costumbre, y uso su sarcasmo e ironía con el —Respondió la voz de una mujer, y lo que dijo hizo que Marcus se riera por lo bajo.
—No creo que debamos estar aquí
—¿Porque?
—Bueno, es bastante obvio que ha David al fin le gusto alguien, y a mí no me gustaría que me espiaran mientras hablo con Seth.
—Bueno tal vez después nos vayamos, por ahora a seguir escuchando.
—Sí, probablemente digan algo emocionante —Exclamo David detrás del dúo molesto, él y Marcus habían rodeado el adorno mientras el par discutía.
—Leyana
—¿Si?
—¿Deberíamos correr?
—No es necesario, créanme, mañana por la mañana se despertaran pensando, que bueno que el príncipe David nos perdonó, pero luego cuando desayunen con sus patéticos juegos de té y lean el diario, sabrán que le di mucha información a Guerreros y espadas —Dijo mencionando el diario de la región de Galidor, el cual llegaba a todo Galidor, incluso al Guetto.
—O podrías perdonarlos, este par no ha hecho nada malo, además son tus amigos...
—...Y debería perdonarles algunas cosas —Termino David—. Bien, pero no volveré a perdonarles nada, ya lárguense.
—Si —Exclamo Rasul mientras se alejaban—. Menos mal su novio lo detuvo.
—Repite eso
—Rasul corre —Ordeno Leyana antes de salir corriendo junto a su camarada
—Nunca cambiaran. —Pensó en voz alta olvidándose de la presencia de David—. Bueno iré a descansar, ya estuve lo suficiente aquí, por lo menos mi madre no puede decir que no estuve presento en lo absoluto, al menos no con el escándalo de esos dos.
Salió de la sala común y camino por el pasillo, iluminado por lámparas de aceite, dio vuelta a la derecha y entro en su habitación, segundos después de haber cerrado la puerta, un curioso príncipe de Grecinclaw entro a la habitación, topándose con David, quien había comenzado a desnudarse.
—Yo, lo siento... no sabes cuánto...
—...Lo sientes ¿Tu solo querías saber si estaba bien? —Termino de nuevo lo que estaba diciendo Marcus—. Estoy bien, gracias por preguntar.
—¿Cómo es que...?
—¿...Siempre se lo que vas a decir? —Termino David comenzando a ponerse una camisa, ya que había notado que a Marcus le incomodaba que estuviera solo en ropa interior—. No es tan difícil adivinarlo, ¿Me pasas aquel pantalón?
—Si
—Además, las personas como tú, son todo un libro abierto, no necesito conocerte para saber lo que piensas o lo que dirás.
—Oh, y ¿Qué pienso ahora? —Reto Marcus mientras Dave se terminaba de abrochar el pantalón.
—1, así no funciona; 2 probablemente o quieres tener sexo conmigo, o quieres besarme o piensas en que tengo demasiados libros —Termino lo último señalando los estantes llenos de libros que el visitante había estado observando fugazmente—. Y con 79% de probabilidad, ahora mismo crees que soy un degenerado o crees que soy lindo pero no lo admitirás. ¿Eso es todo?
—No —Musito antes de lanzarse hacia los labios de David, se besaron el uno al otro en un dulce y tierno beso digno de un cuento de princesas. Cuando se separaron. Marcus se tapó la boca con los ojos desorbitados— ¿Por qué hice eso?
—Tranquilízate —Murmuro David volviendo a besar a Marcus mientras se recostaban en la cama. El príncipe de Gemaria no perdió el tiempo y quito el saco de una sola jalada, después comenzó a desabrochar la camisa de Marcus.
Cuando y estaban casi desnudos, un sonoro y estrepitoso disparo se escuchó por todo el lugar. Se separaron de un salto y se comenzaron a vestir.
—¿Crees que alguien este herido? —Pregunto Marcus abrochando los botones de su camisa para después fajarla y ponerse el saco.
—Esperemos que no
Regresaron corriendo a la sala común y ahí vieron a Tarquín derrumbado, llorando, frente a él, estaba la Reyna Martha colgada del candelabro con un hoyo en el vientre. Eso no podía ser coincidencia, además de ellos los únicos que faltaban eran Leyana y Rasul. Estos dos llegaron unos segundos después de que él lo pensara.
Pero había algo que no cuadraba, ¿Cómo habían colgado a una mujer y le habían metido un balazo en el vientre sin que ninguno de los presentes se diera cuenta? Había un asesino, pero si todos estaban llorando ¿Quién estaría fingiendo? ¿O quien se había escapado?
♚[Continuara en: ESPECIAL DE PASCUA (17/04/21) ]♚