Joe.
Invité a Kathy a casa a desayunar. Mi familia la adora, porque ha sido la mejor novia que he tenido, estoy de acuerdo con eso pero esta mañana se sorprendieron de saber que ambos habíamos terminado la relación. Al principio fue gracioso ver como todos se quedaban en silencio mientras Kathy y yo decíamos tonterías en el desayuno. Hicimos las cosas mejor y todos lo tomaron ligeramente.
Lo bueno de todos es que no nos cuestionaron las razones, no dijeron nada y estaban contentos de tenerla aquí, tanto como yo. Es una gran chica, y aún nos tenemos uno al otro.
Se quedó en casa hasta medio día y me ofrecí a llevarla hasta su casa, después de eso haría otra interesante parada.
-Así que ¿vas a ir a casa de Kim ahora?-preguntó con radiante sonrisa y sus ojos verdes brillaban de emoción.
-Sí -sonreí acomodando un mechón de su cabello
-¿Estás emocionado? -pasó sus manos por mis hombros hasta enlazarlos en mi cuello. Mis manos fueron directo a su cintura.
-Pareces más emocionada tú que yo.
-Un poco. Si tengo que ser sincera también siento celos -enarqué mi ceja besando su frente -No me mal interpretes, sabes que te quiero.
-Se siente como si estuviera mal pero al mismo tiempo bien.
-Sé lo que quieres decir -alcancé a ver su sonrisa ladeada mucho antes de que me tomara por sorpresa que me besara nuevamente. Le devolví el beso no tenía problema con eso pero existía un "pero" en él. -Ahora dime si te sigues sintiendo bien pero mal. -negué de inmediato haciendo una mueca.
-No se sintió bien. -admití tristemente, dándome cuenta de la realidad.
Lo nuestro ya estaba hecho.
-Ahora entiendes perfectamente lo que he querido decirte. -sus preciosos ojos me estudiaron unos segundos y puso su perfecta sonrisa. Me sentí tan malditamente culpable por todo esto. Junté nuestras frentes disfrutando de su cercanía. -Escúchame Joseph. Jamás me arrepentiré ni me arrepentiría de lo nuestro. Fue maravilloso pero sabes que esto es lo correcto para ambos. Sabes que te amo de la misma forma y nunca va a cambiar. Sé perfectamente que es igual contigo ¿verdad? - asentí alejándome un poco de ella. -Entonces deja de sentirte así. Lo veo en tu mirada Joseph y me lastima eso, más que haber terminado. Nada de culpabilidad porque yo no me siento culpable. Ya lo habíamos hablado. Sabes que siempre te voy a apoyar y espero de tu parte lo mismo. He estado contigo y jamás haría algo que te lastimara y sé que tienes miedo, estás en la línea pero esto te servirá y a veces sin esperarlo las cosas se dan y uno no elige. Date una oportunidad con ella y no le hagas daño. Tengo que decírtelo por muy cruel que sea pero... si te avergüenzas de ello mejor no le des esperanzas y mantente firme.
-Nunca haría algo así.
-Lo sé, lo has demostrado pero te conozco tanto que aún puedo ver como dudas de todo esto.
-Porque son muchas cosas que no sé ni cómo sentirme. -me golpeó en el pecho.
-Mientras no te decidas te voy a estar arrojando al fuego. Ya lo hice una vez.
-No sé como hiciste para convencerla esa tarde pero gracias. Fue una agradable sorpresa verlas a ambas.
-Maldito suertudo -besó mi mejilla -y voy a dejarte claro algo. Aún estás bajo mi cuidado de cuanta fácil chica se aparezca en los pasillos ¿entendiste? -me crucé de brazos apoyándome en el auto. Esto era divertido. Aquí íbamos.
-¿Por qué? Hay chicas que están muy bien y...
-Estas reservado Joseph.
-Estoy soltero. -abrió su boca como si estuviera ofendida.
-Eso es verdad pero recuerda que aún somos dos contra ti. Haré que Kim me apoye.
-¿Qué tal si hacemos esto parejo y tengo una chica que esté a mi favor? -me burlé satisfactoriamente de ella. Me reí de maldad. No lo haría, no soy un canalla pero sé como estas conversaciones sacan a Kathy de su tranquilidad y buen humor.
Kathy posó sus manos en su cadera riendo alegremente. Me sorprende a decir verdad porque siempre le encanta llevarme la contraria mientras está molesta aunque sea de broma.
-¿Qué te parece si dejamos esto algo parejo y el doctor Morris se une a Kim?
La sonrisa se borró de mi rostro, eso ya no fue gracioso pero para Kathy sí.
-Lo arruinaste Kathy, lo hiciste.
-Joe eres patético sintiendo celos de su doctor ¿sabes?
-No estoy celoso -negué no sólo a ella sino a mi mismo. No podía sentir esto más.
- Síguete diciendo eso. -Kathy retrocedió -Deberías darte prisa no vaya a ser que te lleves una sorpresa y esté quitándote tu lugar.
-Gracias Kathy, yo también te quiero. -dije sarcástico antes de abrir la puerta de mi auto.
-Yo también -me guiñó un ojo mientras lanzaba un beso. Lo que me hizo sonreír.
Ella tenía razón. Esto era lo correcto.
Aún recuerdo ese día en que fue terrible tanto para mí como para Kim pero ese día cambió todo.
Estaba en la cafetería y me sorprendía verla casi vacía. No era mi asunto y no le tomé importancia. Me sorprendió que nuestra mesa estaba con muy pocos pero como mi mente estaba en muchas otras cosas, las cuales incluía el por qué Kathy no llegaba pronto, pensar en los lugares vacíos eran mi menor apuración.
«Joe necesito hablar contigo, es importante. Reúnete conmigo en las gradas del campo de futbol »
Ese mensaje de Kathy me desconcertó por completo y me preguntaba si esa era la razón del porque medio mundo no estaba, pero cuando fui hasta el campo estaba solo y en las gradas tal como prometió ella estaría, me esperaba y supe que algo estaba muy mal cuando la vi con su rostro entre sus manos. Llorando.
-Nena ¿qué pasa? -me puse en cunclillas frente a ella quitando sus manos.
-Joe ¿me amas? -fruncí el ceño. Todo estaba bien entre nosotros, no entiendo a que viene su pregunta.
-Sabes que sí Kathy. -ella negó y me tomó de ambas mejillas.
-Escucha con atención y mírame a los ojos. Solo responde sinceramente ¿me amas?
Me quedé mirándola unos segundos en silencio. Esto estaba mal, muy mal.
Lucía desesperada y yo quería que dejara de llorar, decir las que palabras que ella quería escuchar pero no podía.
-Joe, sabes lo que quiero darte a entender. Hemos sido mejores amigos y quiero tu respuesta sincera, sé que me amas como tu mejor amiga. Pero ¿me amas realmente? -agaché la mirada esto era bastante.
-Te quiero Kathy.
-Y me alegra que lo digas pero no es eso. Llevamos años así y te lo pregunto porque tengo algo importante que decirte.
Tragué con fuerza porque no sé que esperar precisamente ahora.
-¿Qué pasa?
-Me alegra que me digas que no me amas. Porque estaba a punto de un colapso -sonrió limpiando sus lágrimas -Es triste darme cuenta por medio de una conversación al azar que no te amo de esa forma porque estaba empezando a sentirme como una perra por no sentir ese tipo de amor.
-Y eso ¿qué importa? Somos jóvenes y tenemos una buena relación.
-No te enojes conmigo pero pienso que es por lo mismo. Nos volvimos una especie de mejores amigos pero con derechos. No es así para mí, lo que quiero decir es que cuando estábamos destrozados iniciamos esta relación por juego, venganza porque nos entendimos y nos volvimos cercanos. Quizá los primeros meses pudieron significar algo de amor pero seamos honestos llevamos 3 años Joe, han sido maravillosos. Nos queremos de esta forma pero nos amamos como mejores amigos, como hermanos.
Ella había llegado a un punto completamente cierto. Nos llevábamos bien pero nuestra relación verdadera se estancó hace tiempo.
-Podemos permanecer de esta forma sin cambiar mucho, solo los derechos ¿qué te parece? -sus palabras dolieron.
-¿Eso es lo que quieres? Kathy estamos bien.
-Lo estamos pero míranos, no somos "eso" especial, no nos hagamos esto, mucho menos que has progresado en ese terreno.
-No lo entiendo.
-He visto como la miras -me volví de inmediato hacia ella confundido -tenemos que hablar de eso.
-¿De qué me estás hablando? -pregunté confundido.
-Kim, de eso hablo. Puedo verlo más de tu parte que ella.
-Kathy yo no...
-Joe no estoy molesta, mucho menos por ser ella. Me hubiese puesto completamente furiosa si hubiera sido cualquiera de las zorras mayores del campus. Pero Kim no, ella es linda.
-Te estás equivocando Kathy. -no tenía muchas ganas de hablar, mucho menos discutir con ella cuando daba por terminada la relación.
-Y tú me estás decepcionando seriamente. Te he visto Joseph y no puede ser posible que no quieras admitirlo ¿te da vergüenza?
-No, por supuesto que no pero no es eso.
-Te molestaste la primera vez que Hank se le presentó, te molestas cada que él se le acerca y no es el tipo de molestia que siempre te ocasiona ese tipo. Te preocupas por ella de otra forma, he visto como la miras, lo mucho que quieres esforzarte por hacerla reír cuando lo haces naturalmente. Aquel día viniste a mí preocupado por haberte comportado como un gusano con ella ¿recuerdas? -me miró con una sonrisa divertida en sus labios y tomó una de mis manos -El día siguiente estabas molesto porque te rechazó y no paraste. Si no quieres admitir lo que yo puedo ver, está bien, pero sabes que tengo razón.
Frustrado por sus palabras combinados con mis pensamientos me pase las manos por el cabello. Esto era una locura e incluso que la conversación fuera en torno a esto.
-Ella es diferente.
-¿Y eso representa un problema para ti? -ella se levantó molesta de su lugar -Eres un jodido idiota, pensé que tú eras diferente pero no, eres igual que el montón. ¿Qué rayos te pasa? -antes de que se fuera la alcancé y la detuve.
-¿Enserio estamos teniendo esta conversación?
-¿Tú que crees Joseph? No hagas preguntas estúpidas.
-Kathy estás prácticamente terminando conmigo por Kim, por una suposición tuya cuando podemos seguir igual que como hemos estado. Yo estoy bien con eso.
-No es por Kim. Jamás me había puesto a pensar las cosas tan enserio como ahora. Estamos perdiendo la oportunidad de conocer a otras personas. Piensa tú lo que te he dicho. Yo te quiero y ha sido genial, no me gusta nadie más tampoco pero esto no es una relación Joe. Estamos destruyéndonos sin razón alguna, algo no está bien como para no sentir amor el uno por el otro y tú me estás decepcionando porque estas cerrándote a una posibilidad. Si estoy equivocada llámame esta noche y hablaremos, tal vez regresemos a donde estábamos pero quiero que pienses.
Besó por última vez mis labios y se marchó dejándome atónito y con mucho que pensar.
Pero antes de poder ir tras Kathy, algo hirvió en mi interior.
Estaba enfadado cuando mi mirada se fijó en un extremo fuera del estadio.
Una chica, estaba en el otro extremo de la universidad, tirada sobre la banqueta, con restos de comida sobre ella.
Mis pies ya estaban corriendo hacia la chica. Dolió darme cuenta que era Kim y eso me hizo pensar aun más en toda la conversación con Kathy.
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