*Pongan la versión en piano de la canción Never let you go de Justin pero en la que no canta él la que es solo piano o bueno si no la tenéis poned una canción triste y en los comentarios poned cual elegisteis pero sobretodo disfrutad del último capítulo, comentad y votad, las quiero mucho y gracias por todo este viaje junt@s de verdad espero que les guste ya que este ha sido un capítulo muy especial para mí, el capítulo final de mi primera novela, nuevamente gracias por todo y pronto subiré el epílogo, disfrutad ♥*
Narra Judith.
Se respiraba tensión en el ambiente.
Twist no dejaba de apuntar a Justin con la pistola y yo tenía miedo, miedo de que disparara. El dolor sería irremediable.
De repente entró en la sala Megan. ¿Qué hacia ella aquí?
Sus ojos se cruzaron con los míos y en los suyos había pena y... ¿Arrepentimiento?
"Hombre... la que faltaba..." Escupió con asco Twist. "¿Pensabas que iba a ser tan gilipollas de no estar prevenido a un plan de rescate por parte vuestra?" Soltó una carcajada. "Lo que sí me sorprende es que después de haber trabajado para mí todo este tiempo, falsa hermanastra, te pongas en mi contra". Una sonrisa torcida apareció por la comisura de sus labios.
¿Qué?
¿Falsa hermanastra?
Megan me miró pidiéndome disculpas con su mirada.
¿Me había estado engañando todo este tiempo a mi y... a mi padre?
"Judith yo..." Dijo Megan con la voz quebrada y acercándose a mí. "Lo siento mucho yo..."
"Ohhh que escena más falsamente bonita..." Puso cara de ternura burlándose de nosotras. "No has contestado a mi pregunta perra y aléjate de ella si no quieres que te mate ahora mismo". Dijo mirando a Megan.
"Me di cuenta de la clase de imbécil que estás hecho, eso es todo". Soltó.
"Cuida lo que dices, aquí hay balas para todos". Dijo señalando su pistola y sin cesar esa sonrisa de vencedor.
"¿No crees que ya has llegado demasiado lejos?" Dijo Megan. "¿Enserio vale la pena hacer sufrir a estas dos personas por venganza?"
"Ellos me hicieron daño a mí, más del que te imaginas. Me rechazaron. Él..." Señaló a Justin. "Me cambió por ella". Dijo señalando a Judith. "Por la que sin querer me enamoré".
Todos miramos a Twist sin creernos lo que sus labios acababan de pronunciar.
¿Él realmente estaba enamorado de mí y por eso hizo lo que hizo?
Twist me miró y pareció haber perdido todo el control que antes poseía sobre la situación.
"Si verdaderamente estuvieras enamorado de mí, harías lo que fuera por verme feliz y no harías esto..." Solté en un susurro y con la voz entrecortada.
Twist suspiró sin saber muy bien cual sería su siguiente paso.
"¿Sabes lo qué pasa nena?" Pausó mirándome. "Cuando llevas toda tu vida esperando a que la vida te de algo bueno, cuando esperas que los demás te traten como te mereces, cuando piensas que tus mejores amigos no te traicionarían o cuando piensas que la chica que te gusta sintiera lo mismo que tú... te das cuenta que nada es como debería ser. Nada. Nada en mi vida iba bien y debía hacer algo para remediarlo". Pausó y una lágrima resbaló por su mejilla que enseguida se la limpió y volvió a ponerse tan rígido como siempre. "Me obsesioné contigo, no lo pude remediar y cuando empezaste a salir con el que era mi mejor amigo, el cual haberme perdido no le supuso ningún dolor, mi corazón se sintió lo suficientemente roto como para haceros pagar todo el dolor que me ocasionásteis".
Silencio.
"Twist, no te vas a salir con la tuya". Escupió Megan. "No lo harás".
Twist soltó una carcajada burlándose de ella. "¿Cómo lo sabes muñeca?"
"Porque acabo de llamar a la policía y no tardarán en llegar, tus guardaespaldas no vigilan del todo bien". Pausó sacando una sonrisa triunfante. "Vas a pudrirte en la cárcel".
"¿Qué has hecho qué hija de puta?" Twist caminó con agresividad hasta Megan mientras que Justin aprovechó para correr hasta mí.
Se puso a mi altura y con rapidez desató el nudo de mis tobillos y de mis muñecas, liberándome.
"¿Estás bien mi amor?" Dijo Justin y escuchar eso hizo que un par de lágrimas cayeran de mis ojos pero él las limpió antes de que resbalaran por mis mejillas.
"Lo estoy ahora que tú estás aquí". Dije y le abracé con fuerza. Le había echado tanto de menos y nunca pensé necesitar a alguien como le necesitaba a él.
Escuchamos un sollozo que nos sacó del trance. Megan estaba llorando a causa de la paliza que le estaba dando Twist.
"¡Hey Twist déjala en paz!" Dijo Justin corriendo hacia ellos y alejando a Twist de Megan antes de que la dejara inconciente a causa de los fuertes golpes que le estaba ocasionado.
Yo miraba espectante la escena sin saber que hacer ni como ayudar.
"¡Aléjate de mí gilipollas!" Exclamó Twist empujando a Justin lejos de él.
Justin corrió a socorrer a Megan que estaba magullada en el suelo.
"¿Estás bien?" Dijo él a ella y acunando la cabeza de ella entre sus brazos. Megan le sonrió intentando parecer que estaba todo bien a pesar de que no era así.
"S...sí" Susurró ella con pocas fuerzas.
"¿Te parece normal lo que has hecho?" Le dijo Justin a Twist. "Eres miserable. ¿Cómo se te ocurre agredir de esta manera a una mujer?"
Twist no dijo nada solo observaba la escena, como yo.
"Te ayudaré a levantarte". Dijo Justin a Megan y esta con la ayuda de él poco a poco se puso de pie.
"Ahora hazte el héroe, como siempre ¿No Justin?" Escupió Twist. "Estoy arto de tus mariconadas".
"Eres un hijo de puta Twist y vas a acabar donde te mereces después de todo lo que has hecho, pudriéndote en la cárcel". Escupió Twist.
"Bueno, acabas de colmar el vaso de mi paciencia". Pausó y apuntó con la pistola hacia Justin. "Vete al infierno". Escupió y disparó.
"¡Nooo!" Grité.
Narra Narrador.
El sonido del disparo retumbó por toda la habitación.
Todo había pasado muy rápido y no había dado tiempo a reaccionar.
Judith miró alrededor de la habitación y cogió un ladrillo de la montaña que había apilada en un rincón de la sala en ruinas y sin esperar un segundo más lo empotró contra la cabeza de Twist haciendo que este cayera inconsciente al suelo, pero lamentablemente lo hizo tarde, la bala ya atravesó el cuerpo de uno de ellos.
"¡Megan!" Gritó Judith al ver que esta yacía en el suelo con sangre alrededor de ella.
Sí, Megan se había interpuesto entre la bala y Justin haciendo que su cuerpo recibiera el impacto y la bala perforara su estómago el cual ahora sangraba con fuerza.
Judith corrió hasta Megan con rapidez y acunó su cabeza entre sus brazos mientras lágrimas caían del rostro de ambas chicas. Justin también se puso a la misma altura que ellas sin creerse todavía que Megan le había salvado la vida e inmediatamente llamó a una ambulancia.
"Judith..." Dijo Megan con dificultad. "Siento mucho todo lo que te he hecho, por favor... perdóname". Dijo lentamente y débilmente.
"Claro que te perdono, eso ya está olvidado". Sonrió Judith a Megan para animarle y esta le devolvió la sonrisa pero con dolor, mucho dolor en su rostro y en ella misma.
"Antes de irme...." Pausó para toser. "Antes de irme me gustaría decirte que para mí siempre fuiste y serás mi hermana..." Dijo y apretó la mano de Judith con fuerza haciendo que esta llorara con más fuerza.
"Primero, no te vas a ir a ningún lado ¿Me oyes?" Dijo besando la frente de ella. "Y segundo, tú para mí también serás por siempre mi hermana, la que nunca tuve".
"Me duele mucho Judith..." Dijo sollozando y Judith no sabía que responderle ya que el dolor era inevitable.
"Megan, gracias por todo lo que has hecho hoy..." Empezó Justin. "No confiaba en ti, pero hoy me has demostrado la increíble persona que eres y de verdad que me alegro de que seas mi cuñada". Dijo y los tres sonrieron levemente en estos momentos tan difíciles.
"Solo quería veros bien, reparar el dolor que hice... así me podré ir tranquila". Dijo y volvió a toser.
"Eres la mejor Megan". Dijo Judith y la abrazó mientras las lágrimas salían de sus ojos. "No te vayas porfavor..." Sollozó.
"Me siento muy débil... mi cuerpo no responde". Susurró Megan sintiendo mucho dolor.
"Por favor no cierres tus bellos ojos pequeña... no lo hagas". Dijo Judith mientras acariciaba el pelo de Megan y la entretenía para que siguiera con vida.
"La ambulancia está apunto de venir, sigue con nosotros, sé fuerte". Dijo Justin con la voz quebrada ya que esta situación también le superaba.
"Judith..." Dijo Megan con las últimas fuerzas que le quedaban. "Espero que vivas una vida maravillosa junto a Justin y que todo te vaya bien, de verdad". Susurró débilmente y lentamente con voz entrecortada. "Te quiero mucho hermana". Dijo y su cuerpo dejó de funcionar por completo, sus ojos se cerraron y su alma viajó al cielo.
"¡Noo Megan!" Sollozó Judith, con mucho dolor en su interior. "Yo... yo también te quiero mucho." Dijo esta al aire y besó la frente de la chica que yacía sin vida en el frío suelo.
Las lágrimas no dejaban de caer por las mejillas de la protagonista y Justin la acunó en sus brazos intentando consolarla lo máximo posible pero la pérdida de un ser querido lleva su tiempo para superar.
Al cabo de pocos minutos llegó la policía y la ambulancia las cuales se llevaron los cuerpos de Twist y Megan y arrestaron a los dos guardaespaldas de Twist mientras que después de haber explicado todo lo sucedido al inspector de la policia, Judith y Justin volvieron con el coche de este a casa.
Por fin volvieron a casa juntos.
***
Narra Justin.
Debía admitir que mi corazón iba a mil, que no sabía que decirle ahora mismo pero solo me alegraba porque ya la volvía a tener conmigo, en mi coche, y eso me recordó a lo que pasó hace cinco meses después del set de rodaje de Confident.
Flashback.
"¿Quieres apostar?" Desafié.
"¿Cuánto?" Me siguió el juego.
"Mil dólares a que de esta semana no pasas". Dije y ella se rió ante mi propuesta.
"¿Te das una semana?" Levantó una ceja.
"¿Qué pasa?" Pregunté ante la duda.
"Simplemente, pensé que al famoso Justin Bieber le llevaría menos tiempo romper reglas". Se acercó ligeramente a mí. Mis ojos se perdieron en sus labios.
"¿Cuánto pides?" Dije aún hipnotizado.
"Tres días." Me miró pícaramente esperando a que aceptase.
"Hecho".
Se acercó hacía mí hasta el punto en que nuestros labios casi se rozaban pero luego se apartó.
"Que divertido será jugar contigo Biebs". Dijo antes de posicionarse nuevamente en su asiento mientras una sonrisa surgía de sus labios al ver la cara que se me había quedado antes sus movimientos."Te deseo suerte Bieber". Dijo mirándome.
"¿Se puede violar?" Pregunté de lo más inocente que esas palabras podían sonar antes de que una sonrisa torcida surgiera de mis labios. "Por que como sigas provocándome de esa manera no tendré ningún problema en violarte aquí mismo, aún que bueno, no es violación si tú quieres nena".
Se rió.
"No Biebs no... la violación es el camino fácil". Sonrió. "Me tienes que conquistar".
Fin del flashback.
Y así fue como todo empezó, como me acabé enamorado de la mujer que estaba ahora mismo a mi lado, como acabé jugándome la vida por ella, como acabé perdiendo la cabeza por ella.
La amo tantísimo que no puedo creer que ahora mismo esté de vuelta conmigo.
Aparqué el coche cerca de un parque, ya que teníamos cosas de las que hablar y ambos nos bajamos del coche para caminar al interior del parue y sentarnos sobre la verde y húmeda hierba. Era de noche y solo las luces de la ciudad iluminaban el paisaje y a nosotros.
"Justin..." Dijo en un susurro y al girarse contemplé que en su cuello llevaba puesto el collar que le regalé y eso hizo que una sonrisa saliera de la comisura de mis labios. "Siento mucho todo esto". Dijo con voz quebrada. "Siento todo lo que te he hecho pasar, yo no sé en que estaba pensando pero estaba cegada e hice algo de la que me arrepiento enormemente... debí haber confiado en ti... lo , lo siento de verdad". Nuestros ojos conectaron y los suyos brillaban con intensidad al verme.
"Yo siento haberme comportado como un gilipollas... haberte dejado sola en casa aquel día sin tener los huevos de explicarte lo que pasó". Pausé sabiendo que este era el momento. "El de las fotos era un doble, yo no era, como pudiste darte cuenta..." La miré y asientió así que proseguí. "Y bueno... Megan me llevó hasta Yovanna que estaba allí y se me insinuó... pero yo me fui antes de que pasara nada y supongo que por eso Megan se sentía tan mal ya que al igual que Yovanna, estaban involucradas en el asunto de Twist... y bueno eso es todo, no hice nada porque la única mujer en este jodido mundo de la que estoy enamorado eres tú, Judith". Dije abriéndole mi corazón una vez más.
"¿Podemos volver a comenzar?" Dijo con deseo en su mirada. "¿Me das una segunda oportunidad?"
"Te la volvería a dar siempre porque no hay otra mujer con la que quiera compartir el resto de mi vida que no seas tú".
"Yo tampoco quiero con otro que no seas tú Justin".
Se abalanzó a mis brazos y me abrazó con fuerza, saboreando el momento, haciéndolo único, como eran todos los momentos que pasaba junto a ella, únicos. Yo le correspondí de la mejor manera, demostrándole el amor que llevaba guardado.
Sus ojos conectaron con los míos y sus brazos rodearon mi cuello poco a poco mientras una de mis manos se posó en su mejilla y la otra en su espalda. Nuestros labios se juntaron lentamente, uniéndose con el tacto, como si del primer beso se tratase. Especial, memorable. Aun que ya me sabía sus labios a la perfección, pero sus besos siempre son sorprendentes, siempre llenan mi cuerpo de adrenalina y hacen que todo de ella sea insuficiente para mí y quiera aún más de ella.
Nuestros labios se separaron y una cuestión bailó por mi mente.
"¿Es cierto que voy a ser papá?" Dije tímidamente ya que eso era algo lo suficientemente grande e importante como para no tomárselo en serio.
"Sí". Asintió con una sonrisa. "¡Vamos a ser papás!" Exclamó ilusionada. "Estoy de dos semanas más o menos, supongo que aquella noche de fin de año fue... especial".
Un rubor ascendió por sus mejillas y juraría que mis ojos brillaban con su máxima esplendor esa noche.
"Entonces... ¿Derek si es chico y Bella si es chica?" Pregunté con ilusión.
"Si es chico preferiría que se llamará Drew". Sonrió e hizo mención a mi segundo nombre cosa que hizo que mi ilusión aumentara.
"Sea como sea, me alegro de que vaya a tener un hijo con la mujer de mi vida y bueno..." Carraspeé poniéndome un poco nervioso. "Antes de que cortásemos, compré una cosa que no tuve tiempo de dártela pero que la llevo conmigo desde entonces..."
Narra Judith.
Nuestras manos estaban entrelazadas y mi corazón volvía a latir lleno de felicidad como solía hacerlo cuando estaba Justin conmigo. Él me había devuelto la felicidad y se lo agradecía. Todo empezaba a ir bien de nuevo.
"¿Qué cosa?" Sonreí algo nerviosa. Parecía como si de la primera cita con Justin se tratase, me sentía una adolescente.
Justin sacó una pequeña cajita del bolsillo de su chaqueta y mis ojos se agrandaron.
"Querida Judith Bulton... sé que todo por lo que hemos pasado no ha sido fácil, que hemos sufrido mucho... desde el primer momento supe que enamorarme de ti no sería fácil porque sabía lo que causabas en los hombres... pero también sé que a pesar de todos los problemas que se nos han presentado, los hemos superado juntos y que aún seguimos amándonos por encima de todo, más incluso que el primer día, y por ello quiero que a partir de ahora se te reconozca como la señorita Bieber y que nada ni nadie nos pueda separar de ahora en adelante." Pausó cogiendo aire. "Así que..." Dijo abriendo la cajita lentamente y mostrándome el precioso anillo que dentro de esta se escondía. "¿Quieres casarte conmigo cariño?" Dijo con un brillo especial en su mirada y con una enorme sonrisa que adornaba su precioso rostro.
¿Por qué le amaba tanto?
Me abalancé sobre sus brazos y le abracé, más fuerte incluso que lo hice antes. Me separé un poco hasta que mi rostro se puso a la misma altura que el suyo pero sin que nuestros cuerpos se separaran.
"Por supuesto que quiero, no hay nada que quiera más ahora mismo Justin". Dije ilusionada y él besó mis labios. Un beso completamente especial, apasionado, verdadero.
Justin sacó el anillo de la caja y lo colocó en mi dedo anular, en el cual encajaba a la perfección, y volvió a besarme.
"A partir de ahora siempre serás mía pequeña y nadie te alejará de mí, te lo prometo". Sonrió. "Ha valido la pena todo lo que hemos pasado para llegar a este momento". Admitió.
"Desde luego". Le devolví la sonrisa y volví a abrazarle. "Gracias por todo Justin, gracias por salvarnos y gracias por hacerme tan feliz..." Dije emocionándome.
"No me tienes que dar las gracias, lo volvería a hacer una y otra vez por ti, porque eres mi chi... mi mujer". Rectificó.
"Tu mujer". Repetí con su mismo tono. "Ahora sí que creo en los finales felices..."
"Cree, pero este no es nuestro final". Sonrió.
"Tienes razón... Es nuestro comienzo". Sonreí con él.
"Te amo demasiado mi amor". Susurró cerca de mis labios.
"Yo te amo aún más Justin". Concluí y nos fundimos en el mejor beso de la historia.
FIN.